El documento discute los impactos negativos de la fractura hidráulica en el medio ambiente y la salud pública según se muestra en documentales como "GasLand" y "Promise Land". A pesar de estas preocupaciones, Argentina considera la fractura hidráulica como una solución energética y empresas como YPF buscan expandir su uso, poniendo en riesgo el agua potable y la tierra. Se necesita una moratoria para detener este método de extracción devastador.
El fantasma de la fractura hidráulica recorre la región
1. El fantasma de la fractura hidráulica recorre la región
RENACE. Red Nacional de Acción Ecologista www.renace.net
Adital. 12.03.13 - Argentina
Dos materiales visuales abordan este tema: un largo documental
llamado GasLand y una película protagonizada por Matt Damon, bajo
el nombre "Promise Land”. Ambos muestran de modo crudo y directo,
el descomunal impacto ambiental, sanitario y social que el método de
la fractura hidráulica ha venido produciendo allí donde se ha
instalado. Y hasta se creó un movimiento artístico-cultural de
denuncia con figuras como Robert de Niro, Susan Sarandon, Richard
Gere, Anne Hathaway o Yoko Ono.
¿Habrá oídos que registren esta catástrofe?
Como la Argentina declara permanentemente estar en emergencia
energética, en lugar de buscar eficiencia (cuyo Día Internacional se
celebró hace poco) o promover e incentivar las energías sustentables
como la solar o la eólica, se plantea la fractura hidráulica como un
sueño dorado de producción infinita. No se señalan en absoluto las
limitaciones geológicas, el impacto de esas perforaciones sobre el
ambiente y la salud y el rechazo social que está generando en
cascada en las poblaciones víctimas.
Aún desde el punto de vista financiero, el Post Carbon Institute ha
comparado la burbuja especulativa del gas de esquisto con el de la
burbuja inmobiliaria del año 2008, de la mano de Wall Street, con
capacidad para hundir la economía global. Se basa, cita el informe,
2. en un "número desorbitado de perforaciones, contratos de
arrendamiento especulativos y prácticas engañosas a cargo de las
empresas que explotan este tipo de energía[1]”. Los informes
privados anuncian que en USA los pozos se están agotando a una
velocidad inesperada, por lo cual el ritmo de perforación para nuevos
pozos aumenta desesperadamente en el intento de compensar lo que
ya no está, con lo que vendrá. Los estudios señalan que habría que
perforar 7.200 nuevos pozos en las cinco cuencas en explotación,
sólo en Estados Unidos, (tarea valuada en más de 42.000 millones de
dólares) apenas para sostener la producción actual.
En nuestra región, en los neoliberales años `90 se sembraron los
marcos regulatorios permisivos para las empresas, que hoy aspiran a
inyectar el más valioso y escaso bien, el agua, mezclada con
productos químicos altamente tóxicos y polvos arenosos, a fuertes
presiones, para romper, quebrar, fisurar la roca madre profunda en la
cual se hallan los hidrocarburos dispersos.
Huelga señalar que el primer impacto directo e inmediato será la
contaminación de las aguas subterráneas debido al contacto
inevitable de las napas con las "vetas” del hidrocarburo. El gas se
mezcla con el agua potable y produce explosiones y llamaradas en las
canillas de las casas. El ganado, enferma y muere. Los suelos se
vuelven tóxicos y la desertificación avanza. Las personas que
recibieron buenas sumas de dinero para arrendar sus campos a los
pozos de fractura, ven morir sus tierras y acabarse tarde o temprano
su dinero. Por si todo ésto fuera poco, las explosiones en la
profundidad de la roca, provocan temblores y movimientos de tierra.
El Fracking fue prohibido precautoriamente en algunos países de
Europa con Francia y Bulgaria, y en algunos estados norteamericanos
y canadienses.
Argentina tuvo como cabeza de playa a Zapala, provincia de
Neuquén, con la empresa Apache, instalada sin permiso de la
comunidad mapuche que allí habita[2]. Señala Elvio Mendioroz, de la
Fundación Uñopatun "El agua de nuestro Río Negro está siendo
utilizada para extraer petróleo en el yacimiento no convencional de
Vaca Muerta, provincia de Neuquén. YPF por energía consiente la
muerte del agua”[3]YPF planteó la asociación con Chevron,
denunciada, procesada y condenada en el Ecuador en un histórico
juicio por genocidio asociado a la contaminación de sus actividades de
extracción.[4].
Pero el fantasma avanza por otras provincias y otras regiones. Los
gobernantes sueñan rápidas y abundantes ganancias permitiendo que
fracturen y contaminen sus subsuelos, sus aguas y sus tierras.
3. Incluso en sitios adonde el agua es escasa como Patagonia, o
internacionalmente generosa, como Entre Ríos con el Acuífero
Guaraní.
¿Hasta dónde podrán aplicar sus proyectos de muerte? Porque
contaminar las aguas es llevar a la muerte a las comunidades. No hay
otra lectura posible ante la profusa evidencia y experiencia que lo
señala a gritos.
Infórmese. Replique estas inquietudes. Urge una moratoria ante el
avance de este método devastador que amenaza la vida.