1. Parto hospitalario
Aunque antiguamente los partos acontecían en el domicilio de la
gestante, actualmente gracias a los avances de los medios técnicos y
sanitarios suelen realizarse en el medio hospitalario.
1. El ingreso hospitalario
2. La monitorización
3. Una decisión crucial
4. Llega el momento del parto
1. El ingreso hospitalario
Habitualmente se procede al ingreso hospitalario cuando el trabajo de parto está
establecido y existe cierta evidencia de que no se parará (como ocurre en la primera fase
del parto de dilatación lenta con las contracciones prodrómicas).
Esto ocurre cuando el cuello de la matriz está borrado o acortado más de la mitad,
dilatado unos dos o tres centímetros y las contracciones son regulares como mínimo dos en
diez minutos de intensidad moderada.
Una vez efectuado el ingreso por trabajo de parto y si el registro del latido del corazón del
feto está bien, se procede a la evacuación de la ampolla rectal mediante un enema.
Ello se debe a que la sensación de pujo que se tendrá en el periodo expulsivo es muy
similiar a la sensación de defecar y con ello se consigue que la gestante pierda el pudor de
realizar el pujo y la zona perineal esté más limpia.
2. La monitorización
El siguiente paso consiste en monitorizar la frecuencia cardíaca del feto y de las
contracciones para conocer cómo responde el feto a los “apretones” que suponen las
contracciones a mediada que avanza el parto.
Existen dos métodos para realizar la monitorización: monitor interno y monitor externo. El
monitor externo se compone de dos elementos que se fijan al abdomen de la madre
mediante unas correas, uno de los cuales registra la frecuencia cardíaca fetal y el otro
registra las contracciones.
El monitor internotambien consta de dos elementos, el que detecta la frecuencia cardiaca
fetal y que se fija a nivel del cuero cabelludo fetal mediante un mecanismo de enganche
(electrodo), y el que detecta las contracciones que consiste en un catéter muy fino que se
introduce por la vagina hasta la cavidad uterina y que funciona mediante un sistema de
presiones (es el único que puede determinar exactamente la intensidad de la contracción).
2. La diferencia entre ambos sistemas de monitoreo es que el interno es más exacto y se
utiliza en situaciones de riesgo, a la vez que es más incomodo y limita la movilidad de la
gestante.
3. Una decisión crucial
Cuando se detecta alguna alteración en la frecuencia cardíaca fetal, al relacionarse con las
contracciones uterinas y el bienestar fetal, no es posible asegurarse. Se procede a la toma
de una pequeña muestra de sangre del cuero cabelludo del feto para determinar la
oxigenación de mismo.
Según el resultado se tomará la decisión de continuar el parto o bien la extracción fetal
inmediata via vaginal o cesárea. La analgesia por execelencia durante el parto suele ser la
epidural o peridural. La realiza el médico especializado en anestesiología y el momento
de indicarla es cuando se inicia el dolor.
Consiste en la introducción de anestésicos en el espacio peridural (columna vertebral)
mediante una aguja fina para conseguir el bloqueo sensitivo de la cintura hacia abajo.
Existe la opción de dejar un catéter en la zona de la punción primera para reinyectar
anestésico en caso de ser necesario.
Durante todo el trabajo de parto se realizarán diversos tactos para comprobar la progresiva
dilatación cervical y descenso del feto, así como sondajes vesicales en caso de anestesia
peridural por inhibición de deseo de micción.
4. Llega el momento del parto
Cuando llega el momento del expulsivo (salida del feto), se limpia toda la zona del periné
y se colocan tallas asépticas para que las condiciones higiénicas sean inmejorables y
evitar posibles infecciones.
La episiotomía (corte en región inferolateral de vagina y periné) se realiza en algunos casos
para evitar que dicha zona se desgarre y afecte a estructuras como el esfínter anal y el recto.
La siguiente fase consiste en el alumbramiento de la placenta con la posterior contracción
del útero para la formación del globo de seguridad.
Se procede entonces a la sutura de la episiotomia, si la hubiera, por planos y con material
reabsorbible habitualmente, ya que así la puérpera no deberá acudir par a su retirada.
Durante la primera hora post-parto la puérpera permanece bajo vigilancia, especialmente en
caso de haber requerido anestesia epidural para mayor control.
3. Aproximadamente, y si no hay complicaciones, se procederá a dar el alta hospitalaria a la
paciente en 48-72 horas.