1. Mi tesoro
Ella lo era todo para mí, era mi tesoro. En su honor pensé en construir una
ciudad dedicada solo a ella.
-Las maravillas de esta construcción, ciudad y palacio serán narradas por quienes la
miren como la más grandiosa belleza que jamás alguien haya podido ver y su fama se
extenderá por el mundo y por la historia- le dije a Azahara.
Ella me miraba ilusionada y agradecida aunque toda su vida me la había
regalado a mí.
-Se llamará Medina Azahara y todos sabrán que es por ti- le expliqué.
Mi amada estaba muy enferma y se iba a morir por eso me encontraba apagado
y sin fuerzas.
-Tengo prisa por que veas florecidos los almendros y las flores blancas de primavera
para que recuerdes tus días de infancia- le insistí a la pobre Azahara que le quedaba
poco tiempo de vida.
Pero tristemente mi amada falleció al día siguiente y eso hizo que mi ánimo de
verla siempre y de despertarme cada mañana con ella se hundiese y caí en una
profunda depresión. Al poco tiempo fallecí en el año 961.
Irene Pedraza Carmona