El documento propone un modelo de "empresas ciudadanas" para promover una economía más solidaria e inclusiva. Bajo este modelo, el gobierno formaría compañías mixtas en sectores estratégicos con productores locales y tenedores de tecnología. Los pequeños productores aportarían tierras y recursos, y adquirirían participación en la empresa a través de ahorros e incentivos. Con el tiempo, la empresa pasaría a ser privada a medida que los productores adquieran conocimiento y capital. El modelo busca resolver problemas de acceso a información, te
Del capitalismo salvaje_a_las_empresas_ciudadanas2
1. En este estudio se encontró que 56 de las 124
subramas y actividades productivas (45%) res-
pondieron a la calificación de altamente con-
centradas; 30, es decir el 24%, reportaron ser
de concentración moderada; y, 38, es decir el
31%, cumplió con la condición de ser descon-
centradas o atomizadas.
La concentración de las rentas del valor agregado de la producción en
pocas manos se produce no solamente por la concentración del capital
y de los activos en general, y el escaso acceso al financiamiento para
nuevos emprendimiento por parte de profesionales con buenas ideas.
Se produce porque la generación de valor agregado está íntimamente
ligada al “conocimiento especializado” y, como dice William Easterly, el
capital no sigue necesariamente altas rentabilidades sino conocimiento
y aglomeraciones.
El socialismo del siglo XXI habla de una economía solidaria basada en
numerosos productores y empresarios con acceso a crédito, capital,
tecnología y mercados, con quienes se intenta resolver los problemas
del mercado en la asignación de recursos.
Entre las críticas al modelo se destaca aquella que manifiesta que no
se explica cómo este concepto se operativiza en la práctica, en rela-
ción a la actual distribución de activos y a cómo se resuelve el proble-
ma de que el capital sigue al conocimiento especializado.
Otra de las críticas comunes es que el modelo se centra más en la
redistribución de la riqueza que en dilucidar cómo ésta se genera de
manera más solidaria. La propuesta de creación de empresas ciuda-
danas intenta ser uno de los mecanismos para poner en práctica una
nueva forma de acceso a capital y al conocimiento especializado, que
permita al ciudadano o a redes de ciudadanos acceder a las rentas de
las actividades de mayor valor agregado.
Durante el año 2007 hemos avanzado en la búsqueda de un modelo
que permita transferir “tecnología” de mejor manera a los pequeños
productores y, en general, a los microempresarios, así como a merca-
dos tanto públicos y privados.
El modelo que aplicamos para el acceso a tecnología y mercados en
cadenas productivas fue el de negocios sociales inclusivos. Con este
modelo, el Gobierno (MCDS) resolvió el problema de coordinación y
de asimetría de información que sufrían estos grupos de microproduc-
tores y negoció con empresas de gran poder de compra contratos de
justo precio y pago oportuno.
Este ganar-ganar es posible por la necesidad de estas empresas de
contar con un flujo predecible y de alta calidad de insumos, y por la
necesidad de ganar productividad para poder exportar y mantener sus
márgenes de ganancias, en un contexto al alza de los precios de las
materias primas en el mundo.
Si bien este modelo permite avanzar algunos peldaños -dado que me-
jora los ingresos actuales de estos grupos productivos- el resultado
más importante es el acceso a tecnología de punta (mejor semilla, téc-
nicas adecuadas de producción, procesos gerenciales, etc.), que les
permitirá avanzar a otros eslabones de la cadena de producción, como
son la de valor agregado y comercialización directa al consumidor.
En empresas de capital abierto, como Corporación Favorita (Super-
maxi), algunos de estos microproductores podrían acceder, mediante
un programa específico de compra de acciones, a la renta de los seg-
mentos más productivos de la cadena; sin embargo, el precio alto de
venta de estas ya incorpora un importante premio a la eficiencia y par-
ticipación de mercado que tiene, lo que limitaría las ventajas futuras.
Es necesario buscar un mecanismo que permita que los microproduc-
tores accedan a la propiedad de las partes más lucrativas del negocio,
aquellas que están asociadas con el capital y el conocimiento espe-
cializado, de partida. Para resolver este reto se necesita de la activa
participación del Estado, el responsable de resolver los problemas de-
rivados de la asimetría de información, coordinación y asignación de
recursos.
La idea parte de la identificación de mercados de alto potencial, como
por ejemplo del de biocombustibles que no atente contra la seguridad
alimentaria. El Gobierno forma una compañía mixta para la producción
y comercialización de biocombustibles, en la cual se asocia con uno o
varios “tenedores” de tecnología y que proporcione conocimiento espe-
cializado, además de la gerencia de la misma.
Del capitalismo salvaje a las empresas ciudadanas
Por: Nathalie Cely S.
Ministra de Coordinación de la Producción, Empelo y Competitividad
2. Los pequeños productores aportan la tierra de su propiedad a la em-
presa. En otro caso, el gobierno financia el acceso a la tierra, se les
compra su producción a precios justos y se les otorga incentivos mo-
netarios para mejorar productividad.
Quienes no tienen acceso a la tierra y no pueden participar como ac-
cionistas de partida, ahorran recursos de sus ingresos, incentivos y
bonos para comprar las acciones, pactadas a un precio establecido
de partida.
A medida que los pequeños grupos de productores vayan adquiriendo
el conocimiento especializado y gerencial, y ahorren los recursos nece-
sarios para la adquisición de las participaciones, el Estado desinvierte
progresivamente su participación, y la empresa deja de ser mixta para
pasar a ser totalmente privada.
Este modelo también tiene la ventaja de alinear los intereses de los
tres socios: trabajadores (quienes también serán propietarios), empre-
sarios y Estado, lo que provocará un ambiente conducente a la eficien-
cia y productividad, dentro de un marco de respeto y equilibrio de las
relaciones laborales-empresariales.
En este esquema, la manera como se resuelven los diferentes proble-
mas es esta:
• Asimetría de Información: las potencialidades de sectores y co-
nocimiento sobre su producción, transformación, mercados, tecno-
logía de comercialización, es decir, la información sobre sectores
estratégicos y tecnología especializada tiene un costo prohibitivo,
los más pobres no tienen no pueden tenerla. En nuestra idea de
empresas ciudadanas el gobierno suple este bien.
• Apropiabilidad de los beneficios de la información: si un empresa-
rio invierte en obtener información especializada, no puede nece-
sariamente traducirse en beneficios solo para el que la desarrolla,
si no para el resto, por lo que hay una provisión menor a la óptima.
El Estado, en nuestra propuesta, también genera estas externali-
dades.
• Asignación de recursos (capital y conocimiento): como se ha
mencionado, pequeños productores tienen acceso a la tierra y al
conocimiento para cultivar, pero no para industrializar, vender efi-
cientemente y exportar. A través de la empresa ciudadana, adquie-
ren estas destrezas indirectamente a través de la propiedad de la
empresa que accede a los segmentos de mayor valor.
La idea de empresas ciudadanas no está exenta de riesgos, ya que
requiere como condición que estos grupos de microproductores ad-
quieran conocimiento y practicas gerenciales en el tiempo, para que
puedan administrar su negocio de manera adecuada.
Pero este riesgo se puede minimizar con la existencia y permanencia
de un socio minoritario privado o del gobierno, a través de un ente
especializado que vele porque el grupo administrador alinee sus inte-
reses con los de la propiedad del capital.
Las empresas ciudadanas también pueden dar respuesta a las ne-
cesidades de macro proyectos, como base de un desarrollo rural o
territorial innovador y de mayor impacto. Se ha pensado en algunos
sectores candidatos: biocombustibles que no atenten contra la segu-
ridad alimentaria -como el piñón y talvez la caña de azúcar (se nece-
sitan estudios para comprobar que no hay un impacto en la seguridad
alimentaria)-, almidón para cerveza, entre otros.
Adicionalmente al nacimiento de empresas ciudadanas como estrate-
gia para una mejor distribución de la riqueza, se requiere de un Estado
que cumpla con un rol de regulador y supervisor de la competencia, a
través de una entidad autónoma altamente especializada.
Así también, se necesita mejorar los procesos operativos de constitu-
ción de empresas, de regulación de las mismas y de controles sanita-
rios, fitosanitarios, de bioseguridad y, en general, mejorar el clima de
negocios, para contribuir con la competitividad sistémica de la econo-
mía.
Pero este riesgo se puede minimizar con la existencia y permanencia
de un socio minoritario privado o del gobierno, a través de un ente
especializado que vele porque el grupo administrador alinee sus intere-
ses con los de la propiedad del capital. novación de los más pequeños.
La modificación de la estructura de costos de servicios del Estado, que
este Gobierno ya ha emprendido con la gran inversión en generación
de energía hidroeléctrica y el plan vial, son también clave para reactivar
un sector empresarial que, sobre todo, beneficie a los más pequeños.
Así también, se requiere mejorar sus procesos operativos de constitu-
ción de empresas, de regulación de las mismas y de controles sanita-
rios, fitosanitarios, de bioseguridad, para no evitar que se conviertan
en un agente que perjudique la competencia y saque del mercado a
posibles competidores y que, sobre todo, no conspiren contra el em-
prendedorismo.