1. Smartfuel
Por Diego Garcia Laborde
En la década de 1980, el ex Presidente y CEO de American Airlines (AA) Robert Crandall, logró
ahorrar a la compañía u$s 40.000 en un año con su idea de quitar una sola aceituna de la
ensalada que se servía en la cena.
El éxito no fue unicamente el ahorro de los u$s 40.000 en aceitunas, sino mas bien, el fomento
de una conciencia de costos entre los gerentes y empleados de la línea aérea.
Es lo que los ingleses llaman el costo de la minucia o los pequeños costos, que sumados se
traducen en un costo mayor y, por ello, la importancia de generar un comportamiento
corporativo para no descuidarlos.
Es decir que en AA este tema de fomentar conciencia de ahorros no es nuevo y ante la
pregunta de cuantos empleados se necesitan para ahorrar u$s 96 millones de galones de
combustible al año? La respuesta es “Todos”.
Desde los empleados de reservas o cargas hasta los sectores de servicio al cliente o la alta
dirección, tienen capacidad para aportar ideas que ayuden a reducir costos, inclusive los
relativos al consumo de combustible y reducción de emisiones (CO2), que parecerían ser de
resorte exclusivo del sector Operaciones (pilotos) o las áreas técnicas.
Como la mayoría de las compañías aéreas de todo el mundo, los transportadores
norteamericanos, también tomaron medidas comunes, para reducir el consumo del
combustible. Pero la innovación mas importante se concretó en American Airlines con la
implementación del programa Smartfuel, que con la enseñanza Crandall y su famosa
“aceituna”, ya tenía incorporado comportamientos corporativos orientados a la reducción de
costos.
El SmartFuel surgió a partir de la primera escalada del crudo entre el 2004 y 2005, cuando los
precios se dispararon por encima de 140 dólares por barril. En el corto plazo era necesario
implementar acciones tendientes a reducir el consumo, con ideas inteligentes.
En AA la consigna fue, más que nunca y aunque el petróleo caiga, desarrollar una conciencia de
reducción del gasto en combustible, no solo por parte de las áreas operativas y técnicas, sino
también por el aporte de todos los sectores. El primer paso fue la implementación de un
programa con la participaban de todos los empleados, por el cual se fomentaba la presentación
de ideas orientadas a reducir el consumo del jet fuel.
En el año 2008, en donde el precio promedio fue de u$s 2.12 por galón, fueron presentadas
más de 500 sugerencias por parte de los empleados, las que contribuyeron a un ahorro para AA
de u$s 204 millones.
De las iniciativas presentadas desde el inicio del programa las mas importantes e innovativas
fueron :
Programa de lavado de motor: La limpieza periódica para remover contaminantes
promueve, además de la mejora de la vida del motor, una reducción en el consumo de
combustible y emisiones de CO2. La Proyección de ahorro fue de 3,9 millones de galones/año
de combustible.
Sustitución de los carros de catering: AA reemplazó cerca de 19.000 carros de catering por
modelos modernos diseñados con materiales más ligeros. Se redujo un peso promedio por
aeronave de 124 libras con una proyección de ahorro de casi 1,9 millones de galones de
combustible por año.
Winglets : Se añadieron Winglets a la flota de Boeing 737, 757 y 767. Las economías previstas
fueron de 42 millones de galones de combustible y de 910 millones de libras de emisiones de
CO2, al año.
Eliminación de la válvula de la flota MD-80: AA ha eliminado una válvula, que ya no es
necesaria, en aeronaves MD-80, con un ahorro de alrededor de 70.000 galones de combustible
año (u$s 151.000 dólares/año).
Reducir el tiempo de verificación de fugas de aceite: El procedimiento de comprobación
de fugas de aceite en los motores de MD-80 tomó más tiempo del necesario, por lo que la
compañía redujo la cantidad de tiempo en el que se ejecuta la verificación. Los ahorros
proyectados son entre u$s 50.000 y u$s 100.000 por año, dependiendo de los precios del
combustible.
2. La eliminación de elementos innecesarios en cabina de pasajeros: AA ha eliminado
todos los elementos innecesarios en cabina, como bandejas que ya no se utilizan, equipos
antiguos de teléfono, el logotipo de las luces, mesas de cocina, bastidores de revistas, puntos
de venta, dispositivos para afeitarse, etc. Los ahorros proyectados son de 20 galones de
combustible por año por cada libra de peso removido.
Se han eliminado los hornos "midgalley" en la flota B-767-300, reduciendo el peso de los
aviones en 235 libras.
Se planificó además una reducción de la cantidad de agua a bordo de las aeronaves según cada
vuelo, sin afectar la normal provisión necesaria y segura requerida para los pasajeros. Una vez
evaluadas las reducciones planificadas se estimó el ahorro en 2,5 millones de galones al año.
Taxi in/out con 1 solo motor : Siempre que sea seguro y operativamente viable, las
manibras de rodaje se realizan con un solo motor. El ahorro se tradujo en 4 millones de
galones/año con una reducción de las emisiones de CO2 en más de 84 millones de libras.
Renovación de Flota: La cuestión de la flota y planta poder son, por obvias razones, temas
primordiales. American definió una renovación de flota, planificando la incorporación de 76
B-737-800 entre 2009 y principios de 2011. Los nuevos B-737 tienen un consumo el 35% mas
eficiente que los MD80 (casi la mitad de la flota).
Tractores de alta velocidad : En Dallas / Fort Worth y el Aeropuerto Internacional de Los
Angeles International Airport se incorporaron tractores de alta velocidad para remolcar las
aeronaves del Gate a las puertas a los hangares, con un potencial de ahorro de 9 millones de
galones de combustible al año.
Rampa : Los empleados de Rampa pueden evitar que un avión demore la colocación del GPU
después de la llegada y no dejar los equipos de tierra regulando (en ralentí) cuando no estén
en uso.
Mantenimiento : Los mecánicos pueden hacer uso de energía en tierra para reducir el uso de
los APU y arrastrar las aeronaves en taxi cuando las condiciones lo permitan. Las medidas mas
contundentes fueron las propuestas en la reducción del peso de la aeronave mediante la
eliminación de componentes innecesarios o su sustitución con alternativas más livianas.
Carga : El personal ha propuesto la utilización de unidades de carga lighterweight; cancelar las
reservas cuando se determina que la carga no llegará y evitar estivar patines que no están
vinculados a la expedición en contenedores, en paletas o en aviones de fuselaje estrecho.
En cabina : La tripulación de cabina también ha hecho aportes en el ahorro de combustible. En
tierra mediante la racionalización de consumos (uso del APU), el ajuste adecuado de la
indicación al comandante de “cabina OK”, la consulta a los pasajeros para cerrar cortinas de la
ventana y el control de las salidas de aire abiertas (mantener la cabina fresca pero no fria),
evitar el almacenamiento de latas de refresco extras o el reabastecimiento de suministros en los
espacios extras del avión, indicar cualquier exceso de aprovicionamiento y acelerar las
demostraciones de seguridad para evitar retrasos en la salida.
Reservas : Los agentes de reservas agentes han colaborado en la cuestión del consumo. La
idea fue la implementación de una recomendación pautada y sistemática a los clientes sobre el
peso de equipaje y los límites de lo que puede embarcar. Esta información, sobre la cual nadie
pudo argumentar desconocimiento, ha reducido discusiones en el check-in , en donde por las
circunstancias del “deadline”, los empleados tienden a perdonar peso para no demorar la salida
del vuelo.
Operaciones : AA recibió la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) para
reducir la reserva de combustible entre un 5% y un 10% para los vuelos transatlánticos. El
ahorro estimado es de u$s 10,6 millones anualmente.
Pilotos : Tanto las tripulación técnicas como el sector Operaciones son claves en cualquier
programa que pretenda reducir el consumo. Las políticas operativas de las compañías de
aviación tienen una incidencia directa y en general todas aplican procedimientos y siguen
normas relativas a un menor consumo.
Sin perjuicio de ello existen una serie de recomendaciones relativas a practicas o hábitos que
pueden ser revisados, como por ej la indicación en tiempo y no en kg del remanente necesario
para cada operación, el ajuste del índice de costos después de la salida, la actualización de los
planes de vuelo con las últimas condiciones meteorológicas, etc.
3. En AA se han desarrollado varias propuestas operativas para reducir el consumo que
conformaron un programa integral muy importante para la compañía.
Dinamic Cost Index (DCI) - En mayo de 2005, de American Airlines puso en marcha un proceso
de planificación de vuelos que adaptaba la velocidad de cada vuelo, cada dia previendo el
menor costo de consumo.
El plan no solo calcula el costo de combustible sino también el menor costo operativo,
incluyendo el de las demoras. La premisa es equilibrar el costo del combustible, con la
meteorología del vuelo, el avión, el mantenimiento, el costo de arribar a tiempo. Se procesa con
un sofisticado programa para planificar cada vuelo, cada día. Este enfoque de la la planificación
de vuelos ahorra casi 16 millones de galones de combustible cada año.
RNAV: - Navegación de área - Es un método de navegación aérea que permite a un avión elegir
un curso dentro de una red de balizas de navegación determinadas, en lugar de navegar
directamente hacia y desde las balizas. Ayuda a mejorar la gestión del espacio aéreo, lo que
mejora la seguridad y reduce el consumo (así como las emisiones de CO2).
RNAV ofrece numerosas ventajas ya que los pilotos son capaces de utilizar en forma más
precisa un sofisticado software de gestión de vuelo en cabina, que les permite para determinar
un itinerario de vuelo más limpio, frente al anticuado sistema de navegación anterior.
El resultado fue menor consumo de combustible, menor emisión de CO2 y menor impacto de
los niveles de ruido sobre ciudades.
Para tener una idea, por cada libra de peso extra retirada de una aeronave, AA ahorra
aproximadamente 11.500 galones de combustible anuales. Si la reducción es de 100 libras de
peso innecesario, AA podría ahorrar más de 1,1 millones de galones de combustible/año.
En un vuelo transcontinental promedio de Boeing 767 (ej Nueva York a Los Ángeles) que dura
de 5 horas y media, el consumo es de más de 7.400 galones de combustible. Un Boeing 777 de
vuelo promedio de Dallas / Fort Worth a Narita, Japón, dura más de 12 horas y consume más
de 26.000 galones de combustible.
Todos los empleados
Una de las razones del éxito de Smartfuel ha sido que fue promovido con la participación de
todos los empleados y de abajo hacia arriba, con un gran compromiso por parte de los pilotos,
operadores de rampa, mecánicos, despachantes, los planificadores y muchos otros grupos de
trabajo que asumieron responsabilidad corporativa en el programa.
La clave fue que no se trató solamente de grandes propuestas, sino también de pequeños
cambios de procedimientos o de viejos hábitos, que en conjunto y escala pueden producir
ahorros significativos . Los ejecutivos de la compañía tuvieron en claro que nadie estaba en
mejores condiciones que los empleados para proponer modificaciones desde sus puestos de
trabajo, donde realizan sus tareas, día a día.
El acercamiento de la compañía a todo el personal, con el desafió de lograr mantener un canal
de comunicación abierto, produjo resultados favorables. La gente puede tener ideas, pero debe
saber como encaminarlas.
Abrir una vía de comunicación con los empleados que se involucran y ayudan a la compañía
aérea en la lucha contra la incontrolable batalla de los precios del petróleo, no solo produjo un
beneficio económico concreto, sino que además, promovió un fuerte vinculo de pertenencia con
la empresa y de compromiso en las relaciones laborales e interpersonales. Desde la
implementación del programa, los empleados de todas las áreas de American Airlines
continuaron promoviendo innumerables iniciativas “fuelsaving”.
Por último y con las actuales presiones sobre las compañías aéreas de ser más respetuosos con
el medio ambiente, el programa SmartFuel contribuyó a reducir emisiones de dióxido de
carbono.
Los pasajeros y clientes en general recibieron con muy buena predisposición las propuestas o
los pedidos de colaboración, en temas en los cuales estaban involucradas cuestiones
ambientales.
El desarrollo e implementación de programas de reducción del consumo de combustible se ha
convertido en un tema prioritario para las compañías aéreas. Su éxito dependerá de que sea
asumido como un comportamiento corporativo de práctica normal y sistemático por parte de la
las empresas.