1. Los deberes hacen con que los niños aprendan a ser
organizados y disciplinados
A medida que tu hijo se va haciendo mayor, va teniendo que cumplir cada día más
compromisos y responsabilidades. Los deberes escolares es uno de los más grandes
pasos que tendrá que dar hacia la disciplina y el conocimiento. A cada curso que se
adelante, el niño va teniendo más y más deberes, a tal punto que muchos padres
se preguntan por qué el niño no aprende lo que tiene que aprender en el colegio. Y
por qué, después de pasar muchas horas despiertos en un aula, tiene que traer,
además, deberes para casa.
Como la mayoría de los padres, seguro que tú también desea que tu hijo aprenda,
saque buenas notas, y que todo ese esfuerzo lo lleve a un buen puerto profesional.
Eso lo queremos todos. Pues para que tu hijo aprenda, es necesario que se
esfuerce, y se comprometa. Para que obtenga conocimientos académicos tales
como la lectura, matemática, etc., se requiere mucha práctica, que implica más
tiempo y repetición. Y es ahí, donde se sitúan los deberes. En la escuela, el niño
aprende con los profesores, pelos son los deberes los que le ayudará a convertirse
en un aprendiz independiente, a poner en práctica lo que le enseñaron en la
escuela, y sólo.
Deberes: un aprendizaje independiente
La hora de los deberes es, sin duda, uno de los momentos más difíciles para la
familia. Muchos niños lloran, se recusan a hacerlos, y dicen que no lo saben. Y
cuando los padres les intentan ayudarles, ellos se quejan explicando que no es así
que les enseñaron en el aula. Por otro lado, hay niños que crean demasiadas
preocupaciones con los deberes y acaban por movilizar toda la familia en su afán de
hacer los deberes de una manera impecable.
Los deberes son una obligación. Un compromiso que el niño tiene que cumplir sin
tener la orientación constante de otra persona. A través de los deberes los niños
también aprenden a administrarse y a organizarse a sí mismos. Les incentiva a
aceptar la responsabilidad de hacer su trabajo de una forma correcta y precisa.
Los deberes hacen con que los niños desarrollen habilidades como la organización,
la precisión, la disciplina y el compromiso. Son prácticas que les servirán (y mucho)
2. en su vida de adultos.
El objetivo de los deberes de casa es enseñar al niño a que trabaje por su propia
cuenta. Los niños deben aprender no solo a sumar, a leer, como también a ser
responsables de sus tareas, por sí mismos. Así que no sienta ningún tipo de
remordimiento o de pena cuando tu hijo te diga que tiene muchos deberes, o que
empiece a llorar diciendo que ya no tiene tiempo para jugar, y otras cosas por el
estilo. Ayúdale a superar sus dificultades, y mantengas la disciplina en cuánto a la
hora de los deberes. Más tarde, tu hijo te lo agradecerá.