2. la mala destinación de los recursos de la salud.
Lamentablemente son muchas las quejas e injusticias que se cometen en el ámbito de la salud en nuestro país.
Principalmente hablando por los medicamentos que se entrelazan con el presupuesto de cada entidad publica de
salud al ser un paciente recetado por el mismo medicamento con el cual frecuentemente eres valorado, sin importar la
enfermedad, causo o síntomas que tengas. ¿hacia donde se irán los presupuestos del estado para la salud en nuestro
país?
3. ¡¡La salud no es un favor es un derecho!!
Es tan deprimente ver como se vuelve con el tiempo la salud en un negocio la ver que, sin importar cual se a
tu grado de enfermedad o malestar eres atendido , si no pagas no hay esperanzas , cuando una corrupción
en general que le cuesta mucho al país como tal, un ruleta y grupo de mercenarios que cada vez mas se
apoderan de la salud en Colombia. Con estadísticas recién se saca la conclusión que un sueldo de un
presidente de una entidad publica de salud ganaría veces mas que el mismo presidente de la nación. El
saber que de a rato el sistema se desborda la gente muere por negligencia y sin embargo no se duda de
que nuestra comunidad tiene bueno medico , enfermero y especialistas que se preocupan y tratan de dar
ala máximo en su profesión para bienestar de la comunidad pero hasta un punto no da basto con la
corrupción que nos azota que no permite el progreso de un país lleno de potencial y con ganas de luchar por
un mejor mañana.
4. Calidad y retos en salud publica… seguimos creyendo!
No cabe duda de que las poblaciones y las sociedades saludables tienen ventajas
competitivas para afrontar los retos del crecimiento y el desarrollo. Un individuo
saludable está mejor preparado como ser social y productivo que aquel que carezca
de las condiciones mínimas de salud. Una fuerza laboral saludable contribuye a la
productividad y competitividad del país. Por el contrario, la prevalencia de
enfermedades en la población económicamente activa, muchas de ellas prevenibles,
contribuye al ausentismo laboral y a la reducción del potencial productivo, además
del deterioro de la calidad de vida.
Ahora el reto es lograr la cobertura del ciento por ciento y avanzar en la calidad de los
servicios y en la resolución de la actual crisis del sistema para lograr que la salud sea
realmente un factor de competitividad y de mejora sustancial de la calidad de vida.