11. Lee. Localiza las ideas principales, subraya y también resume en tus propias palabras; hazlo cuidadosamente.
12. Recita. Recita para ti mismo los puntos principales, recordando detalles esenciales para que entiendas lo que el autor trata de decirte.
13.
14. Encuentra un lugar apacible donde puedas concentrarte. Este puede ser un lugar secreto donde nadie te encuentre ni te moleste o simplemente una hora en tu casa en la cual nadie esté.
15. Empieza tu lectura viendo las imágenes, o escuchando un poco de música para sentirte a tono con lo que vas a leer.
16.
17. Entonces sería bueno tratar de tomar un curso de lectura rápida, así aprovecharás más libros en menor tiempo.
18. El tenderte o simplemente estar parado funciona para alguna gente. Otros prefieren caminar o hacer algunos ejercicios. Busca la forma en la que te sientas más cómodo leyendo.
19.
20. CONCLUSION Cuanto más agilidad para leer desarrollemos más capacidad tendremos para tratar con ciertos materiales y ciertos objetivos.La lectura a mayor velocidad de la que ahora nos resulta cómodo aplicar no sólo es real y accesible para todos sino que puede ser lo más adecuado en muchas situaciones. Obviamente, hay que ejercitarse un poco. No puedes sustituir la experiencia de la lectura rápida con la información acerca de la lectura rápida. La habilidad de dominar la lectura a mayor velocidad se adquiere gradualmente y fuera de las aulas y las academias. En tu vida cotidiana lees más que en las ocasiones que asistes a clases, y es en tus lecturas habituales donde puedes comenzar a desarrollar habilidades; está demostrado que se puede alcanzar un buen nivel de lectura veloz con suficiente práctica aunque sin ejercicios rutinarios.