Este poema alaba el trabajo tenaz y meritorio de Frasquito Oller en honrar a Puerto Rico a través de sus creaciones artísticas. El poema menciona que Oller lleva sus galanas creaciones del saber al gran consistorio y que a través de su cuadro "El velorio" fustiga las burdas jaranas y zambras paganas de su pueblo, el cual adora el holgorio. Finalmente, el poema desea que Dios bendiga la noble paleta de Oller y que continúe mirando siempre hacia la altura.