El documento explora la relación entre la mente y el cuerpo a lo largo de la historia. Desde la antigüedad, se creía que el alma era el principio de vida que habitaba en los organismos vivos y regulaba sus funciones mentales y fisiológicas. En la filosofía griega, Platón defendió la separación entre el alma y el cuerpo, mientras que Aristóteles propuso que el alma y el cuerpo son interdependientes. En la época moderna, Descartes sugirió que el problema mente-cuerpo sólo surge en los ser
1. PROBLEMA MENTE-CUERPO.
Desde la antigüedad el hombre para dar respuesta a sus interrogantes de los
movimientos de los objetos se lo atribuían a los espíritus animados. Este enfoque
característico de los pueblos primitivos llevó a la concepción de que poseemos un
alma, que es considerada como el principio de vida interno que reside en todos los
organismos vivos y que posibilita y regula tanto sus funciones fisiológicas como
mentales.
Mientras que en las religiones orientales como el hinduismo y el budismo
defienden concepciones contrapuestas acerca del alma; mientras el Hinduismo
afirma la existencia de un alma sustancial para el Budismo no hay alma sustancial
permanente.
En la antigua griega, los sabios consideraban que el alma, aparece como un
aliento que mantiene la vida del cuerpo inanimado y que solo abandona al cuerpo
cuando el ser humano muere o se desmaya. Para platón el alma y cuerpo son de
naturaleza distinta, el cuerpo pertenece a un Mundo Sensible donde hay cambios
y corrupción, mientras que el alma es del Mundo Divino, consideraba que el alma
era totalmente independiente del cuerpo. Aristóteles en cambio, elimina el
dualismo planteado por Platón, manifiesta que en los seres vivos el cuerpo es
materia y el alma es la forma del cuerpo. No pueden darse el uno sin el otro, pero
es el alma donde residen las funciones vitales y es la causa y el principio de las
actividades del cuerpo.
En la época medieval, el cristianismo afirma la existencia de un Dios que es el
creador de todas las cosas. Para ellos, el alma ha sido creada por Dios y
constituye entonces un puente de unión entre lo material y lo divino. Por lo anterior
los filósofos medievales distinguen tres funciones del alma: memoria,
entendimiento o conocimiento y voluntad, cada individuo tiene sus propias
experiencias, diferentes y propios pensamientos y racionamientos, y toma
libremente sus propias decisiones.
En la época moderna René Descartes sugiere que el problema mente-cuerpo sólo
surge en los seres humanos, ya que, la única evidencia de que algo tiene mente
es la posesión de lenguaje, por lo que ni los animales ni las máquinas tienen
mente.
Los filósofos empiristas retoman la noción aristotélica de que la mente no tiene
ningún contenido en el momento del nacimiento y que todas las ideas, se
adquieren a través de la experiencia. Por otro lado durante el siglo XIX se
contribuyó a la creación de una psicología científica por medio de investigaciones
y experimentos.
2. La frenología de Gall, relacionó las facultades psíquicas con determinadas zonas
del cerebro de modo que la forma y las dimensiones de las distintas zonas
implicarían un mayor o menor desarrollo de las funciones psíquicas. En la
Psicofísica se avanzó en el estudio del sistema nervioso y de la sensación. Bell,
describió las funciones de los nervios, Flourens investigó las funciones del
cerebelo, Weber, estableció la ley de la sensación en la que formulaba la relación
matemática que existía entre la intensidad de un estímulo y la sensación
producida por éste. Mientras Wundt a finales de este siglo funda la psicología
como ciencia de la mente y sus contenidos, en base a métodos rigurosos de
observación y experimentación.
En la teoría de la evolución de Darwin afirmaba la continuidad evolutiva entre
algunas especies de primates y el hombre, continuidad presente también en el
psiquismo. De este modo, el hombre y el animal tendrían básicamente las mismas
capacidades psíquicas, si bien en grado muy diferente. Posteriormente Spencer
fundamentó la psicología en la biología evolucionista afirmando que lo psíquico
surge en el curso de la evolución fisiológica del sistema nervioso y el cerebro.
Por otra parte Freud, para explicar y tratar el comportamiento mental patológico,
explicaba también los mecanismos que determinan el comportamiento de los
individuos considerados normales. Manifestaba que en la mente humana existen
procesos que inciden en la conducta sin estar controlados por la conciencia, es lo
que él denomina inconsciente. Para Freud la conducta del hombre está regida por
los instintos.
En el enfoque Conductista no existen los estados mentales, pues para Watson,
sólo era importante la conducta, lo observable y excluía la mente, que no se podía
observa o medir. En el conductismo se reduce los fenómenos psicológicos en
términos de estímulo-respuesta.
Las últimas posiciones adoptadas ante este problema mente-cuerpo son el
Funcionalismo, según el cual los procesos mentales internos son estados
funcionales del organismo; y el Emergentismo según el cual los estados mentales
no son iguales a estados físicos del cerebro ni pueden reducirse a ellos, pero
tampoco son independiente a ello. La teoría más importante es la planteada por
Jhon Searle, quien manifiesta que los procesos mentales ya sean conscientes o
inconscientes, están causados por procesos cerebrales, pero no se reducen a
estos sino que son fenómenos o propiedades autónomos que emergen de los
sistemas neurofisiológicos en el curso del largo proceso evolutivo de la especie.