1. La familia del Doctor R.
El trabajo que había conseguido Melanie como niñera parecía perfecto. El sueldo era muy
alto, solo tenía que hacerse cargo de un niño pequeño. Le dieron una enorme habitación,
auto, todas las prestaciones conocidas, acompañado de un trato especial.
Parecía más bien otro miembro de la familia, la hija adolescente a la que consentían a
cambio de una par de tareas. Pronto se sentía más cómoda que en su propia casa, salvo
por un pequeño detalle, y es que la temperatura de la casa estaba siempre bajo cero.
Según la explicación del padre, su familia sufría de una rara enfermedad que les causaba
trastornos al exponerse a temperaturas mayores. Lo cual no fue cuestionado por la joven,
pues el hombre en cuestión era un prestigiado médico, a quien buscaban incluso
personas de otros países.
De acuerdo con esto, le dio instrucciones específicas a la chica para actuar en caso de
emergencia, llamando especial atención aquella medida en la que debía meter al niño en
un congelador y después ayudar a la esposa para que entrara en otro. Por supuesto
todo esto era secreto y no debía mencionar nada a nadie.
Pero quería el destino que no disfrutara mucho tiempo de esta nueva vida y durante una
noche de tormenta, un rayo alcanzó la casa, dejándolos sin energía eléctrica. De
inmediato tomó al niño y fue a meterlo al congelador que estaba conectado a la planta de
reserva, aun con la extrañeza que eso le causaba. Y volvió rápido por la señora, a la cual
no pudo encontrar pronto.
Cuando al fin dio con ella, estaba escondida en un rincón, llorando…ella no quería entrar
en el congelador, y la jovencita no tenía manera de obligarla, solo le hablaba para
convencerla. Pero el tiempo pasó y pronto fue demasiado tarde. La señora aún
conservaba una sonrisa nerviosa en su rostro cuando este empezó a derretirse,
exponiendo los atrofiados músculos de la cara y después una derruida calavera.
Ante la mirada atónita de la muchacha, el resto del cuerpo de la mujer terminó como un
charco en el suelo, y aquel despojo de huesos seguía moviéndose y lamentando su
suerte.
La niñera estaba a punto de desfallecer, cuando entró el doctor a toda prisa, fue directo a
los congeladores. Vio que su hijo estaba a salvo, pero faltaba su esposa, así que fue
corriendo a buscarla con lágrimas en los ojos. Al encontrarse con la terrible escena, casi
se volvió loco, golpeó a la pobre chica y la llevó inconsciente al sótano, junto con la
calavera de su esposa.
2. Buscó en su archivo algunos papeles antiguos, preparó los cuerpos, y empezó a recitar
unos conjuros, acompañado de extraños artefactos. La mujer que había quedado
solamente en los huesos se resistía a aquella práctica, sin embargo no podía pronunciar
palabras, ni negarse con gestos, solamente se retorcía, sin que su esposo atendiera sus
esfuerzos.
En unos minutos, la calavera dejó de retorcerse, y la niñera se incorporó con una nueva
mirada, tenía también un nuevo habitante dentro quien rompió en llanto y reclamos. Era la
esposa del doctor, y le dolía que una pobre chica hubiese muerto para prolongar su
existencia.
Al parecer los conocimientos de aquel hombre iban más allá de la ciencia, pues a través
del ocultismo, había conservado el espíritu dentro de los cadáveres de su familia, por
eso tenían que permanecer en temperaturas tan bajas, evitando así la descomposición de
la carne. No estaba dispuesto a dejarlos ir, por eso los convirtió en muertos vivientes,
almas en pena atrapadas en un cuerpo a medio podrir.
En esta ocasión, no pudo llegar a tiempo para evitar que su esposa intentara dejar de
existir, por lo que tuvo que tomar medidas de contingencia y transferirla a otro cuerpo, por
lo menos ya no tendría que preocuparse más por llevarla a congelador, el envase era
completamente nuevo.
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