4. Hay formas que pueden abrir
el corazón del hombre al
conocimiento de Dios, hay
indicios que llevan a Dios.
A menudo se corre el riesgo
de ser deslumbrado por el
brillo del mundo, que nos
hace menos capaces de leer
esos signos. Sin embargo, Dios
no se cansa de buscarnos, es
fiel al hombre que ha creado y
redimido.
5. Hoy no faltan las
dificultades y las pruebas
para la fe.
Cada vez más, el creyente
debe ser capaz de dar razón
de su fe.
La fe se pone a prueba en
estos tiempos, atravesada
por formas sutiles e
insidiosas de ateísmo
teórico y práctico.
6. En nuestros tiempos hay un
fenómeno particularmente
peligroso para la fe: hay una
forma de ateísmo que se define
como "práctico", en el que no se
niegan las verdades de la fe o
los rituales religiosos, sino que
simplemente se consideran
irrelevantes para la existencia
cotidiana, separados de la vida,
inútiles.
7. ¿Qué respuestas está llamada
a dar ahora la fe al ateísmo, al
escepticismo y a la
indiferencia?
Me gustaría mencionar
algunos aspectos, que
provienen de la reflexión
natural, o del mismo poder de
la fe. Quisiera resumirlo muy
brevemente en tres palabras:
el mundo, el hombre, la fe.
8. El mundo.
El mundo no es una masa
informe, sino que cuanto más
lo conocemos y más
descubrimos sus maravillosos
mecanismos, más vemos un
diseño, vemos que hay una
inteligencia creadora.
Una primera manera que
conduce al descubrimiento de
Dios es contemplar con ojos
atentos a la creación.
9. El hombre.
Dios está más cerca de mí
que yo de mí mismo.
Con su apertura a la verdad y
a la belleza, con su sentido
del bien moral, con su
libertad y la voz de su
conciencia, con su aspiración
al infinito y a la dicha, el
hombre se interroga sobre la
existencia de Dios.
10. La fe.
Un camino hacia el
conocimiento y el encuentro
con Dios es la vida de fe.
La fe es un encuentro con Dios
que habla y actúa en la historia
y que transforma nuestra vida.
No en un mero sistema de
creencias y de valores, sino
que se fundamenta en el
acontecimiento del encuentro
entre el hombre y Dios en
Cristo Jesús.
11. Año de la Fe:
Del 11 octubre 2012
al 24 noviembre 2013
Redescubrir la
alegría de creer