Entre los privilegios de la Virgen María en atenciòn a su dignidad de Madre de Dios y en virtud de los méritos de su Hijo, es de destacar el de su Inmaculada Concepción.
1. INMACULADA CONCEPCIÓN, 1INMACULADA CONCEPCIÓN, 1
Entre los privilegios de la Virgen María en atención a su dignidad de
Madre de Dios y en virtud de los méritos de su Hijo, es de destacar
el de su Inmaculada Concepción, reconocido por la Iglesia desde sus
inicios y definido como dogma de fe el 8 de diciembre de 1854 por
el Papa Pío IX en la Bula Ineffabilis Deus.
“Declaramos, pronunciamos y definimos que la
doctrina que sostiene que la Santísima Virgen
María, en el primer instante de su Concepción fue,
por singular gracia y privilegio del Dios omnipo-
tente, en previsión de los méritos de Cristo Jesús,
Salvador del género humano, preservada inmune
de toda mancha de culpa original, ha sido revelada
por Dios y, por tanto, debe ser firme y constante-
mente creída por todos los fieles”.
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2. INMACULADA CONCEPCIÓN, 2INMACULADA CONCEPCIÓN, 2
“Inmune de toda mancha de culpa original”: la
Iglesia confiesa que María en ningún momento y
en modo alguno fue alcanzada por la culpa original
que se transmite por generación a la humanidad
desde nuestros primeros padres.
Pío XII añade que cuando se habla de María, ni siquiera “cabe plan-
tearse la cuestión” de si tuvo o no algún pecado, por nimio que pu-
diera pensarse, “puesto que lleva consigo la dignidad y santidad más
grandes después de las de Cristo. (...) Es tan pura y tan santa que no
puede concebirse pureza mayor después de la de Dios” (Fulgens
corona, 08.09.1953).
Sentencia cierta: libre de la concupiscencia desde su concepción.
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3. INMACULADA CONCEPCIÓN, 3INMACULADA CONCEPCIÓN, 3
La inmunidad de María es una gracia del Dios
todopoderoso que constituye un “privilegio sin-
gular”. Dios se interpone entre María y el pecado
para que éste ni siquiera le roce por un instante.
Es un privilegio extraordinario concedido a la
que había de ser Madre de Dios.
Esta verdad no se ha obtenido como una conclusión a partir de la
Revelación, o por su conexión con alguna otra verdad revelada. Se
trata de una verdad formalmente revelada por Dios. Ha habido
progreso en el conocimiento y explicación, pero la verdad era cono-
cida desde los comienzos de la Iglesia como divinamente revelada.
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4. INMACULADA CONCEPCIÓN, 4INMACULADA CONCEPCIÓN, 4
Anunciación (Lc 1, 28): “La expresión ‘llena de gracia’ traduce la
palabra griega ‘kexaritomene’, la cual es un participio pasivo. Así
pues, para expresar con más exactitud el matiz del término griego,
no se debería decir simplemente ‘llena de gracia’, sino ‘hecha llena
de gracia’ o ‘colmada de gracia’, lo cual indicaría claramente que se
trata de un don hecho por Dios a la Virgen. El término (...) expresa
la imagen de una gracia perfecta y duradera que implica plenitud”
(Juan Pablo II, Audiencia general, 08.05.1996).
Los Padres advierten que las palabras de Isabel a Ma-
ría, en la Visitación (“bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre”), dan a entender que Ma-
ría fue la sede de todas las gracias divinas y que fue
adornada con todos los carismas del Espíritu Santo, al
extremo de no haber estado nunca bajo el poder del mal.
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5. INMACULADA CONCEPCIÓN, 5INMACULADA CONCEPCIÓN, 5
Protoevangelio: “Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer,
entre su descendencia y la suya. Ella te aplastará la cabeza,
mientras tu le muerdes el talón” (Gn 3, 15). En el texto hebraico,
quien pisa la cabeza de la serpiente es la descendencia de la mujer.
Pío XII, Fulgens corona: “Si en un momento deter-
minado la santísima Virgen María hubiera quedado
privada de la gracia divina, por haber sido contami-
nada en su concepción por la mancha hereditaria
del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya
-al menos durante ese período de tiempo, por más
breve que fuera- la enemistad eterna, de la que se
habla desde la tradición primitiva hasta la solemne
definición de la Inmaculada Concepción, sino más
bien cierta servidumbre”.
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6. INMACULADA CONCEPCIÓN, 6INMACULADA CONCEPCIÓN, 6
La doctrina de la Inmaculada encontró cierta resis-
tencia en Occidente. Hubo santos, como Agustín,
Bernardo, Alberto Magno, Buenaventura y Tomás
de Aquino, que al tiempo de afirmar la eximia
santidad de María, se resistían a proclamar el pri-
vilegio de la Inmaculada. No percibían cómo con-
ciliarlo con la universalidad de la Redención ope-
rada por Cristo.
Solución: María no es una criatura exenta de redención. Es la prime-
ra redimida por Cristo y lo ha sido de un modo eminente en atención
a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano. Duns Escoto
distingue la “redención liberativa” de todos nosotros, de la “redención
preventiva” de María.
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7. INMACULADA CONCEPCIÓN, 7INMACULADA CONCEPCIÓN, 7
Hitos del Magisterio sobre la Inmaculada
Sixto IV, en 1476 y 1483, aprueba la Fiesta y el oficio
de la Concepción Inmaculada, prohibiendo calificar co-
mo herética la sentencia inmaculista. Inocencio VIII,
en 1489, aprueba la invocación de la Concepción In-
maculada. Trento, en 1546, declara que “no es inten-
ción suya incluir en este decreto, en que se trata del
pecado original, a la bienaventurada e inmaculada Vir-
gen María, Madre de Dios”. San Pío V incluye en el
Breviario el oficio de la Inmaculada. Paulo V, en 1616,
prohíbe enseñar públicamente la sentencia antiinmacu-
lista. Gregorio XV, en 1612, lo prohíbe privadamente.
Alejandro VII, en 1661, publica una constitución so-
bre la Inmaculada. Clemente XI, en 1708, extiende la
Fiesta como de precepto a toda la Iglesia Universal.
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8. INMACULADA CONCEPCIÓN, 8INMACULADA CONCEPCIÓN, 8
Los Padres descartan no sólo cualquier especie de pecado en la
Madre de Dios, también la juzgan ajena a toda imperfección vo-
luntaria, hasta el punto de negar en Ella cualquier acto imperfecto
o remiso de caridad. Entienden que, en modo alguno, ha estado
inclinada al mal.
La posibilidad de hacer el mal es un signo, pero
también una imperfección de la libertad. El ver-
dadero ejercicio de la libertad consiste en elegir
el bien porque nos da la gana. La gracia sana la
voluntad libre. Donde hay plenitud de gracia,
hay plenitud de voluntad sana y, por tanto, ple-
nitud de libertad. Por eso la Santísima Virgen
fue libérrima en todo momento.
Privilegios incluidos en la plenitud de gracia, 1
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9. INMACULADA CONCEPCIÓN, 9INMACULADA CONCEPCIÓN, 9
Privilegios incluidos en la plenitud de gracia, 2
La Virgen María estuvo sujeta al dolor. Santísima, sin sombra de
pecado, pero pasible y mortal, partícipe de la kénosis de su Hijo,
padeció al corredimir con Cristo. Una espada atravesó su alma
(anuncio de Simeón). El privilegio de la Inmaculada, lejos de sus-
traer el dolor de María, aumentó en Ella su capacidad de sufrimiento.
Desde su concepción la Virgen es superior en gracia
a todas las criaturas, incluidos los ángeles. Pero no
era una gracia infinita: creció a lo largo de su vida,
especialmente en la Encarnación, al pie de la Cruz y
en Pentecostés. Además, el amor recíproco entre
el Hijo y la Madre sería una causa ininterrumpida
de incremento de gracia para Ella.
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Privilegios incluidos en la plenitud de gracia, 2
La Virgen María estuvo sujeta al dolor. Santísima, sin sombra de
pecado, pero pasible y mortal, partícipe de la kénosis de su Hijo,
padeció al corredimir con Cristo. Una espada atravesó su alma
(anuncio de Simeón). El privilegio de la Inmaculada, lejos de sus-
traer el dolor de María, aumentó en Ella su capacidad de sufrimiento.
Desde su concepción la Virgen es superior en gracia
a todas las criaturas, incluidos los ángeles. Pero no
era una gracia infinita: creció a lo largo de su vida,
especialmente en la Encarnación, al pie de la Cruz y
en Pentecostés. Además, el amor recíproco entre
el Hijo y la Madre sería una causa ininterrumpida
de incremento de gracia para Ella.
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