1. El Renacimiento surge en Italia (s XIV) y, posteriormente, se extendió por el resto
de Europa. Sus principales características son:
Exaltación de la vida terrenal. Este vitalismo se manifiesta, por ejemplo, en la
reiteración del tópico del carpe diem: la invitación al disfrute de la belleza y de la
juventud.
El conocimiento se percibe como un modo de perfeccionamiento del ser
humano. Así surge el humanismo, movimiento dedicado al estudio de la cultura
clásica (textos griegos y latinos).
La burguesía hace suyos los valores renacentistas que se difunden gracias a la
invención de la imprenta.
El hombre se plantea una nueva relación con Dios, basada en una comunicación
directa, más íntima y auténtica, con la divinidad. La Reforma protestante y la
poesía mística española serán sus expresiones.
En España este movimiento se desarrolla en el siglo XVI, durante los reinados de
Carlos I (1517-1556) y Felipe II (1556-1598). En literatura se inicia con Garcilaso de
la Vega (1526) y llega hasta la publicación de la primera parte del Quijote en 1605).
El Renacimiento surge en Italia (s XIV) y, posteriormente, se extendió por el resto
de Europa. Sus principales características son:
Exaltación de la vida terrenal. Este vitalismo se manifiesta, por ejemplo, en la
reiteración del tópico del carpe diem: la invitación al disfrute de la belleza y de la
juventud.
El conocimiento se percibe como un modo de perfeccionamiento del ser
humano. Así surge el humanismo, movimiento dedicado al estudio de la cultura
clásica (textos griegos y latinos).
La burguesía hace suyos los valores renacentistas que se difunden gracias a la
invención de la imprenta.
El hombre se plantea una nueva relación con Dios, basada en una comunicación
directa, más íntima y auténtica, con la divinidad. La Reforma protestante y la
poesía mística española serán sus expresiones.
En España este movimiento se desarrolla en el siglo XVI, durante los reinados de
Carlos I (1517-1556) y Felipe II (1556-1598). En literatura se inicia con Garcilaso de
la Vega (1526) y llega hasta la publicación de la primera parte del Quijote en 1605).
2. Estilo: sencillo y claro (“escribo como hablo”).
Formas métricas: adaptación de metros y versos italianos: soneto (dos cuartetos
ABBA, ABBA y dos tercetos CDC, DCD), lira, silva (cinco versos endecasílabos y
heptasílabos: 7a, 11B, 7a, 7b, 11B).
Temas: amor y naturaleza idealizada que imita la belleza de la divinidad y los
mitos grecolatinos (Apolo y Dafne).
Uso de tópicos clásicos: Beatus ille, Locus amoenus, Carpe diem, Collige Virgo
Rosas.
Estilo: sencillo y claro (“escribo como hablo”).
Formas métricas: adaptación de metros y versos italianos: soneto (dos cuartetos
ABBA, ABBA y dos tercetos CDC, DCD), lira, silva (cinco versos endecasílabos y
heptasílabos: 7a, 11B, 7a, 7b, 11B).
Temas: amor y naturaleza idealizada que imita la belleza de la divinidad y los
mitos grecolatinos (Apolo y Dafne).
Uso de tópicos clásicos: Beatus ille, Locus amoenus, Carpe diem, Collige Virgo
Rosas.
3. Modelo del perfecto caballero renacentista, pues en él se conjugaron el ejercicio de
las armas (al servicio de Carlos V) y de las letras.
En 1526 conoció a la dama portuguesa Isabel Freire de quien se dice que inspiro gran
parte de sus composiciones.
Desterrado por el emperador por acudir sin su permiso a la boda de un sobrino, viaja
a Nápoles donde tuvo contacto directo con la poesía italiana.
Murió en Francia durante un ataque a la fortaleza de Muy.
Sus obras fueron publicadas póstumamente por su amigo y también poeta Juan
Boscán.
Modelo del perfecto caballero renacentista, pues en él se conjugaron el ejercicio de
las armas (al servicio de Carlos V) y de las letras.
En 1526 conoció a la dama portuguesa Isabel Freire de quien se dice que inspiro gran
parte de sus composiciones.
Desterrado por el emperador por acudir sin su permiso a la boda de un sobrino, viaja
a Nápoles donde tuvo contacto directo con la poesía italiana.
Murió en Francia durante un ataque a la fortaleza de Muy.
Sus obras fueron publicadas póstumamente por su amigo y también poeta Juan
Boscán.
4. Obra poética muy reducida: treinta y ocho sonetos y tres églogas.
El tema fundamental es el amor no correspondido, bien por la muerte de la
dama o por que lo rechaza. Aparecen sentimientos como el dolor por el rechazo o
muerte de la dama, la turbación ante su belleza, los celos, el lamento por su
muerte.
Para expresar estos sentimientos, recurre a la mitología clásica (Orfeo que llora
la muerte de Eurídice; Apolo, que persigue inútilmente a Dafne…).
En sus églogas, las quejas amorosas se ponen en boca de pastores que
conversan en el marco de una naturaleza idealizada.
Garcilaso incorporó a la poesía española versos y estrofas tomados de Petrarca y,
en general, de los poetas italianos (el verso endecasílabo, el soneto, la lira y la
silva).
Obra poética muy reducida: treinta y ocho sonetos y tres églogas.
El tema fundamental es el amor no correspondido, bien por la muerte de la
dama o por que lo rechaza. Aparecen sentimientos como el dolor por el rechazo o
muerte de la dama, la turbación ante su belleza, los celos, el lamento por su
muerte.
Para expresar estos sentimientos, recurre a la mitología clásica (Orfeo que llora
la muerte de Eurídice; Apolo, que persigue inútilmente a Dafne…).
En sus églogas, las quejas amorosas se ponen en boca de pastores que
conversan en el marco de una naturaleza idealizada.
Garcilaso incorporó a la poesía española versos y estrofas tomados de Petrarca y,
en general, de los poetas italianos (el verso endecasílabo, el soneto, la lira y la
silva).
6. Fragmentos Égloga IFragmentos Égloga I
Salicio:
¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo más
helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo; témola con
razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
¿De un alma te desdeñas ser señora, donde
siempre moraste, no pudiendo
de ella salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo
Nemoroso:
¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver con largo apartamiento
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?
El cielo en mis dolores
cargó la mano tanto,
que a sempiterno llanto
y a triste soledad me ha condenado; y lo
que siento más es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.
7. Humanista cristiano, integró en su obra el conocimiento de
los clásicos con una visión cristiana de la existencia. Fue
denunciado por la inquisición por sus rivales de la
Universidad de Salamanca y paso cinco años en prisión. Es
autor de veintitrés odas, la mayor parte liras.
8. El tema principal de su poesía es un deseo de huida del mundo, en busca de una
paz espiritual que no consigue hallar en él.
Para encontrar ese sosiego, Fray Luis sugiere varios caminos:
La vida en el campo, expresada a través del tópico literario del beatus ille (“feliz
aquel” que se aparta de las pasiones mundanas –avaricia, envidia, codicia…) y
busca una vida aislada y retirada), que aparece en la Oda a la vida retirada.
La música, que inspira la Oda a Francisco Salinas.
Propone una actitud estoica ante la vida, que consiste en evitar las pasiones –el
afán de dinero, fama o poder- y mantenerse imperturbable tanto ante las alegrías
como ante las penas.
El tema principal de su poesía es un deseo de huida del mundo, en busca de una
paz espiritual que no consigue hallar en él.
Para encontrar ese sosiego, Fray Luis sugiere varios caminos:
La vida en el campo, expresada a través del tópico literario del beatus ille (“feliz
aquel” que se aparta de las pasiones mundanas –avaricia, envidia, codicia…) y
busca una vida aislada y retirada), que aparece en la Oda a la vida retirada.
La música, que inspira la Oda a Francisco Salinas.
Propone una actitud estoica ante la vida, que consiste en evitar las pasiones –el
afán de dinero, fama o poder- y mantenerse imperturbable tanto ante las alegrías
como ante las penas.
9. Perteneció a la Orden Carmelita. Sus poemas principales –
Noche oscura del alma, Cántico Espiritual y Llama de amor
viva van seguidos de largos textos en prosa en los que el
autor explica su significado
10. El tema principal de su poesía es la unión gozosa de los enamorados, como
expresión simbólica del encuentro del alma con Dios.
Sus poemas más famosos son lo siguientes: Noche oscura del alma, Llama de amor
viva, Cántico espiritual, Vivo sin vivir en mí.
Intenta, por medio de poemas amorosos, poner en palabras la experiencia inefable
–es decir muy difícil de expresar- de la comunicación directa con Dios. Los textos
en los que refleja esta vivencia pertenecen a la literatura mística.
Para unirse con Dios, el alma ha de pasar por tres vías:
Vía purgativa: el alma mediante la penitencia y la oración se purifica.
Vía iluminativa: el alma es iluminada por Dios.
Vía unitiva: el alma alcanza el encuentro divino, la unión gozosa con Dios que se
compara con la unión de los enamorados.
El tema principal de su poesía es la unión gozosa de los enamorados, como
expresión simbólica del encuentro del alma con Dios.
Sus poemas más famosos son lo siguientes: Noche oscura del alma, Llama de amor
viva, Cántico espiritual, Vivo sin vivir en mí.
Intenta, por medio de poemas amorosos, poner en palabras la experiencia inefable
–es decir muy difícil de expresar- de la comunicación directa con Dios. Los textos
en los que refleja esta vivencia pertenecen a la literatura mística.
Para unirse con Dios, el alma ha de pasar por tres vías:
Vía purgativa: el alma mediante la penitencia y la oración se purifica.
Vía iluminativa: el alma es iluminada por Dios.
Vía unitiva: el alma alcanza el encuentro divino, la unión gozosa con Dios que se
compara con la unión de los enamorados.
11. En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada:
oh noche que juntaste
Amado con Amada.
Amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme, y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.