1. Guerra del Chaco (1932-1935)
Guerra del Chaco. Guerra fronteriza entre Bolivia y Paraguay, ocurrida entre 1932
y 1935 por el control del Chaco Boreal, donde se presumía existían grandes
reservas de petróleo y gas. Los británicos y norteamericanos apoyaron a los
gobiernos de Paraguay y Bolivia respectivamente, razón por la cual muchos
especialistas han calificado esta guerra como una guerra "importada".
El Chaco Boreal
El Chaco Boreal es un área de aproximadamente 500 000 km², ubicada al norte
del río Pilcomayo, en la región del Gran Chaco, en la zona limítrofe entre Bolivia
(lugar al que perteneció durante el Virreinato de Perú), Argentina y Paraguay (a
cuyo cabildo de Asunción los españoles, habían otorgado potestad hasta los ríos
Yaurú y Parapetí). El clima es seco y las reservas de agua casi inexistentes. La
escasez de agua y el calor sofocante impusieron condiciones particularmente
duras a los combatientes, sobre todo a los bolivianos acostumbrados al clima
andino.
En vísperas de la guerra la población de la zona era extremadamente pequeña.
Los paraguayos realizaban una pequeña actividad económica, mediante la cría
extensiva de ganado y la extracción de tanino, de los árboles de quebracho.
Gestación del conflicto
Tras la llamada Guerra de la Triple Alianza
(1865 – 1870), en la cual Paraguay resultó
derrotada y fue ocupada militarmente por
Argentina y Brasil, perdiendo 160 000 km², la
región del Chaco Boreal fue objeto de
disputa. Argentina reclamó derechos sobre la
zona, que sometidos a arbitraje neutral por
parte de Estados Unidos le fueron negados,
otorgando la posesión a Paraguay.
Bolivia y Brasil se enfrentaron entre 1899 y
1903 en la Guerra del Acre, donde Bolivia tuvo que renunciar al territorio del Acre.
En compensación Brasil cedió a Bolivia el Chaco Boreal, un territorio que no le
pertenecía. Para Bolivia que había perdido su salida al mar durante la Guerra del
Pacífico, el río Paraguay, ubicado en el sector poseía una importancia
trascendental, al permitirle una salida al Océano Atlántico.
Desde 1852 y hasta 1920, Bolivia y Paraguay comenzaron a reclamar el territorio
por medios diplomáticos y establecieron fortines en el área en disputa, para
realizar una ocupación “efectiva” y controlar las escasas fuentes de agua potable
existentes en un territorio particularmente insalubre.
2. En 1928 los paraguayos atacaron, tomaron e incendiaron el fortín “Vanguardia” de
los bolivianos. En las acciones murieron seis soldados bolivianos. En respuesta
los bolivianos ocuparon el fortín “Boquerón” del ejército paraguayo. La Sociedad
de las Naciones intervino en el conflicto: obligó a Bolivia a evacuar el fortín
Boquerón y a los paraguayos a reconstruir el fortín que habían incendiado.
Paraguay fue calificado como país agresor.
El antiguo litigio fronterizo entre Paraguay y Bolivia se agravó cuando la compañía
norteamericana Standard Oil creyó descubrir un rico yacimiento de Petróleo en
territorio boliviano. De forma análoga la anglo – holandesa Royal Dutch realizaba
un descubrimiento semejante en el Chaco paraguayo. Las compañías extranjeras
alentaron entonces una campaña chovinista en ambos países con el objetivo de
que ambos reclamaran su soberanía sobre la totalidad del territorio en disputa.
Siguiendo a sus monopolios los norteamericanos apoyaron a Bolivia y los
británicos a Paraguay.
La Guerra del Chaco
Los intentos para solucionar pacíficamente el conflicto fracasaron al negarse
Bolivia a aceptar como solución la concesión de un puerto sobre el río Paraguay,
por considerarla insuficiente. En 1932 la guerra estalló con fuerza.
El Ejército Boliviano
Bolivia contaba con un ejército de 10 000 hombres
activos y 2 000 reservistas entrenados, que poseía
algunas ventajas militares, sobre todo en
equipamiento sobre el ejército paraguayo. Durante
el conflicto llegaron a movilizar 250 000 hombres.
El presidente boliviano Daniel Salamanca, quien
había llegado al poder en 1931 había comenzado
un proceso de modernización del ejército. La economía boliviana pasaba por un
buen momento, amparada en su riqueza minera y podía contar con ventajosos
créditos para abastecerse de material de guerra moderno. La población boliviana
era el doble de la paraguaya, 2 300 000 de habitantes por un 1 200 000 de sus
enemigos.
Los bolivianos contaban con un grupo de asesores militares extranjeros dentro de
sus fuerzas armadas, particularmente alemanes – aunque también hubo chilenos
y checoslovacos. El general alemán Hans Kundt, veterano de la Primera Guerra
Mundial, llegó incluso a hacerse cargo del ejército boliviano tras los descalabros
iniciales del mismo al comenzar la guerra.
La fuerza aérea de Bolivia era superior en número de aviones a la de Paraguay. El
ejército boliviano contaba además con tres tanques vickers y dos tanquetas
3. Carden Lloyd de fabricación británica, mientras los paraguayos carecían de
fuerzas blindadas.
El Ejército Paraguayo
El ejército paraguayo era más pequeño que el boliviano sólo 3 500 soldados –
durante el conflicto se movilizaron 150 000 soldados - y la población de su país
era poco más de la mitad de la boliviana con 1 200 000 habitantes. El ejército
había sido asesorado por instructores franceses y argentinos, ya durante la guerra
los italianos participarían en la reorganización de la fuerza aérea. La economía de
Paraguay era también más pobre que la de Bolivia, dependiente de la agricultura y
una ganadería intensiva. Al frente del ejército paraguayo fue elegido el general
José Félix Estigarribia, quien se había formado militarmente en Francia.
Al comienzo del conflicto el ejército paraguayo tenía cinco regimientos de
infantería, dos regimientos de caballería, dos grupos de artillería y un batallón de
zapadores. Su fuerza aérea era inferior a la de Bolivia; pero sus unidades navales
que operaban con la ventaja de estar río abajo en el sistema del río de la Plata
podían transportar todo el material, personal y equipos extranjeros hacia el área
del conflicto a través de los ríos, mientras los bolivianos debían hacer todos sus
movimientos por tierra, con la sola excepción del sistema fluvial Madeira -
Mamoré, parte del sistema fluvial del Amazonas, que podía ser usado para
transportar materiales al norte del Chaco.
Acciones militares
La guerra estalló cuando el ejército boliviano atacó y tomó el fuerte paraguayo
Carlos Antonio López en julio de 1932, y luego fue recapturado por los
paraguayos. Las fuerzas bolivianas atacaron y capturaron también durante el 27 y
28 de julio los fortines paraguayos de Corrales, Boquerón y Toledo.
Las tropas bolivianas que en agosto llegaron a sumar 12 000 hombres en el frente
de batalla se desplazaban por tierra en una zona carente de medios y vías de
comunicación, llegando totalmente extenuadas al área de conflicto.
Los paraguayos por su parte habían desplegado 8 000 hombres en la isla Poí,
donde construyeron una pista de aterrizaje; 1 500 en Nanawa (al suroeste del
Chaco) y 3 000 en el Alto río Paraguay. Desde Asunción enviaron luego un
refuerzo de 3 000 hombres.
Las fuerzas paraguayas del Segundo Regimiento que avanzaban contra el fuerte
de Boquerón con el objetivo de recapturarlo fueron descubiertas por aviones
bolivianos que las ametrallaron. A pesar de esa acción el 8 de septiembre, 18 500
paraguayos cercaron a 619 bolivianos en el fuerte Boquerón. Los bolivianos
recibieron la orden de resistir. Tras once días de combates los paraguayos
tomaron el fuerte, perdieron en el asalto 7 000 hombres, los bolivianos 150.
4. Tras la derrota de Boquerón los bolivianos pusieron el ejército bajo las órdenes del
general Hans Kundt en el mes de diciembre. Éste ordenó un ataque frontal sobre
los paraguayos en Nanawa y Toledo, pero no pudo abrirse paso entre las líneas
paraguayas. En julio de 1933 lo intentó nuevamente, pero los paraguayos
camuflados entre los matorrales le infligieron una costosa derrota, 2 000 soldados
bolivianos murieron en combate por sólo unos 150 paraguayos. En este segundo
ataque a Nanawa los bolivianos emplearon sus tanques, flanqueados por soldados
con lanzallamas, pero con escaso éxito, debido a la irregularidad del terreno y el
intenso calor que obligaba a las dotaciones de los blindados a combatir con todas
las portillas abiertas.
A fines del año 1933 los paraguayos atacaron por sorpresa a la Cuarta y Novena
divisiones bolivianas ubicadas en Campo Vía cercándolas el 3 de diciembre. A
pesar de los contraataques bolivianos estas se rindieron. Los bolivianos tuvieron 2
600 muertos y 7 500 fueron hechos prisioneros. Después de esta derrota en
Campo Vía el general Kundt fue reemplazado por el coronel Peñaranda.
Los soldados paraguayos de la Segunda División fueron a su vez cercados en la
Cañada Strongest por las fuerzas bolivianas al mando del coronel Bilbao Rioja,
perdiendo más de 500 hombres en el combate.
Los paraguayos fueron derrotados en Picuiba en julio de 1934, pero derrotaron a
las reservas bolivianas en El Carmen en noviembre. Desde agosto habían
propinado un duro golpe a las fuerzas bolivianas al cortarles las comunicaciones e
impedirles abastecerse de agua de los pozos ubicados en Yrendagué.
El fin de la Guerra
La Liga de las Naciones impuso un
embargo de armas a ambos países e hizo
una propuesta de paz en noviembre de
1934. Esta propuesta fue aceptada por
Bolivia pero rechazada por Paraguay. A
consecuencia de esto el embargo le fue
levantado sólo a Bolivia.
En 1935 ambos contendientes estaban
totalmente agotados. Los bolivianos se
habían retirado a Villamontes. En abril de
ese año los paraguayos traspusieron el río
Parapití. Tomaron Crandaití, Izozoq y la importante ciudad de Villamontes
amenazando los pozos de petróleo bolivianos en explotación pero fuero repelidos
por las fuerzas bolivianas hasta aproximadamente los límites de la frontera actual.
Desde enero el gobierno chileno había propuesto a Argentina una gestión conjunta
para lograr la paz. Con este objetivo se comisionaron a Luis Podestá Costa a
5. Paraguay, y luego a Félix Nieto del Río a Bolivia. En abril de ese año se unieron a
la mediación, Perú y Estados Unidos, posteriormente lo harían Brasil y Uruguay.
El 12 de junio de 1935 se logró un armisticio que se concretó en el campo de
batalla dos días después. Siguieron tres años de arduas negociaciones.
Finalmente se firmó el tratado de paz en Buenos Aires el 21 de julio de 1938.
Consecuencias de la guerra
En 1936, durante la Conferencia de Buenos Aires, Paraguay logró el
reconocimiento de casi toda la zona en disputa a su favor. En 1938 Paraguay
obtuvo 233 000 km² del Chaco Boreal, mientras los bolivianos obtenían el acceso
al río Paraguay y al poblado de Puerto Casado, perteneciente a Paraguay. Dentro
del territorio boliviano quedaron las grandes reservas de petróleo y gas.
Paraguay al final de la guerra, en el año 1935 reportó aproximadamente 34 000
caídos y 2 000 desaparecidos, más los 2 500 prisioneros de guerra en Bolivia,
aproximadamente. Bolivia por su parte, reportó 56 000 muertos y 10 000
desaparecidos, más los 17 000 prisioneros de guerra en Paraguay
aproximadamente.La malaria y la escasez de agua causaron una gran mortandad
en ambos ejércitos.