Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
etica
1. CONTRIBUCIÓN DE LA EDU. FÍSICA A LA SOCIEDAD
A partir de los trabajos de estrategias que los docentes de la educación física
realizan ante la difícil tarea de la enseñanza del alumno con necesidades
educativas especiales, es que se empieza a comprender la dimensión que
nuestra área tiene desde la intervención didáctica en el proceso de construcción
de la identidad del niño y el adolescente. El trabajo con esta específica
población nos empuja y nos obliga a ser críticos sobre nuestro campo (también
hay posturas de desidia en muchos docentes) y a proponer cambios que
suponen una consecuente transformación.
Aspectos como la diversidad de cuerpos y de movimientos en un mismo grupo
de tarea, la falacia del paralelismo entre la edad cronológica y el aprendizaje
motriz, la intervención docente como intervención social son problemáticas que
surgen en toda la educación física, pero que se observan con más nitidez en la
Educación Física Especial.
A partir de una profunda lectura sobre este sub-campo pienso que se puede
avanzar con mayor profundidad sobre el potencial objeto de estudio de la
educación física. La diversidad del cuerpo y los movimientos
Si bien el alumno manifiesta su presencia corporal en todas las actividades
pedagógicas de la escuela, en la generalidad de las mismas el sujeto se
desprende del cuerpo (obligado por las disposiciones institucionales y
curriculares) logrando que este último (aunque siempre está) pase a ser
desplazado y muchas veces desapercibido. Según palabras de Le Bretón (1999)
"...El cuerpo sería aquel presente-ausente". Todas las áreas de la escuela desde
las matemáticas hasta la plástica encuentran en el cuerpo algún grado de
participación. Pero es en nuestro ámbito donde el alumno percibe, vivencia,
disfruta y representa su corporalidad; es en la clase de educación física donde
el cuerpo presente manifiesta a gritos su presencia.
La educación física cuenta con la posibilidad de crear el ámbito donde el
alumno, tanto para jugar como para aprender, no deba desprenderse de su
2. psiquis, ni de su atravesamiento histórico-cultural, ni de su afectividad.
Podemos lograr que nuestra área sea aquel ámbito en donde el niño y el
adolescente pasen a ser el sujeto-alumno que tanto pregonamos.
En relación a lo antes dicho y como primer paso, deberíamos establecer que
concepción de hombre queremos "despertar" en el alumno.
Con el correr de la historia, nuestro campo fue invadido por muchas teorías (sin
práctica) como aquellas corrientes biologistas, a saber la darwinista y su
consecuente darwinismo social de Spencer, como así también aquellas que
adhirieron al apetito social o a la facilitación biosocial. Estas corrientes
sobredimensionan la genética y la herencia sobre la transmisión epigenética. A
partir de estos presupuestos teóricos y su aplicación práctica muchas veces
desvirtuada, por la simple transposición directa y sin criticidad sobre nuestro
campo, la educación física debería trabajar con un cuerpo biológico que no ha
cambiado desde hace 90.000 años., y que es igual en todos los seres humanos.
Pero el ser humano se distingue de los otros seres vivos porque construye su
realidad en términos de cultura, y el contacto con esa cultura y con la historia
hace que hablemos de sujetos, ya que se encuentran "sujetos a subjetividad",
que les da ese entrecruzamiento histórico-cultural. Hablar desde la diversidad
de los sujetos es hablar desde el hombre como cuerpo y no del hombre con un
cuerpo. Esto nos lleva a pensar que la diferencia de cuerpos (y movimientos)
no es más ni menos que la diferencia de hombres.
Es por ello que la educación física debe intervenir desde la diversidad de los
cuerpos (y los movimientos) y no desde un "cuerpo-molde" (orgánico) donde
todos para lograr evolucionar (físicamente) deben lograr imitarlo e igualarlo.
Bajo el paradigma biologista la diferencia es sinónimo de anormalidad o de
desvío; entendiendo que el modelo de cuerpo es aquel musculoso y atlético,
prodigando las capacidades condicionales y coordinativas para lograr ser "el
más rápido o el más fuerte".
3. La Educación física escolar en la Argentina contribuyó a través de ciertas
prácticas y ciertos presupuestos a construir la noción de diferencia como
sinónimo de desigualdad. Sin llegar a entender que la diferencia es reciproca no
así la desigualdad, y por carácter transitorio la diferencia que encontramos en
la diversidad de los cuerpos y movimientos nos facilita la comunicación y contra
comunicación entre los mismos, pudiendo establecer un diálogo en el que la
comprensión y aceptación del otro sea moneda corriente.
Dirigiendo nuestra mirada al patio de la escuela especial o sobre alumnos
integrados en la escuela común vamos a observar una cantidad de cuerpos en
movimiento; diversidad de cuerpos, diversidad de movimientos. Una
organicidad, tanto física como psíquica, en cada uno de esos cuerpos y una
búsqueda continua en la comunicación entre los alumnos, el docente, el
contexto, los objetos y la significación de las actividades creadas o consignadas.
Pero si nos encontramos en algún patio de la escuela común también vamos a
observar el mismo cuadro (porque están en grupo sociales iguales), claro que
deberemos profundizar nuestra mirada para percatarnos de lo que sucede. Es
por ello que adhiero a Silvia Duschazky (1996) cuando nos dice "Que la
diferencia en la escuela siempre existió", a lo que le agregaría que no solo se
trabaja en la diversidad o en la diferencia cuando un alumno con discapacidad
integra un grupo escolar. Ahora bien, en el área de educación física cuando
trabajamos con alumnos con necesidades educativas especiales con grado de
afectación de moderada a severa principalmente en el orden intelectual
(aunque también sensorial o motriz) la diferencia se potencia, y es por ello que
un estudio pormenorizado sobre el cuerpo y los movimientos en el área de la
Educación Física Especial nos permitiría investigar desajustes motrices
potenciados.
Los desajustes que encontramos en los alumnos son de tipo clínico y de tipo
aclínico. Si limitamos nuestro registro a aquellos alumnos que evidencian un
desajuste motriz de tipo aclínico vamos a observar como el intelecto, la
afectividad y las relaciones sociales pueden exacerbar, restringir o inhibir su
corporalidad y su motricidad.
4. Estas observaciones que se realizan desde la educación física especial ¿No son
también observables desde la escuela común? ¿Si la diversidad de cuerpos
existe en todos los grupos escolares y la discapacidad potencia es diversidad,
no deberíamos estudiar más esta última, siempre en las prácticas corporales de
la escuela, para encontrar el "cuerpo-interrogante" de la educación física?