2. Objetivo
• Que en el mes de mayo, al celebrar
el mes Mariano, en el rezo del Santo
Rosario, crezca y se estrechen los
lazos de fe entre los miembros de
las familias, sectores,
parroquias y
• Diócesis de Cúcuta.
3. Oración inicial
Dispongámonos hermanos para
este momento de reflexión,
pidiendo al Espíritu Santo, que
nos asista y nos infunda
sabiduría. En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo... Dios te Salve Reina y
madre.
4. Canto: Santa María del camino.
Primer momento
La importancia de la Virgen María en la
vida de la Iglesia La Santa Iglesia nos
enseña que debemos honrar a la
Santísima Virgen María con una
devoción especialísima y del todo
filial, superior al culto con que
honramos a los demás santos.
5. Aunque la devoción a la Virgen
María, no es para terminar en
ella misma, sino en Dios a
través de ella. Es decir de ella
veneramos lo que tiene de
Dios. Podemos preguntarnos.
• ¿Cómo ha sido mi relación con
la Virgen María?
• ¿Qué clase de honor le he
rendido?
Canto: ¿Quién será la mujer?
6. • Segundo momento Texto Bíblico: Mc 3, 20-35
" Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de
modo que no podían comer. 21. Se enteraron sus
parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían:
«Está fuera de sí.» 22. Los escribas que habían bajado
de Jerusalén decían: «Está poseído por Beelzebul» y
«por el príncipe de los demonios expulsa los
demonios.» 23. El, llamándoles junto a sí, les decía en
parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
24. Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino
no puede subsistir. 25. Si una casa está dividida contra
sí misma, esa casa no podrá subsistir. 26. Y si Satanás
se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede
subsistir, pues ha llegado su fin. 27. Pero nadie puede
entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata
primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa.
7. • 28. Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de
los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas
que éstas sean. 29. Pero el que blasfeme contra el
Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien,
será reo de pecado eterno.» 30. Es que decían: «Está
poseído por un espíritu inmundo.» 31. Llegan su madre
y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían a
llamar. 32. Estaba mucha gente sentada a su alrededor.
Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus
hermanas están fuera y te buscan.» 33. El les responde:
«¿Quién es mi madre y mis hermanos?» 34. Y mirando
en torno a los que estaban sentados en corro, a su
alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.
35. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi
hermano, mi hermana y mi madre.»”
8. REFLEXION
"¿Quién es mi madre y quienes son mis
hermanos? Quien cumpla la voluntad de Dios"
enseñaba el Maestro. ¿Y quién cumplió mejor
en esta tierra esa Voluntad de Dios sino
María? Su Madre, Ella, la Siempre fiel. Por eso
la puso de modelo. El gran mérito de la
Virgen, fue cumplir la voluntad del Padre y por
eso se convirtió en su madre.
9. Teniendo como base el texto que acabamos de
oír, y la reflexión que hemos compartido,
ahora nos preguntamos:
• ¿He podido descubrir cuál es la voluntad de
Dios en mi vida?
• ¿Cómo haría para vivir esa voluntad?
• ¿A que me comprometo para cumplir la
voluntad de Dios?
10. El Santo Rosario
El Rosario, aunque se distingue por su carácter
mariano, es una oración centrada en la
cristología. Muchos dicen que no es una oración
bíblica, pero en realidad, es completamente
bíblico. Los Misterios los tomamos todos de los
evangelios y nos presentan la vida de Jesús así:
Los Misterios
GOZOSOS
DOLOROSOS
LUMINOSOS.
GLORIOSOS
11. Oración final
Padre Nuestro, hemos visto como nuestra María, una
joven humilde de Nazaret, te honra en todo
momento y se convierte en la Mujer vestida de Sol.
Queremos que inundes nuestros corazones con el
Espíritu Santo, de modo que podamos imitar sus
virtudes, y hacernos tus esclavos como ella. Que
nuestras familias, a través del rezo del Santo
Rosario, vivan la unidad, el amor y la fraternidad,
para llegar a ser verdaderos discípulo tuyos, tu
madre y tus hermanos. Te lo pedimos por tu Hijo
Jesucristo, que vive y reina contigo, por lo siglos de
los siglos. Amén. Canto mariano.