SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 218
Descargar para leer sin conexión
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 116
CAPÍTULO IV
2 500 AÑOS A. C. HASTA EL AÑO 1515 D. C.,
EN LA REGIÓN DEL MEDIO Y BAJO BALSAS, COSTA DE MICHOACÁN Y PARTE
COLINDANTE DE LA COSTA GRANDE DE GUERRERO.
2 500 AÑOS A. C. A 150/200 AÑOS D. C. PERIODO PRECLÁSICO Y 2 500 A 1 200 AÑOS A. C. PERIODO
PRECLÁSICO TEMPRANO, 117. - REGIÓN DEL MEDIO BALSAS Y BAJO BALSAS, 120. – 2 500 AÑOS A. C.
CORRIENTES LINGÜÍSTICAS EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO DE LAS BALSAS, 121. - LOS LITORALES
DE COLIMA, MICHOACÁN Y GUERRERO, TERRITORIOS DE TRÁNSITO DE INFLUENCIAS CULTURALES DE
MESOAMÉRICA, CENTRO Y SUDAMÉRICA, 134. - ¿DE DONDE TOMÓ SU NOMBRE EL RÍO DE LAS BALSAS?,
136. - LA COSTA DE MICHOACÁN EN EL PERIODO PRECLÁSICO, 139. - PROBABLE COMUNICACIÓN
COSTERA, DESDE COLIMA HASTA GUATEMALA, CENTRO Y SUDAMÉRICA, 144. - LOS OLMECAS
GUERRERENSES, 146. - 1200 A. C. A 400 AÑOS A. C. PERIODO PRECLÁSICO MEDIO, 153. – 400 AÑOS A. C.
A 150 / 200 AÑOS D. C. PERIODO PRECLÁSICO TARDÍO, 159. - 150 / 200 A 900 AÑOS D. C. PERIODO
CLÁSICO Y 150 / 200 A 650 AÑOS D. C. PERÍODO CLÁSICO TEMPRANO, 165. - LOS CENTROS DE
POBLACIÓN DE LA COSTA MICHOACANA ESTUVIERON DESCONECTADOS DEL RESTO DE LAS CULTURAS
MESOAMERICANAS, 165. – 650 A 900 AÑOS D. C. PERIODO CLÁSICO TARDÍO, 172. - 900 A 1520 AÑOS D.
C. PERIODO POSCLÁSICO, 182. – 900 A 1 200 AÑOS D. C. POSCLÁSICO TEMPRANO, 183. - MEXICAS O
MEXICANOS, 191. - 1200 A 1520 AÑOS D. C. PERÍODO POSCLÁSICO TARDÍO, 200. - LOS PURHÉPECHAS,
201. – 1201 AL 1400 D. C. PRIMER PERIODO PURHÉPECHA, 224. – 1401 AL 1450 D. C. SEGUNDO PERIODO
PURHÉPECHA, 227. - 1451 A 1530 D. C. TERCER PERIODO PURHÉPECHA. 236. - REGISTROS DE SISMOS EN
LA REGIÓN, 238. - MELCHOR OCAMPO DEL BALSAS (CD. Y PTO. LÁZARO CÁRDENAS, MICH.),
IDENTIFICADO COMO EL ANTIGUO HUEYTLACO. 248. - 1460 D. C., EL DELTA DEL RÍO DE LAS BALSAS
DISPUTADO POR MEXICAS Y TARASCOS, A FINALES DEL ÚLTIMO PERÍODO PREHISPÁNICO, 260. -
ZACATULA ES MENCIONADO EN LA MATRICULA DE TRIBUTOS Y EN EL CÓDICE MENDOCINO, 269. - 1497 /
1498 D. C., AHUIZOTL CONQUISTA LA COSTA GRANDE DE GUERRERO, 279. - FORMACIÓN DE LA
ASOCIACIÓN CIVIL “RESGUARDO ARQUEOLÓGICO DE LA COSTA MICHOACANA (RAMA)”, 295. - ÚLTIMAS
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA REGIÓN POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA AUTOPISTA
MORELIA – LÁZARO CÁRDENAS. (1998-2004), 304. – BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO IV, 333.
ILUSTRACIÓN INICIO DEL CAPÍTULO IV: “Diseño iconográfico de una de las vasijas del sitio (033) en Barranca de Marmolejo,
Zacatula, municipio de La Unión, Gro., (Salvador Pulido Méndez, Datos para la historia de la desaparecida Zacatula, “El pasado
arqueológico de Guerrero”, INAH-Gobierno del estado de Guerrero-Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos,
2002; 318).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 117
2 500 A. C. A 150/200 AÑOS D. C. PERIODO PRECLÁSICO
Y 2 500 A. C. A 1 200 AÑOS A. C. PERIODO PRECLÁSICO TEMPRANO.
“Inicio del sedentarismo agrícola y de la cerámica. Cultivo de temporal. Incremento del número
de miembros de los grupos humanos. Concentración en caseríos y aldeas que no rebasan una veintena
de chozas. Homogeneidad del grupo. Organización tribal igualitaria. Producción interna de la mayor parte
de los bienes de subsistencia, aunque existía el intercambio entre aldeas. Religión manifiesta en entierros
bajo los pisos de las habitaciones.” (Alfredo López Austin y Leonardo López Luján, “Arqueología
Mexicana”, Vol. VIII, Núm. 43, mayo - junio 2000; 19).
“2, 500 años a. C. APARECE LA CERÁMICA. Aparecieron las primeras piezas de cerámica del
México central y se comenzó a tejer el algodón en diseños muy complejos, aunque los materiales más
comunes empleados en los tejidos eran las fibras de yuca o agave.” (Carla Fernández Tena, Página de
Artes e Historia, Internet, 2002).
LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS RESPETABAN A LA MUERTE. “La muerte es un hecho
incontrovertible. Todo ser biológico transita por los cuatro pasos que le son propios: nacer, crecer,
reproducirse y morir. Cuando el hombre cobra conciencia de lo anterior, su primer impulso lo lleva a
negarse a morir, a trascender, y a partir de ahí crea los lugares adonde irá después de la muerte. Vano
intento por evitar lo inevitable.”
“Como he dicho en otra ocasión: …el hombre se niega a morir, a dejar de ser, y busca
trascender de alguna manera después de la muerte y otra vez vuelve a convertirse en el gran
hacedor: asegura su trascendencia al crear los diversos lugares adonde irá después de la muerte.
Y es aquí donde hacen su presencia plena, total, los dioses de la muerte. El hombre ha logrado, en
su temor y grandeza, arrebatarle la vida a la muerte y hacerla llegar al más allá, aunque la muerte,
socarrona se muera de risa… (Matos, 1987).”
“Los pueblos mesoamericanos no fueron ajenos a esto. A lo largo de su historia nos han dejado
buen número de evidencias (entierros, figuras, ofrendas, mitos, poesías...) que nos hablan de las
prácticas funerarias y de la necesidad de trascender al más allá.”
“Para estudiar esas evidencias recurriremos a los datos que nos proporcionan la arqueología, la
antropología física y la Etnohistoria a partir del momento en que el hombre depende fundamentalmente
de la agricultura, ya que contamos con poca información sobre el tema respecto a la etapa más antigua
del hombre cazador – recolector. Con la agricultura surgen nuevos instrumentos; la tierra y el agua
cobran importancia y el calendario se regula por las estaciones de lluvias y de secas.”
“El hombre crea nuevas formas de organización social y se establece en lugares propicios, lo
que da pie a los primeros asentamientos permanentes conocidos.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 118
“A partir de este momento estamos ante la presencia de lo que podríamos considerar una visión
dual del mundo circundante, concepto que tendría mucha importancia en el México prehispánico que se
concibió a partir de la observación que el hombre hace de la naturaleza, al ver que una parte del año
cuenta con lluvia, gracias a la cual las plantas germinan, en tanto que la otra corresponde a la temporada
de secas, en que todo muere. El ciclo constante vida – muerte está dado.”
Fig. 60. Entierro 165. Tlatilco, Estado de México.
(Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18).
“PRECLÁSICO. Desde estos tempranos tiempos (2 500 – 0 a. de C.) vemos evidencias del trato
que se da al individuo después de la muerte. Contamos con un buen número de enterramientos
provenientes de distintos lugares del ámbito mesoamericano que nos hablan de lo anterior, si bien es
necesario establecer una diferencia entre la manera en que se entierra cotidianamente a los muertos y
aquellas prácticas en que el individuo se utiliza como parte de un ritual propiciatorio, de acompañante,
etc. Según Romano (1974), en el Preclásico predominaban los entierros directos, primarios y con
ofrenda funeraria, y la posición más común del cuerpo era la extendida, ya sea en decúbito dorsal (boca
arriba), en decúbito ventral (boca abajo), en decúbito lateral derecho (sobre el costado derecho) o en
decúbito lateral izquierdo (sobre el costado izquierdo). De los primeros tenemos ejemplos en El Arbolillo,
estado de México; en Gualupita, Morelos y en El Viejón, Veracruz. En este último lugar se encontró un
esqueleto con la particularidad de que estaba mutilado de pies y manos.”
“ENTIERRO DIRECTO. Es aquel en que el cuerpo o cuerpos son colocados en un agujero hecho
en la tierra para este fin.”
“ENTIERRO PRIMARIO. Es aquel en el cual el esqueleto guarda su relación anatómica, sin
haber sido removido. Incluye secciones del cuerpo que fueron enterradas como parte de la ofrenda o por
otras razones, pero conservan su relación anatómica.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 119
Fig. 61. Entierro 175. Tlatilco, Estado de México.
(Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18)
“ENTIERRO SECUNDARIO. En él los restos fueron colocados originalmente con carácter
primario, y posteriormente fueron removidos, lo que ocasionó un reagrupamiento en el que se pierde la
relación anatómica. Los osarios quedan comprendidos en esta clase, al igual que las partes óseas
colocadas muy posteriormente, cuando no tenían ya partes blandas.”
“ENTIERROS INCINERADOS. Alberto Ruz y Arturo Romano consideran la incineración como
entierro secundario. Nosotros lo incluimos como una clase aparte, ya que dicha práctica tiene la intención
de quemar al individuo y colocar sus restos óseos o las cenizas en un recipiente.” (Eduardo Matos,
Prácticas funerarias del México prehispánico, “Arqueología Mexicana”, Vol. VII, Núm. 40, noviembre y
diciembre, 1999; 18).
“Nos vienen a la memoria sitios como Tlatilco, en el estado de México, en donde por muchos
años se llevaron a cabo excavaciones que proporcionaron una rica información. Ubicado
cronológicamente hacia el año 1 000 a. C., en este lugar tenemos evidencias del predominio de entierros
extendidos y, en menor número, de flexionados. Estos últimos también se han localizado en Cerro del
Tepalcate, estado de México; en Chiapa de Corzo, Chiapas, y en Chupícuaro, Guanajuato, entre otros
sitios.”
“Sabemos del uso de formaciones troncocónicas, es decir, de excavaciones practicadas en la
tierra en las que se encontraron individuos sepultados, como en Tlatilco y Cuicuilco, D. F. En este último
asentamiento hay presencia de entierros múltiples en forma radial, alrededor del basamento circular. Y ya
que hablamos de entierros múltiples, los hay con varios cuerpos colocados con relación a un personaje
principal, como los de Chupícuaro, que están ubicados alrededor de hogares sin una orientación precisa.
En el Occidente de México se han hallado tumbas de tiro practicadas en el tepetate, con una o varias
cámaras, como en El Opeño, Michoacán.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 120
“En el Preclásico también hay evidencias de entierros irregulares, además de los llamados
secundarios. Algunos de estos últimos presentan muestras de haber sido sometidos a la acción del fuego
(Romano, 1974). Resulta interesante comprobar que desde este momento tenemos la presencia del
concepto vida - muerte, lo que es evidente en la pequeña máscara de barro procedente de Tlatilco, en la
que podemos ver que la mitad del rostro está descarnada (se aprecia la cuenca del ojo vacía, así como
los huesos de la cara), en tanto que la otra mitad tiene carne y una parte de la lengua aflora entre los
labios. Por cierto que las primeras representaciones de esqueletos o de cráneos corresponden al
Preclásico. Un ejemplo magnífico lo tenemos en la Estela 50 de Izapa, Chiapas (ca. 300 a. C.), en la que
vemos un esqueleto sentado que parece tener una máscara sobre el rostro, y de cuyo vientre surge un
elemento que nos recuerda un cordón umbilical, el cual remata en la pequeña figura de un personaje,
símbolo evidente de que de la muerte deviene la vida, al igual que después de la temporada de secas va
a continuar la temporada de lluvias, como parte del ciclo constante de vida - muerte – vida. Vale la pena
señalar que en la cultura olmeca, primera cultura compleja profundamente estratificada y tan pródiga en
esculturas de piedra, no hay la representación de cráneos o esqueletos. Sin embargo, no falta quien
identifica como dios de la muerte (Dios VIII) la representación de una cara con un ojo cerrado y un
supuesto colmillo que se encuentra en la escultura conocida como el Señor de las Limas, Veracruz,
aunque si vemos con detenimiento el perfil, no creemos que haya elementos para afirmarlo (Joralemon,
1971).” (Eduardo Matos Moctezuma, Costumbres funerarias en Mesoamérica, “Arqueología Mexicana”,
Vol. VII, Núm. 40, noviembre y diciembre, 1999; 12-13).
REGIÓN DEL MEDIO BALSAS Y BAJO BALSAS.
“A partir de los restos materiales, se intentó recrear parte de la dinámica cultural de algunos
grupos sociales que nos precedieron, considerando sobre todo tres aspectos: los utensilios cotidianos, la
alimentación y la economía, aspectos que se han ido descubriendo gracias sobre todo a los proyectos de
salvamentos arqueológicos realizados en las zonas de embalse de las Presas Adolfo López Mateos El
Infiernillo, (Lorenzo, 1964; González C., 1978), José Ma. Morelos La Villita, (González y Medina, 1967),
El Caracol (Rodríguez, 1982 y 1984; Rodríguez y García Cook, 1982) y Palos Altos (Castillo, 1967).”
”Otros estudios no menos importantes que han cubierto amplias áreas, han sido los Proyectos
Mezcala (Paradis, 1983), Ixtapa - Zihuatanejo – Petatlán (Manzanilla, 1987), Renacimiento (Cabrera G.,
1984), Coatlán (Arana, 1990) y Cocula (Cabrera C., 1986b.)”
“Estos trabajos han motivado que los resultados se presenten a partir de las regiones exploradas
y no de regiones culturales definidas. Por ejemplo, al hablar de los asentamientos humanos ubicados en
las presas de El Infiernillo y La Villita, se dice Región del Bajo Balsas, mientras que la extensa área
que abarca desde la desembocadura del Balsas, subiendo hacia el norte por Tierra Caliente y hasta
Teloloapan, se le llamó Balsas Medio, área de donde procede el material cerámico que estudió Florencia
Muller, 1979:6), quien quizás se basó en el trabajo pionero de Eduardo Noguera (1975: 397-401).”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 121
Fig. 62. Mapa del Alto, Medio y Bajo Balsas. (Comisión del Río Balsas, 1969).
“Por otra parte, se tiene el propósito - al igual que otros estudiosos - de plantear algunas
características que fueran útiles para esbozar regiones culturales, a partir de las cuales se empezaran a
definir grupos sociales con persistencia a través del tiempo, entendiendo como grupo social aquella
población humana que comparte un número significativo de elementos culturales comunes, ya sean
costumbres, lengua, religión, ideología, organización social, etcétera. Desafortunadamente y a pesar del
esfuerzo de muchos arqueólogos, aún hacen falta múltiples datos que permitan conocer esos grupos
sociales. La participación y contribución de profesionistas, autoridades estatales y municipales, así como
de la población en general para proteger el patrimonio cultural de Guerrero (y Michoacán), hará posible el
avance significativo en el conocimiento de nuestros antepasados, para beneficio de todos al comprender
nuestro presente.” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen I, 1998; 25 – 26).
2 500 AÑOS A.C., CORRIENTES LINGÜÍSTICAS EN LA
DESEMBOCADURA DEL RÍO DE LAS BALSAS.
“Un rasgo cultural que puede dar idea de la persistencia en el tiempo de un asentamiento
humano es su lengua. Dos ramas de la lingüística, la léxico estadística y la glotocronología (La
lexicoestadística es un método comparativo de la lingüística que permite calcular el grado de
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 118
“A partir de este momento estamos ante la presencia de lo que podríamos considerar una visión
dual del mundo circundante, concepto que tendría mucha importancia en el México prehispánico que se
concibió a partir de la observación que el hombre hace de la naturaleza, al ver que una parte del año
cuenta con lluvia, gracias a la cual las plantas germinan, en tanto que la otra corresponde a la temporada
de secas, en que todo muere. El ciclo constante vida – muerte está dado.”
Fig. 60. Entierro 165. Tlatilco, Estado de México.
(Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18).
“PRECLÁSICO. Desde estos tempranos tiempos (2 500 – 0 a. de C.) vemos evidencias del trato
que se da al individuo después de la muerte. Contamos con un buen número de enterramientos
provenientes de distintos lugares del ámbito mesoamericano que nos hablan de lo anterior, si bien es
necesario establecer una diferencia entre la manera en que se entierra cotidianamente a los muertos y
aquellas prácticas en que el individuo se utiliza como parte de un ritual propiciatorio, de acompañante,
etc. Según Romano (1974), en el Preclásico predominaban los entierros directos, primarios y con
ofrenda funeraria, y la posición más común del cuerpo era la extendida, ya sea en decúbito dorsal (boca
arriba), en decúbito ventral (boca abajo), en decúbito lateral derecho (sobre el costado derecho) o en
decúbito lateral izquierdo (sobre el costado izquierdo). De los primeros tenemos ejemplos en El Arbolillo,
estado de México; en Gualupita, Morelos y en El Viejón, Veracruz. En este último lugar se encontró un
esqueleto con la particularidad de que estaba mutilado de pies y manos.”
“ENTIERRO DIRECTO. Es aquel en que el cuerpo o cuerpos son colocados en un agujero hecho
en la tierra para este fin.”
“ENTIERRO PRIMARIO. Es aquel en el cual el esqueleto guarda su relación anatómica, sin
haber sido removido. Incluye secciones del cuerpo que fueron enterradas como parte de la ofrenda o por
otras razones, pero conservan su relación anatómica.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 123
LA LENGUA CUITLATECA. “Como ya se dijo anteriormente, se había considerado que la
lengua cuitlateca formaba, por sí misma, la familia lingüística cuitlateca; sin embargo, estudios más
recientes le encuentran parentesco con la lengua náhuatl, habiéndose por tal motivo cambiado el nombre
de este último grupo por el de nahua-cuitlateca. Confirmando esto nos dice Manrique que….es posible
que hubiera anteriormente en la región otros idiomas de la misma familia, tal vez algunos de los
que solamente sabemos el nombre, y que la expansión de los cuitlatecas primero y después el
enfrentamiento que en sus terrenos tuvieron los mexicas y los tarascos las hayan hecho
desaparecer. No tiene el cuitlateco parientes lingüísticos cercanos: parece que tiene cierta lejana
afinidad con la familia yutoazteca y con la familia centroamericana y sudamericana, la chibcha.
Desde principios de este siglo se aceleró la desaparición del cuitlateco, sustituido por el español
(Leonardo Manrique Castañeda (coord.), op. cit., p.71).” (Raúl Vélez Calvo, Volumen I, 1998:170-171).
“2 500 años a. C., MOVIMIENTO DE LAS FAMILIAS LINGÜÍSTICAS, LAS LENGUAS
PROTOCUITLATECA Y PROTOTLAPANECA EN EL ESTADO DE GUERRERO. Se supone que hacia
el año 2 500 a. C., coexistían en territorio guerrerense dos lenguas importantes: la protocuitlateca y la
prototlapaneca, antecedentes de las lenguas cuitlateca y tlapaneca, respectivamente. La primera se
hablaba al sureste de Michoacán y de ahí se introdujo al estado de Guerrero, ocupando inicialmente los
municipios de Zirándaro, Coahuayutla, La Unión y José Azueta. La lengua prototlapaneca, se cree,
ocupaba una área muy grande: por el norte llegaba hasta los municipios de Acapetlahuaya y Arcelia; por
el sur hasta el Océano Pacífico; por el poniente hasta el municipio de Petatlán y por el oriente rebasaba
los límites de los estados de Guerrero y Oaxaca en donde se estaba gestando la lengua prototlapaneca-
subtiaba, una de cuyas ramas posteriormente se dirigiría hacia Centroamérica. La familia oaxaqueña
penetraba al actual estado de Oaxaca, en tanto que la familia yutoazteca todavía no entraba en territorio
nacional.” (Raul Vélez Calvo, Volumen I, 1998:155).
Fig. 63. “Ubicación aproximada de las familias lingüísticas cerca del año 2 500 antes de nuestra era en el Estado de Guerrero”.
(Tomado de Leonardo Manrique Castañeda, Atlas Cultural de México, Lingüística / Raúl Vélez Calvo, 1998: 156).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 124
“2 500 años a. C., ORÍGENES Y DESPLAZAMIENTOS HUMANOS DE LOS CUITLATECAS
DESDE MICHOACÁN. En cuanto a los orígenes y desplazamientos humanos de los cuitlatecas,
Manrique Castañeda, propone que vinieron del sureste de Michoacán, y por el año 2 500 a. de C., se
introdujeron en territorio guerrerense, principalmente en los municipios de Zirándaro, Coahuayutla. La
Unión y José Azueta.” (Raúl Vélez Calvo, Volumen I, 1998; 164).
“2 400 años a. C., FASE PURRÓN EN TEHUACÁN, PUEBLA. Se encontraron los ejemplos más
antiguos de cerámica de Mesoamérica.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet,
2002).
Fig. 64. Arqueólogo José Arturo Oliveros Morales. (Foto del autor).
TUMBAS DE TIRO. El arqueólogo José Arturo Oliveros Morales del Instituto Nacional de
Antropología e Historia nos dice lo siguiente: “Entre las costumbres de los pueblos prehispánicos, el culto
a los muertos y el ceremonial funerario tuvieron tal importancia que llegaron a ocupar un destacado lugar
dentro de la religión y la organización social de entonces. Por las exploraciones arqueológicas, ahora se
sabe que los muertos se enterraban debajo de los pisos de las casas, directamente sobre el suelo o
envueltos en esteras; dentro de fosas de piedra; en grandes ollas de barro o bien en tumbas construidas
exprofeso y ligadas a otras construcciones arquitectónicas, Esta última forma de entierro surgió
especialmente en Mesoamérica, con el desarrollo de las ciudades y después del año 400 de nuestra era.
No obstante, en el estado de Michoacán se han encontrado enterramientos en tumbas de un tipo especial
y con una antigüedad mayor a la mencionada, lo cual le da a este dato una importante relevancia dentro
de la historia regional.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 125
“A diferencia de otras zonas en que las tumbas se construyeron fundamentalmente con piedras,
las de Michoacán fueron talladas en el subsuelo de tepetate, aprovechando la plasticidad y al mismo
tiempo la resistencia de este tipo de terreno. Se les conoce con el nombre de tumbas de tiro, ya que otra
de sus particularidades es su forma de acceso: por medio de un pozo, tiro o pasillo escalonado el cual
conduce a la(s) cámara(s) funerarias.”
Fig. 65. TUMBAS DE TIRO. (Monografía del Estado de Michoacán, SEP, 1998: 49).
“De igual importancia es la información diagnóstica ligada a este tipo de tumbas, ya que hasta la
fecha sólo se han encontrado en México, en la región del Occidente de México (Guerrero, Michoacán,
Colima, Jalisco y Nayarit). Sin embargo, también son conocidos los hallazgos reportados del noroeste
sudamericano (Colombia, Ecuador y Perú), así de la Costa poniente de Centroamérica (Honduras y
Panamá). Sin lugar a dudas, esta similitud ha permitido desarrollar sugerentes teorías sobre posibles
relaciones a todo lo largo de la costa occidental americana, tal vez desde épocas muy remotas. Las
tumbas de tiro de Michoacán fueron localizadas en la llamada zona de los valles del estado, dentro del
municipio de Jacona y en un sitio arqueológico llamado El Opeño o El Lopeño (terreno de los López). Se
han descubierto hasta el momento nueve tumbas (cinco en 1938 y cuatro en 1970), de las cuales sólo
cuatro de ellas se encontraron intactas; el resto fueron halladas y destruidas accidentalmente. La
desgracia para este tipo de entierros ha sido la insaciable ambición de saqueadores y coleccionistas, que
han destruido más del 95 % de las tumbas localizadas especialmente en Colima, Jalisco y Nayarit,
acrecentando así el mercado negro de las valiosas figuras que esos entierros contienen, pero creando
mayor limitación para el estudio de tan importantes y desconocidos rasgos culturales. Por El Opeño se ha
logrado precisar la existencia de este tipo de enterramientos en el occidente, dentro de un contexto
arqueológico que data desde los 1 280 más o menos 80 años, de acuerdo con la información
proporcionada por medio del carbono 14, aplicado sobre muestras de carbón vegetal procedentes de una
de las tumbas exploradas.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 126
“Esta importante antigüedad se ha podido corroborar años más tarde, con las fechas obtenidas
de un sitio denominado Capacha en Colima, para el que se señala una cronología muy semejante a la de
El Opeño, asociada a materiales cerámicos y otros elementos culturales también similares. Tal situación
permite asegurar ahora que desde aproximadamente mil quinientos años antes de nuestra era, la zona
de los Valles de Michoacán - entre otras - estuvo habitado por grupos de gente sedentaria que vivía en
aldeas.”
Fig. 66. “Lajas que cerraban la entrada a las tumbas excavadas en el tepetate.
Seguramente se tenía la idea de remover esas lajas para efectuar nuevos entierros.”
(J. Arturo Oliveros Morales; 125).
“Estos pobladores tenían por costumbre enterrar a sus muertos de una manera muy peculiar
inventada por ellos, o tal vez aprendida de otros en diferente región; esta influencia se extendió sobre la
mayor parte de los pobladores del occidente mexicano quizá también de Sudamérica, quienes a lo largo
de varios siglos (por lo menos de 400 hasta 900 d. C.), siguieron enterrando a sus muertos en tumbas
similares o derivadas de aquellas de Jacona. Para tallar las tumbas en el tepetate se utilizaron cinceles
de piedra y palos endurecidos con fuego. El acceso a ellas se hizo por medio de cuatro escalones que
conducen a un pasillo que a la vez se comunica con la cámara funeraria a través de una puerta oblonga
de escaso un metro de alto. La cámara es abovedada, igualmente en el mismo terreno, en forma ovalada
e irregular, con un pasillo central y una banqueta a cada lado de éste, sobre las que se colocaron los
cadáveres con sus respectivas ofrendas. La puerta de la cámara se tapó con una o más piedras lajas y
varios pedruscos pequeños como retranque; después de cerrada la tumba, el pasillo de acceso y los
escalones se rellenaron con tierra.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 127
“El estudio de las tumbas de El Opeño, los restos humanos depositados en ellas y sus ofrendas
correspondientes, han permito concretar las siguientes proposiciones: La gente que vivió allí durante esa
época debió mantener una especial devoción por la muerte, ligada seguramente con algún culto a los
antepasados y con fuerte arraigo familiar. Esto se desprende de la manera especial en que fueron hechas
las tumbas, las cuales pudieron volverse a utilizar varias veces después del primer entierro y
seguramente a lo largo de varios años. Puede afirmarse lo anterior en vista de que se hallaron restos
humanos removidos hacia las orillas de las cámaras, pero también porque se encontró la evidencia de las
últimas inhumaciones indicadas por entierros primarios en su posición final acompañados de sus
ofrendas. En la tumba tres de 1970, por ejemplo, se localizaron los restos de 10 adultos, de entre los
cuales solamente uno mantenía su relación anatómica; había además parte de los restos óseos de dos
infantes.”
Fig. 67. “Cráneo rescatado de la tumba 4,1970. Es evidente la deformación craneana practicada por la gente de El Opeño”.
(J. Arturo Oliveros Morales; 126).
“Las orientaciones de las nueve tumbas localizadas permite igualmente suponer que si la puerta
de todas ellas daba al poniente, este punto cardinal debió mantener desde entonces cierta relación con el
mundo de los muertos, la región por donde muere el sol. De la misma manera, si se considera que los
enterramientos se construyeron uno al lado del otro y en hiladas, puede concluirse que esa gente tenía el
concepto de un cementerio poco común en Mesoamérica, y por lo visto de gran antigüedad. La revisión
de los restos óseos permite concluir que la gente enterrada aquí tenía en promedio una estatura de un
metro con 70 cm., y que como patrón de belleza o norma estética practicaban la deformación craneana,
quizás con propósitos sociales de prestigio, distinción u otros. Hay que mencionar igualmente la
presencia de huellas de trepanación en uno de los cráneos de la tumba tres (1970), así como dos casos
de cortes y perforaciones que pueden evidenciar prácticas quirúrgicas conocidas por ellos, ya que la
absorción del hueso indica que los individuos atendidos continuaron vivos después de tal operación. No
se detectaron huellas de mutilación dentaria ni de otro tipo de intervenciones.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 128
“Entre las ofrendas que acompañaban a cada entierro, destacan los objetos de cerámica;
figurillas y vasijas, con diferencias notables entre ellas, mismas que han abierto nuevas perspectivas para
la investigación del sitio y la arqueología regional. La cerámica encontrada en las tumbas no representa
por supuesto a la alfarería de uso diario (la doméstica), pero es una selección de los utensilios hechos
especialmente para servir a los muertos en su otra vida. Tal cerámica consiste en cuencos sencillos y
ollas chicas, decorados con líneas incisas, punzonado y con aplicaciones del mismo barro; muy similar a
la encontrada en Tlatilco, Estado de México, sitio más o menos contemporáneo a El Opeño. Las ollas
tienen decoración pintada al negativo, para lo cual se utilizó color rojo o negro, sobre el fondo natural del
barro. A la fecha se desconoce el origen de esta técnica, en la que debe haberse utilizado cera de
abejas, para preservar el color como se hace con el batik usado en la textilería indonesa. Igualmente, se
ignora la antigüedad de esta técnica en América, pero puede aseverarse que desde la fecha de El Opeño
esta decoración fue utilizada en Michoacán, de modo que es posible considerarla como el antecedente
más antiguo de la estupenda cerámica tarasca diseñada con esta técnica.”
Fig. 68. “Aún cuando las formas cerámicas localizadas dentro de las tumbas son sencillas,
es importante destacar el uso del negativo o reservado como técnica decorativa.” (J. Arturo Oliveros Morales; 127).
“Otro tipo cerámico descubierto aquí fue bautizado como Opeño rojo y guinda inciso, del cual
es interesante resumir algunas de sus características culturales.”
“1. Esta alfarería es muy similar, por los elementos formales que en general la componen, a otra
localizada en el estado de Colima por la doctora Kelly (Isabel Kelly dedicó muchos años de su vida a
buscar las evidencias más antiguas del occidente mexicano. En 1980 publicó su último libro sobre el
material de Colima: Capacha; el cual ha permitido entender la realidad del Opeño), denominada
Complejo Capacha. Su decoración consiste en aplicaciones de color rojo o guinda (con hemática
especular) en zonas separadas del resto por líneas incisas y alternadas muy finas. Capacha tiene
además formas especiales: ollas acinturadas como los bules, ollas superpuestas unidas por tubos de
barro, dos o tres cuencos unidos por sus bordes y las asas vertederas en forma de estribos, como las
tarascas y aún las sudamericanas.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 119
Fig. 61. Entierro 175. Tlatilco, Estado de México.
(Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18)
“ENTIERRO SECUNDARIO. En él los restos fueron colocados originalmente con carácter
primario, y posteriormente fueron removidos, lo que ocasionó un reagrupamiento en el que se pierde la
relación anatómica. Los osarios quedan comprendidos en esta clase, al igual que las partes óseas
colocadas muy posteriormente, cuando no tenían ya partes blandas.”
“ENTIERROS INCINERADOS. Alberto Ruz y Arturo Romano consideran la incineración como
entierro secundario. Nosotros lo incluimos como una clase aparte, ya que dicha práctica tiene la intención
de quemar al individuo y colocar sus restos óseos o las cenizas en un recipiente.” (Eduardo Matos,
Prácticas funerarias del México prehispánico, “Arqueología Mexicana”, Vol. VII, Núm. 40, noviembre y
diciembre, 1999; 18).
“Nos vienen a la memoria sitios como Tlatilco, en el estado de México, en donde por muchos
años se llevaron a cabo excavaciones que proporcionaron una rica información. Ubicado
cronológicamente hacia el año 1 000 a. C., en este lugar tenemos evidencias del predominio de entierros
extendidos y, en menor número, de flexionados. Estos últimos también se han localizado en Cerro del
Tepalcate, estado de México; en Chiapa de Corzo, Chiapas, y en Chupícuaro, Guanajuato, entre otros
sitios.”
“Sabemos del uso de formaciones troncocónicas, es decir, de excavaciones practicadas en la
tierra en las que se encontraron individuos sepultados, como en Tlatilco y Cuicuilco, D. F. En este último
asentamiento hay presencia de entierros múltiples en forma radial, alrededor del basamento circular. Y ya
que hablamos de entierros múltiples, los hay con varios cuerpos colocados con relación a un personaje
principal, como los de Chupícuaro, que están ubicados alrededor de hogares sin una orientación precisa.
En el Occidente de México se han hallado tumbas de tiro practicadas en el tepetate, con una o varias
cámaras, como en El Opeño, Michoacán.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 130
“a) Al primer grupo pertenecen las figurillas halladas en 1938, un poco toscas en su aspecto, con
decoración pintada en colores rojo, negro y blanco, así como con aplicaciones de ojos, collares, tocados,
vestidos, etc., hechas del mismo barro. Se advierten similitudes entre estas figuras y las procedentes del
Altiplano Central, conocidas como preclásicas.”
Fig. 71. “Por estas figurillas modeladas en barro y pintadas en colores blanco, amarillo, negro y rojo,
se consignaron como preclásicos los primeros hallazgos de 1934 localizados en El Opeño, Michoacán.”
(J. Arturo Oliveros Morales; 129).
“b) El segundo lote lo integran las figuras más interesantes del conjunto, localizadas al centro de
la tumba tres (1970) y depositadas en un pequeño montón. Sin lugar a dudas, fueron hechas para
reproducir una escena que debió formar parte de la vida diaria de esos habitantes de El Opeño. Por su
especial vestimenta y la dinámica de sus posiciones, hacen suponer que se trata de un equipo de
jugadores de pelota y sus acompañantes: cinco hombres de pie con una protección acolchada en torno a
una de sus pantorrillas y en las manos un bastón o macana para golpear la pelota, más tres figuras
femeninas sentadas con actitud pasiva y en diferentes posturas. Todas portan, además, un tipo de casco
que les baja por delante de las orejas y presentan otros rasgos corporales y de decoración, marcados con
líneas incisas y punzonado, miden menos de 12 centímetros y conservan restos del color rojo. Es
evidente que todo el lote fue modelado por el mismo artesano.”
Fig. 72. “Conjunto de figurillas que ilustran una escena de juego de pelota
.Por las fechas obtenidas por carbono se estima una antigüedad considerable para tal evento.”
(J. Arturo Oliveros Morales; 130).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 131
“El interés principal de este grupo estriba en el juego que representa, ya que se trata de una
modalidad completamente diferente al jugado con las caderas - llamado Ollamaliztli en náhuatl o
tarandugua chanagua en tarasco - tan popular y difundido en tiempos precolombinos, mismo que se
practicaba en canchas especiales, que fue visto por los conquistadores y que aún sobrevive en el
noroeste del país. El juego de pelota con bastón también debe haberse difundido por varias regiones y
seguramente corresponde al representado por las esculturas conocidas como bateadores (de Jalisco,
Colima o Nayarit), pero que también aparecen en Teotihuacan, pintado en uno de los murales del
Tlalocan. Aunque los bateadores y las pinturas pertenecen a una época tardía (400 a 900 d. C.), son sin
duda la evidencia más clara de que el tipo de juego encontrado en El Opeño fue conocido por lo menos
desde el año de 1 280 a. C. y propagado por lo pronto hasta Teotihuacan; es más, pudiera sobrevivir en
la pelota de lumbre que se jugaba hasta hace poco en las cercanías del Lago de Cuitzeo.”
“c) El tercer grupo quedó integrado por unas figurillas muy bellas y bastantes singulares;
desafortunadamente se trata sólo de fragmentos de figuras sólidas, perfectamente modeladas de un
barro de color crema, de grano muy fino y apariencia de caolin. Tienen pulimento brillante y sus rasgos
anatómicos, vestimenta y decoración fueron hechas con base en punzonados, incisiones y aplicaciones
de pastillaje. Solamente pudo completarse en forma parcial una de ellas de sexo masculino, de pie, con
taparrabo, orejeras, tocado y con posibles escarificaciones en el pecho y en el único muslo que conserva.
El resto del lote son fragmentos de unas ocho estatuillas femeninas, desnudas, más una cabeza de sexo
desconocido con evidente deformación craneana y el cabello crespo definido por punzonado. Las claras y
nítidas fracturas de los cuerpecillos de este último grupo sugieren que pudieron haber sido rotas al
depositarse como ofrenda, en función de alguna costumbre desconocida. No han podido compararse con
las figuras procedentes de otras regiones estudiadas hasta el momento; lo único que puede señalarse es
que guardan estrecha relación con el material cerámico del Complejo Capacha - Opeño.”
(a) (b)
Fig. 73. “(a) Un lote de figurillas localizadas en la tumba 4 de la temporada de 1970, muestra elementos muy particulares tanto en
su decoración punzonada e incisa, como en el fino acabado del pulimento. Fig. 74. “(b) Con esta pequeña escultura puede tener
una idea clara de las características físicas de los pobladores de El Opeño”. (J. Arturo Oliveros Morales; 131).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 132
“Es muy posible que en este tipo de figurillas residan las raíces de inspiración de aquellas otras
pequeñas esculturas, posteriores en el tiempo, de la zona Queréndaro - Zinapecuaro del propio estado.
Un elemento más, que de momento queda aislado dentro de los materiales de El Opeño. Es la
representación de una pierna antropomorfa (de 12 centímetros de alto) hueca y modelada en barro,
obviamente fragmento de una escultura mayor. Este tipo de figuras se han encontrado en Colima. Edo.
de México y Morelos, en los sitios ya mencionados y con una antigüedad similar.”
“Para terminar la reseña de los materiales obtenidos de las tumbas, vale la pena señalar la
presencia de cuatro objetos tallados en diferentes tipos de piedra, que igualmente fueron depositados
como ofrenda.”
“1. Un bastón o macana tallado en pizarra, de unos 43 centímetros de largo, con un borde
externo de 5 centímetros y el interno de 2 centímetros, más una empuñadura. Aún cuando es
desconocida la función de tal objeto, por su forma recuerda al instrumento que llevan las figurillas del
grupo b - los jugadores de pelota -, mismo que pudo haber servido para golpear una bola de cuero,
madera o hule, empuñado por uno de sus lados y sostenido con la otra mano como lo indican las
figurillas. Este ejemplar tiene una decoración esgrafiada con restos de color rojo entre los diseños y
apareció durante las exploraciones de 1938. Sin duda este dato puede llegar a redondear los
conocimientos del juego de pelota con bastón.”
“2. Un objeto en forma de U tallado en basalto, que ha recibido el nombre de yuguito o estribo;
se encontró dentro de la tumba tres (1970) y se supone que fue utilizado para proteger los puños de un
jugador de pelota, atado a una de sus manos. Pudiera ser que estos ejemplares de piedra representen
los objetos originales hechos de madera o cuero, pero, hasta ahora es una suposición. Se les ha
encontrado en los estados de México, Veracruz y Guerrero y uno en Honduras; algunos tienen una
decoración muy elaborada en relieve.”
“3. Un pectoral tallado en basalto en forma de carapacho de tortuga que tiene perforaciones
bicónicas en cada una de sus cuatro esquinas, por donde seguramente se colgaba del cuello de su
dueño. Posee además una decoración grabada en forma de cruz, con líneas paralelas que unen a las
cuatro perforaciones entre sí. Se halló a un costado de uno de los entierros primarios.”
“4. Una figurilla con las comisuras de los labios hacia abajo, labrada en piedra verdosa,
descubierta en 1938 y considerada por aquel entonces como evidencia de que los olmecas de la costa
del Golfo de México se habían adentrado en el occidente de la República. Hasta la fecha no puede
decirse nada sobre tal influencia, excepto que en Guerrero, durante los últimos cuatro años, han
aparecido elementos relacionados con aquellos grupos de la costa oriental mexicana.”
“El resto de los materiales de ofrendas de El Opeño consisten en varias manos de mortero, un
mortero completo, cinceles, puntas de proyectil en obsidiana, dos caracoles marinos y otros objetos
menores tallados en diferentes piedras y en concha, pero sin mayor implicación cultural diagnóstica.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 133
“Aunque pareciera imposible poder integrar todo el cuadro antropológico del grupo que vivió en
El Opeño - varios siglos antes del presente - por el solo estudio de la manera en que tal pueblo enterró a
sus muertos, sí resulta fundamental, en cambio, la cantidad de datos que pueden extraerse de esa
costumbre. El Opeño ha señalado su entrada franca dentro de la historia local de Michoacán en particular
y del occidente en general, pero abre además nuevos derroteros a la investigación de los logros
culturales obtenidos por el hombre en su devenir histórico y las relaciones que mantuvo con otras áreas
similares desde sus orígenes más remotos. En lugares como El Opeño se encierra la idea básica de los
entierros cavados en el subsuelo de tepetate; las otras formas de tumbas de tiro en occidente deben de
haberse originado en las de Michoacán. Lo mismo puede afirmarse del juego de pelota con bastón, el
cual por el momento tiene sus orígenes más claros en la zona aquí descrita, pero resulta evidente
además que en su área de influencia involucró a sitios del Altiplano Central como el propio Teotihuacan.
Los nexos entre este sitio y el de Colima permiten reconsiderar las relaciones entre el Occidente
Mexicano y el Sudamericano, postuladas desde principios del siglo XX. “(José Arturo Oliveros Morales,
INAH, 123 a la 133).
Los trabajos de arqueología que hemos recopilado, mencionan continuamente el nombre de la
cultura “CAPACHA” del Occidente de México que, probablemente se relaciona con las culturas de la
Costa Michoacana y de la Desembocadura del Río de las Balsas.
“Este nombre fue puesto a ciertos restos arqueológicos procedentes de nueve lugares en el
altiplano oriente de Colima, en la vecindad de la ciudad de Colima, así como de otro lugar cerca de
Tuxcacuesco, en el altiplano sudeste de Jalisco, por la arqueóloga Isabel Kelly, pionera de la arqueología
en el Occidente de México.”
Fig. 75. (“Arqueología Mexicana”, marzo-abril, 1998:72).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 134
“ISABEL TRUSDELL KELLY (1906 – 1982). Isabel Trusdell Kelly nació en Santa Cruz,
California, en enero de 1906. En 1922, Isabel cursó la carrera de antropología en la Universidad de
California, en Berkely, y tuvo como profesores a figuras sobresalientes de la antropología, tales como
Robert H. Lowie, Edward Gifford y Alfred L. Kroeber; sin embargo, una de las influencias más importantes
en su vida de investigadora fue Carl O. Sauer, del Departamento de Geografía, quien la apoyó y estimuló
en la realización de sus investigaciones en México. En 1932 recibió el grado de doctora en filosofía e
impartió clases en la citada universidad.”
“La doctora Kelly realizó su primera investigación en México en la zona de Culiacán, Sinaloa, en
el año de 1935, apoyada por el Institute of Social Science, el cual dirigían Kroeber y Sauer. A partir de
ese entonces, Isabel dedicó gran parte de su largo y fructífero trabajo a la arqueología del Occidente de
México. Sus investigaciones fueron pioneras por las conclusiones que aportaron sobre una región
entonces poco conocida. La investigadora delimitó trece provincias cerámicas en el noroccidente de
Mesoamérica y descubrió en Colima el complejo cultural más antiguo de la región, conocido como
Capacha y fechado entre 1870 y 1720 antes de Cristo. Así mismo definió la secuencia cultural de varias
zonas: Apatzingán, en Michoacán; Colima; Autlán – Tuxcacuesco – Zapotitlán y Sayula, en Jalisco; y
Culiacán y Chametla, en Sinaloa. Los trabajos de Isabel Kelly en las tumbas de El Manchón, Colima,
permitieron establecer una primera cronología para la tradición funeraria de las tumbas de tiro, así como
aspectos de su reutilización como criptas funerarias. Autora de varios libros y artículos su obra póstuma
fue Trade Beads and the Conquest of México. Indudablemente, su sensible fallecimiento, en diciembre
de 1982, ha dejado un gran vacío en la arqueología mexicana.” (Lorenza López Mestas C. Y Jorge
Ramos de la Vega,” Arqueología Mexicana”, Vol. V, Núm. 30, marzo y abril, 1998; 72).
LOS LITORALES DE COLIMA, MICHOACÁN Y GUERRERO, TERRITORIOS DE TRÁNSITO DE
INFLUENCIAS CULTURALES DE MESOAMÉRICA, CENTRO Y SUDAMÉRICA.
“Uno de los recursos básicos para la subsistencia humana es el agua, cuya distribución en tierras
guerrerenses es muy irregular, pues incluso existen lugares áridos y otros permanentemente anegados.”
“El río más importante es el Balsas, que nace en el estado de Puebla, y cruza todo el estado
recibiendo afluentes tanto de Guerrero: Tlapaneco, Mezcala, Río del Oro, Cutzamala, entre otros, como
de los demás estados que le rodean: Amacuzac, Mixteco, Acateco, etc., para desembocar finalmente en
el Océano Pacífico.”
“Otros ríos importantes y que forman cuencas, también drenan al Océano Pacífico, como el
Papagayo y el de Coyuca de Benítez” (Entre Michoacán y Colima desemboca, también, el río
Coahuayana).”
“El clima cálido predomina en los lugares de la Costa y en la Cuenca del Río Balsas, donde se
registran temperaturas de hasta 40 grados centígrados (…)” (Jiménez García, Martínez Don Juan,
Arboleyda Castro, Volumen I, 1998: 30).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 135
Son muchos los especialistas que aseguran que la Cuenca del Río de las Balsas fue uno de los
caminos principales para el tránsito de culturas del sur de nuestro país, por la vía marítima, basados en
miles de evidencias arqueológicas encontradas en muchos puntos geográficos del litoral de Colima, de
Michoacán y de Guerrero; a continuación doy a conocer someramente las investigaciones de dichos
especialistas:
“Henry Lechman encuentra semejanza en algunas figurillas encontradas en Colombia y Bolivia
y, Lister nos hace notar ciertas semejanzas entre la cerámica de esta región de la desembocadura y
otras de Nicaragua y Costa Rica.”
“Garet Lowe indica la posibilidad de la frecuencia de rasgos centroamericanos y sudamericanos
en el estIlo Tlatilco por influencias que llegaron por mar a las costas del Pacífico, entrando tal vez por
Guerrero. La doctora Kelly acepta la hipótesis de Lowe, reafirmando que: Colima posiblemente recibió
influencias del Sur y de aquí las mismas influencias llegaron al Altiplano Central pasando por Morelos y
quizá por El Opeño.”
“Rubén Cabrera Castro considera que esa influencia del Sur llegó distribuyéndose por toda la
costa, especialmente en lugares favorables para desembarcar y establecerse, tal y como es el caso en el
Delta del Río de las Balsas. Deben de existir otros lugares, pero desgraciadamente no se han
investigado. Otro punto de referencia existente en este periodo es la presencia de trompetas de caracol y
otros objetos de concha provenientes del Caribe, los cuales han aparecido frecuentemente en la
arqueología del Occidente de México. Los arqueólogos no han podido definir con seguridad la relación
existente entre el Bajo Balsas y el Altiplano Central de México, a pesar del comentario de Weitlaner que
asegura que la Costa Grande de Guerrero tuvo contactos con el Centro de México desde el Preclásico.”
“Roberto Novella nos dice que existe evidencia histórica de que los grupos humanos asentados
en la desembocadura del Río Zacatula (Balsas) tuvieron contactos marítimos con habitantes de tierras
costeras más al Sur. Aunque no se pueda averiguar con exactitud la procedencia de estos navegantes se
sabe que viajaban en grandes piraguas y que traían mercancía de intercambio comercial. (...) desde
épocas muy tempranas Guerrero tuvo una participación sumamente activa en el intercambio de ideas y
productos con otras zonas, tanto dentro como fuera del ámbito mesoamericano. Numerosas pruebas
señalan que fue por Guerrero donde entraron al Altiplano un gran conjunto de tradiciones sudamericanas,
como las primeras tradiciones cerámicas, posiblemente con una antigüedad de 5 000 años (Brush, 1969),
y las técnicas metalúrgicas, hace unos 1 000 años aproximadamente (Rodríguez B., 1977; León Portilla,
1978). Además se tienen registradas migraciones que llegan a nuestro actual estado desde varios sitios
del Altiplano, provenientes de la desintegración de algunas urbes clásicas (véase Pavía, 1992).
Asimismo, si se acepta que Guerrero sólo era un receptor de tradiciones ya acabadas, no se explica por
qué el culto a Xipe-Tótec, sumamente difundido por todo el México antiguo, aparentemente tuvo su origen
en la zona de la Costa Chica y La Montaña (Heyden, 1986), lo que reflejaría la existencia de grupos con
una vida cultural sumamente activa, capaces de influir a grupos ajenos y muy alejados.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 136
“Los grupos guerrerenses alcanzaron altos niveles de desarrollo social y tecnológico, lo cual
permitió que surgiera una notable organización del trabajo, sin la cual no se hubieran podido elaborar los
productos que se han clasificado como especialidades guerrerenses, entre ellas la lapidaria y la
obtención de recursos minerales (Lister, 1971). A la llegada de los conquistadores españoles, el territorio
actual del estado de Guerrero poseía un complicado mosaico étnico y lingüístico conformado por siglos.
Los grupos humanos que coexistieron con los europeos del siglo XVI, eran los descendientes de
sociedades que tuvieron al menos 7 000 años de evolución, y durante todo ese tiempo, las comunidades
locales aprovecharon la estratégica geografía del territorio guerrerense (y de la Costa Michoacana).”
“En los materiales arqueológicos se observa una secuencia cultural propia de Guerrero pero
similar a la del resto de Mesoamérica, encontrándose objetos representativos de los periodos Formativo,
Clásico, Tolteca (parte del Posclásico) y primeros horizontes históricos. Se puede asegurar que también
hubo relaciones con culturas de Nicaragua, Costa Rica, Perú y Colombia. En el Posclásico, antes de la
conquista, grupos nahuas se adueñaron de gran parte del territorio, desplazando a los ya establecidos o
mezclándose con ellos, por lo que algunos de estos grupos étnicos - lingüísticos, si bien desaparecieron
en el aspecto lingüístico, perduraron biológicamente. (Baños, 1986: 547).” (Jiménez García, Martínez
Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen I, 1998; 29).
LOS RÍOS DEL MUNDO CENTROS DE LA CULTURA MUNDIAL. “La evolución cultural
humana que se desarrolló en esta hermosa desembocadura del Río de las Balsas, abarca la Costa
Michoacana, la Tierra Caliente y parte de la Costa Grande de Guerrero y lo caudaloso que se mostraba
este río en esas épocas, nunca fue una barrera cultural definitiva,…...desde tiempo inmemorial, los
valles de los ríos del mundo, han sido las rutas de comercio y los centros de habitación de la
Sociedad humana. Puede estimarse, como se ha hecho para la región de Estados Unidos, que
alrededor del 80 % de todos los restos arqueológicos en el mundo, se encuentran en el 2 % de su
área y este 2 % se localiza a lo largo o en la unión de los valles de los ríos.( Strong, 1947 op.
cit.:210.)” (Norberto González Crespo, INAH, 1979; 11).
¿DE DONDE TOMÓ SU NOMBRE EL RÍO DE LAS BALSAS?
“El Río Balsas o Atoyac-Mezcala-Balsas, de casi 800 Km. De longitud – uno de los seis más
importantes ríos permanentes de México -, constituye, con su miriada de afluentes, un don de la
naturaleza al territorio guerrerense. En las partes bajas de la depresión central, entre 500 y 900 m. de
altitud, con un promedio de lluvia anual de 600 mm., desarrolló agrosistemas eficaces que en la época
prehispánica, hubiera sido imposible sin la presencia del río Ueiatl, o Agua grande como los pueblos de
lengua náhuatl denominaban al río Balsas (véase L. Pinto, Relación de Tetela del Río, 1579, en Del
Paso y Troncoso, ed. 1979: 135).” (Christine Niederberger, Antiguos paisajes de Guerrero y el papel
de su fauna en las creencias míticas, “El pasado arqueológico de Guerrero”, INAH, 2002; 20).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 137
Fig. 76. “Las utopias del Balsas.”, José Alfredo Uribe Salas – Eduardo Miranda Arrieta, UMSNH,
Instituto de Investigaciones Históricas, Depto. de Historia de México, 1995, Morelia, Mich.
No se sabe la fecha aproximada en que el nombre del río sufre el cambio de Río Zacatula al de
Río de las Balsas, pero los historiadores nos dan su opinión de que: “La navegación por río podía
realizarse en canoas muy simples impulsadas por remos o pértigas para avanzar en la corriente;
en otros casos la técnica era más compleja. El río Balsas, por ejemplo, tomó su nombre del
método que se utilizaba para cruzarlo en época de crecientes: se construían unas balsas con un
enrejado de cañas gruesas debajo de las cuales se colocaban huajes que les servían como
flotadores; las arrastraban dos o tres hombres, que en ocasiones utilizaban estos mismos huajes
colocados en su estómago y atados con una cinta en los hombros.” (“La Transportación Marítima en
México I”, PROMAR, “Arqueología Mexicana”, Vol. V - Núm. 25, Mayo – Junio, 1997).
“Con relación a las balsas que dieron nombre al río, el mismo documento (Relación de
Ajuchitlán) asienta que pasan las indias a los tianguez a vender algunas cosas que tienen, y llevan
sus mercancías en unas calabazas grandes que hay en esta tierra, como rodelas medianas y más
hondas, y aún suelen pasar sus criaturas, si son chicas, dentro, y se van nadando y holgando sin
pesadumbre. También comenta que… tienen unas balsas que son hasta de dos varas y cuadradas,
y algunas menores, hechas de cañas delgadas, tejidas sobre unos palos delgados, como un
cañizo, y pónenlas debajo de unas calabazas, con una red que las tiene fijas al cañizo, y en éstas
pasan muy seguros, por recios y crecidos que vengan los ríos. Y, si quieren ir una, o dos leguas o
más, el río abajo, van con mucha facilidad. Y un indio solo la pasa, nadando con el un brazo y, con
el otro, tirando de la balsa; y, si van dos o tres indios, pasa con más presteza (Ibidem, pp. 40-41.)
Hendrichs, después de visitar la región, da más detalle del uso de los tecomates o calabazas para cruzar
el río (Para más detalles véase Pedro R. Hendrichs Pérez, op. cit., pp.61-66).“ (Raúl Vélez Calvo,
Volumen I, 1998:177-178-179).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 120
“En el Preclásico también hay evidencias de entierros irregulares, además de los llamados
secundarios. Algunos de estos últimos presentan muestras de haber sido sometidos a la acción del fuego
(Romano, 1974). Resulta interesante comprobar que desde este momento tenemos la presencia del
concepto vida - muerte, lo que es evidente en la pequeña máscara de barro procedente de Tlatilco, en la
que podemos ver que la mitad del rostro está descarnada (se aprecia la cuenca del ojo vacía, así como
los huesos de la cara), en tanto que la otra mitad tiene carne y una parte de la lengua aflora entre los
labios. Por cierto que las primeras representaciones de esqueletos o de cráneos corresponden al
Preclásico. Un ejemplo magnífico lo tenemos en la Estela 50 de Izapa, Chiapas (ca. 300 a. C.), en la que
vemos un esqueleto sentado que parece tener una máscara sobre el rostro, y de cuyo vientre surge un
elemento que nos recuerda un cordón umbilical, el cual remata en la pequeña figura de un personaje,
símbolo evidente de que de la muerte deviene la vida, al igual que después de la temporada de secas va
a continuar la temporada de lluvias, como parte del ciclo constante de vida - muerte – vida. Vale la pena
señalar que en la cultura olmeca, primera cultura compleja profundamente estratificada y tan pródiga en
esculturas de piedra, no hay la representación de cráneos o esqueletos. Sin embargo, no falta quien
identifica como dios de la muerte (Dios VIII) la representación de una cara con un ojo cerrado y un
supuesto colmillo que se encuentra en la escultura conocida como el Señor de las Limas, Veracruz,
aunque si vemos con detenimiento el perfil, no creemos que haya elementos para afirmarlo (Joralemon,
1971).” (Eduardo Matos Moctezuma, Costumbres funerarias en Mesoamérica, “Arqueología Mexicana”,
Vol. VII, Núm. 40, noviembre y diciembre, 1999; 12-13).
REGIÓN DEL MEDIO BALSAS Y BAJO BALSAS.
“A partir de los restos materiales, se intentó recrear parte de la dinámica cultural de algunos
grupos sociales que nos precedieron, considerando sobre todo tres aspectos: los utensilios cotidianos, la
alimentación y la economía, aspectos que se han ido descubriendo gracias sobre todo a los proyectos de
salvamentos arqueológicos realizados en las zonas de embalse de las Presas Adolfo López Mateos El
Infiernillo, (Lorenzo, 1964; González C., 1978), José Ma. Morelos La Villita, (González y Medina, 1967),
El Caracol (Rodríguez, 1982 y 1984; Rodríguez y García Cook, 1982) y Palos Altos (Castillo, 1967).”
”Otros estudios no menos importantes que han cubierto amplias áreas, han sido los Proyectos
Mezcala (Paradis, 1983), Ixtapa - Zihuatanejo – Petatlán (Manzanilla, 1987), Renacimiento (Cabrera G.,
1984), Coatlán (Arana, 1990) y Cocula (Cabrera C., 1986b.)”
“Estos trabajos han motivado que los resultados se presenten a partir de las regiones exploradas
y no de regiones culturales definidas. Por ejemplo, al hablar de los asentamientos humanos ubicados en
las presas de El Infiernillo y La Villita, se dice Región del Bajo Balsas, mientras que la extensa área
que abarca desde la desembocadura del Balsas, subiendo hacia el norte por Tierra Caliente y hasta
Teloloapan, se le llamó Balsas Medio, área de donde procede el material cerámico que estudió Florencia
Muller, 1979:6), quien quizás se basó en el trabajo pionero de Eduardo Noguera (1975: 397-401).”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 139
ELEMENTOS CULTURALES MÁS SIGNIFICATIVOS Y DE MAYOR DISPERSIÓN DENTRO DE
LOS PUEBLOS QUE HABITARON MESOAMÉRICA. “Una economía basada en el complejo maíz-fríjol-
calabaza. Utilización del bastón plantador o Coa. Cultivo en chinampas. Uso del maguey y del cacao.
Construcción de basamentos para fines ceremoniales. La existencia de un grupo de especialistas en
religión. Mercados y mercaderes. Práctica del juego de pelota (Tlachi en náhuatl). Escritura jeroglífica y
notaciones numéricas. Libros pintados hechos en papel de fibras vegetales o pieles de venado.
Calendario agrícola-religioso (365 días) y adivinatorio (260 días) y su combinación de ciclos de 52 años.
Técnica para desprender filosas navajas en núcleos de obsidiana.” (Carla Fernández Tena, Página de
Artes e Historia, Internet, 2002).
LA COSTA DE MICHOACÁN EN EL PERIODO PRECLÁSICO.
“Durante la época prehispánica, la superficie costera de Michoacán debió ser escenario de
importantes movimientos humanos, según lo demuestran multitud de pequeños sitios arqueológicos
distribuidos a lo largo del litoral de Colima hasta el delta del río Balsas; sin embargo, las noticias
referentes a la historia antigua de esta región son escasas ya que su estudio ha sido sumamente
limitado.”
“Las evidencias palpables de ocupación humana en esta zona se encuentran sobre todo en dos
puntos extremos de la costa michoacana de donde se tiene información precisa, gracias a excavaciones
arqueológicas sistemáticas llevadas a cabo por varios proyectos de investigación en sucesivas ocasiones
y gracias también a fuentes históricas que se ocupan de la región a partir del siglo XVI.”
“En lo arqueológico, una de las regiones más investigadas es el Balsas Bajo, que comprende la
desembocadura del río Balsas en sus dos márgenes, de Guerrero y Michoacán.”
“El otro lugar de la costa que no ha sido estudiado aunque en menor escala, es el área que hace
frontera con el estado de Colima, donde se encontraron cerámicas diagnósticas muy antiguas que
permitieron dar una cronología a los asentamientos más tempranos en la región. Me refiero al complejo
cerámico Capacha, que constituye a su vez una evidencia de comunicación entre pobladores de América
del Sur en una época en que al parecer el occidente de México recibió influencias por vías marítimas a
través del Pacífico.”
“Por lo tanto, la historia de los grupos sociales de la Costa de Michoacán y su desarrollo durante
la época prehispánica hasta el momento de la Conquista española se fundamenta principalmente en los
datos que han aportado las investigaciones realizadas y se complementa con la escasa información que
actualmente se tiene de otros lugares cercanos donde se han llevado a cabo algunas otras
investigaciones.”
“La arqueología del occidente de México considera que la evolución de los grupos prehispánicos
de esta parte de Mesoamérica no siguieron las mismas fases de desarrollo que los otros grupos
culturales mesoamericanos.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 140
“En efecto, los más recientes trabajos refuerzan esta aseveración. Sin embargo, la secuencia en
términos generales del desarrollo social humano que aquí se presentará de esta región costera
michoacana, se organiza dentro de las grandes etapas del desarrollo mesoamericano, es decir, las
etapas que tradicionalmente se conocen, que van desde los primeros pobladores hasta el momento de la
Conquista española, secuencia en la que destacan por ser los más conocidos los períodos Preclásico.
Clásico y Posclásico.”
“La limitada información con que actualmente se cuenta impide establecer secuencias de
desarrollo completas para toda la Costa, y en los pocos estudios realizados a lo largo de ella ningún sitio
ha proporcionado de manera clara la ocupación humana antes del Formativo Temprano. Del llamado
horizonte arcaico, período situado aproximadamente en los años 3 000 y 1 800 a. de C., tampoco se tiene
información alguna. Este periodo constituye la etapa formativa en la que en algunas partes de
Mesoamérica grupos de cazadores y de recolectores comenzaron a establecer pequeñas aldeas
permanentes.” (Rubén Cabrera Castro, INAH: 137, 138,139).
1 870 – 1 720 años a. C. CERÁMICA DE TRADICIÓN COSTEÑA.- Estas evidencias se
encuentran en la región de la actual presa de La Villita, y hacia la Sierra Madre Occidental en la presa El
Infiernillo. También se han encontrado ocupaciones de esta época en Colima y en otros lugares
cercanos, con la presencia de la cerámica Capacha, fechada por medio del radio carbón entre 1870 y
1720 a. C., época en que se establecieron contactos culturales a través del Pacífico con pueblos
sudamericanos, por lo que se les llama cerámicas de tradición costeña, ya que se les encuentra en varios
lugares de la costa del Pacífico, desde Ocós en Guatemala y Chiapas, hasta Colima, Michoacán y
Guerrero.”
“Los conjuntos cerámicos más antiguos de Mesoamérica se encuentran en Puerto Marqués,
cerca de Acapulco, Guerrero y la cerámica de la fase Purrón en Puebla. En ambos casos se trata de
cerámicas de pasta lisa de formas subesféricas y de acabados muy burdos. Las cerámicas de tradición
costeña son también muy antiguas pero posteriores a la Pox Potery de Puerto Marqués y a la Purrón de
Puebla. Se caracterizan por incluir cerámicas básicamente iguales a las de los conjuntos más antiguos,
pero con ornamentación más desarrollada.”
“El complejo cerámico Capacha de las Costas de Colima y Michoacán y las cerámicas del
complejo Infiernillo en la desembocadura del Balsas corresponden a una misma tradición cultural. Son
cerámicas mortuorias de pasta café, pulidas algunas y decoradas otras.”
“Las formas más sobresalientes en esta cerámica son los tecomates, los calabazos, las vasijas
hemisféricas que se superponen unas sobre otras y las vasijas miniatura, algunas de las cuales fueron
decoradas con motivos incisos y acanalados profundos, combinados a veces con pintura roja; estas
vasijas son delimitadas por los motivos incisos, que consisten en líneas o rayos que forman una equis,
cuadrículas o triángulos.” (Rubén Cabrera Castro, INAH: 137, 138,139).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 141
“1 800 al 1 000 años a. C. LA FASE AJALPAN DE TEHUACÁN, PUEBLA. Marca el término del
proceso de domesticación de animales y plantas”. (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia,
Internet, 2002).
“1 800 – 100 años a. C. EVIDENCIAS PALPABLES DE OCUPACIÓN HUMANA EN LA
COSTA MICHOACANA. Las evidencias palpables de ocupación humana en la región de la Costa
Michoacana corresponden a una civilización sedentaria que se sitúa en el Preclásico Medio, época en la
que ya existían en las costas pequeños grupos humanos asentados en lugares donde las posibilidades
del medio ecológico ofrecían condiciones favorables para su desarrollo.”
(a) (b)
Fig. 77. “(a) Cerámica Capacha, proviene de la Costa Michoacana. Período Preclásico Medio.” Fig. 78. “(b) Cerámica del tipo
Capacha, de forma esférica y con decoración punzonada y acanalada. Proviene de la presa La Villita.” (Rubén Cabrera Castro; 140-
141).
(a) (b)
Fig. 79. “(a) Cerámica de forma esférica. Representa un bule o tecomate; bruñida y sin decoración. Período Preclásico Medio.
Costa Michoacana. “Fig. 80. “(b) Cerámica esférica decorada con acanalados profundos y pastillaje. Representan pequeñas ranas.
Período Preclásico Medio. Costa Michoacana”. (Rubén Cabrera Castro; 139).
ASENTAMIENTOS HUMANOS PERMANENTES EN LA REGIÓN DE LA DESEMBOCADURA
DEL RÍO DE LAS BALSAS. “En esta época la región debió contar con madera suficiente, con mantos
rocosos utilizables y yacimientos de arcilla para abastecerse de materias primas y satisfacer sus
necesidades, lo que motivó desarrollos locales con características propias, con asentamientos humanos
permanentes que formaron pequeñas aldeas en las vegas de los ríos. Sus chozas debieron estar
construidas con madera y otros materiales perecederos, pues no se tienen datos de que para esta época
se haya utilizado la piedra para construcción.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 142
HERRAMIENTAS DE TRABAJO EN ESTA ZONA, EN EL PRECLÁSICO. “En lo que hace a sus
herramientas de trabajo, los pobladores desarrollaron una industria sobre cantos rodados que obtuvieron
de las márgenes de los ríos.”
MATERIAS PRIMAS. “Como materia prima emplearon el basalto, la andesita, el silex, la
calcedonia, la obsidiana, etcétera.”
OBJETOS DE ADORNO. “Fabricaron también objetos de adornos en piedra verde, tecalli, hueso
y concha que utilizaron como ofrendas a sus muertos. Entre los principales objetos de adorno y de
carácter suntuario que fabricaron, están las cuentas de piedra verde, de hueso y de caracol; pendientes
de concha y de pizarra, orejeras de barro y de piedra verde, pulseras con incisiones e incrustaciones
hechas de concha y trompetas de caracol. Igualmente se conocieron y emplearon para esta época
pigmentos en rojo (hematitas), laminillas en color azul, pegamentos y otros materiales para la elaboración
de mosaicos e incrustaciones.”
Fig. 81. “Trompeta de caracol, especie strombus Gigas, con boquilla hecha de sílex.
Se encontró asociada a un personaje de más de 70 años de edad. Sitio V42 de la presa La Villita.” (Rubén Cabrera Castro; 140).
COSTUMBRES FUNERARIAS EN LA COSTA MICHOACANA. “En cuanto a las costumbres
funerarias, en la cultura Capacha se contó con panteones chicos, que aparentemente fueron utilizados.
En su mayoría sus entierros se colocaron en forma extendida, algunos en fosas no muy profundas y
orientadas en algunos casos hacia el norte. Aparecen en su ajuar funerario, además de la cerámica ya
referida, algunas figurillas de cerámica con cierto parecido a figurillas preclásicas del Centro de México.
La cerámica Capacha tiene algunas semejanzas con cerámicas contenidas en las tumbas de tiro más
antiguas encontradas en El Opeño, cerca de Zamora, Michoacán, por lo que seguramente esta cultura
está relacionada con tumbas de tiro que son también elementos culturales de la América del Sur. Los
grupos del Bajo Balsas se caracterizan en sus costumbres funerarias por tener un modo de enterramiento
primario de posición extendida, con ofrendas o sin ellas según el prestigio social del individuo. Hacia el
final de este período los entierros aparecen acompañados con cráneos como ofrendas o cráneos trofeos.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 121
Fig. 62. Mapa del Alto, Medio y Bajo Balsas. (Comisión del Río Balsas, 1969).
“Por otra parte, se tiene el propósito - al igual que otros estudiosos - de plantear algunas
características que fueran útiles para esbozar regiones culturales, a partir de las cuales se empezaran a
definir grupos sociales con persistencia a través del tiempo, entendiendo como grupo social aquella
población humana que comparte un número significativo de elementos culturales comunes, ya sean
costumbres, lengua, religión, ideología, organización social, etcétera. Desafortunadamente y a pesar del
esfuerzo de muchos arqueólogos, aún hacen falta múltiples datos que permitan conocer esos grupos
sociales. La participación y contribución de profesionistas, autoridades estatales y municipales, así como
de la población en general para proteger el patrimonio cultural de Guerrero (y Michoacán), hará posible el
avance significativo en el conocimiento de nuestros antepasados, para beneficio de todos al comprender
nuestro presente.” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen I, 1998; 25 – 26).
2 500 AÑOS A.C., CORRIENTES LINGÜÍSTICAS EN LA
DESEMBOCADURA DEL RÍO DE LAS BALSAS.
“Un rasgo cultural que puede dar idea de la persistencia en el tiempo de un asentamiento
humano es su lengua. Dos ramas de la lingüística, la léxico estadística y la glotocronología (La
lexicoestadística es un método comparativo de la lingüística que permite calcular el grado de
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 144
“Así, los minúsculos recintos rituales aumentaron su tamaño hasta conformar una verdadera
unidad religiosa con arquitectura monumental. Cuicuilco: se localiza al suroeste del Valle de México.
Hacia el 300 a. C. se conforma casi como centro urbano debido a su crecimiento tanto poblacional como
constructivo, aun así, poco después fue eclipsado por Teotihucán y empezó a decaer. Por otra parte se
cree que su decadencia fue una consecuencia directa de las erupciones volcánicas que cubrieron con
lava las tierras agrícolas cercanas.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002).
Fig. 82. “Vista aérea de la zona arqueológica de Cuicuilco a principios de la década de los sesenta.
(Mario Pérez Campa, “Arqueología Mexicana”, marzo-abril, 1998:34. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces)
PROBABLE COMUNICACIÓN COSTERA, DESDE COLIMA
HASTA GUATEMALA, CENTRO Y SUDAMÉRICA.
“Finalmente, en lo que se refiere a las relaciones de estos grupo humanos con otras culturas, la
cerámica y otros elementos culturales revelan que tuvieron contactos con otros grupos de la Costa del
Pacífico, desde Colima hasta Guatemala, lo que plantea la existencia en este periodo de una
comunicación costera llevada a cabo con Centro y Sudamérica. La frecuencia de rasgos sudamericanos
y centroamericanos a lo largo de la costa ya ha sido señalada. Así se considera que el estilo de la
cerámica de Tlatilco del centro de México tiene muchas semejanzas con cerámicas de Honduras y se
plantea su origen sudamericano por influencias que llegaron por mar a las costas del Pacífico; Colima y
algunos lugares de Michoacán y Guerrero debieron de funcionar como estribón donde se recibían
influencias del sur, que fueron transmitidas hacia el Altiplano Central como se observa en Tlatilco y en El
Opeño. La otra ruta posible de esta tradición alfarera supondría el arribo a Chiapas y Guatemala, donde
se formó la Fase Barra que contribuyó después a la formación de rasgos olmecas y se extendió de aquí
hacia la Costa del Gofo para llegar después a la Cuenca de México.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 145
Fig. 83. (Rubén Cabrera Castro; 144.)
TUVIERON CONTACTOS CON EL CARIBE. “Durante este período, los habitantes de la Costa
de Michoacán y Guerrero tuvieron también contactos con el Caribe, como lo demuestra la presencia de
trompetas de caracol y otros materiales en concha originarios de aquella región. La identificación de estas
conchas por biólogos especialistas determinó su pertenencia a las especies Strombus Gigas y
Turbinella Angularis. En cambio, y sobre todo para el Preclásico Tardío, las relaciones de los grupos
costeños michoacanos con el centro de México fueron al parecer nulas, por la escasa presencia en la
región de elementos estilísticos del Altiplano Central mexicano.” (Rubén Cabrera Castro, INAH: 142.)
“1 500 años a. C. ANTIGÜEDAD DE LAS PRIMERAS MUESTRAS DE METALÚRGICA EN
LOS ANDES. En Perú, Ecuador y Bolivia ya existía la metalurgia por el año 500 a. C.; las primeras
muestras son incluso de mucho antes, de aproximadamente el año 1500 a. C. en la sierra andina.”
(Dorothy Soler, La metalurgia en la antigua Mesoamérica: sonidos y colores del poder. Instituto
Tecnológico de Massachussets.)
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 146
LOS OLMECAS GUERRERENSES.
“Hace más de 3000 años, Guerrero formó parte del desarrollo de la primera civilización surgida
en Mesoamérica, la cual marcó las bases culturales que fueron heredadas por los grupos humanos que le
sucedieron y cuya influencia llegó a lugares tan lejanos como Nicaragua y Costa Rica: la cultura olmeca.
Debemos de considerar como concepto OLMECA a un sistema de representación, un complejo de
rasgos formales que fueron plasmados en piedra, cerámica, madera, concha, etcétera (Paradis, 1990;
33), donde las formas y diseños iconográficos integran un sistema dual compuesto tanto por elementos
naturales o reales como por sobrenaturales o entidades compuestas (Pohorilenko, 1990:89).”
“En Guerrero el material arqueológico de estilo olmeca parece haber estado vigente por un
periodo de 800 años, iniciando quizás desde el año de 1 500 a. de C. (Paradis, 1990: 36) y ocurriendo en
diversos puntos del estado. Son numerosos los sitios con características plenamente olmecas, con
presencia tanto de figurillas de barro Cara de Niño o baby face y máscaras de piedra, barro y madera,
así como de pintura mural y arquitectura ritual. Entre ellos, podemos mencionar Teopantecuantitlán,
Oxototitlán, Juxtlahuaca, Xochipala, Chilpancingo, Zumpango del Río, Atopula, Amuco de la Reforma.
Puerto Marqués, La Zanja, Petatlán y San Jeronimo (Paradis, 1990:34 – 35).”
“Las figurillas baby face se han encontrado en algunos sitios de Tierra Caliente, en Xochipala
(ibidem), Chilpancingo (Martínez D., 1989-90 y 1991), en Puerto Marqués (Manzanilla et. Al., 1991:51) y
en otros puntos de la Costa Grande (Brush, 1968) y La Montaña (Reyna, 1971).”
“La cerámica blanca (...), decorada con doble línea discontinua, existe en Teopantecuanitlán
(Niederberger, 1986:93; Reyna, 1996: 60) y Xochipala (Paradis, 1990:34). Como parte de una ofrenda
mortuoria en Chilpancingo, fue hallado un vaso de engobe café con la misma decoración incisa (Reyna y
Martínez D., 1989: 18). Algunos restos de pintura mural aún se conservan en varios sitios de la región
Centro: Oxtotitlán, Juxtlahuaca (Grove, 1968, 1970ª y 1970b) y también en Cacahuaziziqui, en La
Montaña (Villela, 1989). Esculturas no sólo se encuentran en Teopantecuanitlán (Martínez D. 1986), sino
también deben de existir en Costa Chica y Tierra Caliente, como lo muestran el hallazgo en Charco de
Ometepec (Piña Chan, 1960:74) y Amuco de la Reforma (Paradis, 1990:35), donde se reportó una estela
(...) con los relieves de una figura humana de pie que lleva un manto y una máscara de ave típicamente
olmeca.”
“También se han encontrado objetos olmecas en los alrededores de Zumpango del Río, en San
Luis Acatlán (...), en Ahuelicán, Mezcala, Xalitla, Tlacotepec (...), Tlapa y Olinalá. Otra zona de
abundantes vestigios olmecas es el área colindante con los estados de Puebla y Morelos, y en el Norte
del estado se han reportado importantes piezas, como la máscara hecha en madera de la cueva Cañón
de la Mano, la cual tenía residuos de mosaico y jade incrustados en las mejillas (Soustelle, 1992).”
“Casi todos estos sitios debieron tener relaciones con regiones ubicadas en la cuenca de México,
Morelos, Puebla, Oaxaca y la Costa del Golfo, intercambiando productos apreciados ya fuera por su
utilidad práctica o por su importancia ritual, como la obsidiana, hematita, conchas y caracoles de ambos
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 147
litorales, así como jade, hule y chapopote. Una de las rutas propuestas (Grove, 1970a:92), que quizá
incluyó la Costa de Guerrero, fue a través del río Papagayo, continuando hacia el norte por el río Atentli
pasando por Oxtotitlán, hasta llegar al Río de las Balsas en un lugar muy próximo del río Cuautla -
Amacuzac con el propio Balsas, por el cual se podría acceder a territorio morelense y la cuenca de
México hasta tocar la Costa del Golfo.” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen
1, 1998: 35, 36 y 37).
“1 500 años a. C. SIMILITUDES CERÁMICAS DE LA CUENCA DE MÉXICO Y COSTA
GRANDE DEL ESTADO DE GUERRERO. Esta región tuvo similitudes cerámicas con la cuenca de
México desde el Formativo Medio hasta el Clásico (Litvak. 1971: 44), compartiendo tradiciones costeras
del Pacífico quizás desde antes del año 1 500 a. C. (Manzanilla et. al., 1991: 48). Es común la cerámica
incisa, que generalmente como elementos decorativos, combina las alteraciones superficiales con la
pintura (Cabrera C. 1986a:127). Hay cerámica con pintura roja sobre pasta café, cerámica color crema y
cerámica roja, esta última común en Jaleaca, Ceutla, Acapulco, Coyuca de Benítez, Atoyac y quizás
hasta Tecpan y Petatlán (Weitlaner, 1948: 84; Noguera, 1975: 406). Los recipientes de cerámica
Acapulco rojo (...) abundan en los alrededores de Acapulco y en otros sitios de Costa Grande. Son ollas y
cajetes decorados con un baño rojo, y su rasgo característico son los bordes engrosados que en algunos
casos llevan muescas, incisiones y acanaladuras (Ekholm, 1948: 97-98; Noguera, 1975:409). Esta
cerámica se relaciona con tipos del sitio de Zacatenco, en la cuenca de México (Manzanilla et. al,
1991:51) y con el tipo red slip de la Cueva (colonia Guerrero), Chilpancingo (Cabrera C., 1984). Las
vasijas Tambuco inciso son similares al tipo anterior pero de paredes más delgadas, decoradas con
motivos incisos que forman ángulos o dibujos en forma de S (Noguera, 1975:409).” (Jiménez García,
Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen 1, 1998; 52).
“1 500 años a. de C. INFLUENCIA OLMECA EN LA CUENCA DEL BALSAS. En los últimos 10
años y gracias a los descubrimientos realizados por los arqueólogos, se puede afirmar que la cultura
Mezcala surgida en la cuenca del Río de las Balsas, desde su unión con el río Amacuzac hasta su
desembocadura en el Océano Pacífico - empezó a recibir la influencia Olmeca sobre todo en el trabajo
del jade, jadeita, riolita, serpentina, granito, basalto, pedernal, entre otros materiales, imprimiendo en ellos
las características culturales del hombre jaguar.” (“Guerrero Monografía Estatal, S.E.P. 1994).
“LA MEMORIA DE LOS HOMBRES DE PIEDRA Y COBRE. Los valles aislados vendrán
emergiendo entre el verde y el amarillo de las escarpadas montañas impregnadas de profundos
precipicios que forma la Cuenca del Balsas bañada por el gran río, que como vimos en estos lares
tierracalenteños guerrerenses recibe aún el nombre de Río Mezcala y le hará difícil las comunicaciones a
toda esa amplia región, más sin embargo, para mediando nuestro feneciente siglo veinte sería visitado
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 148
reiterativamente por un gran artista del pincel y la caricatura, Miguel Covarrubias, nato etnólogo y como
tal, buscador de cacharros prehispánicos.”
Fig. 84. “Área Mezcala, región Mezcala – Balsas y zona de exploración del Proyecto Mezcala”
(Luise I. Paradis, Ahuináhuac, una aglomeración urbana en la región Mezcala-Balsas, “El pasado arqueológico de Guerrero,
INAH, 2002; 89).
“Y fue él quien para dar a conocer de sus importantes hallazgos al público mexicano, tuvo que
valerse de un editor extranjero de la Universidad de Tulane porque nuestros arqueólogos con su ciega
soberbia no aceptaban exhibirlos como pertenecientes a la antiquísima Cultura Olmeca, que él y sus
amigos acompañantes Josué Saenz y Guillermo Spratling, localizaban entre los valles escondidos
guerrerenses y al escudriñarlos demostraron ser la cuna antropológica Olmeca, pero ante la acerba
oposición arqueológica, ellos la denominaron como CULTURA MEZCALA... Pues como expusiera años
después Spratling: Covarrubias no era arqueólogo pero tenía un ojo extraordinario... fue el pionero
de la tesis de que los Olmecas estuvieron antes en Guerrero que en la Cuenca del Golfo de
México.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 149
“Ya que no obstante la mayoría de los objetos arqueológicos localizados en la Cuenca del
Mezcala o Balsas tenían clarísima iconografía olmecoide pues fueron realizados también con el verde
jade y la jadeita, con la dura piedra del granito y del cristal de roca y hasta con una pieza de esmeralda
que dado el poco sabio desinterés de los arqueólogos de escritorio, los tres verdaderos conocedores de
nuestras antiguallas olmecas mexicanas tuvieron que guardar sus objetos para exhibirlos en lo particular,
siendo razón por la que a su muerte mucha de esa riqueza arqueológica fue a parar a las vitrinas de
coleccionistas extranjeros, perdiéndose así nuestro acervo cultural por razones obvias, a más de que se
olvidaron los soberbios especialistas que las culturas elevadas florecieron en diferentes sitios de nuestro
país y tradicionalmente edificaron centros en lugares disímbolos a su mal creído centralista criterio.”
“Pero fue aquel libro de Covarrubias: Mezcala. Antiguas Esculturas Mexicanas, Nueva York en
1956, el que haría reaccionar a otros interesados de nuestra cultura precolombina para un posterior y
necesario estudio etnográfico de los olmecas, ya que todas las figurillas y máscaras labradas en piedra
dura granítica y verde jade, fueron producidas con la piedra traída desde allende los lares
centroamericanos de Guatemala y San Salvador, por lo que no obstante esta clarísima evidencia
arqueológica, para los oficialistas solo cabía su origen existencial, y la incógnita del por qué fueron
localizados entre las escarpadas montañas que resguardan los pequeños valles de la Cuenca del Balsas
y del Mezcala, pues a pie juntillas para los arqueólogos del INAH sólo existían los Olmecas del Golfo
como únicos creadores de las Grandes Cabezas de piedra granítica.”
“Pero a mayor abundamiento sobre la Cultura Mezcala, que no era otra que la desarrollada, sin
lugar a dudas con la misma antigüedad que la Olmeca del Golfo, formando entre ambas una estructura
vertebral para las subsecuentes culturas, sea del altiplano de Anáhuac que de la península Yucateca, y
que cierto es sólo fue salvaguardada por razón al entorno geográfico de las escarpadas montañas del
Mezcala o Balsas, aislándola durante centurias de años del conocimiento no solo arqueológico sino
antropológico, de tal manera que por excepcionales hallazgos de sus llamadas Caritas Sonrientes por
creerlos de niños, se pensaba pertenecerían a otras culturas de menor importancia para los oficinistas
arqueólogos e historiadores.”
“Por lo que se necesitó otro un nuevo libro de Spratling: Más humano que divino, para que el
mundo científico conociera en todo su esplendor la llamada Cultura Mezcala, que en realidad es la de los
Olmecas Aldeanos, pero con innegables referencias antropológicas con los propios Olmecas de la
Región del Golfo, pues como nos dijera un arqueólogo amigo: México seguirá siendo un país que no
obstante haber descubierto un millar de zonas arqueológicas, apenas si lo empezamos a
vislumbrar en su memoria histórica...”
“Y en este caso singular de la zona ribereña al río Balsas debemos de observar el mucho tiempo,
que ya se vuelven centurias, de que estuvo abandonado por la mano oficial de la arqueología centralista
del INAH, y sólo fue apenas por mediando este feneciente siglo que tres personajes, para variar ninguno
arqueólogo, pero que será necesario señalarlos: Miguel Covarrubias, Josué Saenz y Guillermo
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 150
Spratling, auxiliados luego por el buscador de cacharros y figurillas precolombinas don Alejandro Von
Wathenau, quienes descubrieron y dieron a conocer al mundo científico la existencia, en esta región de
la Cuenca del Balsas, muy fuera de la alejada Chontalpa tabasqueña y veracruzana, la después
denominada CULTURA MEZCALA, que gracias a la intervención y estudio personal del talentoso como
serio arqueólogo Román Piña Chan, se habrá catalogado como otra fuente más de la milenaria
civilización de los Olmecas, y por él llamados Aldeanos, y algo más, constatándolo documentalmente en
su magnifico libro Los Olmecas Antiguos para su decidida auscultación, don Román apunta su criterio
que estos Olmecas aldeanos vinieron a Mesoamérica en ruta panamericana desde el distante Valdivia
Ecuatoriano o sea, desde el noreste de América del Sur, que como adelante veremos no serían los
únicos peregrinos sureños, si recordamos a los Purépecha del Tzintzuntziícuaro michoacano.”
“En interesante criterio arqueológico que se nos hace saber primariamente, que en una ruta más,
pero distinta de la realizada por los Olmecas Históricos o hacedores de las Cabezones de Granito, que
como sabemos se ubicaron desde la época precristiana en milenio de años por la región del Golfo de
México, existió otra vertiente poblacional igualmente de Olmecas que prosiguiendo en su peregrinación
también por territorio centroamericano, penetró por Chiapas y desde el Nudo Mixteco no subió con sus
congéneres del Golfo, sino que prosiguió por toda la cuenca del Río de las Balsas, y es de hacer notar
que sus vestigios arqueológicos de estos OLMECAS ALDEANOS llegaron hasta el lejano sitio
michoacano denominado El Opeño... y bien podremos observar una singular figura del jugador de pelota
olmecoide realizada en la verde jadeita para constatar su presencia de esta cultura en nuestros lares
estatales, como antes los hallaremos en Huetamo y San Jerónimo de la misma ribera norte del Río
Balsas.”
”Pero es de mencionar, que en toda esta aislada región ribereña al Río Mezcala o Balsas, los tres
señalados buscadores de objetos, donaron muchas piezas a diferentes museos, pues como dijera Saenz:
Covarrubias y Spratling fueron descubridores de la Cultura Mezcala en Guerrero... y no obstante
recibir pachotadas de ignaros como aquello de – Bueno, mire señor Spratling, estamos muy dudosos
de estas piezas...(sic), más sin embargo, él y Covarrubias obsequiaron valiosos ejemplares de templos
en miniatura, máscaras y figurillas de jade, jadeita y cristal de roca a los museos de Veracruz, al de
Antropología de México y al de Toluca, a donde ahora ya podemos admirar con el debido reconocimiento
a su bondad y paciencia para sufrir despechos de la soberbia e ignorancia oficialista, asombrándonos sin
embargo de la belleza arqueológica de los múltiples objetos que ya es innegable, constituyen la prueba
antropológica de la vivencia poblacional de los OLMECAS ALDEANOS en esta región de ambas riberas
del Río Balsas, pues, lo mismo las conservamos en Oxtotipan que en Tlacozontitlán, Xochipala, Mezcala,
Tetela del Río, Huetamo, Tzirándaro, San Jerónimo, que en el alejado y zamorano Opeño, tal como en un
mapa de topografía precolombina nos hace conocer el arqueólogo don Román Piña Chan (...).”
“Y es de comprender que ante esta evidencia antropológica se nos constata cómo esta amplia
región tierracalentana ya estaría ocupada poblacionalmente por los milenarios Olmecas Aldeanos bajo
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 151
la recurrente influencia del gran Río Balsas, misma que hasta la fecha sigue imprimiendo su importancia
antropológica para los nuevos mexicanos en su alargada Cuenca geográfica. No obstante la memoria
histórica de piedra y granito, del verde jade y andesita como los hombres de piedra que la labraron, se
olvidaría para muchos siglos del futuro mesoamericano.” (Lic. Fabián Ruiz, Morelia, Mich., 1998: 163 al
168).
Fig. 85. “Ubicación aproximada de las familias lingüísticas cerca del año 1500 antes de nuestra era”.
(Manrique Castañeda, Leonardo, “Atlas Cultural de México”, Lingüística. / Vélez Calvo, Raúl, 1998; 158).
“1 500 años a. C. LA LENGUA PROTOCUITLATECA ES DESPLAZADA POR LA LENGUA
PROTOTARASCA. Cerca del año 1 500 a C., se supone que la lengua protocuitlateca había sido
desplazada por la lengua prototarasca o protopurhépecha y ya no estaba presente en Michoacán: Toda
la Costa Grande, hasta Coyuca de Benitéz estaba ocupada por la lengua protocuitlateca, llegando por el
norte hasta Zirándaro. Por esta época la prototlapaneca se había replegado por el poniente hasta el
municipio de Acapulco y por el oriente hasta los municipios de Tlapa e Igualapa. Sus límites norte a sur
permanecían prácticamente igual que en el año 2 500 a. de C.” (Raúl Vélez Calvo, Volumen I, 1998; 157).
“1500 años a. C. LOS PURHÉPECHAS EXPULSAN A LOS CUITLATECAS DEL ACTUAL
ESTADO DE MICHOACÁN. Para el año 1500 a C., los purhépechas o tarascos ya habían expulsado a
los cuitlatecas del actual estado de Michoacán, los cuales se vieron en la necesidad de ocupar toda la
Costa Grande, hasta el municipio de Coyuca de Benítez; llegando por el norte hasta el municipio de
Zirándaro.” (Vélez Calvo, Raúl, Volumen I, 1998; 164-165).
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 152
“1500 años a. C. al 200 d. C. SISTEMAS DE TERRAZAS. Otra forma de retener la humedad y
la fertilidad de los suelos, se hizo mediante la creación de terrazas en las laderas, y un tipo de presa
hecha en el interior y a lo ancho de barrancas y hondonadas. Con estas estructuras artificiales se
acondicionó el terreno para atenuar los efectos de la erosión y el deslave, aumentando el grosor y
contenidos de materia orgánica (Rojas;, 1989: 186). En la zona que rodea a Cocula, existen numerosas
terrazas de cultivo asociadas a los sitios arqueológicos ubicados en las partes más altas, muchas de
estas terrazas se encuentran ya en desuso, otras utilizadas como potreros, y otras más aparecen
acondicionadas con nuevos muros de contención y reforzando los sistemas constructivos prehispánicos
(Cabrera C., 1986b; 196), como actualmente se hace, combinando el cultivo de humedad cerca del río,
con los cultivos de temporal (idem), es posible que haya sucedido de manera similar antes de la
presencia española.”
“Las presas, conocidas también como trincheras y atajadizos, lama y bordo, etc., fueron
hechos con muros de piedra para retener los sedimentos del agua de lluvia, con cuyos depósitos se iban
formando las terrazas; algunas de estas estructuras tenían compuertas de salida o canales para poder
desalojar el exceso de agua (Rojas, op. Cit.: 191). Este tipo de terrazas quizás se utilizaron desde la
época olmeca, como lo sugiere el hallazgo de una estructura localizada a 450 metros aproximadamente
del Recinto de Teopantecuanitlán, en el municipio de Copalillo (Niederberger, 1986; 86). Esta
estructura (B, sitio 6), se encuentra como a 100 metros del río Balsas, en una zona de barrancas, y vista
en planta, es de forma semicircular con extensiones laterales rectos. Los restos midieron 4.40 metros de
largo por medio metro de alto y estaba hecho de cantos rodados, piedras irregulares y adobes o tepetates
unidos con barro, como parte del relleno se encontraron fragmentos de figurillas olmecas, navajillas de
obsidiana, mica y conchas (Niederberger, 1986:99), lo que podría situar a la construcción, de menos en el
periodo Formativo (entre 1500 a. de C. y 200 d. de C.).”
“De las herramientas más utilizadas para llevar a cabo las labores agrícolas, se pueden
mencionar: el uitzoctli, palo o bastón plantador, el uictli o coa de hoja, y las hachas (Rojas, op. Cit,:
214-226). El bastón plantador, que es común verlo todavía en La Montaña, por ejemplo, podía ser de
diferentes tamaños y materiales; hecho con maderas duras y resistentes, medía entre metro y medio y
tres metros de largo. La coa de hoja, también era hecha de madera resistente; un extremo del palo era
plano y se ensanchaba cerca de la punta hasta formar una figura más o menos triangular, Las hubo de
una sola pieza, o de dos, cuando la parte ancha era de cobre endurecido (idem); estas últimas quizás se
utilizaron en Tierra Caliente, en La Montaña y en Costa Chica, donde se han encontrado evidencias de
ese metal y datos de fuentes etnohistóricas. Ambos instrumentos eran utilizados tanto para sembrar
como para desyerbar. La coa de hoja, se ocupó en otras tareas además de la siembra. Se sabe de su
uso en la construcción, en obras hidráulicas como el desazolve de canales, e incluso en las artesanales
como la plumería. Las hachas de piedra, encontradas en múltiples excavaciones, eran de varios tamaños
y podían tener o no una garganta para poder sujetarlas al mango de madera.”
ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada.
CAPITULO IV 153
“Con ellas se iniciaba el corte de los árboles en los terrenos elegidos para la siembra; después
se quitaban las yerbas sin arrancar sus raíces (Rojas, op. cit.: 226) y por último se quemaba para fertilizar
los campos con sus cenizas. En una escena ritual del Códice Tudela (Folio 74r, en Rojas, 1989: 219), se
observan tres objetos agrícolas asociados a la petición de una novia: un hacha, una coa de hoja y un
mecapal, instrumentos comunes utilizados en la zona yope-tlapaneca.” (Jiménez García, Martínez
Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen 1, 1998; 103 – 104).
“1 400 años a. C. TLATILCO. Época más antigua de Tlatilco a la que corresponden la figurillas
de mujeres desnudas, ornamentadas con pintura y joyas.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e
Historia, Internet, 2002).
1 200 A. DE C. A 400 AÑOS A. DE C. PERIODO PRECLÁSICO MEDIO.
“En sitios favorables se produjeron importantes cambios tecnológicos, principalmente en la
agricultura: represas, canales, terrazas y otros sistemas de control de aguas. Variedad de plantas
domésticas. Perfeccionamiento de la cerámica y de la talla de piedras. Inicio de la especialización en la
producción y refinamiento en la elaboración de bienes de prestigio. Diferenciación social y surgimiento de
jerarquías por linaje. Diferenciación en el tamaño de las aldeas y jerarquización entre las mismas.
Aumento en el intercambio de materias primas, productos e ideas entre aldeas y regiones. Intercambio de
bienes de prestigio entre las elites. Construcción de grandes plazas y de templos sobre plataformas
elevadas. Surgimiento del calendario y la escritura. Escultura religiosa. Predominio en Mesoamérica del
fenómeno olmeca, presente en sociedades de distintas etnias y diferentes niveles de desarrollo.” (Alfredo
López Austin y Leonardo López Luján, “Arqueología Mexicana”, mayo - junio 2000; 20).
“1 200 años a. C. ÉPOCA TEMPRANA DE TLATILCO. Es cuando ocurrió el contacto con los
olmecas. Esta etapa es notable porque se produjeron en cerámica jugadores de pelota, brujos, músicos,
enanos, jorobados y mujeres grávidas. Se comprobó que enterraban a sus muertos cerca de las chozas o
en cementerios, en compañía de perros sacrificados y ofrendas, además rendían culto a la fertilidad de la
tierra y concibieron el principio dual de la vida y la muerte. Estaban organizados en clanes totémicos y
practicaban la magia y la hechicería. A juzgar por una construcción que debió ser el basamento de un
templo hecho con materiales perecederos, debieron aparecer en ese periodo la casta sacerdotal y, en
consecuencia, las clases sociales.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002).
“1 000 años a. C. SISTEMAS AGRÍCOLAS. Después de haber conocido algunos vestigios
culturales de los antiguos guerrerenses, podemos tratar otros aspectos, como por ejemplo, el medio
ambiente y la manera en que nuestros antepasados hicieron frente a él para obtener sus recursos
económicos y, principalmente alimenticios.”
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 4 libro zacatollan una hist...   copia

Más contenido relacionado

Destacado

Destacado (20)

Gabo
GaboGabo
Gabo
 
Conexiones aluminio
Conexiones aluminioConexiones aluminio
Conexiones aluminio
 
Carrera solidaria
Carrera solidariaCarrera solidaria
Carrera solidaria
 
Fresh ebook
Fresh ebookFresh ebook
Fresh ebook
 
Agenda Visita de Coordinadores Regionales EUS
Agenda Visita de Coordinadores Regionales EUSAgenda Visita de Coordinadores Regionales EUS
Agenda Visita de Coordinadores Regionales EUS
 
Lte presentacion
Lte presentacionLte presentacion
Lte presentacion
 
Libro analisis y diseño estructurado (completo)
Libro analisis y diseño estructurado (completo)Libro analisis y diseño estructurado (completo)
Libro analisis y diseño estructurado (completo)
 
Alfabetización informática (1)
Alfabetización informática (1)Alfabetización informática (1)
Alfabetización informática (1)
 
Ăn chay & chay tịnh
Ăn chay &  chay tịnhĂn chay &  chay tịnh
Ăn chay & chay tịnh
 
How To Speak To Them On Their Wavelength
How To Speak To Them On Their WavelengthHow To Speak To Them On Their Wavelength
How To Speak To Them On Their Wavelength
 
Comenzar
ComenzarComenzar
Comenzar
 
La Comunicación. Módulo 4
La Comunicación. Módulo 4La Comunicación. Módulo 4
La Comunicación. Módulo 4
 
Presentacion alfin jcse
Presentacion alfin jcsePresentacion alfin jcse
Presentacion alfin jcse
 
El grupo nominal
El grupo nominalEl grupo nominal
El grupo nominal
 
Boletín de aniversario de radio guija
Boletín de aniversario de radio guijaBoletín de aniversario de radio guija
Boletín de aniversario de radio guija
 
Hoyquehemuerto
HoyquehemuertoHoyquehemuerto
Hoyquehemuerto
 
Week #7
Week #7Week #7
Week #7
 
El grupo nominal
El grupo nominalEl grupo nominal
El grupo nominal
 
Garun odoleztatzea
Garun odoleztatzeaGarun odoleztatzea
Garun odoleztatzea
 
How DevOps is Transforming IT, and What it Can Do for Academia
How DevOps is Transforming IT, and What it Can Do for AcademiaHow DevOps is Transforming IT, and What it Can Do for Academia
How DevOps is Transforming IT, and What it Can Do for Academia
 

Similar a Capítulo 4 libro zacatollan una hist... copia

Capítulo 3 libro zacatolan, una historia
Capítulo 3 libro zacatolan, una historiaCapítulo 3 libro zacatolan, una historia
Capítulo 3 libro zacatolan, una historiaCesar Adame
 
Mesopotamia vs mesoamerica
Mesopotamia vs mesoamericaMesopotamia vs mesoamerica
Mesopotamia vs mesoamericaAngela Tercero
 
Tarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTRE
Tarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTRETarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTRE
Tarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTREGuile Gurrola
 
Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...
Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...
Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...Cesar Adame
 
Historia del Perú - Armando Flores.pdf
Historia del Perú - Armando Flores.pdfHistoria del Perú - Armando Flores.pdf
Historia del Perú - Armando Flores.pdfSemiraRojas
 
Un fabuloso viaje al pasado.
Un fabuloso viaje al pasado.Un fabuloso viaje al pasado.
Un fabuloso viaje al pasado.sjosem
 
Periodo prehispanico
Periodo prehispanicoPeriodo prehispanico
Periodo prehispanicoinsucoppt
 
CLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCAS
CLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCASCLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCAS
CLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCASAlex Hernandez Torres
 
Historia del arte
Historia del arteHistoria del arte
Historia del artecasteban
 
Corredor Mediterraneo
Corredor Mediterraneo Corredor Mediterraneo
Corredor Mediterraneo Isa Rezmo
 
III Civilizaciones Mesoamericanas Y Andinas
III Civilizaciones Mesoamericanas Y AndinasIII Civilizaciones Mesoamericanas Y Andinas
III Civilizaciones Mesoamericanas Y Andinas1patagonia
 
8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-p8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-pShirley Izaga
 
8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-p8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-pDelmaflo
 
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiiUnidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiilsarturo
 

Similar a Capítulo 4 libro zacatollan una hist... copia (20)

Capítulo 3 libro zacatolan, una historia
Capítulo 3 libro zacatolan, una historiaCapítulo 3 libro zacatolan, una historia
Capítulo 3 libro zacatolan, una historia
 
Mesopotamia vs mesoamerica
Mesopotamia vs mesoamericaMesopotamia vs mesoamerica
Mesopotamia vs mesoamerica
 
8 1proceso
8 1proceso8 1proceso
8 1proceso
 
Tarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTRE
Tarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTRETarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTRE
Tarea para vacaciones de semana santa 2DO. SEMESTRE
 
Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...
Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...
Capítulo 2 libro zacatollan, una historia jamas...
 
Separata
Separata Separata
Separata
 
Historia del Perú - Armando Flores.pdf
Historia del Perú - Armando Flores.pdfHistoria del Perú - Armando Flores.pdf
Historia del Perú - Armando Flores.pdf
 
Los códices prehispánicos 2019
Los códices prehispánicos        2019Los códices prehispánicos        2019
Los códices prehispánicos 2019
 
Un fabuloso viaje al pasado.
Un fabuloso viaje al pasado.Un fabuloso viaje al pasado.
Un fabuloso viaje al pasado.
 
Proceso de la realidad regional y local
Proceso de la realidad regional y localProceso de la realidad regional y local
Proceso de la realidad regional y local
 
Etapas de la Historia Precolombina
Etapas de la Historia PrecolombinaEtapas de la Historia Precolombina
Etapas de la Historia Precolombina
 
Periodo prehispanico
Periodo prehispanicoPeriodo prehispanico
Periodo prehispanico
 
CLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCAS
CLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCASCLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCAS
CLASES DE HISTORIA. INICIO HASTA INCAS
 
Historia del arte
Historia del arteHistoria del arte
Historia del arte
 
Corredor Mediterraneo
Corredor Mediterraneo Corredor Mediterraneo
Corredor Mediterraneo
 
Primeros habitantes 2
Primeros habitantes 2Primeros habitantes 2
Primeros habitantes 2
 
III Civilizaciones Mesoamericanas Y Andinas
III Civilizaciones Mesoamericanas Y AndinasIII Civilizaciones Mesoamericanas Y Andinas
III Civilizaciones Mesoamericanas Y Andinas
 
8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-p8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-p
 
8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-p8 3 contexto historico c-p
8 3 contexto historico c-p
 
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiiUnidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
 

Más de Cesar Adame

El reino de_zacatollan_y_sus_animales
El reino de_zacatollan_y_sus_animalesEl reino de_zacatollan_y_sus_animales
El reino de_zacatollan_y_sus_animalesCesar Adame
 
Capítulo 9 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 9 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 9 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 9 libro zacatollan una hist... copiaCesar Adame
 
Capítulo 8 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 8 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 8 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 8 libro zacatollan una hist... copiaCesar Adame
 
Capítulo 7 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 7 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 7 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 7 libro zacatollan una hist... copiaCesar Adame
 
Capítulo 6 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 6 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 6 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 6 libro zacatollan una hist... copiaCesar Adame
 
Capítulo 5 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 5 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 5 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 5 libro zacatollan una hist... copiaCesar Adame
 
Capítulo 1 libro zacatollan una historia...
Capítulo 1 libro zacatollan una historia...Capítulo 1 libro zacatollan una historia...
Capítulo 1 libro zacatollan una historia...Cesar Adame
 
Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...
Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...
Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...Cesar Adame
 
ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.
ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.
ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.Cesar Adame
 
PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-
PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-
PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-Cesar Adame
 

Más de Cesar Adame (10)

El reino de_zacatollan_y_sus_animales
El reino de_zacatollan_y_sus_animalesEl reino de_zacatollan_y_sus_animales
El reino de_zacatollan_y_sus_animales
 
Capítulo 9 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 9 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 9 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 9 libro zacatollan una hist... copia
 
Capítulo 8 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 8 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 8 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 8 libro zacatollan una hist... copia
 
Capítulo 7 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 7 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 7 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 7 libro zacatollan una hist... copia
 
Capítulo 6 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 6 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 6 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 6 libro zacatollan una hist... copia
 
Capítulo 5 libro zacatollan una hist... copia
Capítulo 5 libro zacatollan una hist...   copiaCapítulo 5 libro zacatollan una hist...   copia
Capítulo 5 libro zacatollan una hist... copia
 
Capítulo 1 libro zacatollan una historia...
Capítulo 1 libro zacatollan una historia...Capítulo 1 libro zacatollan una historia...
Capítulo 1 libro zacatollan una historia...
 
Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...
Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...
Capítulo 0 portada de Zacatollan una historia de la desembocadura del río de ...
 
ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.
ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.
ZACATOLLAN Una Historia de la Desembocadura del Río de las Balsas Jamás Contada.
 
PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-
PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-
PRESENTACIÓN CRUZ ROJA-PORTAL-PORTAL RACMA-
 

Último

TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxlclcarmen
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxMaritzaRetamozoVera
 
Cuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdf
Cuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdfCuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdf
Cuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdfNancyLoaa
 
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptxACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptxzulyvero07
 
CLASE - La visión y misión organizacionales.pdf
CLASE - La visión y misión organizacionales.pdfCLASE - La visión y misión organizacionales.pdf
CLASE - La visión y misión organizacionales.pdfJonathanCovena1
 
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSOCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSYadi Campos
 
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circularLey 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circularMooPandrea
 
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docxPLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docxlupitavic
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dstEphaniiie
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...JonathanCovena1
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptxdeimerhdz21
 
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMarjorie Burga
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxYadi Campos
 
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativoHeinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativoFundación YOD YOD
 
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...JAVIER SOLIS NOYOLA
 
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOSTEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOSjlorentemartos
 
Ecosistemas Natural, Rural y urbano 2021.pptx
Ecosistemas Natural, Rural y urbano  2021.pptxEcosistemas Natural, Rural y urbano  2021.pptx
Ecosistemas Natural, Rural y urbano 2021.pptxolgakaterin
 

Último (20)

TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
 
Cuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdf
Cuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdfCuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdf
Cuaderno de trabajo Matemática 3 tercer grado.pdf
 
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptxACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
ACUERDO MINISTERIAL 078-ORGANISMOS ESCOLARES..pptx
 
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptxPower Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
 
CLASE - La visión y misión organizacionales.pdf
CLASE - La visión y misión organizacionales.pdfCLASE - La visión y misión organizacionales.pdf
CLASE - La visión y misión organizacionales.pdf
 
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSOCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
 
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circularLey 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
 
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docxPLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes d
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
 
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
 
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativoHeinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
 
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
 
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOSTEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
TEMA 13 ESPAÑA EN DEMOCRACIA:DISTINTOS GOBIERNOS
 
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronósticoSesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
 
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
 
Ecosistemas Natural, Rural y urbano 2021.pptx
Ecosistemas Natural, Rural y urbano  2021.pptxEcosistemas Natural, Rural y urbano  2021.pptx
Ecosistemas Natural, Rural y urbano 2021.pptx
 

Capítulo 4 libro zacatollan una hist... copia

  • 1. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 116 CAPÍTULO IV 2 500 AÑOS A. C. HASTA EL AÑO 1515 D. C., EN LA REGIÓN DEL MEDIO Y BAJO BALSAS, COSTA DE MICHOACÁN Y PARTE COLINDANTE DE LA COSTA GRANDE DE GUERRERO. 2 500 AÑOS A. C. A 150/200 AÑOS D. C. PERIODO PRECLÁSICO Y 2 500 A 1 200 AÑOS A. C. PERIODO PRECLÁSICO TEMPRANO, 117. - REGIÓN DEL MEDIO BALSAS Y BAJO BALSAS, 120. – 2 500 AÑOS A. C. CORRIENTES LINGÜÍSTICAS EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO DE LAS BALSAS, 121. - LOS LITORALES DE COLIMA, MICHOACÁN Y GUERRERO, TERRITORIOS DE TRÁNSITO DE INFLUENCIAS CULTURALES DE MESOAMÉRICA, CENTRO Y SUDAMÉRICA, 134. - ¿DE DONDE TOMÓ SU NOMBRE EL RÍO DE LAS BALSAS?, 136. - LA COSTA DE MICHOACÁN EN EL PERIODO PRECLÁSICO, 139. - PROBABLE COMUNICACIÓN COSTERA, DESDE COLIMA HASTA GUATEMALA, CENTRO Y SUDAMÉRICA, 144. - LOS OLMECAS GUERRERENSES, 146. - 1200 A. C. A 400 AÑOS A. C. PERIODO PRECLÁSICO MEDIO, 153. – 400 AÑOS A. C. A 150 / 200 AÑOS D. C. PERIODO PRECLÁSICO TARDÍO, 159. - 150 / 200 A 900 AÑOS D. C. PERIODO CLÁSICO Y 150 / 200 A 650 AÑOS D. C. PERÍODO CLÁSICO TEMPRANO, 165. - LOS CENTROS DE POBLACIÓN DE LA COSTA MICHOACANA ESTUVIERON DESCONECTADOS DEL RESTO DE LAS CULTURAS MESOAMERICANAS, 165. – 650 A 900 AÑOS D. C. PERIODO CLÁSICO TARDÍO, 172. - 900 A 1520 AÑOS D. C. PERIODO POSCLÁSICO, 182. – 900 A 1 200 AÑOS D. C. POSCLÁSICO TEMPRANO, 183. - MEXICAS O MEXICANOS, 191. - 1200 A 1520 AÑOS D. C. PERÍODO POSCLÁSICO TARDÍO, 200. - LOS PURHÉPECHAS, 201. – 1201 AL 1400 D. C. PRIMER PERIODO PURHÉPECHA, 224. – 1401 AL 1450 D. C. SEGUNDO PERIODO PURHÉPECHA, 227. - 1451 A 1530 D. C. TERCER PERIODO PURHÉPECHA. 236. - REGISTROS DE SISMOS EN LA REGIÓN, 238. - MELCHOR OCAMPO DEL BALSAS (CD. Y PTO. LÁZARO CÁRDENAS, MICH.), IDENTIFICADO COMO EL ANTIGUO HUEYTLACO. 248. - 1460 D. C., EL DELTA DEL RÍO DE LAS BALSAS DISPUTADO POR MEXICAS Y TARASCOS, A FINALES DEL ÚLTIMO PERÍODO PREHISPÁNICO, 260. - ZACATULA ES MENCIONADO EN LA MATRICULA DE TRIBUTOS Y EN EL CÓDICE MENDOCINO, 269. - 1497 / 1498 D. C., AHUIZOTL CONQUISTA LA COSTA GRANDE DE GUERRERO, 279. - FORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN CIVIL “RESGUARDO ARQUEOLÓGICO DE LA COSTA MICHOACANA (RAMA)”, 295. - ÚLTIMAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA REGIÓN POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA AUTOPISTA MORELIA – LÁZARO CÁRDENAS. (1998-2004), 304. – BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO IV, 333. ILUSTRACIÓN INICIO DEL CAPÍTULO IV: “Diseño iconográfico de una de las vasijas del sitio (033) en Barranca de Marmolejo, Zacatula, municipio de La Unión, Gro., (Salvador Pulido Méndez, Datos para la historia de la desaparecida Zacatula, “El pasado arqueológico de Guerrero”, INAH-Gobierno del estado de Guerrero-Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2002; 318).
  • 2. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 117 2 500 A. C. A 150/200 AÑOS D. C. PERIODO PRECLÁSICO Y 2 500 A. C. A 1 200 AÑOS A. C. PERIODO PRECLÁSICO TEMPRANO. “Inicio del sedentarismo agrícola y de la cerámica. Cultivo de temporal. Incremento del número de miembros de los grupos humanos. Concentración en caseríos y aldeas que no rebasan una veintena de chozas. Homogeneidad del grupo. Organización tribal igualitaria. Producción interna de la mayor parte de los bienes de subsistencia, aunque existía el intercambio entre aldeas. Religión manifiesta en entierros bajo los pisos de las habitaciones.” (Alfredo López Austin y Leonardo López Luján, “Arqueología Mexicana”, Vol. VIII, Núm. 43, mayo - junio 2000; 19). “2, 500 años a. C. APARECE LA CERÁMICA. Aparecieron las primeras piezas de cerámica del México central y se comenzó a tejer el algodón en diseños muy complejos, aunque los materiales más comunes empleados en los tejidos eran las fibras de yuca o agave.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002). LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS RESPETABAN A LA MUERTE. “La muerte es un hecho incontrovertible. Todo ser biológico transita por los cuatro pasos que le son propios: nacer, crecer, reproducirse y morir. Cuando el hombre cobra conciencia de lo anterior, su primer impulso lo lleva a negarse a morir, a trascender, y a partir de ahí crea los lugares adonde irá después de la muerte. Vano intento por evitar lo inevitable.” “Como he dicho en otra ocasión: …el hombre se niega a morir, a dejar de ser, y busca trascender de alguna manera después de la muerte y otra vez vuelve a convertirse en el gran hacedor: asegura su trascendencia al crear los diversos lugares adonde irá después de la muerte. Y es aquí donde hacen su presencia plena, total, los dioses de la muerte. El hombre ha logrado, en su temor y grandeza, arrebatarle la vida a la muerte y hacerla llegar al más allá, aunque la muerte, socarrona se muera de risa… (Matos, 1987).” “Los pueblos mesoamericanos no fueron ajenos a esto. A lo largo de su historia nos han dejado buen número de evidencias (entierros, figuras, ofrendas, mitos, poesías...) que nos hablan de las prácticas funerarias y de la necesidad de trascender al más allá.” “Para estudiar esas evidencias recurriremos a los datos que nos proporcionan la arqueología, la antropología física y la Etnohistoria a partir del momento en que el hombre depende fundamentalmente de la agricultura, ya que contamos con poca información sobre el tema respecto a la etapa más antigua del hombre cazador – recolector. Con la agricultura surgen nuevos instrumentos; la tierra y el agua cobran importancia y el calendario se regula por las estaciones de lluvias y de secas.” “El hombre crea nuevas formas de organización social y se establece en lugares propicios, lo que da pie a los primeros asentamientos permanentes conocidos.”
  • 3. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 118 “A partir de este momento estamos ante la presencia de lo que podríamos considerar una visión dual del mundo circundante, concepto que tendría mucha importancia en el México prehispánico que se concibió a partir de la observación que el hombre hace de la naturaleza, al ver que una parte del año cuenta con lluvia, gracias a la cual las plantas germinan, en tanto que la otra corresponde a la temporada de secas, en que todo muere. El ciclo constante vida – muerte está dado.” Fig. 60. Entierro 165. Tlatilco, Estado de México. (Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18). “PRECLÁSICO. Desde estos tempranos tiempos (2 500 – 0 a. de C.) vemos evidencias del trato que se da al individuo después de la muerte. Contamos con un buen número de enterramientos provenientes de distintos lugares del ámbito mesoamericano que nos hablan de lo anterior, si bien es necesario establecer una diferencia entre la manera en que se entierra cotidianamente a los muertos y aquellas prácticas en que el individuo se utiliza como parte de un ritual propiciatorio, de acompañante, etc. Según Romano (1974), en el Preclásico predominaban los entierros directos, primarios y con ofrenda funeraria, y la posición más común del cuerpo era la extendida, ya sea en decúbito dorsal (boca arriba), en decúbito ventral (boca abajo), en decúbito lateral derecho (sobre el costado derecho) o en decúbito lateral izquierdo (sobre el costado izquierdo). De los primeros tenemos ejemplos en El Arbolillo, estado de México; en Gualupita, Morelos y en El Viejón, Veracruz. En este último lugar se encontró un esqueleto con la particularidad de que estaba mutilado de pies y manos.” “ENTIERRO DIRECTO. Es aquel en que el cuerpo o cuerpos son colocados en un agujero hecho en la tierra para este fin.” “ENTIERRO PRIMARIO. Es aquel en el cual el esqueleto guarda su relación anatómica, sin haber sido removido. Incluye secciones del cuerpo que fueron enterradas como parte de la ofrenda o por otras razones, pero conservan su relación anatómica.”
  • 4. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 119 Fig. 61. Entierro 175. Tlatilco, Estado de México. (Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18) “ENTIERRO SECUNDARIO. En él los restos fueron colocados originalmente con carácter primario, y posteriormente fueron removidos, lo que ocasionó un reagrupamiento en el que se pierde la relación anatómica. Los osarios quedan comprendidos en esta clase, al igual que las partes óseas colocadas muy posteriormente, cuando no tenían ya partes blandas.” “ENTIERROS INCINERADOS. Alberto Ruz y Arturo Romano consideran la incineración como entierro secundario. Nosotros lo incluimos como una clase aparte, ya que dicha práctica tiene la intención de quemar al individuo y colocar sus restos óseos o las cenizas en un recipiente.” (Eduardo Matos, Prácticas funerarias del México prehispánico, “Arqueología Mexicana”, Vol. VII, Núm. 40, noviembre y diciembre, 1999; 18). “Nos vienen a la memoria sitios como Tlatilco, en el estado de México, en donde por muchos años se llevaron a cabo excavaciones que proporcionaron una rica información. Ubicado cronológicamente hacia el año 1 000 a. C., en este lugar tenemos evidencias del predominio de entierros extendidos y, en menor número, de flexionados. Estos últimos también se han localizado en Cerro del Tepalcate, estado de México; en Chiapa de Corzo, Chiapas, y en Chupícuaro, Guanajuato, entre otros sitios.” “Sabemos del uso de formaciones troncocónicas, es decir, de excavaciones practicadas en la tierra en las que se encontraron individuos sepultados, como en Tlatilco y Cuicuilco, D. F. En este último asentamiento hay presencia de entierros múltiples en forma radial, alrededor del basamento circular. Y ya que hablamos de entierros múltiples, los hay con varios cuerpos colocados con relación a un personaje principal, como los de Chupícuaro, que están ubicados alrededor de hogares sin una orientación precisa. En el Occidente de México se han hallado tumbas de tiro practicadas en el tepetate, con una o varias cámaras, como en El Opeño, Michoacán.”
  • 5. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 120 “En el Preclásico también hay evidencias de entierros irregulares, además de los llamados secundarios. Algunos de estos últimos presentan muestras de haber sido sometidos a la acción del fuego (Romano, 1974). Resulta interesante comprobar que desde este momento tenemos la presencia del concepto vida - muerte, lo que es evidente en la pequeña máscara de barro procedente de Tlatilco, en la que podemos ver que la mitad del rostro está descarnada (se aprecia la cuenca del ojo vacía, así como los huesos de la cara), en tanto que la otra mitad tiene carne y una parte de la lengua aflora entre los labios. Por cierto que las primeras representaciones de esqueletos o de cráneos corresponden al Preclásico. Un ejemplo magnífico lo tenemos en la Estela 50 de Izapa, Chiapas (ca. 300 a. C.), en la que vemos un esqueleto sentado que parece tener una máscara sobre el rostro, y de cuyo vientre surge un elemento que nos recuerda un cordón umbilical, el cual remata en la pequeña figura de un personaje, símbolo evidente de que de la muerte deviene la vida, al igual que después de la temporada de secas va a continuar la temporada de lluvias, como parte del ciclo constante de vida - muerte – vida. Vale la pena señalar que en la cultura olmeca, primera cultura compleja profundamente estratificada y tan pródiga en esculturas de piedra, no hay la representación de cráneos o esqueletos. Sin embargo, no falta quien identifica como dios de la muerte (Dios VIII) la representación de una cara con un ojo cerrado y un supuesto colmillo que se encuentra en la escultura conocida como el Señor de las Limas, Veracruz, aunque si vemos con detenimiento el perfil, no creemos que haya elementos para afirmarlo (Joralemon, 1971).” (Eduardo Matos Moctezuma, Costumbres funerarias en Mesoamérica, “Arqueología Mexicana”, Vol. VII, Núm. 40, noviembre y diciembre, 1999; 12-13). REGIÓN DEL MEDIO BALSAS Y BAJO BALSAS. “A partir de los restos materiales, se intentó recrear parte de la dinámica cultural de algunos grupos sociales que nos precedieron, considerando sobre todo tres aspectos: los utensilios cotidianos, la alimentación y la economía, aspectos que se han ido descubriendo gracias sobre todo a los proyectos de salvamentos arqueológicos realizados en las zonas de embalse de las Presas Adolfo López Mateos El Infiernillo, (Lorenzo, 1964; González C., 1978), José Ma. Morelos La Villita, (González y Medina, 1967), El Caracol (Rodríguez, 1982 y 1984; Rodríguez y García Cook, 1982) y Palos Altos (Castillo, 1967).” ”Otros estudios no menos importantes que han cubierto amplias áreas, han sido los Proyectos Mezcala (Paradis, 1983), Ixtapa - Zihuatanejo – Petatlán (Manzanilla, 1987), Renacimiento (Cabrera G., 1984), Coatlán (Arana, 1990) y Cocula (Cabrera C., 1986b.)” “Estos trabajos han motivado que los resultados se presenten a partir de las regiones exploradas y no de regiones culturales definidas. Por ejemplo, al hablar de los asentamientos humanos ubicados en las presas de El Infiernillo y La Villita, se dice Región del Bajo Balsas, mientras que la extensa área que abarca desde la desembocadura del Balsas, subiendo hacia el norte por Tierra Caliente y hasta Teloloapan, se le llamó Balsas Medio, área de donde procede el material cerámico que estudió Florencia Muller, 1979:6), quien quizás se basó en el trabajo pionero de Eduardo Noguera (1975: 397-401).”
  • 6. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 121 Fig. 62. Mapa del Alto, Medio y Bajo Balsas. (Comisión del Río Balsas, 1969). “Por otra parte, se tiene el propósito - al igual que otros estudiosos - de plantear algunas características que fueran útiles para esbozar regiones culturales, a partir de las cuales se empezaran a definir grupos sociales con persistencia a través del tiempo, entendiendo como grupo social aquella población humana que comparte un número significativo de elementos culturales comunes, ya sean costumbres, lengua, religión, ideología, organización social, etcétera. Desafortunadamente y a pesar del esfuerzo de muchos arqueólogos, aún hacen falta múltiples datos que permitan conocer esos grupos sociales. La participación y contribución de profesionistas, autoridades estatales y municipales, así como de la población en general para proteger el patrimonio cultural de Guerrero (y Michoacán), hará posible el avance significativo en el conocimiento de nuestros antepasados, para beneficio de todos al comprender nuestro presente.” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen I, 1998; 25 – 26). 2 500 AÑOS A.C., CORRIENTES LINGÜÍSTICAS EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO DE LAS BALSAS. “Un rasgo cultural que puede dar idea de la persistencia en el tiempo de un asentamiento humano es su lengua. Dos ramas de la lingüística, la léxico estadística y la glotocronología (La lexicoestadística es un método comparativo de la lingüística que permite calcular el grado de
  • 7. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 118 “A partir de este momento estamos ante la presencia de lo que podríamos considerar una visión dual del mundo circundante, concepto que tendría mucha importancia en el México prehispánico que se concibió a partir de la observación que el hombre hace de la naturaleza, al ver que una parte del año cuenta con lluvia, gracias a la cual las plantas germinan, en tanto que la otra corresponde a la temporada de secas, en que todo muere. El ciclo constante vida – muerte está dado.” Fig. 60. Entierro 165. Tlatilco, Estado de México. (Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18). “PRECLÁSICO. Desde estos tempranos tiempos (2 500 – 0 a. de C.) vemos evidencias del trato que se da al individuo después de la muerte. Contamos con un buen número de enterramientos provenientes de distintos lugares del ámbito mesoamericano que nos hablan de lo anterior, si bien es necesario establecer una diferencia entre la manera en que se entierra cotidianamente a los muertos y aquellas prácticas en que el individuo se utiliza como parte de un ritual propiciatorio, de acompañante, etc. Según Romano (1974), en el Preclásico predominaban los entierros directos, primarios y con ofrenda funeraria, y la posición más común del cuerpo era la extendida, ya sea en decúbito dorsal (boca arriba), en decúbito ventral (boca abajo), en decúbito lateral derecho (sobre el costado derecho) o en decúbito lateral izquierdo (sobre el costado izquierdo). De los primeros tenemos ejemplos en El Arbolillo, estado de México; en Gualupita, Morelos y en El Viejón, Veracruz. En este último lugar se encontró un esqueleto con la particularidad de que estaba mutilado de pies y manos.” “ENTIERRO DIRECTO. Es aquel en que el cuerpo o cuerpos son colocados en un agujero hecho en la tierra para este fin.” “ENTIERRO PRIMARIO. Es aquel en el cual el esqueleto guarda su relación anatómica, sin haber sido removido. Incluye secciones del cuerpo que fueron enterradas como parte de la ofrenda o por otras razones, pero conservan su relación anatómica.”
  • 8. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 123 LA LENGUA CUITLATECA. “Como ya se dijo anteriormente, se había considerado que la lengua cuitlateca formaba, por sí misma, la familia lingüística cuitlateca; sin embargo, estudios más recientes le encuentran parentesco con la lengua náhuatl, habiéndose por tal motivo cambiado el nombre de este último grupo por el de nahua-cuitlateca. Confirmando esto nos dice Manrique que….es posible que hubiera anteriormente en la región otros idiomas de la misma familia, tal vez algunos de los que solamente sabemos el nombre, y que la expansión de los cuitlatecas primero y después el enfrentamiento que en sus terrenos tuvieron los mexicas y los tarascos las hayan hecho desaparecer. No tiene el cuitlateco parientes lingüísticos cercanos: parece que tiene cierta lejana afinidad con la familia yutoazteca y con la familia centroamericana y sudamericana, la chibcha. Desde principios de este siglo se aceleró la desaparición del cuitlateco, sustituido por el español (Leonardo Manrique Castañeda (coord.), op. cit., p.71).” (Raúl Vélez Calvo, Volumen I, 1998:170-171). “2 500 años a. C., MOVIMIENTO DE LAS FAMILIAS LINGÜÍSTICAS, LAS LENGUAS PROTOCUITLATECA Y PROTOTLAPANECA EN EL ESTADO DE GUERRERO. Se supone que hacia el año 2 500 a. C., coexistían en territorio guerrerense dos lenguas importantes: la protocuitlateca y la prototlapaneca, antecedentes de las lenguas cuitlateca y tlapaneca, respectivamente. La primera se hablaba al sureste de Michoacán y de ahí se introdujo al estado de Guerrero, ocupando inicialmente los municipios de Zirándaro, Coahuayutla, La Unión y José Azueta. La lengua prototlapaneca, se cree, ocupaba una área muy grande: por el norte llegaba hasta los municipios de Acapetlahuaya y Arcelia; por el sur hasta el Océano Pacífico; por el poniente hasta el municipio de Petatlán y por el oriente rebasaba los límites de los estados de Guerrero y Oaxaca en donde se estaba gestando la lengua prototlapaneca- subtiaba, una de cuyas ramas posteriormente se dirigiría hacia Centroamérica. La familia oaxaqueña penetraba al actual estado de Oaxaca, en tanto que la familia yutoazteca todavía no entraba en territorio nacional.” (Raul Vélez Calvo, Volumen I, 1998:155). Fig. 63. “Ubicación aproximada de las familias lingüísticas cerca del año 2 500 antes de nuestra era en el Estado de Guerrero”. (Tomado de Leonardo Manrique Castañeda, Atlas Cultural de México, Lingüística / Raúl Vélez Calvo, 1998: 156).
  • 9. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 124 “2 500 años a. C., ORÍGENES Y DESPLAZAMIENTOS HUMANOS DE LOS CUITLATECAS DESDE MICHOACÁN. En cuanto a los orígenes y desplazamientos humanos de los cuitlatecas, Manrique Castañeda, propone que vinieron del sureste de Michoacán, y por el año 2 500 a. de C., se introdujeron en territorio guerrerense, principalmente en los municipios de Zirándaro, Coahuayutla. La Unión y José Azueta.” (Raúl Vélez Calvo, Volumen I, 1998; 164). “2 400 años a. C., FASE PURRÓN EN TEHUACÁN, PUEBLA. Se encontraron los ejemplos más antiguos de cerámica de Mesoamérica.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002). Fig. 64. Arqueólogo José Arturo Oliveros Morales. (Foto del autor). TUMBAS DE TIRO. El arqueólogo José Arturo Oliveros Morales del Instituto Nacional de Antropología e Historia nos dice lo siguiente: “Entre las costumbres de los pueblos prehispánicos, el culto a los muertos y el ceremonial funerario tuvieron tal importancia que llegaron a ocupar un destacado lugar dentro de la religión y la organización social de entonces. Por las exploraciones arqueológicas, ahora se sabe que los muertos se enterraban debajo de los pisos de las casas, directamente sobre el suelo o envueltos en esteras; dentro de fosas de piedra; en grandes ollas de barro o bien en tumbas construidas exprofeso y ligadas a otras construcciones arquitectónicas, Esta última forma de entierro surgió especialmente en Mesoamérica, con el desarrollo de las ciudades y después del año 400 de nuestra era. No obstante, en el estado de Michoacán se han encontrado enterramientos en tumbas de un tipo especial y con una antigüedad mayor a la mencionada, lo cual le da a este dato una importante relevancia dentro de la historia regional.”
  • 10. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 125 “A diferencia de otras zonas en que las tumbas se construyeron fundamentalmente con piedras, las de Michoacán fueron talladas en el subsuelo de tepetate, aprovechando la plasticidad y al mismo tiempo la resistencia de este tipo de terreno. Se les conoce con el nombre de tumbas de tiro, ya que otra de sus particularidades es su forma de acceso: por medio de un pozo, tiro o pasillo escalonado el cual conduce a la(s) cámara(s) funerarias.” Fig. 65. TUMBAS DE TIRO. (Monografía del Estado de Michoacán, SEP, 1998: 49). “De igual importancia es la información diagnóstica ligada a este tipo de tumbas, ya que hasta la fecha sólo se han encontrado en México, en la región del Occidente de México (Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit). Sin embargo, también son conocidos los hallazgos reportados del noroeste sudamericano (Colombia, Ecuador y Perú), así de la Costa poniente de Centroamérica (Honduras y Panamá). Sin lugar a dudas, esta similitud ha permitido desarrollar sugerentes teorías sobre posibles relaciones a todo lo largo de la costa occidental americana, tal vez desde épocas muy remotas. Las tumbas de tiro de Michoacán fueron localizadas en la llamada zona de los valles del estado, dentro del municipio de Jacona y en un sitio arqueológico llamado El Opeño o El Lopeño (terreno de los López). Se han descubierto hasta el momento nueve tumbas (cinco en 1938 y cuatro en 1970), de las cuales sólo cuatro de ellas se encontraron intactas; el resto fueron halladas y destruidas accidentalmente. La desgracia para este tipo de entierros ha sido la insaciable ambición de saqueadores y coleccionistas, que han destruido más del 95 % de las tumbas localizadas especialmente en Colima, Jalisco y Nayarit, acrecentando así el mercado negro de las valiosas figuras que esos entierros contienen, pero creando mayor limitación para el estudio de tan importantes y desconocidos rasgos culturales. Por El Opeño se ha logrado precisar la existencia de este tipo de enterramientos en el occidente, dentro de un contexto arqueológico que data desde los 1 280 más o menos 80 años, de acuerdo con la información proporcionada por medio del carbono 14, aplicado sobre muestras de carbón vegetal procedentes de una de las tumbas exploradas.”
  • 11. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 126 “Esta importante antigüedad se ha podido corroborar años más tarde, con las fechas obtenidas de un sitio denominado Capacha en Colima, para el que se señala una cronología muy semejante a la de El Opeño, asociada a materiales cerámicos y otros elementos culturales también similares. Tal situación permite asegurar ahora que desde aproximadamente mil quinientos años antes de nuestra era, la zona de los Valles de Michoacán - entre otras - estuvo habitado por grupos de gente sedentaria que vivía en aldeas.” Fig. 66. “Lajas que cerraban la entrada a las tumbas excavadas en el tepetate. Seguramente se tenía la idea de remover esas lajas para efectuar nuevos entierros.” (J. Arturo Oliveros Morales; 125). “Estos pobladores tenían por costumbre enterrar a sus muertos de una manera muy peculiar inventada por ellos, o tal vez aprendida de otros en diferente región; esta influencia se extendió sobre la mayor parte de los pobladores del occidente mexicano quizá también de Sudamérica, quienes a lo largo de varios siglos (por lo menos de 400 hasta 900 d. C.), siguieron enterrando a sus muertos en tumbas similares o derivadas de aquellas de Jacona. Para tallar las tumbas en el tepetate se utilizaron cinceles de piedra y palos endurecidos con fuego. El acceso a ellas se hizo por medio de cuatro escalones que conducen a un pasillo que a la vez se comunica con la cámara funeraria a través de una puerta oblonga de escaso un metro de alto. La cámara es abovedada, igualmente en el mismo terreno, en forma ovalada e irregular, con un pasillo central y una banqueta a cada lado de éste, sobre las que se colocaron los cadáveres con sus respectivas ofrendas. La puerta de la cámara se tapó con una o más piedras lajas y varios pedruscos pequeños como retranque; después de cerrada la tumba, el pasillo de acceso y los escalones se rellenaron con tierra.”
  • 12. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 127 “El estudio de las tumbas de El Opeño, los restos humanos depositados en ellas y sus ofrendas correspondientes, han permito concretar las siguientes proposiciones: La gente que vivió allí durante esa época debió mantener una especial devoción por la muerte, ligada seguramente con algún culto a los antepasados y con fuerte arraigo familiar. Esto se desprende de la manera especial en que fueron hechas las tumbas, las cuales pudieron volverse a utilizar varias veces después del primer entierro y seguramente a lo largo de varios años. Puede afirmarse lo anterior en vista de que se hallaron restos humanos removidos hacia las orillas de las cámaras, pero también porque se encontró la evidencia de las últimas inhumaciones indicadas por entierros primarios en su posición final acompañados de sus ofrendas. En la tumba tres de 1970, por ejemplo, se localizaron los restos de 10 adultos, de entre los cuales solamente uno mantenía su relación anatómica; había además parte de los restos óseos de dos infantes.” Fig. 67. “Cráneo rescatado de la tumba 4,1970. Es evidente la deformación craneana practicada por la gente de El Opeño”. (J. Arturo Oliveros Morales; 126). “Las orientaciones de las nueve tumbas localizadas permite igualmente suponer que si la puerta de todas ellas daba al poniente, este punto cardinal debió mantener desde entonces cierta relación con el mundo de los muertos, la región por donde muere el sol. De la misma manera, si se considera que los enterramientos se construyeron uno al lado del otro y en hiladas, puede concluirse que esa gente tenía el concepto de un cementerio poco común en Mesoamérica, y por lo visto de gran antigüedad. La revisión de los restos óseos permite concluir que la gente enterrada aquí tenía en promedio una estatura de un metro con 70 cm., y que como patrón de belleza o norma estética practicaban la deformación craneana, quizás con propósitos sociales de prestigio, distinción u otros. Hay que mencionar igualmente la presencia de huellas de trepanación en uno de los cráneos de la tumba tres (1970), así como dos casos de cortes y perforaciones que pueden evidenciar prácticas quirúrgicas conocidas por ellos, ya que la absorción del hueso indica que los individuos atendidos continuaron vivos después de tal operación. No se detectaron huellas de mutilación dentaria ni de otro tipo de intervenciones.”
  • 13. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 128 “Entre las ofrendas que acompañaban a cada entierro, destacan los objetos de cerámica; figurillas y vasijas, con diferencias notables entre ellas, mismas que han abierto nuevas perspectivas para la investigación del sitio y la arqueología regional. La cerámica encontrada en las tumbas no representa por supuesto a la alfarería de uso diario (la doméstica), pero es una selección de los utensilios hechos especialmente para servir a los muertos en su otra vida. Tal cerámica consiste en cuencos sencillos y ollas chicas, decorados con líneas incisas, punzonado y con aplicaciones del mismo barro; muy similar a la encontrada en Tlatilco, Estado de México, sitio más o menos contemporáneo a El Opeño. Las ollas tienen decoración pintada al negativo, para lo cual se utilizó color rojo o negro, sobre el fondo natural del barro. A la fecha se desconoce el origen de esta técnica, en la que debe haberse utilizado cera de abejas, para preservar el color como se hace con el batik usado en la textilería indonesa. Igualmente, se ignora la antigüedad de esta técnica en América, pero puede aseverarse que desde la fecha de El Opeño esta decoración fue utilizada en Michoacán, de modo que es posible considerarla como el antecedente más antiguo de la estupenda cerámica tarasca diseñada con esta técnica.” Fig. 68. “Aún cuando las formas cerámicas localizadas dentro de las tumbas son sencillas, es importante destacar el uso del negativo o reservado como técnica decorativa.” (J. Arturo Oliveros Morales; 127). “Otro tipo cerámico descubierto aquí fue bautizado como Opeño rojo y guinda inciso, del cual es interesante resumir algunas de sus características culturales.” “1. Esta alfarería es muy similar, por los elementos formales que en general la componen, a otra localizada en el estado de Colima por la doctora Kelly (Isabel Kelly dedicó muchos años de su vida a buscar las evidencias más antiguas del occidente mexicano. En 1980 publicó su último libro sobre el material de Colima: Capacha; el cual ha permitido entender la realidad del Opeño), denominada Complejo Capacha. Su decoración consiste en aplicaciones de color rojo o guinda (con hemática especular) en zonas separadas del resto por líneas incisas y alternadas muy finas. Capacha tiene además formas especiales: ollas acinturadas como los bules, ollas superpuestas unidas por tubos de barro, dos o tres cuencos unidos por sus bordes y las asas vertederas en forma de estribos, como las tarascas y aún las sudamericanas.”
  • 14. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 119 Fig. 61. Entierro 175. Tlatilco, Estado de México. (Dibujo de Roberto García Moll, Arqueología Mexicana, noviembre y diciembre, 1999; 18) “ENTIERRO SECUNDARIO. En él los restos fueron colocados originalmente con carácter primario, y posteriormente fueron removidos, lo que ocasionó un reagrupamiento en el que se pierde la relación anatómica. Los osarios quedan comprendidos en esta clase, al igual que las partes óseas colocadas muy posteriormente, cuando no tenían ya partes blandas.” “ENTIERROS INCINERADOS. Alberto Ruz y Arturo Romano consideran la incineración como entierro secundario. Nosotros lo incluimos como una clase aparte, ya que dicha práctica tiene la intención de quemar al individuo y colocar sus restos óseos o las cenizas en un recipiente.” (Eduardo Matos, Prácticas funerarias del México prehispánico, “Arqueología Mexicana”, Vol. VII, Núm. 40, noviembre y diciembre, 1999; 18). “Nos vienen a la memoria sitios como Tlatilco, en el estado de México, en donde por muchos años se llevaron a cabo excavaciones que proporcionaron una rica información. Ubicado cronológicamente hacia el año 1 000 a. C., en este lugar tenemos evidencias del predominio de entierros extendidos y, en menor número, de flexionados. Estos últimos también se han localizado en Cerro del Tepalcate, estado de México; en Chiapa de Corzo, Chiapas, y en Chupícuaro, Guanajuato, entre otros sitios.” “Sabemos del uso de formaciones troncocónicas, es decir, de excavaciones practicadas en la tierra en las que se encontraron individuos sepultados, como en Tlatilco y Cuicuilco, D. F. En este último asentamiento hay presencia de entierros múltiples en forma radial, alrededor del basamento circular. Y ya que hablamos de entierros múltiples, los hay con varios cuerpos colocados con relación a un personaje principal, como los de Chupícuaro, que están ubicados alrededor de hogares sin una orientación precisa. En el Occidente de México se han hallado tumbas de tiro practicadas en el tepetate, con una o varias cámaras, como en El Opeño, Michoacán.”
  • 15. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 130 “a) Al primer grupo pertenecen las figurillas halladas en 1938, un poco toscas en su aspecto, con decoración pintada en colores rojo, negro y blanco, así como con aplicaciones de ojos, collares, tocados, vestidos, etc., hechas del mismo barro. Se advierten similitudes entre estas figuras y las procedentes del Altiplano Central, conocidas como preclásicas.” Fig. 71. “Por estas figurillas modeladas en barro y pintadas en colores blanco, amarillo, negro y rojo, se consignaron como preclásicos los primeros hallazgos de 1934 localizados en El Opeño, Michoacán.” (J. Arturo Oliveros Morales; 129). “b) El segundo lote lo integran las figuras más interesantes del conjunto, localizadas al centro de la tumba tres (1970) y depositadas en un pequeño montón. Sin lugar a dudas, fueron hechas para reproducir una escena que debió formar parte de la vida diaria de esos habitantes de El Opeño. Por su especial vestimenta y la dinámica de sus posiciones, hacen suponer que se trata de un equipo de jugadores de pelota y sus acompañantes: cinco hombres de pie con una protección acolchada en torno a una de sus pantorrillas y en las manos un bastón o macana para golpear la pelota, más tres figuras femeninas sentadas con actitud pasiva y en diferentes posturas. Todas portan, además, un tipo de casco que les baja por delante de las orejas y presentan otros rasgos corporales y de decoración, marcados con líneas incisas y punzonado, miden menos de 12 centímetros y conservan restos del color rojo. Es evidente que todo el lote fue modelado por el mismo artesano.” Fig. 72. “Conjunto de figurillas que ilustran una escena de juego de pelota .Por las fechas obtenidas por carbono se estima una antigüedad considerable para tal evento.” (J. Arturo Oliveros Morales; 130).
  • 16. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 131 “El interés principal de este grupo estriba en el juego que representa, ya que se trata de una modalidad completamente diferente al jugado con las caderas - llamado Ollamaliztli en náhuatl o tarandugua chanagua en tarasco - tan popular y difundido en tiempos precolombinos, mismo que se practicaba en canchas especiales, que fue visto por los conquistadores y que aún sobrevive en el noroeste del país. El juego de pelota con bastón también debe haberse difundido por varias regiones y seguramente corresponde al representado por las esculturas conocidas como bateadores (de Jalisco, Colima o Nayarit), pero que también aparecen en Teotihuacan, pintado en uno de los murales del Tlalocan. Aunque los bateadores y las pinturas pertenecen a una época tardía (400 a 900 d. C.), son sin duda la evidencia más clara de que el tipo de juego encontrado en El Opeño fue conocido por lo menos desde el año de 1 280 a. C. y propagado por lo pronto hasta Teotihuacan; es más, pudiera sobrevivir en la pelota de lumbre que se jugaba hasta hace poco en las cercanías del Lago de Cuitzeo.” “c) El tercer grupo quedó integrado por unas figurillas muy bellas y bastantes singulares; desafortunadamente se trata sólo de fragmentos de figuras sólidas, perfectamente modeladas de un barro de color crema, de grano muy fino y apariencia de caolin. Tienen pulimento brillante y sus rasgos anatómicos, vestimenta y decoración fueron hechas con base en punzonados, incisiones y aplicaciones de pastillaje. Solamente pudo completarse en forma parcial una de ellas de sexo masculino, de pie, con taparrabo, orejeras, tocado y con posibles escarificaciones en el pecho y en el único muslo que conserva. El resto del lote son fragmentos de unas ocho estatuillas femeninas, desnudas, más una cabeza de sexo desconocido con evidente deformación craneana y el cabello crespo definido por punzonado. Las claras y nítidas fracturas de los cuerpecillos de este último grupo sugieren que pudieron haber sido rotas al depositarse como ofrenda, en función de alguna costumbre desconocida. No han podido compararse con las figuras procedentes de otras regiones estudiadas hasta el momento; lo único que puede señalarse es que guardan estrecha relación con el material cerámico del Complejo Capacha - Opeño.” (a) (b) Fig. 73. “(a) Un lote de figurillas localizadas en la tumba 4 de la temporada de 1970, muestra elementos muy particulares tanto en su decoración punzonada e incisa, como en el fino acabado del pulimento. Fig. 74. “(b) Con esta pequeña escultura puede tener una idea clara de las características físicas de los pobladores de El Opeño”. (J. Arturo Oliveros Morales; 131).
  • 17. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 132 “Es muy posible que en este tipo de figurillas residan las raíces de inspiración de aquellas otras pequeñas esculturas, posteriores en el tiempo, de la zona Queréndaro - Zinapecuaro del propio estado. Un elemento más, que de momento queda aislado dentro de los materiales de El Opeño. Es la representación de una pierna antropomorfa (de 12 centímetros de alto) hueca y modelada en barro, obviamente fragmento de una escultura mayor. Este tipo de figuras se han encontrado en Colima. Edo. de México y Morelos, en los sitios ya mencionados y con una antigüedad similar.” “Para terminar la reseña de los materiales obtenidos de las tumbas, vale la pena señalar la presencia de cuatro objetos tallados en diferentes tipos de piedra, que igualmente fueron depositados como ofrenda.” “1. Un bastón o macana tallado en pizarra, de unos 43 centímetros de largo, con un borde externo de 5 centímetros y el interno de 2 centímetros, más una empuñadura. Aún cuando es desconocida la función de tal objeto, por su forma recuerda al instrumento que llevan las figurillas del grupo b - los jugadores de pelota -, mismo que pudo haber servido para golpear una bola de cuero, madera o hule, empuñado por uno de sus lados y sostenido con la otra mano como lo indican las figurillas. Este ejemplar tiene una decoración esgrafiada con restos de color rojo entre los diseños y apareció durante las exploraciones de 1938. Sin duda este dato puede llegar a redondear los conocimientos del juego de pelota con bastón.” “2. Un objeto en forma de U tallado en basalto, que ha recibido el nombre de yuguito o estribo; se encontró dentro de la tumba tres (1970) y se supone que fue utilizado para proteger los puños de un jugador de pelota, atado a una de sus manos. Pudiera ser que estos ejemplares de piedra representen los objetos originales hechos de madera o cuero, pero, hasta ahora es una suposición. Se les ha encontrado en los estados de México, Veracruz y Guerrero y uno en Honduras; algunos tienen una decoración muy elaborada en relieve.” “3. Un pectoral tallado en basalto en forma de carapacho de tortuga que tiene perforaciones bicónicas en cada una de sus cuatro esquinas, por donde seguramente se colgaba del cuello de su dueño. Posee además una decoración grabada en forma de cruz, con líneas paralelas que unen a las cuatro perforaciones entre sí. Se halló a un costado de uno de los entierros primarios.” “4. Una figurilla con las comisuras de los labios hacia abajo, labrada en piedra verdosa, descubierta en 1938 y considerada por aquel entonces como evidencia de que los olmecas de la costa del Golfo de México se habían adentrado en el occidente de la República. Hasta la fecha no puede decirse nada sobre tal influencia, excepto que en Guerrero, durante los últimos cuatro años, han aparecido elementos relacionados con aquellos grupos de la costa oriental mexicana.” “El resto de los materiales de ofrendas de El Opeño consisten en varias manos de mortero, un mortero completo, cinceles, puntas de proyectil en obsidiana, dos caracoles marinos y otros objetos menores tallados en diferentes piedras y en concha, pero sin mayor implicación cultural diagnóstica.”
  • 18. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 133 “Aunque pareciera imposible poder integrar todo el cuadro antropológico del grupo que vivió en El Opeño - varios siglos antes del presente - por el solo estudio de la manera en que tal pueblo enterró a sus muertos, sí resulta fundamental, en cambio, la cantidad de datos que pueden extraerse de esa costumbre. El Opeño ha señalado su entrada franca dentro de la historia local de Michoacán en particular y del occidente en general, pero abre además nuevos derroteros a la investigación de los logros culturales obtenidos por el hombre en su devenir histórico y las relaciones que mantuvo con otras áreas similares desde sus orígenes más remotos. En lugares como El Opeño se encierra la idea básica de los entierros cavados en el subsuelo de tepetate; las otras formas de tumbas de tiro en occidente deben de haberse originado en las de Michoacán. Lo mismo puede afirmarse del juego de pelota con bastón, el cual por el momento tiene sus orígenes más claros en la zona aquí descrita, pero resulta evidente además que en su área de influencia involucró a sitios del Altiplano Central como el propio Teotihuacan. Los nexos entre este sitio y el de Colima permiten reconsiderar las relaciones entre el Occidente Mexicano y el Sudamericano, postuladas desde principios del siglo XX. “(José Arturo Oliveros Morales, INAH, 123 a la 133). Los trabajos de arqueología que hemos recopilado, mencionan continuamente el nombre de la cultura “CAPACHA” del Occidente de México que, probablemente se relaciona con las culturas de la Costa Michoacana y de la Desembocadura del Río de las Balsas. “Este nombre fue puesto a ciertos restos arqueológicos procedentes de nueve lugares en el altiplano oriente de Colima, en la vecindad de la ciudad de Colima, así como de otro lugar cerca de Tuxcacuesco, en el altiplano sudeste de Jalisco, por la arqueóloga Isabel Kelly, pionera de la arqueología en el Occidente de México.” Fig. 75. (“Arqueología Mexicana”, marzo-abril, 1998:72).
  • 19. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 134 “ISABEL TRUSDELL KELLY (1906 – 1982). Isabel Trusdell Kelly nació en Santa Cruz, California, en enero de 1906. En 1922, Isabel cursó la carrera de antropología en la Universidad de California, en Berkely, y tuvo como profesores a figuras sobresalientes de la antropología, tales como Robert H. Lowie, Edward Gifford y Alfred L. Kroeber; sin embargo, una de las influencias más importantes en su vida de investigadora fue Carl O. Sauer, del Departamento de Geografía, quien la apoyó y estimuló en la realización de sus investigaciones en México. En 1932 recibió el grado de doctora en filosofía e impartió clases en la citada universidad.” “La doctora Kelly realizó su primera investigación en México en la zona de Culiacán, Sinaloa, en el año de 1935, apoyada por el Institute of Social Science, el cual dirigían Kroeber y Sauer. A partir de ese entonces, Isabel dedicó gran parte de su largo y fructífero trabajo a la arqueología del Occidente de México. Sus investigaciones fueron pioneras por las conclusiones que aportaron sobre una región entonces poco conocida. La investigadora delimitó trece provincias cerámicas en el noroccidente de Mesoamérica y descubrió en Colima el complejo cultural más antiguo de la región, conocido como Capacha y fechado entre 1870 y 1720 antes de Cristo. Así mismo definió la secuencia cultural de varias zonas: Apatzingán, en Michoacán; Colima; Autlán – Tuxcacuesco – Zapotitlán y Sayula, en Jalisco; y Culiacán y Chametla, en Sinaloa. Los trabajos de Isabel Kelly en las tumbas de El Manchón, Colima, permitieron establecer una primera cronología para la tradición funeraria de las tumbas de tiro, así como aspectos de su reutilización como criptas funerarias. Autora de varios libros y artículos su obra póstuma fue Trade Beads and the Conquest of México. Indudablemente, su sensible fallecimiento, en diciembre de 1982, ha dejado un gran vacío en la arqueología mexicana.” (Lorenza López Mestas C. Y Jorge Ramos de la Vega,” Arqueología Mexicana”, Vol. V, Núm. 30, marzo y abril, 1998; 72). LOS LITORALES DE COLIMA, MICHOACÁN Y GUERRERO, TERRITORIOS DE TRÁNSITO DE INFLUENCIAS CULTURALES DE MESOAMÉRICA, CENTRO Y SUDAMÉRICA. “Uno de los recursos básicos para la subsistencia humana es el agua, cuya distribución en tierras guerrerenses es muy irregular, pues incluso existen lugares áridos y otros permanentemente anegados.” “El río más importante es el Balsas, que nace en el estado de Puebla, y cruza todo el estado recibiendo afluentes tanto de Guerrero: Tlapaneco, Mezcala, Río del Oro, Cutzamala, entre otros, como de los demás estados que le rodean: Amacuzac, Mixteco, Acateco, etc., para desembocar finalmente en el Océano Pacífico.” “Otros ríos importantes y que forman cuencas, también drenan al Océano Pacífico, como el Papagayo y el de Coyuca de Benítez” (Entre Michoacán y Colima desemboca, también, el río Coahuayana).” “El clima cálido predomina en los lugares de la Costa y en la Cuenca del Río Balsas, donde se registran temperaturas de hasta 40 grados centígrados (…)” (Jiménez García, Martínez Don Juan, Arboleyda Castro, Volumen I, 1998: 30).
  • 20. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 135 Son muchos los especialistas que aseguran que la Cuenca del Río de las Balsas fue uno de los caminos principales para el tránsito de culturas del sur de nuestro país, por la vía marítima, basados en miles de evidencias arqueológicas encontradas en muchos puntos geográficos del litoral de Colima, de Michoacán y de Guerrero; a continuación doy a conocer someramente las investigaciones de dichos especialistas: “Henry Lechman encuentra semejanza en algunas figurillas encontradas en Colombia y Bolivia y, Lister nos hace notar ciertas semejanzas entre la cerámica de esta región de la desembocadura y otras de Nicaragua y Costa Rica.” “Garet Lowe indica la posibilidad de la frecuencia de rasgos centroamericanos y sudamericanos en el estIlo Tlatilco por influencias que llegaron por mar a las costas del Pacífico, entrando tal vez por Guerrero. La doctora Kelly acepta la hipótesis de Lowe, reafirmando que: Colima posiblemente recibió influencias del Sur y de aquí las mismas influencias llegaron al Altiplano Central pasando por Morelos y quizá por El Opeño.” “Rubén Cabrera Castro considera que esa influencia del Sur llegó distribuyéndose por toda la costa, especialmente en lugares favorables para desembarcar y establecerse, tal y como es el caso en el Delta del Río de las Balsas. Deben de existir otros lugares, pero desgraciadamente no se han investigado. Otro punto de referencia existente en este periodo es la presencia de trompetas de caracol y otros objetos de concha provenientes del Caribe, los cuales han aparecido frecuentemente en la arqueología del Occidente de México. Los arqueólogos no han podido definir con seguridad la relación existente entre el Bajo Balsas y el Altiplano Central de México, a pesar del comentario de Weitlaner que asegura que la Costa Grande de Guerrero tuvo contactos con el Centro de México desde el Preclásico.” “Roberto Novella nos dice que existe evidencia histórica de que los grupos humanos asentados en la desembocadura del Río Zacatula (Balsas) tuvieron contactos marítimos con habitantes de tierras costeras más al Sur. Aunque no se pueda averiguar con exactitud la procedencia de estos navegantes se sabe que viajaban en grandes piraguas y que traían mercancía de intercambio comercial. (...) desde épocas muy tempranas Guerrero tuvo una participación sumamente activa en el intercambio de ideas y productos con otras zonas, tanto dentro como fuera del ámbito mesoamericano. Numerosas pruebas señalan que fue por Guerrero donde entraron al Altiplano un gran conjunto de tradiciones sudamericanas, como las primeras tradiciones cerámicas, posiblemente con una antigüedad de 5 000 años (Brush, 1969), y las técnicas metalúrgicas, hace unos 1 000 años aproximadamente (Rodríguez B., 1977; León Portilla, 1978). Además se tienen registradas migraciones que llegan a nuestro actual estado desde varios sitios del Altiplano, provenientes de la desintegración de algunas urbes clásicas (véase Pavía, 1992). Asimismo, si se acepta que Guerrero sólo era un receptor de tradiciones ya acabadas, no se explica por qué el culto a Xipe-Tótec, sumamente difundido por todo el México antiguo, aparentemente tuvo su origen en la zona de la Costa Chica y La Montaña (Heyden, 1986), lo que reflejaría la existencia de grupos con una vida cultural sumamente activa, capaces de influir a grupos ajenos y muy alejados.”
  • 21. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 136 “Los grupos guerrerenses alcanzaron altos niveles de desarrollo social y tecnológico, lo cual permitió que surgiera una notable organización del trabajo, sin la cual no se hubieran podido elaborar los productos que se han clasificado como especialidades guerrerenses, entre ellas la lapidaria y la obtención de recursos minerales (Lister, 1971). A la llegada de los conquistadores españoles, el territorio actual del estado de Guerrero poseía un complicado mosaico étnico y lingüístico conformado por siglos. Los grupos humanos que coexistieron con los europeos del siglo XVI, eran los descendientes de sociedades que tuvieron al menos 7 000 años de evolución, y durante todo ese tiempo, las comunidades locales aprovecharon la estratégica geografía del territorio guerrerense (y de la Costa Michoacana).” “En los materiales arqueológicos se observa una secuencia cultural propia de Guerrero pero similar a la del resto de Mesoamérica, encontrándose objetos representativos de los periodos Formativo, Clásico, Tolteca (parte del Posclásico) y primeros horizontes históricos. Se puede asegurar que también hubo relaciones con culturas de Nicaragua, Costa Rica, Perú y Colombia. En el Posclásico, antes de la conquista, grupos nahuas se adueñaron de gran parte del territorio, desplazando a los ya establecidos o mezclándose con ellos, por lo que algunos de estos grupos étnicos - lingüísticos, si bien desaparecieron en el aspecto lingüístico, perduraron biológicamente. (Baños, 1986: 547).” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen I, 1998; 29). LOS RÍOS DEL MUNDO CENTROS DE LA CULTURA MUNDIAL. “La evolución cultural humana que se desarrolló en esta hermosa desembocadura del Río de las Balsas, abarca la Costa Michoacana, la Tierra Caliente y parte de la Costa Grande de Guerrero y lo caudaloso que se mostraba este río en esas épocas, nunca fue una barrera cultural definitiva,…...desde tiempo inmemorial, los valles de los ríos del mundo, han sido las rutas de comercio y los centros de habitación de la Sociedad humana. Puede estimarse, como se ha hecho para la región de Estados Unidos, que alrededor del 80 % de todos los restos arqueológicos en el mundo, se encuentran en el 2 % de su área y este 2 % se localiza a lo largo o en la unión de los valles de los ríos.( Strong, 1947 op. cit.:210.)” (Norberto González Crespo, INAH, 1979; 11). ¿DE DONDE TOMÓ SU NOMBRE EL RÍO DE LAS BALSAS? “El Río Balsas o Atoyac-Mezcala-Balsas, de casi 800 Km. De longitud – uno de los seis más importantes ríos permanentes de México -, constituye, con su miriada de afluentes, un don de la naturaleza al territorio guerrerense. En las partes bajas de la depresión central, entre 500 y 900 m. de altitud, con un promedio de lluvia anual de 600 mm., desarrolló agrosistemas eficaces que en la época prehispánica, hubiera sido imposible sin la presencia del río Ueiatl, o Agua grande como los pueblos de lengua náhuatl denominaban al río Balsas (véase L. Pinto, Relación de Tetela del Río, 1579, en Del Paso y Troncoso, ed. 1979: 135).” (Christine Niederberger, Antiguos paisajes de Guerrero y el papel de su fauna en las creencias míticas, “El pasado arqueológico de Guerrero”, INAH, 2002; 20).
  • 22. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 137 Fig. 76. “Las utopias del Balsas.”, José Alfredo Uribe Salas – Eduardo Miranda Arrieta, UMSNH, Instituto de Investigaciones Históricas, Depto. de Historia de México, 1995, Morelia, Mich. No se sabe la fecha aproximada en que el nombre del río sufre el cambio de Río Zacatula al de Río de las Balsas, pero los historiadores nos dan su opinión de que: “La navegación por río podía realizarse en canoas muy simples impulsadas por remos o pértigas para avanzar en la corriente; en otros casos la técnica era más compleja. El río Balsas, por ejemplo, tomó su nombre del método que se utilizaba para cruzarlo en época de crecientes: se construían unas balsas con un enrejado de cañas gruesas debajo de las cuales se colocaban huajes que les servían como flotadores; las arrastraban dos o tres hombres, que en ocasiones utilizaban estos mismos huajes colocados en su estómago y atados con una cinta en los hombros.” (“La Transportación Marítima en México I”, PROMAR, “Arqueología Mexicana”, Vol. V - Núm. 25, Mayo – Junio, 1997). “Con relación a las balsas que dieron nombre al río, el mismo documento (Relación de Ajuchitlán) asienta que pasan las indias a los tianguez a vender algunas cosas que tienen, y llevan sus mercancías en unas calabazas grandes que hay en esta tierra, como rodelas medianas y más hondas, y aún suelen pasar sus criaturas, si son chicas, dentro, y se van nadando y holgando sin pesadumbre. También comenta que… tienen unas balsas que son hasta de dos varas y cuadradas, y algunas menores, hechas de cañas delgadas, tejidas sobre unos palos delgados, como un cañizo, y pónenlas debajo de unas calabazas, con una red que las tiene fijas al cañizo, y en éstas pasan muy seguros, por recios y crecidos que vengan los ríos. Y, si quieren ir una, o dos leguas o más, el río abajo, van con mucha facilidad. Y un indio solo la pasa, nadando con el un brazo y, con el otro, tirando de la balsa; y, si van dos o tres indios, pasa con más presteza (Ibidem, pp. 40-41.) Hendrichs, después de visitar la región, da más detalle del uso de los tecomates o calabazas para cruzar el río (Para más detalles véase Pedro R. Hendrichs Pérez, op. cit., pp.61-66).“ (Raúl Vélez Calvo, Volumen I, 1998:177-178-179).
  • 23. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 120 “En el Preclásico también hay evidencias de entierros irregulares, además de los llamados secundarios. Algunos de estos últimos presentan muestras de haber sido sometidos a la acción del fuego (Romano, 1974). Resulta interesante comprobar que desde este momento tenemos la presencia del concepto vida - muerte, lo que es evidente en la pequeña máscara de barro procedente de Tlatilco, en la que podemos ver que la mitad del rostro está descarnada (se aprecia la cuenca del ojo vacía, así como los huesos de la cara), en tanto que la otra mitad tiene carne y una parte de la lengua aflora entre los labios. Por cierto que las primeras representaciones de esqueletos o de cráneos corresponden al Preclásico. Un ejemplo magnífico lo tenemos en la Estela 50 de Izapa, Chiapas (ca. 300 a. C.), en la que vemos un esqueleto sentado que parece tener una máscara sobre el rostro, y de cuyo vientre surge un elemento que nos recuerda un cordón umbilical, el cual remata en la pequeña figura de un personaje, símbolo evidente de que de la muerte deviene la vida, al igual que después de la temporada de secas va a continuar la temporada de lluvias, como parte del ciclo constante de vida - muerte – vida. Vale la pena señalar que en la cultura olmeca, primera cultura compleja profundamente estratificada y tan pródiga en esculturas de piedra, no hay la representación de cráneos o esqueletos. Sin embargo, no falta quien identifica como dios de la muerte (Dios VIII) la representación de una cara con un ojo cerrado y un supuesto colmillo que se encuentra en la escultura conocida como el Señor de las Limas, Veracruz, aunque si vemos con detenimiento el perfil, no creemos que haya elementos para afirmarlo (Joralemon, 1971).” (Eduardo Matos Moctezuma, Costumbres funerarias en Mesoamérica, “Arqueología Mexicana”, Vol. VII, Núm. 40, noviembre y diciembre, 1999; 12-13). REGIÓN DEL MEDIO BALSAS Y BAJO BALSAS. “A partir de los restos materiales, se intentó recrear parte de la dinámica cultural de algunos grupos sociales que nos precedieron, considerando sobre todo tres aspectos: los utensilios cotidianos, la alimentación y la economía, aspectos que se han ido descubriendo gracias sobre todo a los proyectos de salvamentos arqueológicos realizados en las zonas de embalse de las Presas Adolfo López Mateos El Infiernillo, (Lorenzo, 1964; González C., 1978), José Ma. Morelos La Villita, (González y Medina, 1967), El Caracol (Rodríguez, 1982 y 1984; Rodríguez y García Cook, 1982) y Palos Altos (Castillo, 1967).” ”Otros estudios no menos importantes que han cubierto amplias áreas, han sido los Proyectos Mezcala (Paradis, 1983), Ixtapa - Zihuatanejo – Petatlán (Manzanilla, 1987), Renacimiento (Cabrera G., 1984), Coatlán (Arana, 1990) y Cocula (Cabrera C., 1986b.)” “Estos trabajos han motivado que los resultados se presenten a partir de las regiones exploradas y no de regiones culturales definidas. Por ejemplo, al hablar de los asentamientos humanos ubicados en las presas de El Infiernillo y La Villita, se dice Región del Bajo Balsas, mientras que la extensa área que abarca desde la desembocadura del Balsas, subiendo hacia el norte por Tierra Caliente y hasta Teloloapan, se le llamó Balsas Medio, área de donde procede el material cerámico que estudió Florencia Muller, 1979:6), quien quizás se basó en el trabajo pionero de Eduardo Noguera (1975: 397-401).”
  • 24. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 139 ELEMENTOS CULTURALES MÁS SIGNIFICATIVOS Y DE MAYOR DISPERSIÓN DENTRO DE LOS PUEBLOS QUE HABITARON MESOAMÉRICA. “Una economía basada en el complejo maíz-fríjol- calabaza. Utilización del bastón plantador o Coa. Cultivo en chinampas. Uso del maguey y del cacao. Construcción de basamentos para fines ceremoniales. La existencia de un grupo de especialistas en religión. Mercados y mercaderes. Práctica del juego de pelota (Tlachi en náhuatl). Escritura jeroglífica y notaciones numéricas. Libros pintados hechos en papel de fibras vegetales o pieles de venado. Calendario agrícola-religioso (365 días) y adivinatorio (260 días) y su combinación de ciclos de 52 años. Técnica para desprender filosas navajas en núcleos de obsidiana.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002). LA COSTA DE MICHOACÁN EN EL PERIODO PRECLÁSICO. “Durante la época prehispánica, la superficie costera de Michoacán debió ser escenario de importantes movimientos humanos, según lo demuestran multitud de pequeños sitios arqueológicos distribuidos a lo largo del litoral de Colima hasta el delta del río Balsas; sin embargo, las noticias referentes a la historia antigua de esta región son escasas ya que su estudio ha sido sumamente limitado.” “Las evidencias palpables de ocupación humana en esta zona se encuentran sobre todo en dos puntos extremos de la costa michoacana de donde se tiene información precisa, gracias a excavaciones arqueológicas sistemáticas llevadas a cabo por varios proyectos de investigación en sucesivas ocasiones y gracias también a fuentes históricas que se ocupan de la región a partir del siglo XVI.” “En lo arqueológico, una de las regiones más investigadas es el Balsas Bajo, que comprende la desembocadura del río Balsas en sus dos márgenes, de Guerrero y Michoacán.” “El otro lugar de la costa que no ha sido estudiado aunque en menor escala, es el área que hace frontera con el estado de Colima, donde se encontraron cerámicas diagnósticas muy antiguas que permitieron dar una cronología a los asentamientos más tempranos en la región. Me refiero al complejo cerámico Capacha, que constituye a su vez una evidencia de comunicación entre pobladores de América del Sur en una época en que al parecer el occidente de México recibió influencias por vías marítimas a través del Pacífico.” “Por lo tanto, la historia de los grupos sociales de la Costa de Michoacán y su desarrollo durante la época prehispánica hasta el momento de la Conquista española se fundamenta principalmente en los datos que han aportado las investigaciones realizadas y se complementa con la escasa información que actualmente se tiene de otros lugares cercanos donde se han llevado a cabo algunas otras investigaciones.” “La arqueología del occidente de México considera que la evolución de los grupos prehispánicos de esta parte de Mesoamérica no siguieron las mismas fases de desarrollo que los otros grupos culturales mesoamericanos.”
  • 25. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 140 “En efecto, los más recientes trabajos refuerzan esta aseveración. Sin embargo, la secuencia en términos generales del desarrollo social humano que aquí se presentará de esta región costera michoacana, se organiza dentro de las grandes etapas del desarrollo mesoamericano, es decir, las etapas que tradicionalmente se conocen, que van desde los primeros pobladores hasta el momento de la Conquista española, secuencia en la que destacan por ser los más conocidos los períodos Preclásico. Clásico y Posclásico.” “La limitada información con que actualmente se cuenta impide establecer secuencias de desarrollo completas para toda la Costa, y en los pocos estudios realizados a lo largo de ella ningún sitio ha proporcionado de manera clara la ocupación humana antes del Formativo Temprano. Del llamado horizonte arcaico, período situado aproximadamente en los años 3 000 y 1 800 a. de C., tampoco se tiene información alguna. Este periodo constituye la etapa formativa en la que en algunas partes de Mesoamérica grupos de cazadores y de recolectores comenzaron a establecer pequeñas aldeas permanentes.” (Rubén Cabrera Castro, INAH: 137, 138,139). 1 870 – 1 720 años a. C. CERÁMICA DE TRADICIÓN COSTEÑA.- Estas evidencias se encuentran en la región de la actual presa de La Villita, y hacia la Sierra Madre Occidental en la presa El Infiernillo. También se han encontrado ocupaciones de esta época en Colima y en otros lugares cercanos, con la presencia de la cerámica Capacha, fechada por medio del radio carbón entre 1870 y 1720 a. C., época en que se establecieron contactos culturales a través del Pacífico con pueblos sudamericanos, por lo que se les llama cerámicas de tradición costeña, ya que se les encuentra en varios lugares de la costa del Pacífico, desde Ocós en Guatemala y Chiapas, hasta Colima, Michoacán y Guerrero.” “Los conjuntos cerámicos más antiguos de Mesoamérica se encuentran en Puerto Marqués, cerca de Acapulco, Guerrero y la cerámica de la fase Purrón en Puebla. En ambos casos se trata de cerámicas de pasta lisa de formas subesféricas y de acabados muy burdos. Las cerámicas de tradición costeña son también muy antiguas pero posteriores a la Pox Potery de Puerto Marqués y a la Purrón de Puebla. Se caracterizan por incluir cerámicas básicamente iguales a las de los conjuntos más antiguos, pero con ornamentación más desarrollada.” “El complejo cerámico Capacha de las Costas de Colima y Michoacán y las cerámicas del complejo Infiernillo en la desembocadura del Balsas corresponden a una misma tradición cultural. Son cerámicas mortuorias de pasta café, pulidas algunas y decoradas otras.” “Las formas más sobresalientes en esta cerámica son los tecomates, los calabazos, las vasijas hemisféricas que se superponen unas sobre otras y las vasijas miniatura, algunas de las cuales fueron decoradas con motivos incisos y acanalados profundos, combinados a veces con pintura roja; estas vasijas son delimitadas por los motivos incisos, que consisten en líneas o rayos que forman una equis, cuadrículas o triángulos.” (Rubén Cabrera Castro, INAH: 137, 138,139).
  • 26. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 141 “1 800 al 1 000 años a. C. LA FASE AJALPAN DE TEHUACÁN, PUEBLA. Marca el término del proceso de domesticación de animales y plantas”. (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002). “1 800 – 100 años a. C. EVIDENCIAS PALPABLES DE OCUPACIÓN HUMANA EN LA COSTA MICHOACANA. Las evidencias palpables de ocupación humana en la región de la Costa Michoacana corresponden a una civilización sedentaria que se sitúa en el Preclásico Medio, época en la que ya existían en las costas pequeños grupos humanos asentados en lugares donde las posibilidades del medio ecológico ofrecían condiciones favorables para su desarrollo.” (a) (b) Fig. 77. “(a) Cerámica Capacha, proviene de la Costa Michoacana. Período Preclásico Medio.” Fig. 78. “(b) Cerámica del tipo Capacha, de forma esférica y con decoración punzonada y acanalada. Proviene de la presa La Villita.” (Rubén Cabrera Castro; 140- 141). (a) (b) Fig. 79. “(a) Cerámica de forma esférica. Representa un bule o tecomate; bruñida y sin decoración. Período Preclásico Medio. Costa Michoacana. “Fig. 80. “(b) Cerámica esférica decorada con acanalados profundos y pastillaje. Representan pequeñas ranas. Período Preclásico Medio. Costa Michoacana”. (Rubén Cabrera Castro; 139). ASENTAMIENTOS HUMANOS PERMANENTES EN LA REGIÓN DE LA DESEMBOCADURA DEL RÍO DE LAS BALSAS. “En esta época la región debió contar con madera suficiente, con mantos rocosos utilizables y yacimientos de arcilla para abastecerse de materias primas y satisfacer sus necesidades, lo que motivó desarrollos locales con características propias, con asentamientos humanos permanentes que formaron pequeñas aldeas en las vegas de los ríos. Sus chozas debieron estar construidas con madera y otros materiales perecederos, pues no se tienen datos de que para esta época se haya utilizado la piedra para construcción.”
  • 27. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 142 HERRAMIENTAS DE TRABAJO EN ESTA ZONA, EN EL PRECLÁSICO. “En lo que hace a sus herramientas de trabajo, los pobladores desarrollaron una industria sobre cantos rodados que obtuvieron de las márgenes de los ríos.” MATERIAS PRIMAS. “Como materia prima emplearon el basalto, la andesita, el silex, la calcedonia, la obsidiana, etcétera.” OBJETOS DE ADORNO. “Fabricaron también objetos de adornos en piedra verde, tecalli, hueso y concha que utilizaron como ofrendas a sus muertos. Entre los principales objetos de adorno y de carácter suntuario que fabricaron, están las cuentas de piedra verde, de hueso y de caracol; pendientes de concha y de pizarra, orejeras de barro y de piedra verde, pulseras con incisiones e incrustaciones hechas de concha y trompetas de caracol. Igualmente se conocieron y emplearon para esta época pigmentos en rojo (hematitas), laminillas en color azul, pegamentos y otros materiales para la elaboración de mosaicos e incrustaciones.” Fig. 81. “Trompeta de caracol, especie strombus Gigas, con boquilla hecha de sílex. Se encontró asociada a un personaje de más de 70 años de edad. Sitio V42 de la presa La Villita.” (Rubén Cabrera Castro; 140). COSTUMBRES FUNERARIAS EN LA COSTA MICHOACANA. “En cuanto a las costumbres funerarias, en la cultura Capacha se contó con panteones chicos, que aparentemente fueron utilizados. En su mayoría sus entierros se colocaron en forma extendida, algunos en fosas no muy profundas y orientadas en algunos casos hacia el norte. Aparecen en su ajuar funerario, además de la cerámica ya referida, algunas figurillas de cerámica con cierto parecido a figurillas preclásicas del Centro de México. La cerámica Capacha tiene algunas semejanzas con cerámicas contenidas en las tumbas de tiro más antiguas encontradas en El Opeño, cerca de Zamora, Michoacán, por lo que seguramente esta cultura está relacionada con tumbas de tiro que son también elementos culturales de la América del Sur. Los grupos del Bajo Balsas se caracterizan en sus costumbres funerarias por tener un modo de enterramiento primario de posición extendida, con ofrendas o sin ellas según el prestigio social del individuo. Hacia el final de este período los entierros aparecen acompañados con cráneos como ofrendas o cráneos trofeos.”
  • 28. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 121 Fig. 62. Mapa del Alto, Medio y Bajo Balsas. (Comisión del Río Balsas, 1969). “Por otra parte, se tiene el propósito - al igual que otros estudiosos - de plantear algunas características que fueran útiles para esbozar regiones culturales, a partir de las cuales se empezaran a definir grupos sociales con persistencia a través del tiempo, entendiendo como grupo social aquella población humana que comparte un número significativo de elementos culturales comunes, ya sean costumbres, lengua, religión, ideología, organización social, etcétera. Desafortunadamente y a pesar del esfuerzo de muchos arqueólogos, aún hacen falta múltiples datos que permitan conocer esos grupos sociales. La participación y contribución de profesionistas, autoridades estatales y municipales, así como de la población en general para proteger el patrimonio cultural de Guerrero (y Michoacán), hará posible el avance significativo en el conocimiento de nuestros antepasados, para beneficio de todos al comprender nuestro presente.” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen I, 1998; 25 – 26). 2 500 AÑOS A.C., CORRIENTES LINGÜÍSTICAS EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO DE LAS BALSAS. “Un rasgo cultural que puede dar idea de la persistencia en el tiempo de un asentamiento humano es su lengua. Dos ramas de la lingüística, la léxico estadística y la glotocronología (La lexicoestadística es un método comparativo de la lingüística que permite calcular el grado de
  • 29. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 144 “Así, los minúsculos recintos rituales aumentaron su tamaño hasta conformar una verdadera unidad religiosa con arquitectura monumental. Cuicuilco: se localiza al suroeste del Valle de México. Hacia el 300 a. C. se conforma casi como centro urbano debido a su crecimiento tanto poblacional como constructivo, aun así, poco después fue eclipsado por Teotihucán y empezó a decaer. Por otra parte se cree que su decadencia fue una consecuencia directa de las erupciones volcánicas que cubrieron con lava las tierras agrícolas cercanas.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002). Fig. 82. “Vista aérea de la zona arqueológica de Cuicuilco a principios de la década de los sesenta. (Mario Pérez Campa, “Arqueología Mexicana”, marzo-abril, 1998:34. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces) PROBABLE COMUNICACIÓN COSTERA, DESDE COLIMA HASTA GUATEMALA, CENTRO Y SUDAMÉRICA. “Finalmente, en lo que se refiere a las relaciones de estos grupo humanos con otras culturas, la cerámica y otros elementos culturales revelan que tuvieron contactos con otros grupos de la Costa del Pacífico, desde Colima hasta Guatemala, lo que plantea la existencia en este periodo de una comunicación costera llevada a cabo con Centro y Sudamérica. La frecuencia de rasgos sudamericanos y centroamericanos a lo largo de la costa ya ha sido señalada. Así se considera que el estilo de la cerámica de Tlatilco del centro de México tiene muchas semejanzas con cerámicas de Honduras y se plantea su origen sudamericano por influencias que llegaron por mar a las costas del Pacífico; Colima y algunos lugares de Michoacán y Guerrero debieron de funcionar como estribón donde se recibían influencias del sur, que fueron transmitidas hacia el Altiplano Central como se observa en Tlatilco y en El Opeño. La otra ruta posible de esta tradición alfarera supondría el arribo a Chiapas y Guatemala, donde se formó la Fase Barra que contribuyó después a la formación de rasgos olmecas y se extendió de aquí hacia la Costa del Gofo para llegar después a la Cuenca de México.”
  • 30. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 145 Fig. 83. (Rubén Cabrera Castro; 144.) TUVIERON CONTACTOS CON EL CARIBE. “Durante este período, los habitantes de la Costa de Michoacán y Guerrero tuvieron también contactos con el Caribe, como lo demuestra la presencia de trompetas de caracol y otros materiales en concha originarios de aquella región. La identificación de estas conchas por biólogos especialistas determinó su pertenencia a las especies Strombus Gigas y Turbinella Angularis. En cambio, y sobre todo para el Preclásico Tardío, las relaciones de los grupos costeños michoacanos con el centro de México fueron al parecer nulas, por la escasa presencia en la región de elementos estilísticos del Altiplano Central mexicano.” (Rubén Cabrera Castro, INAH: 142.) “1 500 años a. C. ANTIGÜEDAD DE LAS PRIMERAS MUESTRAS DE METALÚRGICA EN LOS ANDES. En Perú, Ecuador y Bolivia ya existía la metalurgia por el año 500 a. C.; las primeras muestras son incluso de mucho antes, de aproximadamente el año 1500 a. C. en la sierra andina.” (Dorothy Soler, La metalurgia en la antigua Mesoamérica: sonidos y colores del poder. Instituto Tecnológico de Massachussets.)
  • 31. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 146 LOS OLMECAS GUERRERENSES. “Hace más de 3000 años, Guerrero formó parte del desarrollo de la primera civilización surgida en Mesoamérica, la cual marcó las bases culturales que fueron heredadas por los grupos humanos que le sucedieron y cuya influencia llegó a lugares tan lejanos como Nicaragua y Costa Rica: la cultura olmeca. Debemos de considerar como concepto OLMECA a un sistema de representación, un complejo de rasgos formales que fueron plasmados en piedra, cerámica, madera, concha, etcétera (Paradis, 1990; 33), donde las formas y diseños iconográficos integran un sistema dual compuesto tanto por elementos naturales o reales como por sobrenaturales o entidades compuestas (Pohorilenko, 1990:89).” “En Guerrero el material arqueológico de estilo olmeca parece haber estado vigente por un periodo de 800 años, iniciando quizás desde el año de 1 500 a. de C. (Paradis, 1990: 36) y ocurriendo en diversos puntos del estado. Son numerosos los sitios con características plenamente olmecas, con presencia tanto de figurillas de barro Cara de Niño o baby face y máscaras de piedra, barro y madera, así como de pintura mural y arquitectura ritual. Entre ellos, podemos mencionar Teopantecuantitlán, Oxototitlán, Juxtlahuaca, Xochipala, Chilpancingo, Zumpango del Río, Atopula, Amuco de la Reforma. Puerto Marqués, La Zanja, Petatlán y San Jeronimo (Paradis, 1990:34 – 35).” “Las figurillas baby face se han encontrado en algunos sitios de Tierra Caliente, en Xochipala (ibidem), Chilpancingo (Martínez D., 1989-90 y 1991), en Puerto Marqués (Manzanilla et. Al., 1991:51) y en otros puntos de la Costa Grande (Brush, 1968) y La Montaña (Reyna, 1971).” “La cerámica blanca (...), decorada con doble línea discontinua, existe en Teopantecuanitlán (Niederberger, 1986:93; Reyna, 1996: 60) y Xochipala (Paradis, 1990:34). Como parte de una ofrenda mortuoria en Chilpancingo, fue hallado un vaso de engobe café con la misma decoración incisa (Reyna y Martínez D., 1989: 18). Algunos restos de pintura mural aún se conservan en varios sitios de la región Centro: Oxtotitlán, Juxtlahuaca (Grove, 1968, 1970ª y 1970b) y también en Cacahuaziziqui, en La Montaña (Villela, 1989). Esculturas no sólo se encuentran en Teopantecuanitlán (Martínez D. 1986), sino también deben de existir en Costa Chica y Tierra Caliente, como lo muestran el hallazgo en Charco de Ometepec (Piña Chan, 1960:74) y Amuco de la Reforma (Paradis, 1990:35), donde se reportó una estela (...) con los relieves de una figura humana de pie que lleva un manto y una máscara de ave típicamente olmeca.” “También se han encontrado objetos olmecas en los alrededores de Zumpango del Río, en San Luis Acatlán (...), en Ahuelicán, Mezcala, Xalitla, Tlacotepec (...), Tlapa y Olinalá. Otra zona de abundantes vestigios olmecas es el área colindante con los estados de Puebla y Morelos, y en el Norte del estado se han reportado importantes piezas, como la máscara hecha en madera de la cueva Cañón de la Mano, la cual tenía residuos de mosaico y jade incrustados en las mejillas (Soustelle, 1992).” “Casi todos estos sitios debieron tener relaciones con regiones ubicadas en la cuenca de México, Morelos, Puebla, Oaxaca y la Costa del Golfo, intercambiando productos apreciados ya fuera por su utilidad práctica o por su importancia ritual, como la obsidiana, hematita, conchas y caracoles de ambos
  • 32. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 147 litorales, así como jade, hule y chapopote. Una de las rutas propuestas (Grove, 1970a:92), que quizá incluyó la Costa de Guerrero, fue a través del río Papagayo, continuando hacia el norte por el río Atentli pasando por Oxtotitlán, hasta llegar al Río de las Balsas en un lugar muy próximo del río Cuautla - Amacuzac con el propio Balsas, por el cual se podría acceder a territorio morelense y la cuenca de México hasta tocar la Costa del Golfo.” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen 1, 1998: 35, 36 y 37). “1 500 años a. C. SIMILITUDES CERÁMICAS DE LA CUENCA DE MÉXICO Y COSTA GRANDE DEL ESTADO DE GUERRERO. Esta región tuvo similitudes cerámicas con la cuenca de México desde el Formativo Medio hasta el Clásico (Litvak. 1971: 44), compartiendo tradiciones costeras del Pacífico quizás desde antes del año 1 500 a. C. (Manzanilla et. al., 1991: 48). Es común la cerámica incisa, que generalmente como elementos decorativos, combina las alteraciones superficiales con la pintura (Cabrera C. 1986a:127). Hay cerámica con pintura roja sobre pasta café, cerámica color crema y cerámica roja, esta última común en Jaleaca, Ceutla, Acapulco, Coyuca de Benítez, Atoyac y quizás hasta Tecpan y Petatlán (Weitlaner, 1948: 84; Noguera, 1975: 406). Los recipientes de cerámica Acapulco rojo (...) abundan en los alrededores de Acapulco y en otros sitios de Costa Grande. Son ollas y cajetes decorados con un baño rojo, y su rasgo característico son los bordes engrosados que en algunos casos llevan muescas, incisiones y acanaladuras (Ekholm, 1948: 97-98; Noguera, 1975:409). Esta cerámica se relaciona con tipos del sitio de Zacatenco, en la cuenca de México (Manzanilla et. al, 1991:51) y con el tipo red slip de la Cueva (colonia Guerrero), Chilpancingo (Cabrera C., 1984). Las vasijas Tambuco inciso son similares al tipo anterior pero de paredes más delgadas, decoradas con motivos incisos que forman ángulos o dibujos en forma de S (Noguera, 1975:409).” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen 1, 1998; 52). “1 500 años a. de C. INFLUENCIA OLMECA EN LA CUENCA DEL BALSAS. En los últimos 10 años y gracias a los descubrimientos realizados por los arqueólogos, se puede afirmar que la cultura Mezcala surgida en la cuenca del Río de las Balsas, desde su unión con el río Amacuzac hasta su desembocadura en el Océano Pacífico - empezó a recibir la influencia Olmeca sobre todo en el trabajo del jade, jadeita, riolita, serpentina, granito, basalto, pedernal, entre otros materiales, imprimiendo en ellos las características culturales del hombre jaguar.” (“Guerrero Monografía Estatal, S.E.P. 1994). “LA MEMORIA DE LOS HOMBRES DE PIEDRA Y COBRE. Los valles aislados vendrán emergiendo entre el verde y el amarillo de las escarpadas montañas impregnadas de profundos precipicios que forma la Cuenca del Balsas bañada por el gran río, que como vimos en estos lares tierracalenteños guerrerenses recibe aún el nombre de Río Mezcala y le hará difícil las comunicaciones a toda esa amplia región, más sin embargo, para mediando nuestro feneciente siglo veinte sería visitado
  • 33. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 148 reiterativamente por un gran artista del pincel y la caricatura, Miguel Covarrubias, nato etnólogo y como tal, buscador de cacharros prehispánicos.” Fig. 84. “Área Mezcala, región Mezcala – Balsas y zona de exploración del Proyecto Mezcala” (Luise I. Paradis, Ahuináhuac, una aglomeración urbana en la región Mezcala-Balsas, “El pasado arqueológico de Guerrero, INAH, 2002; 89). “Y fue él quien para dar a conocer de sus importantes hallazgos al público mexicano, tuvo que valerse de un editor extranjero de la Universidad de Tulane porque nuestros arqueólogos con su ciega soberbia no aceptaban exhibirlos como pertenecientes a la antiquísima Cultura Olmeca, que él y sus amigos acompañantes Josué Saenz y Guillermo Spratling, localizaban entre los valles escondidos guerrerenses y al escudriñarlos demostraron ser la cuna antropológica Olmeca, pero ante la acerba oposición arqueológica, ellos la denominaron como CULTURA MEZCALA... Pues como expusiera años después Spratling: Covarrubias no era arqueólogo pero tenía un ojo extraordinario... fue el pionero de la tesis de que los Olmecas estuvieron antes en Guerrero que en la Cuenca del Golfo de México.”
  • 34. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 149 “Ya que no obstante la mayoría de los objetos arqueológicos localizados en la Cuenca del Mezcala o Balsas tenían clarísima iconografía olmecoide pues fueron realizados también con el verde jade y la jadeita, con la dura piedra del granito y del cristal de roca y hasta con una pieza de esmeralda que dado el poco sabio desinterés de los arqueólogos de escritorio, los tres verdaderos conocedores de nuestras antiguallas olmecas mexicanas tuvieron que guardar sus objetos para exhibirlos en lo particular, siendo razón por la que a su muerte mucha de esa riqueza arqueológica fue a parar a las vitrinas de coleccionistas extranjeros, perdiéndose así nuestro acervo cultural por razones obvias, a más de que se olvidaron los soberbios especialistas que las culturas elevadas florecieron en diferentes sitios de nuestro país y tradicionalmente edificaron centros en lugares disímbolos a su mal creído centralista criterio.” “Pero fue aquel libro de Covarrubias: Mezcala. Antiguas Esculturas Mexicanas, Nueva York en 1956, el que haría reaccionar a otros interesados de nuestra cultura precolombina para un posterior y necesario estudio etnográfico de los olmecas, ya que todas las figurillas y máscaras labradas en piedra dura granítica y verde jade, fueron producidas con la piedra traída desde allende los lares centroamericanos de Guatemala y San Salvador, por lo que no obstante esta clarísima evidencia arqueológica, para los oficialistas solo cabía su origen existencial, y la incógnita del por qué fueron localizados entre las escarpadas montañas que resguardan los pequeños valles de la Cuenca del Balsas y del Mezcala, pues a pie juntillas para los arqueólogos del INAH sólo existían los Olmecas del Golfo como únicos creadores de las Grandes Cabezas de piedra granítica.” “Pero a mayor abundamiento sobre la Cultura Mezcala, que no era otra que la desarrollada, sin lugar a dudas con la misma antigüedad que la Olmeca del Golfo, formando entre ambas una estructura vertebral para las subsecuentes culturas, sea del altiplano de Anáhuac que de la península Yucateca, y que cierto es sólo fue salvaguardada por razón al entorno geográfico de las escarpadas montañas del Mezcala o Balsas, aislándola durante centurias de años del conocimiento no solo arqueológico sino antropológico, de tal manera que por excepcionales hallazgos de sus llamadas Caritas Sonrientes por creerlos de niños, se pensaba pertenecerían a otras culturas de menor importancia para los oficinistas arqueólogos e historiadores.” “Por lo que se necesitó otro un nuevo libro de Spratling: Más humano que divino, para que el mundo científico conociera en todo su esplendor la llamada Cultura Mezcala, que en realidad es la de los Olmecas Aldeanos, pero con innegables referencias antropológicas con los propios Olmecas de la Región del Golfo, pues como nos dijera un arqueólogo amigo: México seguirá siendo un país que no obstante haber descubierto un millar de zonas arqueológicas, apenas si lo empezamos a vislumbrar en su memoria histórica...” “Y en este caso singular de la zona ribereña al río Balsas debemos de observar el mucho tiempo, que ya se vuelven centurias, de que estuvo abandonado por la mano oficial de la arqueología centralista del INAH, y sólo fue apenas por mediando este feneciente siglo que tres personajes, para variar ninguno arqueólogo, pero que será necesario señalarlos: Miguel Covarrubias, Josué Saenz y Guillermo
  • 35. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 150 Spratling, auxiliados luego por el buscador de cacharros y figurillas precolombinas don Alejandro Von Wathenau, quienes descubrieron y dieron a conocer al mundo científico la existencia, en esta región de la Cuenca del Balsas, muy fuera de la alejada Chontalpa tabasqueña y veracruzana, la después denominada CULTURA MEZCALA, que gracias a la intervención y estudio personal del talentoso como serio arqueólogo Román Piña Chan, se habrá catalogado como otra fuente más de la milenaria civilización de los Olmecas, y por él llamados Aldeanos, y algo más, constatándolo documentalmente en su magnifico libro Los Olmecas Antiguos para su decidida auscultación, don Román apunta su criterio que estos Olmecas aldeanos vinieron a Mesoamérica en ruta panamericana desde el distante Valdivia Ecuatoriano o sea, desde el noreste de América del Sur, que como adelante veremos no serían los únicos peregrinos sureños, si recordamos a los Purépecha del Tzintzuntziícuaro michoacano.” “En interesante criterio arqueológico que se nos hace saber primariamente, que en una ruta más, pero distinta de la realizada por los Olmecas Históricos o hacedores de las Cabezones de Granito, que como sabemos se ubicaron desde la época precristiana en milenio de años por la región del Golfo de México, existió otra vertiente poblacional igualmente de Olmecas que prosiguiendo en su peregrinación también por territorio centroamericano, penetró por Chiapas y desde el Nudo Mixteco no subió con sus congéneres del Golfo, sino que prosiguió por toda la cuenca del Río de las Balsas, y es de hacer notar que sus vestigios arqueológicos de estos OLMECAS ALDEANOS llegaron hasta el lejano sitio michoacano denominado El Opeño... y bien podremos observar una singular figura del jugador de pelota olmecoide realizada en la verde jadeita para constatar su presencia de esta cultura en nuestros lares estatales, como antes los hallaremos en Huetamo y San Jerónimo de la misma ribera norte del Río Balsas.” ”Pero es de mencionar, que en toda esta aislada región ribereña al Río Mezcala o Balsas, los tres señalados buscadores de objetos, donaron muchas piezas a diferentes museos, pues como dijera Saenz: Covarrubias y Spratling fueron descubridores de la Cultura Mezcala en Guerrero... y no obstante recibir pachotadas de ignaros como aquello de – Bueno, mire señor Spratling, estamos muy dudosos de estas piezas...(sic), más sin embargo, él y Covarrubias obsequiaron valiosos ejemplares de templos en miniatura, máscaras y figurillas de jade, jadeita y cristal de roca a los museos de Veracruz, al de Antropología de México y al de Toluca, a donde ahora ya podemos admirar con el debido reconocimiento a su bondad y paciencia para sufrir despechos de la soberbia e ignorancia oficialista, asombrándonos sin embargo de la belleza arqueológica de los múltiples objetos que ya es innegable, constituyen la prueba antropológica de la vivencia poblacional de los OLMECAS ALDEANOS en esta región de ambas riberas del Río Balsas, pues, lo mismo las conservamos en Oxtotipan que en Tlacozontitlán, Xochipala, Mezcala, Tetela del Río, Huetamo, Tzirándaro, San Jerónimo, que en el alejado y zamorano Opeño, tal como en un mapa de topografía precolombina nos hace conocer el arqueólogo don Román Piña Chan (...).” “Y es de comprender que ante esta evidencia antropológica se nos constata cómo esta amplia región tierracalentana ya estaría ocupada poblacionalmente por los milenarios Olmecas Aldeanos bajo
  • 36. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 151 la recurrente influencia del gran Río Balsas, misma que hasta la fecha sigue imprimiendo su importancia antropológica para los nuevos mexicanos en su alargada Cuenca geográfica. No obstante la memoria histórica de piedra y granito, del verde jade y andesita como los hombres de piedra que la labraron, se olvidaría para muchos siglos del futuro mesoamericano.” (Lic. Fabián Ruiz, Morelia, Mich., 1998: 163 al 168). Fig. 85. “Ubicación aproximada de las familias lingüísticas cerca del año 1500 antes de nuestra era”. (Manrique Castañeda, Leonardo, “Atlas Cultural de México”, Lingüística. / Vélez Calvo, Raúl, 1998; 158). “1 500 años a. C. LA LENGUA PROTOCUITLATECA ES DESPLAZADA POR LA LENGUA PROTOTARASCA. Cerca del año 1 500 a C., se supone que la lengua protocuitlateca había sido desplazada por la lengua prototarasca o protopurhépecha y ya no estaba presente en Michoacán: Toda la Costa Grande, hasta Coyuca de Benitéz estaba ocupada por la lengua protocuitlateca, llegando por el norte hasta Zirándaro. Por esta época la prototlapaneca se había replegado por el poniente hasta el municipio de Acapulco y por el oriente hasta los municipios de Tlapa e Igualapa. Sus límites norte a sur permanecían prácticamente igual que en el año 2 500 a. de C.” (Raúl Vélez Calvo, Volumen I, 1998; 157). “1500 años a. C. LOS PURHÉPECHAS EXPULSAN A LOS CUITLATECAS DEL ACTUAL ESTADO DE MICHOACÁN. Para el año 1500 a C., los purhépechas o tarascos ya habían expulsado a los cuitlatecas del actual estado de Michoacán, los cuales se vieron en la necesidad de ocupar toda la Costa Grande, hasta el municipio de Coyuca de Benítez; llegando por el norte hasta el municipio de Zirándaro.” (Vélez Calvo, Raúl, Volumen I, 1998; 164-165).
  • 37. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 152 “1500 años a. C. al 200 d. C. SISTEMAS DE TERRAZAS. Otra forma de retener la humedad y la fertilidad de los suelos, se hizo mediante la creación de terrazas en las laderas, y un tipo de presa hecha en el interior y a lo ancho de barrancas y hondonadas. Con estas estructuras artificiales se acondicionó el terreno para atenuar los efectos de la erosión y el deslave, aumentando el grosor y contenidos de materia orgánica (Rojas;, 1989: 186). En la zona que rodea a Cocula, existen numerosas terrazas de cultivo asociadas a los sitios arqueológicos ubicados en las partes más altas, muchas de estas terrazas se encuentran ya en desuso, otras utilizadas como potreros, y otras más aparecen acondicionadas con nuevos muros de contención y reforzando los sistemas constructivos prehispánicos (Cabrera C., 1986b; 196), como actualmente se hace, combinando el cultivo de humedad cerca del río, con los cultivos de temporal (idem), es posible que haya sucedido de manera similar antes de la presencia española.” “Las presas, conocidas también como trincheras y atajadizos, lama y bordo, etc., fueron hechos con muros de piedra para retener los sedimentos del agua de lluvia, con cuyos depósitos se iban formando las terrazas; algunas de estas estructuras tenían compuertas de salida o canales para poder desalojar el exceso de agua (Rojas, op. Cit.: 191). Este tipo de terrazas quizás se utilizaron desde la época olmeca, como lo sugiere el hallazgo de una estructura localizada a 450 metros aproximadamente del Recinto de Teopantecuanitlán, en el municipio de Copalillo (Niederberger, 1986; 86). Esta estructura (B, sitio 6), se encuentra como a 100 metros del río Balsas, en una zona de barrancas, y vista en planta, es de forma semicircular con extensiones laterales rectos. Los restos midieron 4.40 metros de largo por medio metro de alto y estaba hecho de cantos rodados, piedras irregulares y adobes o tepetates unidos con barro, como parte del relleno se encontraron fragmentos de figurillas olmecas, navajillas de obsidiana, mica y conchas (Niederberger, 1986:99), lo que podría situar a la construcción, de menos en el periodo Formativo (entre 1500 a. de C. y 200 d. de C.).” “De las herramientas más utilizadas para llevar a cabo las labores agrícolas, se pueden mencionar: el uitzoctli, palo o bastón plantador, el uictli o coa de hoja, y las hachas (Rojas, op. Cit,: 214-226). El bastón plantador, que es común verlo todavía en La Montaña, por ejemplo, podía ser de diferentes tamaños y materiales; hecho con maderas duras y resistentes, medía entre metro y medio y tres metros de largo. La coa de hoja, también era hecha de madera resistente; un extremo del palo era plano y se ensanchaba cerca de la punta hasta formar una figura más o menos triangular, Las hubo de una sola pieza, o de dos, cuando la parte ancha era de cobre endurecido (idem); estas últimas quizás se utilizaron en Tierra Caliente, en La Montaña y en Costa Chica, donde se han encontrado evidencias de ese metal y datos de fuentes etnohistóricas. Ambos instrumentos eran utilizados tanto para sembrar como para desyerbar. La coa de hoja, se ocupó en otras tareas además de la siembra. Se sabe de su uso en la construcción, en obras hidráulicas como el desazolve de canales, e incluso en las artesanales como la plumería. Las hachas de piedra, encontradas en múltiples excavaciones, eran de varios tamaños y podían tener o no una garganta para poder sujetarlas al mango de madera.”
  • 38. ZACATOLLAN, una historia de la desembocadura del río de las Balsas, jamás contada. CAPITULO IV 153 “Con ellas se iniciaba el corte de los árboles en los terrenos elegidos para la siembra; después se quitaban las yerbas sin arrancar sus raíces (Rojas, op. cit.: 226) y por último se quemaba para fertilizar los campos con sus cenizas. En una escena ritual del Códice Tudela (Folio 74r, en Rojas, 1989: 219), se observan tres objetos agrícolas asociados a la petición de una novia: un hacha, una coa de hoja y un mecapal, instrumentos comunes utilizados en la zona yope-tlapaneca.” (Jiménez García, Martínez Donjuán y Arboleyda Castro, Volumen 1, 1998; 103 – 104). “1 400 años a. C. TLATILCO. Época más antigua de Tlatilco a la que corresponden la figurillas de mujeres desnudas, ornamentadas con pintura y joyas.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002). 1 200 A. DE C. A 400 AÑOS A. DE C. PERIODO PRECLÁSICO MEDIO. “En sitios favorables se produjeron importantes cambios tecnológicos, principalmente en la agricultura: represas, canales, terrazas y otros sistemas de control de aguas. Variedad de plantas domésticas. Perfeccionamiento de la cerámica y de la talla de piedras. Inicio de la especialización en la producción y refinamiento en la elaboración de bienes de prestigio. Diferenciación social y surgimiento de jerarquías por linaje. Diferenciación en el tamaño de las aldeas y jerarquización entre las mismas. Aumento en el intercambio de materias primas, productos e ideas entre aldeas y regiones. Intercambio de bienes de prestigio entre las elites. Construcción de grandes plazas y de templos sobre plataformas elevadas. Surgimiento del calendario y la escritura. Escultura religiosa. Predominio en Mesoamérica del fenómeno olmeca, presente en sociedades de distintas etnias y diferentes niveles de desarrollo.” (Alfredo López Austin y Leonardo López Luján, “Arqueología Mexicana”, mayo - junio 2000; 20). “1 200 años a. C. ÉPOCA TEMPRANA DE TLATILCO. Es cuando ocurrió el contacto con los olmecas. Esta etapa es notable porque se produjeron en cerámica jugadores de pelota, brujos, músicos, enanos, jorobados y mujeres grávidas. Se comprobó que enterraban a sus muertos cerca de las chozas o en cementerios, en compañía de perros sacrificados y ofrendas, además rendían culto a la fertilidad de la tierra y concibieron el principio dual de la vida y la muerte. Estaban organizados en clanes totémicos y practicaban la magia y la hechicería. A juzgar por una construcción que debió ser el basamento de un templo hecho con materiales perecederos, debieron aparecer en ese periodo la casta sacerdotal y, en consecuencia, las clases sociales.” (Carla Fernández Tena, Página de Artes e Historia, Internet, 2002). “1 000 años a. C. SISTEMAS AGRÍCOLAS. Después de haber conocido algunos vestigios culturales de los antiguos guerrerenses, podemos tratar otros aspectos, como por ejemplo, el medio ambiente y la manera en que nuestros antepasados hicieron frente a él para obtener sus recursos económicos y, principalmente alimenticios.”