El documento describe tres momentos importantes en la relación entre el español y el inglés en los Estados Unidos: 1) La expansión de la colonización española desde México hacia el norte, influyendo con la lengua y cultura antes de la llegada de los colonizadores ingleses, 2) Conflictos a finales del siglo XIX que hicieron que las regiones adquirieran carácter político estadounidense mientras mantenían su esencia lingüística y cultural mexicana, y 3) El papel preponderante de los hispanohablantes