Este documento analiza la convergencia entre la intuición y el discurso como formas de conocimiento en el diálogo Fedón de Platón. Narra los últimos momentos de Sócrates y cómo su discípulo Critón pudo intuir su mortalidad de forma directa. También muestra cómo se puede llegar a este conocimiento de manera discursiva mediante un razonamiento lógico. Concluye que la diferencia entre ambas formas radica en si el conocimiento se obtiene de manera inmediata o mediata, y si implica o no el uso de reglas l
La convergencia entre intuición y discurso en el Fedón de Platón
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
DECANATO DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACION
ASIGNATURA: APORTES FILOSOFICOS Y LA PRODUCCION DOCTORAL
CONVERGENCIA DE
INTUICION Y DISCURSO
EN EL FEDÓN DE PLATON
Autor: Roberto Zamora H.
Mediadora: Dra. Susana Gómez
SAN JUAN DE LOS MORROS, JULIO DE 2009
2. INTRODUCCION
A lo largo de la asignación CREATIVIDAD, INNOVACION Y
PRODUCCION, “DIALOGOS DE PLATON, DESCARTES Y KANT”, se
pudo constatar la relevancia del llamado “mundo inteligible” correspondiente
al plano ontológico enmarcado en la Teoría de las Ideas presentada por
Platón.
Igualmente, se evidenció, en contraposición con la “doxa” u opinión, el
valor concedido por el Filósofo a la “epísteme” o conocimiento científico en el
plano epistemológico.
En consecuencia, el contenido de este ensayo está dirigido a profundizar
por una parte en la comprensión de las nociones de “dianoia” o razonamiento
discursivo y de “noesis” o intuición como forma más elevada de
conocimiento; ambas concebidas como etapas de la “epísteme”, y por la otra a
mostrar evidencias respecto de la posibilidad de convergencia de las nociones
de discurso e intuición en la adquisición del conocimiento, a través de un
pasaje de un eminentes diálogo filosófico como lo es el “Fedón” de Platón.
3. En primer lugar, es necesario plantear que el “discurso o conocimiento
discursivo” constituye una forma de obtención de saberes como producto o
término de un razonamiento y por lo tanto se da de manera mediata o
indirecta.
En segundo lugar, por “intuición” se entiende el acto de conocimiento
logrado sin mediación, directamente, por lo que al decir de Barrio Gutierrez
(1991), “es en la nóesis, un conocimiento intuitivo, en la que el alma capta
directamente y sin intermediarios la realidad de las ideas eternas”.
Ahora bien, veamos como en algunos casos existe la posibilidad de
convergencia de la forma de conocimiento discursivo e intuitivo, para lo cual
utilizaremos un breve pasaje del final del diálogo “Fedón de Platón” en el
cual se narra la muerte de Sócrates y que se presenta seguidamente:
—Ya lo entiendo, dijo Sócrates; pero por lo menos es permitido
y muy justo dirigir oraciones a los dioses, para que bendigan nuestro
viaje, y que le hagan dichoso; esto es lo que les pido, y ¡ojalá
escuchen mis votos! después de haber dicho esto, llevó la copa a los
labios, y bebió con una tranquilidad y una dulzura maravillosas.
Hasta entonces nosotros tuvimos fuerza para contener las
lágrimas, pero al verle beber y después que hubo bebido, ya no
fuimos dueños de nosotros mismos. Yo sé decir, que mis lágrimas
corrieron en abundancia, y a pesar de todos mis esfuerzos no tuve
más remedio que cubrirme con mi capa para llorar con libertad por
mí mismo, porque no era la desgracia de Sócrates la que yo lloraba,
sino la mía propia pensando en el amigo que iba a perder. Criton,
antes que yo, no pudiendo contener sus lágrimas, había salido; y
Apolodoro, que ya antes no había cesado de llorar, prorrumpió en
gritos y en sollozos, que partían el alma de cuantos estaban
presentes, menos la de Sócrates. ¿Qué hacéis, dijo, amigos míos?
¿No fue el temor de estas debilidades inconvenientes lo que motivó
el haber alejado de aquí las mujeres? ¿Por qué he oído decir siempre
que es preciso morir oyendo buenas palabras? Manteneos, pues,
tranquilos, y dad pruebas de más firmeza.
4. Estas palabras nos llenaron de confusión, y retuvimos nuestras
lágrimas.
—Sócrates, que estaba paseándose, dijo que sentía desfallecer
sus piernas, y se acostó de espalda, como el hombre le había
ordenado. Al mismo tiempo este mismo hombre, que le había dado
el veneno, se aproximó, y después de haberle examinado un
momento los pies y las piernas, le apretó con fuerza un pié, y le
preguntó si lo sentía, y Sócrates respondió que no. Le estrechó en
seguida las piernas y, llevando sus manos más arriba, nos hizo ver
que el cuerpo se helaba y se endurecía, y tocándole él mismo, nos
dijo que en el momento que el frío llegase al corazón, Sócrates
dejaría de existir. Ya el bajo vientre estaba helado, y entonces
descubriéndose, porque estaba cubierto, dijo, y estas fueron sus
últimas palabras: Criton, debemos un gallo a Esculapio; no te
olvides de pagar esta deuda.
—Así lo haré, respondió Criton; pero mira si tienes aún alguna
advertencia que hacernos.
—No respondió nada, y de allí a poco hizo un movimiento. El
hombre aquel entonces lo descubrió por entero y vimos que tenía su
mirada fija. Criton, viendo esto, le cerró la boca y los ojos.
Así pues, tomando como fundamento la lectura del fragmento del diálogo
presentado, si quisiéramos llegar al conocimiento del concepto “mortalidad
de los seres humanos”, tendríamos la posibilidad de obtenerlo tanto por vía
intuitiva como por vía discursiva en los siguientes términos:
Luego de materializarse el efecto de la cicuta bebida por Sócrates, su
discípulo Critón, a quien correspondió cerrar los ojos y la boca de su maestro,
pudo verificar que Sócrates era mortal, por intuición o aprehensión inmediata
de aquello que había percibido con sus propios ojos.
Asimismo, también por razonamiento discursivo, podía llegar a igual
conocimiento, en virtud de la posibilidad de afirmar la muerte de Sócrates
valiéndose de la siguiente operación discursiva:
5. “Todo hombre es mortal”
“Sócrates es hombre”
“Sócrates es mortal”
En efecto, expresado en términos equivalentes, siguiendo la opinión de
Hessen (citado por Luque Rodríguez ,1993), es conocimiento discursivo “el
que, aplicado a unas ideas o conceptos originales, va desarrollando otros
conceptos derivados de aquél mediante unas reglas de discurso basadas en la
lógica” (p.22) mientras que contrariamente, el conocimiento intuitivo “es
capaz de ver conceptos e ideas nuevas sin necesidad de la laboriosa capacidad
lógica de la razón” (p.22).
En conclusión, resulta evidente que las categorías de conocimiento
abordadas se distinguen exclusivamente en la inmediatez o carácter mediato
del producto obtenido de la razón, y por el uso o no de reglas de la lógica.
Materiales de Referencia
Barrio Gutierrez, J. (1991). Intuicionismo. [Documento en Línea] Disponible:
http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=5781&cat=filosofia
[Consulta: Julio 20, 2009]
Luque Rodríguez, J. (1993). El Conocimiento. [Documento en Línea]
Disponible: http://personal.us.es/jluque/Libros%20y%20apuntes/
[Consulta: julio 15, 2009]
6. APENDICE
A continuación se presenta una copia digital de la obra “La Muerte de
Sócrates”, creación del famoso pintor francés Jacques-Louis David en 1787,
inspirada en el “Fedón” de Platón.
Asimismo, se ofrece la identificación de algunos personajes incluidos en el
cuadro, además de informaciones adicionales con fundamento en el libro del
Suizo Alain de Botton, titulado “Consolaciones de la Filosofía”.