Enrique de ossó patrono de catequistas 27 de enero (1)
1.
2. ¡Háblanos,
con tu
vida y
tu palabra,
Profeta del
Amor .
Muéstranos
el camino,
sacerdote,
3. De los escritos
de Enrique de
Ossó.
Tomados
de su obra
“Guía práctica
del catequista”
4. Quisiera
Quisiera
quetodos los
que todos los
catequistas
catequistas
tomarancon decidido
tomaran con decidido
empeño
empeño
enseñaraalos niños
enseñar los niños
loque dice
lo que dice
estapregunta:
esta pregunta:
¿Quién es Jesús?
¿Quién es Jesús?
5. En ninguna cosa podéis
emplear mejor el tiempo
que en hacer que Jesús viva
en los corazones de todos,
especialmente en los
niños, por la Gracia
de su conocimiento y
amor.
A vosotros se os ha concedido
la Gracia de evangelizar
a las gentes las insondables
riquezas de Cristo, su amor,
su conocimiento,
sus maravillas.
6. ¡Feliz el catequista
que sepa inspirar
en el alma d
los niños un vivo
conocimiento,
un amor tierno
hacia la persona
de Jesús!
No
descanse,
pues, ni
sosiegue,
hasta que
vea que sus
niños
conocen y
7. Aproveche, sobre todo, el tiempo solemne de
la preparación a la Primera Comunión,
para, con mayor esmero, darles a conocer a
Jesús, y hablarles de lo mucho que Él ama a
los niños.
8. Es, pues, necesario
que si el
Catequista quiere
cumplir con
su deber,
viva una profunda
amistad con Jesús,
y se persuada
plenamente de que
sin Jesús
nada bueno puede
hacer. Y así,
acuda a Jesús,
9. Al amor a Jesús debe
unir inseparablemente
el amor a
María. Damos
lo que tenemos.
De la abundancia
del
corazón habla la
boca. Acuda siempre a
María como a la
Madre
10. El fin del catequista es formar en el corazón
de los niños la imagen perfecta de Jesús.
Como
dice el Apóstol, darlos a luz de nuevo,
y no cejar
en el
empeño
hasta
formar en
ellos a
Jesús;
revestirlos
, en fin, de
Cristo
Jesús,
11. Para fin tan alto,
para que enamore
y cautive
el corazón
de los niños,
necesita avivar esa
imagen en sí mismo;
que l
imagen divina de Jesús
se halle perfectamente
grabada y esculpida
en el alma del
catequista,
que la aprehenda con
viveza; que la
12. No se pueden
calcular las
ventajas
que la
enseñanza
del
Catecismo
aporta a
los fieles,
14. Ningún género de predicación le es comparable, y
es, evidentemente, el
mejor modo de
enseñar la Religión.
15. La catequesis es
como el agua
menuda y suave
que, repetida,
se
infiltra sin
sentir,
incluso en las
tierras peor
16. Tenga siempre presente el catequista
que los niños son las flores más
hermosas del jardín de la Iglesia...
17. ... Y que afianzar el presente
es triunfar del
porvenir.
18.
19. Oración del Catequista
Señor, nos gustaría sentirte siempre
cercano como un amigo,
para que nuestra tarea de sembradores
nos resulte más fácil.
Nos gustaría quererte y comprenderte
como tus amigos de Betania.
Enséñanos a descubrirte en nuestros hermanos,
porque cada vez que los escuchamos y ayudamos,
realmente te escuchamos y ayudamos a Ti.
Disipa, Señor, nuestros temores,
afianza nuestra decisión de ser catequistas,
fortalece nuestra voluntad, que oscila entre el sí y el
no.
Llena nuestra ignorancia con tu claridad,
nuestro cansancio con tu fortaleza,
nuestro egoísmo con tu amor,
nuestra desilusión con tu esperanza.
Señor, agradezco tu elección
y la confianza que pones en mí.
Con humildad, pero con alegría y esperanza,
hoy quiero repetirte una vez más:
¡Señor, cuenta conmigo! Amén.