Para contemplar los misterios del Santo Rosario.ario
1. El Santo Rosario. Contemplación de los Misterios
Explicación de la palabra.
Quinto misterio de gozo
El niño Jesús perdido y Primer misterio de dolor
encontrado en el templo La oración en el huerto
Israel Jesús, Cordero
Primer misterio de gozo De Dios
La Encarnación del Quinto misterio de dolor
Señor La crucifixión del Señor
Quinto misterio de luz Primer misterio de gloria
La institución de la La resurrección del Señor
eucaristía
Jesús, Eterno y
Sumo Primer misterio de luz
Quinto misterio de gloria
La entronización de la Iglesia
Sacerdote El bautismo del Señor Virgen María
2. Cerramos el borde superior de la cruz
uniendo el quinto misterio de gozo (El niño
Jesús perdido y encontrado en el templo)
con el primer misterio de dolor (La oración
en el huerto)…
3. Habéis salido a prenderme con espadas y
palos como si fuera un bandido. A diario he
estado enseñando en el templo y no me
apresasteis (Mt 26, 55)
Vista del torrente Cedrón y Jerusalén desde el Monte de los
Olivos
4. El terreno adquirido con el dinero
de Judas es hoy un monasterio
ortodoxo.
El “Campo de sangre”. Treinta monedas de
plata para ver cumplida la profecía de
Simeón al conocer al niño en el templo.
Para que se cumplieran las Escrituras. Para
que el Cordero derramara su sangre por
nosotros.
5. Cerramos el lado derecho, quinto misterio
de dolor (La crucifixión del Señor) y primer
misterio de gloria (La resurrección del
Señor)…
7. Después del sacrificio del Cordero, el nuevo templo es la Eucaristía y el Pueblo de
Dios, la Iglesia (Juan 17:20): Ruego también por los que han de creer en mí por el
mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en
ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me
has enviado.
8. Ahora el borde inferior, quinto misterio de
gloria (La coronación de la Virgen María) y
el primer misterio de luz (El bautismo del
Señor)…
9. MAGNIFICAT ANIMA
MEA DOMINUN
El encuentro entre María e
Isabel, entre Jesús y Juan
anticipa el misterio del bautismo
y proclama jubiloso el fin del
pecado original, la redención del
genero humano, el reinado de
María sobre ángeles, patriarcas,
profetas, santos y todos sus
hijos.
10. Benedictus
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
11. Y por último cerramos el último lado
meditando sobre la relación entre el
quinto misterio de luz (La institución de la
eucaristía) y el primer misterio de gozo
(La Encarnación del Señor)…
12. Y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
Juan 1:14
Mi carne es comida verdadera y mi sangre es bebida verdadera.
Juan 6:55
13. Jesús Eterno y Sumo Sacerdote, Jesús Cordero de Dios.
Señor Jesús, tu nos dijiste pedid y
se os dará, yo te pido a ti "Eterno y
Sumo Sacerdote", yo te pido a ti
"Cordero de Dios" que ningún
Sacerdote que no lo sea en nombre
y por ordenación tuya y que
ninguna ofrenda que no sea la que
nosotros por ti hacemos en
conmemoración tuya en la Santa
Eucaristía tenga poder alguno sobre
la faz de la tierra y mucho menos
aquellas que se hacen por y para el
maligno.
Tú que tienes poder sobre todo
principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que
se nombra, no sólo en este siglo,
sino también en el venidero,
concédenos esta gracia que
humildemente te pedimos.
TE LO PEDIMOS SEÑOR JESÙS!
AMEN.