1. LA INFLAMACIÓN Y LAS ETAPAS DE LA REACCIÓN INFLAMATORIA
La inflamación es el primer mecanismo defensivo que se produce cuando los
gérmenes atraviesan las barreras externas del organismo. Es un mecanismo local que
corresponde a una respuesta inmunitaria inespecífica.
La reacción inflamatoria consta de cuatro etapas:
- Producción de sustancias y líquidos (mediadores de la enfermedad) que se
liberan por las células de los tejidos dañados.
- Incremento del flujo sanguíneo. (Aumentan los fagocitos en el foco de
infección)
- Aumento de la permeabilidad de los capilares. (Favorece la salida de los
fagocitos)
- Formación del pus (Constituido por bacterias y fagocitos muertos, suero y
partículas de grasa).
GRÁFICAS DE LA CONCENTRACIÓN DE ANTICUERPOS
Gráficas de la concentración de anticuerpos en el plasma de un individuo cuando se le
suministra una vacuna y cuando se le suministra un suero.
Al inyectarle el suero, la concentración
de anticuerpos aumenta rápidamente
porque el suero es un preparado de
anticuerpos, y disminuye
progresivamente en los días siguientes
porque el organismo los elimina
paulatinamente. La aplicación del suero
disminuye el riesgo inmediato de
contraer la enfermedad, ya que
proporciona una inmunidad inmediata,
pero poco duradera.
Después de la inoculación de la
vacuna, se produce un aumento de
anticuerpos tras un período de latencia.
Esto se debe a que la vacuna contiene
el agente patógeno y desencadena una
respuesta inmunitaria específica en el
individuo, es decir, este genera sus
propios anticuerpos frente a ese
patógeno. La vacuna proporciona una
inmunidad duradera si se producen
nuevos contagios, pero es menos
rápida que el suero.