(sep.2014) A fines de septiembre, la fiesta patronal en San Miguel de Tolimán congrega a todos los habitantes del pueblo, de pueblos vecinos y aún hasta los parientes que radican en el extranjero. Las fiestas duran seis días enteros, pero los preparativos comienzan desde el mes de mayo, lo que la convierte en la fiesta de más larga duración en el Estado de Querétaro, si no es que de todo México. El CHIMAL es el gran protagonista de la fiesta, un armazón de carrizo de más de 20 m. de alto por 3 de ancho, que se elabora con todo esmero y dedicación, y que se levanta frente a la iglesia del pueblo para quedar durante el resto del año, como el escudo protector del pueblo entero. Aquí tenemos una descripción de la fiesta, en las poéticas palabras e imágenes de Rubén Navarro.
Producción original: Carlos Rangel
2. Hablar de lo que
implica el semi-
desierto es trasladarse
a otro espacio-lugar.
Sus dilatados horizontes nos sumergen en una sensación atemporal
difícil de abstraerse.
Las siluetas de los cerros van definiendo el perfil y las distancias,
decolorándose en el horizonte hasta confundirse
con el azul prístino del cielo.
De repente, se desprende la fuerza innata de esta tierra,
a través de la austeridad visceral de su belleza,
cuando las sombras de las nubes van desplazándose
sobre la mansedumbre jaspeada de los cerros
como si fueran olas varadas en el tiempo de un océano infinito.
4. Si bien la fiesta culmina el 29 de
Septiembre, día de San Miguel, la
fiesta da inicio tres meses atrás,
desde Julio.
Podría decirse que es por mucho,
la fiesta más duradera el Estado
de Querétaro y probablemente
de todo México.
5. Ya en la plaza, a un costado
del templo, se elevan los dos
monumentales troncos como
mástiles imponentes, traídos del
cerro del Zamorano, mientras el
chimal sustentado sobre
carrizo, descansa sobre unos
soportes con su austera
vestimenta de cucharilla (hoja
de sotol), esperando su sueño
de velar por la comunidad
durante todo el año.
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7. De repente se escucha el
sonido del tambor y el violín
que congrega a los niños
danzantes que con una
parsimonia aprendida ejecutan
la Danza de la Conquista,
divididos en dos grupos: los que
hacen de españoles y los que
representan a los indios.
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9. Podría decirse que hay algo de
hechizo en su modo de danzar;
los sonidos repetidos, los pasos
memorizaos en la tierra bajo el
siseo de las sonajas como si
fueran serpientes de cascabel,
el crujir e los machetes al
chocar entre sí, y los versos que
luego recitan, transmiten sutiles
sensaciones de atemporalidad.
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11. Mientras tanto, la Mayordomía de los Cargueros empieza a amarrar con
fuertes mecates los enormes postes de pino del Zamorano.
Previamente lo van regando con mezcal para que resbale y agarre bien.
El crujir del mecate se mezcla con los resoplidos y sudores de los hombres
que todos a una unifican sus esfuerzos en un clima festivo.
12. Al medio día, todas las cuadrillas de danzantes se recogen en el templo
para el oficio de la misa. Al terminar, se procede a la bendición el
Chimal, con una comitiva encabezada por la imagen de San Miguel.
13. Decenas e cargueros sostienen
bajo sus brazos el enorme
Chimal y lo trasladan a la plaza
frente al templo donde es
decorado con alimentos, papel
de china, panes, flores, tortillas
de colores y muchos adornos
más.
14.
15. Después, en un ambiente
completamente festivo, lo
rocían con litros de
aguardiente, impregnándose
el aroma a través e la brisa.
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17. Es sobrecogedor ver cómo el enorme Chimal, a medida que lo van
subiendo, pareciera que adquiere vida; se mece, se dobla, se yergue
poco a poco. Después se detiene por momentos y finalmente, bajo un
último esfuerzo, el enorme velamen de la cucharilla se erige imponente
sobre la plaza, mientras la gente y sus propios creadores, observan,
satisfechos y fascinados de su propia obra.
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19. Finalmente allí quedará el Chimal durante todo el año y a modo de
protección para la comunidad. Y como se dice el gran escudo de San
Miguel Arcángel, más, como pocos sabrán, sustituto de Huitzilopochtli.