Este documento describe varios problemas de corrupción en el sistema de salud de Colombia, incluyendo que las EPS privadas a menudo defraudan el sistema al cobrar dos veces por el mismo servicio de atención domiciliaria, y reteniendo gran parte del dinero que el gobierno les da para prevención de enfermedades. También señala que los directivos de las EPS a menudo eligen hospitales propiedad de amigos y familiares, los cuales suelen tener baja calidad, con el objetivo de ganar dinero en lugar de salvar vidas. Además, existe mucho
Problemas de calidad y corrupción en las EPS privadas de salud
1. LAS EPS PRIVADAS ALGUNOS PROBLEMAS DE CALIDAD EN LAS ADMINISTRACIONES DE SALUD.
Hay empresarios de la salud que tienen una imaginación infinita para defraudar al sistema. Todos los días aparece una
nueva forma de la corrupción. Por ejemplo: dentro del pago que hacen los pacientes está contemplada una atención
domiciliaria, el servicio de enfermería en casa, incluido en el Plan Obligatorio de Salud.
Pero, tramposamente, le cambiaron el nombre: lo llaman “cuidador en casa", que no aparece inscrito en el plan, y eso les
permite cobrar dos veces el mismo servicio: una como auxiliar y otra como cuidador. Ya se han encontrado casos en que el
sobrecoso por paciente llega a mas o menos 5 o 6 millones de pesos diarios.
Otro ejemplo que ilustra los extremos fuera de la logica a que hemos llegado en materia de inmoralidad es el caso de la
prevención de enfermedades, prioridad fundamental en cualquier país civilizado.
En Colombia el encargado, el Ministerio de Salud le reconoce en promedio a cada EPS la suma de pesos mensuales por
paciente, a fin de que dicha empresa adelante trabajos de promoción y prevención de salud. Es lo que en el enredado
vocabulario del sistema se conoce como "p y p".
Se supone que las EPS reciben ese dinero, que es del pueblo, y deberían trasladarlo a clínicas y hospitales para sus tareas
preventivas.
Pero la verdad es otra: solo les transfieren unos pocos pesos por paciente. Es decir: la empresa promotora de salud se
queda con pesos que no le pertenecen. Haga cuentas, por cada paciente. Uno se pregunta, alarmado, si el Ministerio de
Salud no le hace una auditoría a su propio dinero, el que entrega a las empresas. Y si la hace, ¿por qué no descubre ese
desfalco?
¿Quieren más pruebas? Se han descubierto numerosos casos en que los directivos de las EPS privadas, a la hora de
escoger hospitales para contratar servicios, lo hacen con aquellos que son de sus amigos, de sus familiares o de sí mismos.
Fundan clínicas solo con ese propósito. Se ha comprobado que su calidad es inferior al promedio. Natural que así sea: no
están hechas para salvar vidas, sino para ganar plata.
Pero aquí no hay un gobernante que ponga el grito en el cielo y los meta en cintura, ni hay un juez que, además de
meterlos en cintura, los meta también en la cárcel. Lo que es peor, no hay ciudadanos que protesten seriamente en nombre
de la salud colectiva. Al Presidente de la República, por su parte, se le llena la boca anunciando nuevas reformitas del
sistema, engañosas pastillas de placebo, como si esa colcha de retazos aguantara un remiendo mas.
LADRONES EN TODAS PARTES MUCHOS PROBLEMAS DE CORRUPCION EN SALUD
La corrupción y el desorden, que es su principal cómplice, comienzan desde el principio. El sistema colombiano de salud no
tiene una base de información unita, sino dos: una para las personas que pagan su contribución y otra para quienes reciben
subsidios del Estado. El caos es de tales proporciones que hay duplicidad de usuarios y se cobra por atender a personas que
ni siquiera existen.
En cuanto a los subsidios, son incontables los municipios que reportan atención a una cantidad de enfermos superior al
número de habitantes de la población entera. (Es un caso similar al de la educación: para sacarle dinero al Estado, hay
colegios y universidades que envían unas listas de becarios que superan en cantidad a todos los matriculados.)