1. TRAS LA HUELGA GENERAL
EN CORREOS,
FOMENTO CONVOCA A LA MAYORÍA
SINDICAL
Tres meses después del encierro de la Mayoría Sindical en las
dependencias del Ministerio de Fomento, tres meses después del inicio
del proceso de movilización, y curiosamente el día después de la Huelga
General –la primera en doce años- respaldada por el 75% de la plantilla,
Fomento, más por presión que por propia iniciativa (porque de otra forma no
se entienden las imputaciones penales a los 22 sindicalistas de la Mayoría), se
veía forzado a convocar a la Mayoría Sindical. Presión ante la movilización,
ante el eco que está teniendo en los medios de comunicación, y ante las
iniciativas parlamentarias para activar el diálogo social en Correos.
Se trataba de una convocatoria que, nuevamente, adolecía de algunos tics
negociales habituales por parte de Fomento, y que se remitía por correo
electrónico a última hora de la tarde del 8 de junio –en plena huelga de Función
Pública- para una reunión el día 11 a las 10 de la mañana –es decir, al día
siguiente de la Huelga General de Correos- y en la que por parte de Fomento
asistió la Subdirección de regulación postal, que no el Subsecretario-: todo un
planteamiento que poco ayudaba a facilitar –más bien todo lo contrario- la
apertura de un diálogo social inexistente hasta la fecha.
Y a la que a pesar de todo acudimos porque, a diferencia del “menú” del 11
de marzo, en esta ocasión, y por primera vez –seguro que algo ha tenido que
ver el éxito de la Huelga del 10-J- se realizaba con documentación sobre la
mesa –las alegaciones al Anteproyecto de Ley Postal presentadas por la
Mayoría Sindical-, con un objetivo definido –la concreción solicitada por
Fomento ante algunas de dichas alegaciones- y con un calendario que, aunque
no compartido, al menos se detallaba.
En este contexto, como decimos, Fomento pedía a la Mayoría Sindical, con
la intención de darlas por cerradas cuanto antes, aclaraciones sobre
algunas de las alegaciones remitidas al Anteproyecto de Ley Postal en el
trámite de audiencia pública preceptivo, en el que están participando también
los privados, Correos y grandes usuarios, entre otros agentes del sector, antes
de remitirla definitivamente para su aprobación en el Consejo de
Ministros –a finales de julio- y su posterior tramitación parlamentaria. Una
2. tramitación que, en palabras del propio Ministerio, está previsto debatir en la
Comisión de Fomento, descartando por tanto un debate en el Pleno del
Congreso que podría resultar demasiado “visible” para una Ley Postal que, nos
tememos, se pretende de segunda línea política, y que el Gobierno quiere
cerrar el próximo otoño, en un plazo de cuatro meses.
Frente a la precipitación de Fomento (con una convocatoria hecha a todo
correr, con dos días de plazo, entre dos huelgas y con indudables defectos de
forma), desde la Mayoría Sindical planteamos lo que entendíamos como
condiciones mínimas para debatir cuestiones de fondo que definirán el futuro
modelo postal. Entre otras, la posposición de esta reunión precipitada para
una posterior y mejor planteada, la participación, al menos, del Subsecretario
de Fomento en la misma, la discusión integral de un debate que no es sólo
regulatorio (Ley Postal), sino que afecta a la financiación y a la viabilidad
del operador público y del empleo, y que por tanto debería contar con la
participación, junto a Fomento, de Economía y Hacienda (como propietario) y
de Correos.
Así las cosas, y a la espera de una nueva convocatoria, esperemos que
más seria que las recibidas hasta la fecha, una conclusión parece clara: a la
vista de una movilización y una Huelga General cuyo éxito no puede
esconderse, y ante la imposibilidad de acometer una reforma postal con el
rechazo del 75% de la representación de los trabajadores, Fomento ha tenido
que renunciar –por la fuerza de los hechos- a la vía de aislamiento de la
Mayoría Sindical como método de trabajo.
En ello ha jugado un papel determinante el éxito de la movilización y de la
Huelga General, el único mensaje que parecen entender. Y desde este mismo
espacio de movilización la Mayoría Sindical continuaremos planteando
nuestras incertidumbres y defendiendo nuestras reivindicaciones ante una
Ley que, de no rectificarse sustancialmente, no garantiza el futuro de
Correos y de nuestros empleos.
Madrid, 18 de junio de 2010