GUIA DE NUTRICION Y ENTRENAMIENTO para principiantes
El exito
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Tema: ¿QUÉ ES EL ÉXITO?
Chiclayo, 18 de enero de 2020.
Algunas definiciones:
- Idea común: Exitoso es quien tiene mucho.
- Logro satisfactorio de una tarea o actividad.
- Reputación favorable que recibe alguien o algo.
- Por su raíz del término latín exitus que significa Salir o salida (Ing. Exit): Muchas veces expresa
«sobresalir», «salir por encima de la competencia», «salir de la oscuridad del anonimato».
- Si vamos a su acepción original, éxito es todo aquello que pone fin a una carencia o sufrimiento.
(Texto clave: Lucas 10:38 – 42)
Tipos:
Intentaremos diferenciar entre tres tipos de éxito:
- Éxito humano (mundano).
- Éxito divino (espiritual).
- Éxito santificado (mundano + adventismo).
Dos trampas de Satanás:
- Hacernos dudar de quien es Dios.
- Hacernos creer que nosotros podemos solos.
El éxito mundano (Proverbios 14:12)
El éxito es una de las grandes trampas de satanás. Todas las personas que les gusta hacer sus cosas solas
es porque tuvieron éxito en algo en el pasado. Por eso llegan a decir: ¡Yo puedo!
El éxito, así como el dinero o el poder, es una prueba y que no muchos pueden pasarla.
A veces creemos que una persona es bendecida materialmente pero quizá esté siendo atrapada con las
argucias del enemigo para que no reconozca la necesidad de Jesús.
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Satanás nos llena de éxito humano para lograr así nuestra perdición. Las personas que tienen éxito
humano inconscientemente piensan que hay cosas que pueden hacer o lograr por sí solas. Entonces no
dependen de Dios, su experiencia con Jesús no es profunda, es una experiencia superficial o nula.
El éxito del mundo nos imposibilita experimentar el éxito para con Dios.
El éxito espiritual (Juan 15:5)
El éxito divino es aprender que yo no puedo hacer NADA. La vida cristiana tiene su fundamento en la
pobreza de espíritu. (Mateo 5:3)
El verdadero éxito es reconocer que no puedo hacer nada sin Jesús, depender de Jesús. Dejar de hacer
estrategias humanas y simplemente te rindes a Dios, esperas en él y haces lo que Dios te dice que hagas:
PERMANECER EN SU PRESENCIA
Tú no esperas en Dios por dos razones: Porque desconfías que Dios se va a encargar de tus problemas o
tú quieres hacerte cargo por ti mismo. Y eso determina nuestro fracaso espiritual.
El éxito santificado (Mateo 7:21)
Podemos responder con la siguiente pregunta
¿Para qué estamos criamos a nuestros hijos?
La mayoría de padres nos sentimos ORGULLOSOS y tranquilos cuando nuestros hijos alcanzan el éxito
material o mundanal mientras se mantengan como dirigentes activos de iglesia, guardan el sábado, creen
las 28 doctrinas, siendo vegetariano, conocen el manual de iglesia, etc. Este un éxito santificado, un éxito
mundano revestido con un manto de religiosidad.
Hay muchos padres que se presentan como adventistas de cuna, que tienen 30 o 40 años en la iglesia, o
que son adventista de tercera generación o cuarta generación. Que conocen muy bien la organización, las
doctrinas, los ritos, liturgias, manual de iglesia, las instituciones adventistas, sus hijos estudian y se
destacan en las instituciones adventistas. Se comportan bien y son muy obedientes, pero no conocen a
Jesús, no vibran con Jesús, porque no reflejan a Jesús. La religión se ha transformado en una cultura, en
una identidad, una comunidad, mas no en una necesidad espiritual. El éxito espiritual viene con el fracaso
de uno mismo.
¿Por qué se van los jóvenes de la iglesia si los criamos bien? Porque los criamos para el éxito mundano,
mas no para el éxito espiritual. Entonces cuando alcanzan un poco de éxito material se van de la iglesia.
Porque sienten que ya no necesitan de ella.
Para enseñarles el éxito espiritual a nuestros hijos tenemos que fracasar
nosotros.
El caso de Moisés
Moisés tenía éxito mundanal. Moisés no renunciaba a su éxito mundanal porque creía que ese éxito lo
hacía capaz para servir a Dios. Moisés quería hacer las cosas a su manera;
Pero el éxito mundanal nunca te capacita para servir a Dios.
El éxito espiritual de Moisés comienza con una gran crisis consigo mismo. Fue desterrado por cuarenta
años al desierto para desaprender todas las cosas sobre el éxito mundanal que había prendido en Egipto.
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Los talentos que desarrollamos en el mundo no nos capacitan para la obra de
Dios, simplemente Dios nos permite que lo usemos en ella.
¿Cómo aprendemos quien es Dios y quienes somos nosotros?
Ha solamente una manera: A través de Jesús. (pero el Jesús que aparece en los evangelios, no el Jesús que
te enseñaron tus padres o algunos dirigentes de iglesia).
No puede haber victoria espiritual que no esté fundamentada en la Biblia y en
la oración.
De alguna manera nos estamos preparando para el fracaso espiritual. El verdadero éxito es fracasar con
nosotros mismos. Es enseñarles a nuestros hijos que no pueden hacer nada sin Jesús.
(Texto clave: Lucas 10:38 – 42)
- Martha era famosa por ser buena organizadora, cocinaba excelente, muy activa, dirigente. María no
tenía su vida en regla con la iglesia.
- Martha nunca había fracasado. María tuvo un “fracasote”. Siete veces el Salvador había reprendido
su corazón.
- María aprendió que cosa es lo más importante, estar a los pies de Jesús.
El cielo va a estar llena de personas fracasadas, pero que llegaron a ser
victoriosas en Cristo.
Nuestras victorias o nuestras derrotas las estamos viviendo ahora. La vida de oración es encontrarme con
Jesús. Nuestras victorias y éxito espiritual está garantizado solo si aprendemos a someternos a la voluntad
de Dios EN TODO.