RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
La forma como concepto y la arquitectura manierista (1)
1. LA FORMA COMO CONCEPTOY LA
ARQUITECTURA MANIERISTA
REALIZADO POR: DANIELA DELGADO, C.I: 27.428.056
SECCIÓN: 1A
I.U.P “SANTIAGO MARIÑO”
EXTENSIÓN PORLAMAR
ESCUELA DE ARQUITECTURA
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
2. LA FORMA COMO CONCEPTO EN LA
ARQUITECTURA
En el campo de la arquitectura, la forma tiene múltiples significados. La
forma implica algo más que la apariencia del objeto arquitectónico, esta
expresa un contenido dado que la organiza y detona. Entonces se reconoce
en una igualdad con la sustancia que la conforma. La materia arquitectónica
dicta a la forma y por lo mismo, determina su expresión. Esta concepción
nos obliga a indagar en los elementos que la constituyen, sugiriendo un
campo fértil para el territorio del diseño; dichos contenidos son materia de
expresión, como fruto de una opción teórica.
Esta materialidad arquitectónica, no sólo se identifica como cualidades o
atributos del objeto, sino también como elementos conceptuales que sirven
para identificar y explicar el objeto; es a través de estos medios como se
puede actuar directamente sobre el proceso y transcurso del hecho
arquitectónico. En cualquier estructura espacial puede aparecer este
conjunto de sustancias, válidas por su aspecto de unidad, como el resultado
de un acto de integración libre, en una asociación de elementos dotados de
un lenguaje y pertenecientes a un principio ideológico. Al llegar a este punto
lo que nos interesa es establecer la serie de contenidos que dan identidad al
objeto arquitectónico. Por ello, se plantea que la forma de la expresión
arquitectónica expresa todo lo que la articula y le da sentido.
3. LA FORMA COMO CONCEPTO EN LA
ARQUITECTURA
En la forma se explica la materia que la determina, aquí se reconoce y
distingue como contenido, es la organización de contenidos en un todo,
disposición, manera de organizar los elementos. La forma en la expresión
arquitectónica está dada por la organización de la materia, ésta cobra forma
a través del contenido manifiesto, es su mezcla, conexión e interrelación. La
forma ya entendida como la agrupación de materiales del diseño compone
el núcleo sustancial de la expresión, éste contenido se refiere a las
propiedades reales del objeto; es como señala Vilches: "La correlación entre
el aspecto formal y sistemático de una expresión o estructura superficial,
con un aspecto formal y sistemático de un contenido o estructura
profunda". La forma subraya la función de contener y sostener una sustancia,
éste es el interior que la expresión envuelve, es su identidad manifiesta, así
el contenido la define y explicita.
Hablar de la forma en el campo de la arquitectura, implica hablar de
diversos significados; sin embargo, en esta investigación se reflexiona sobre
su sentido. Esta implica algo más que la apariencia del objeto arquitectónico;
ya que, expresa un contenido dado que la organiza y detona. Entonces se
reconoce en una paridad con la sustancia que la conforma. La materia
arquitectónica dicta a la forma y por lo mismo, determina su expresión.
Por ello, se plantea que la forma de la expresión arquitectónica expresa
todo lo que la articula y le da sentido.
4. ARQUITECTURA MANIERISTA
El estilo manierista, concebido inicialmente en Roma y en Florencia, se
difundió rápidamente en la Italia septentrional, y luego al resto de Europa,
donde los principios más genuinos del arte italiano de los siglos XV y XVI
no fueron comprendidos plenamente, y la arquitectura renacentista se
manifestó prevalentemente en su variante manierista.
El manierismo rechaza el equilibrio y la armonía de la arquitectura clásica,
concentrándose más bien en el contraste entre norma y transgresión,
naturaleza y artificio, signo y subsigno. De esta manera, la carga pierde su
peso, mientras que el sostén no sostiene nada; el punto de fuga no se
concluye en un punto focal, como en la arquitectura barroca, sino que
termina en nada; las estructuras verticales asumen dimensiones excesivas y
confieren al conjunto un inquietante equilibrio «oscilante».
Si en la arquitectura del Renacimiento la fábrica de los edificios a menudo
denuncia su propia conformación interna también hacia el exterior
(mediante, por ejemplo, la presencia de cornisa intermedia, extradós e
intradós), las obras manieristas generalmente se alejan de esta tendencia,
escondiendo su propia estructura de base. Desde el punto de vista
decorativo, asume particular importancia el fenómeno de lo grotesco, un
tema pictórico de tiempos del imperio romano, redescubierto a fines del
siglo XV, durante algunas excavaciones arqueológicas.
5. ARQUITECTURA MANIERISTA
La arquitectura manierista es aquella fase de la arquitectura renacentista
que se extiende entre el final de la arquitectura renacentista y el comienzo
de la arquitectura barroca.
El término maniera, usado en el siglo XV para indicar el estilo de cada
artista fue empleado por Giorgio Vasari en el siglo posterior para describir
uno de los cuatro requisitos de las artes (orden, medida, estilo y maniera),
refiriéndose especialmente a las obras de Miguel Ángel, también fue
utilizado de manera peyorativa para definir el arte italiano entre el
Renacimiento y el Barroco.
Si la arquitectura del Renacimiento la fábrica de los edificios a menudo
denuncia su propia conformación interna, las obras manieristas
generalmente se alejan de esta tendencia, escondiendo su propia estructura
de base. Desde el punto de vista decorativo, asume gran importancia el
tema grotesco, un tema pictórico en tiempos del imperio romano,
redescubierto a finales del siglo XV, durante algunas excavaciones
arqueológicas.
El punto de partida de la arquitectura manierista es la Villa Farnesia de
Roma, construida por Baldassarre Peruzzi alrededor de 1509. Presenta una
planta en U con dos alas que encierran una parte mediana en que, en el
puso inferior, se abre un pórtico construido por cinco arcos de medio
punto. En una sala del piso superior el propio Peruzzi pintó algunas
columnas y paisajes, con el fin de dilatar el paisaje arquitectónico.