Estos pueblos libres -son libres porque deciden autónomamente sus destinos, hasta ahora sin injerencias externas- se ven hoy amenazados por la inminente expansión del proyecto gasífero de Camisea
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La expansión de Camisea o la muerte de un mundo
1. La expansión de Camisea o la muerte de un mundo
Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas
Estos pueblos libres -son libres porque deciden autónomamente sus
destinos, hasta ahora sin injerencias externas- se ven hoy
amenazados por la inminente expansión del proyecto gasífero de
Camisea
PERÚ.- Recientemente, un grupo de organizaciones indígenas,
colectivos de derechos humanos y movimientos sociales solicitamos
al Presidente de Perú, Ollanta Humala, que respete los derechos de
los pueblos en situación de aislamiento voluntario y contacto
inicial, en el sureste del país.
Estos pueblos libres -son libres porque deciden autónomamente sus
destinos, hasta ahora sin injerencias externas- se ven hoy
amenazados por la inminente expansión del proyecto gasífero
de Camisea, el cual pretende ampliar la explotación de las reservas
almacenadas en el subsuelo de la Reserva Kugapakori-Nahua-Nanti
(KNN), su casa.
Desde un punto de vista técnico, los territorios indígenas se
convertirán en el escenario para la realización de estudios sísmicos,
así como para la construcción de veintiún nuevos pozos, una línea de
conducción para el gas licuado, y otra infraestructura asociada a los
proyectos extractivos (carreteras, salas de máquinas, etc.). En la
práctica, ello supondría la condena a muerte de varias comunidades
y la probable desaparición de un sistema propio de
pensamiento, que nace y que se debe a la tierra, y que
durante años ha salvaguardado la biodiversidad de esta región
de la selva peruana. Todo ello, por supuesto, en nombre del
progreso y del bien común.
2. Los pueblos amenazados
La Reserva KNN se creó en 1990 para proteger los derechos
territoriales de los pueblos nahuas, nantis y otros que viven dentro de
la reserva y que han mantenido relaciones limitadas con el resto de la
sociedad, incluyendo con otras comunidades indígenas. Un factor
fundamental para su creación fue la trágica experiencia de
contacto de algunas comunidades nahuas con un grupo de
madereros en 1984, la cual desembocó en la muerte de la
mitad de dicho pueblo a raíz de enfermedades derivadas del
contacto.
La trágica experiencia de contacto de algunas comunidades nahuas
con un grupo de madereros en 1984 desembocó en la muerte de la
mitad de dicho pueblo
No sólo la salud se resiente cuando los territorios de un pueblo libre
se ven invadidos. Todo su frágil ecosistema -que los hombres y las
mujeres de las comunidades contribuyen a sostener y conservar- se
ve dramáticamente afectado: las fuentes de agua son contaminadas,
los bosques son deforestados y las relaciones integrales entre seres
humanos, animales y plantas, son profundamente alteradas. Más allá
del impacto cultural o espiritual, la intervención de las corporaciones
extractivas en un medio natural prácticamente virgen impide el
sostenimiento de los modos de vida de las comunidades, quienes, sin
el acceso a sus fuentes de subsistencia (caza, pesca, cultivos), se ven
obligadas a enfrentar el hambre y la miseria, optando en muchos
casos por la migración. De esta manera quedan definitivamente
rotos los lazos sociales y comunitarios construidos durante
milenios.
3. Es necesario poner de relieve que este ingreso se produciría en contra
de la voluntad de los pueblos indígenas que habitan la Reserva KNN,
muchos de los cuales eligieron no tener contacto alguno con otros
grupos sociales. Y mucho menos poner a disposición de terceros los
bienes naturales de los que depende su existencia.
Estamos, por tanto, ante la amenaza de una invasión. Una invasión
impuesta y violenta, que vulnera los derechos humanos de los
pueblos indígenas reconocidos tanto por la normativa nacional,
como por la internacional.
El proyecto y el consorcio Camisea
Este megaproyecto busca básicamente captar y transportar el gas
natural proveniente de los yacimientos San Martín y Cashiari (que
conforman el Lote 88), hacia una planta de separación de líquidos
ubicada en Malvinas, a orillas del río UrubambaEn 1987, y en el
marco de operaciones petrolíferas operadas por la compañía Shell en
la Amazonía, se hizo público el hallazgo de dos grandes yacimientos
de gas, que se denominaron San Martín y Cashiriari, en el área de
Camisea. Pero no es hasta el año 1999 que nace el Proyecto
Camisea como tal, apoyado por las instituciones públicas peruanas.
Y en el año 2004 comienzan las operaciones extractivas.
Este megaproyecto busca básicamente captar y transportar el gas
natural proveniente de los yacimientos San Martín y Cashiari (que
conforman el Lote 88), hacia una planta de separación de líquidos
ubicada en Malvinas, a orillas del río Urubamba, para que después el
gas sea transportado por un gasoducto hasta Lima, con vistas a su
exportación.
La explotación de estos yacimientos está ahora en manos de un
conglomerado corporativo, conocido como Consorcio Camisea e
integrado por empresas de capital español (Repsol), argentino
4. (Pluspetrol y Tecpetrol), estadounidense (Hunt Oil),
surcoreano (SK Energy) y argelino (Sonatrach).
En cuanto a la financiación, el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) otorgó varios créditos para abordar la primera parte del
proyecto, convirtiéndose en el principal prestamista (400 millones de
dólares) para la segunda (denominada Camisea II), que aborda la
construcción de la infraestructura para la exportación, fase que inicia
en 2008. Este apoyo se completa con el de un grupo de bancos
privados, que aportan otros 400 millones de dólares para Camisea II,
y que está compuesto por las siguientes entidades: Société Générale,
Calyon, Sumitomo, ING, Mizuho, Bank ofTokyo Mitsubishi y el
español BBVA, que ya había financiado anteriormente a una de
las empresas del consorcio Camisea.
Finalmente, la Corporación Financiera Internacional (Banco Mundial),
otorgó otro crédito por 300 millones de dólares para el proyecto.
La implicación de BBVA y Repsol
El banco BBVA inició sus operaciones en Perú en 1990, fecha en la
que absorbió al peruano Banco Continental, naciendo de esta manera
el BBVA Continental. Entre sus principales operaciones en el país se
incluyen la financiación de varios megaproyectos extractivos.
Concretamente:
o Minera Yanacocha: en 2006, otorgó un crédito de 100 millones de
dolares para la explotación de Yanacocha, que es la mina de oro más
grande de Latinoamérica y la segunda más grande del mundo. Opera
a cielo abierto y desde su apertura, la degradación y contaminación
del agua ha sido constante.
o La contaminación de las extractivas provoca graves impactos sobre la
fauna y la flora amazónica
5. o Compañía Minera Antamina: financió la explotación de la mina
Antamina, de cobre y zinc, que está causando la contaminación de la
tierra y los recursos hídricos adyacentes.
o Proyecto Camisea: en 2006, ya había financiado a la empresa
Tecpetrol para sus actividades en Camisea. En 2008, pasó a
participar en el conglomerado financiero que aporta los fondos para
emprender la segunda parte del proyecto.
Por su parte, Repsol tiene adjudicada –en solitario o en consorcio
con otras transnacionales- la explotación de gas en 7 bloques en
el país -entre ellos el Lote 88 (como parte del Consorcio Camisea)-
que cuentan con una superficie neta de 20.866 km2.
Además, también participa en la gestión de la planta de licuación
conocida como Perú LNG, que procesa 17 millones de metros cúbicos
al día de gas, y cuenta con los dos mayores tanques de
almacenamiento de Perú. Se trata de la mayor adquisición de Gas
Natural Licuado (GNL) realizada por Repsol en toda su historia. Esta
planta forma parte de la II Fase del proyecto Camisea.
La ampliación del proyecto
58 organizaciones de todo el mundo firmamos, a finales del pasado
mes de febrero, la siguiente carta dirigida al actual Presidente del
Gobierno peruano, Ollanta Humala, en la que le solicitábamos que se
dé marcha atrás y que emita una aclaración pública sobre la
inviolabilidad de la Reserva KNN y los territorios adyacentes
6. En 2012 se conocieron los planes del Gobierno de Perú que
permitirían la expansión de las operaciones extractivas en la
región de Camisea. Estos planes incluyen propuestas de estudios
sísmicos extensivos y la construcción de veintiún nuevos pozos, una
línea de conducción y la infraestructura asociada en el Lote 88, y la
creación de una nueva concesión en el área, el adyacente Lote
Fitzcarrald.
Esta amenaza ha motivado que las principales organizaciones
indígenas del país (la Organización Regional Aidesep Ucayali –ORAU-,
el Consejo Machiguenga del río Urubamba –COMARU-, la Federación
Nativa del río Madre de Dios y Afluentes –FENAMAD- y la Asociación
Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana –AIDESEP-) solicitaran
la intervención de la Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las formas de Discriminación Racial (CERD).
Es en este marco que 58 organizaciones de todo el mundo firmamos,
a finales del pasado mes de febrero, la siguiente carta, dirigida al
actual Presidente del Gobierno peruano, Ollanta Humala, en la
que le solicitábamos que se dé marcha atrás y que emita una
aclaración pública sobre la inviolabilidad de la Reserva KNN y los
territorios adyacentes, asegurando que serán respetados estos
territorios, y que no se desarrollará en ellos ninguna actividad
extractiva.
Si esto no ocurre y se da luz verde a la expansión del proyecto
Camisea, no sólo se estarán violando las leyes nacionales e
internacionales que protegen los derechos indígenas, sino que se
pondrá en riesgo la existencia de todo un mundo, de todo un
sistema de pensamiento y de organización social, del que son
portadores los pueblos indígenas que habitan los territorios
ahora amenazados.
Información y datos técnicos extraídos de:
o www.quiendebeaquien.org
o www.bbvasinarmas.org
o www.servindi.org
o repsolmata.ourproject.org
o www.codpi.org
o www.iadb.org