Jorge Manrique, coplas a la muerte de su padre.

1. JORGE MANRIQUE
Lucía Almarza · Elisa González · Javier Becerril
3ºA

2. Biografía
 Se cree que Jorge Manrique nació en Paredes de Nava (Palencia), aunque también se dice
que nació en Segura de la Sierra (Jaén). Tampoco se sabe el año exacto de su nacimiento
pero se sitúa entre el 1439 y el 1440, murió el 24 de abril de 1479 en Santa María de Campo
Rus (Cuenca)
 Su infancia y juventud la pasó en Segura de la Sierra hasta el año 1465. Fue un soldado. A
los 24 años participo en los combates del asedio al castillo de Montizón (Villamanrique,
Ciudad Real) donde ganó fama y prestigio como guerrero.
 Su padre fue uno de los hombres más poderosos de la época y murió victima de un cáncer
que le desfiguró el rostro en 1475 y su madre murió cuando él era niño.
 Estudió humanidades y las tareas propias de militar castellano. Su tío, Gómez Manrique era
también un poeta eminente y autor dramático

3. Introducción a las coplas de J. Manrique
 Su obra cumbre es el poema elegíaco coplas a la muerte de su padre.
 Consta de cuarenta coplas de dos sextinas manriqueñas o de pie quebrado.
 Es una de las composiciones funerales más perfectas y emotivas de la lírica castellana.

4. Introducción a las coplas de J. Manrique
 Temas principales:
 El menosprecio de las vanidades mundanales.
 La fugacidad de la vida.
 El poder igualatorio de la muerte.
 Los caprichos de la fortuna.
 La fama que triunfa sobre la muerte.
 Rinde tributo a su padre, el Maestre Don Rodrigo Manrique.

5. Introducción a las coplas de J. Manrique
 Es una dolorosa y melancólica elegía, en tono sentencioso, en la que destacan tres temas:
 Inestabilidad de los bienes y de la Fortuna
 Fugacidad de la vida
 Poder destructor e igualatorio de la muerte
 La virtud personal es lo único que puede permitir trascender la vida y el destino. La virtud
personal, basada en un vida cristiana, permite conseguir la eternidad y pervivir en la
memoria de los semejantes.

6. Coplas por la muerte de su padre
VI
Este mundo bueno fue
si bien usásemos dél
como debemos,
porque, segund nuestra fe,
es para ganar aquél
que atendemos.
Aun aquel fijo de Dios
para sobirnos al cielo
descendió
a nescer acá entre nos,
y a vivir en este suelo
do murió.
XXXII
E sus villas e sus tierras,
ocupadas de tiranos
las halló;
mas por çercos e por guerras
e por fuerça de sus manos
las cobró.
Pues nuestro rey natural,
si de las obras que obró
fue servido,
dígalo el de Portogal,
y, en Castilla, quien siguió
su partido.

7. FINLucía Almarza · Elisa González · Javier Becerril
3ºA