Para conocer a Dios, se requiere humildad al reconocer que solo Él puede revelarse a sí mismo, objetividad al limitarse a lo que Dios ha revelado en la Biblia, e integridad al vivir de acuerdo con las enseñanzas bíblicas y no solo conocerlas intelectualmente.

1. LOS REQUISITOS DEL CONOCIMIENTO<br />Efesios 4:17-21<br />El conocimiento puede llegar a adquirirse a través de la educación (estudio) o la experiencia (práctica). Sin embargo, el conocimiento requiere el involucramiento personal de aquel que llega a obtenerlo. Así como cualquier area del conocimiento tiene sus requerimientos básicos, el conocimiento del Señor también los demanda.<br />HUMILDAD<br />El conocimiento de Dios difiere de cualquier otro tipo de conocimiento, debido a aquello que precisamente llega a ser materia de análisis: Dios; cf. Job. 11:7-8; Is. 40:13-18. <br />El hombre solo puede conocer de Dios porque Dios se ha dado a conocer (lección uno); por lo tanto, el se humano tiene que ponerse bajo la revelación que Dios ha hecho de sí mismo para llegar a conocerle; Dt. 29:29; 1 Cor. 2:9-13. <br />En otros campos o materias, el ser humano a menudo se coloca sobre el objeto de investigación; mas no es así cuando se trata de llegar a conocer acerca del Señor; cf. Ro.1:21; Fil. 3:8.<br />OBJETIVIDAD<br />Debido entonces a que solo podemos conocer a Dios a partir de Dios mismo, tenemos que apelar a lo que Dios ha revelado de sí para llegar a conocerle; cf. Jn. 14:6; 18:37.<br />Para identificar la verdad acerca de Dios, no podemos apelar a otra fuente de información acerca de Dios que no sea Dios mismo; cf. Jn. 17.17; Ro. 3:4.<br />Así entonces, para conocer a Dios debemos limitarnos a Dios; cf. Dt. 4:2; 12:32; Pr. 30.6; 1 Cor. 4:6; Gál. 1:9, etc. <br />INTEGRIDAD<br />La biblia no solo es un libro informativo acerca de Dios; es además un libro formativo de parte de Dios; cf. Jn. 8:47; 12:47-48.<br />Dios no solo espera de nosotros un conocimiento bíblico, sino un comportamiento bíblico; cf. Mt. 23:1-3; Ro. 1:17-24.<br />El discipulado no consiste solamente en conocer de Dios, sino en vivir conforme a Dios; cf. Jn. 8:31-32.<br />Conocer de Dios demanda lo mejor de nuestra disposición; Jn. 13:15. <br />