1. BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Castelgandolfo Miércoles 17 de
agosto de 2011
El pueblo de Dios que reza: (4) La
meditación
El color amarillo en letras o de fondo indica es texto de la catequesis.
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2011/index_sp.htm
Adaptación a diapositivas, febrero 2012. Emilio Perucha Herranz
2. Queridos hermanos y hermanas:
Estamos aún en la luz de la fiesta de la Asunción de la Virgen, que, como he dicho, es
una fiesta de esperanza.
María ha llegado al Paraíso y este es nuestro destino:
todos nosotros podemos llegar al Paraíso.
La cuestión es cómo.
3. María ya ha llegado. Ella —dice el Evangelio— es «la que creyó que se cumpliría lo que le
había dicho el Señor» (cf. Lc 1, 45).
Por tanto, María creyó, se abandonó a Dios, entró con su voluntad en la voluntad del Señor
y así estaba precisamente en el camino directísimo, en la senda hacia el Paraíso.
Creer, abandonarse al Señor, entrar en su voluntad: esta es la dirección esencial.
4. Hoy no quiero hablar sobre la totalidad de este camino de la fe, sino sólo sobre un pequeño aspecto de
la vida de oración, que es la vida de contacto con Dios, es decir, sobre la meditación.
Salmos 103 - (102) –Bendecid todos al Señor
1 De David.
Bendice, alma mía, al Señor
y todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, al Señor,
no te olvides de sus favores. 12 como está lejos el este del oeste,
3 Él perdona todas tus culpas, él aleja nuestras faltas de nosotros.
él sana todos tus males; 13 Como un padre quiere a sus hijos,
4 él libra tu vida de la fosa, el Señor quiere a sus fieles.
te corona de amor y de ternura; 14 Conoce cuál es nuestro origen,
5 colma de bienes tu existencia recuerda que somos polvo.
15 Como hierba es la vida humana,
y tú te rejuveneces como un águila. como la flor del campo florece;
16 la azota el viento y no existe,
no vuelve a saber se donde estuvo.
17 Mas el amor del Señor dura por siempre
6 El Señor imparte justicia
y derecho a los oprimidos. nunca abandona a quienes le honran;
7 Mostró sus caminos a Moisés, su justicia llega a los hijos de sus hijos;
a los hijos de Israel sus proezas. 18 a aquellos que respetan su alianza,
8 El Señor es clemente y compasivo, que recuerdan sus preceptos y los cumplen.
paciente y lleno de amor. 19 El Señor erige su trono en el cielo,
su realeza lo domina todo.
9 No estará para siempre litigando, 20 Bendecid al Señor, ángeles suyos,
no estará eternamente resentido.
10 No nos trata según nuestros pecados, valerosos guerreros que cumplís sus órdenes
no nos paga según nuestras culpas. y prestáis atención a su palabra.
11 Pues como el cielo dista de la tierra, 21 Bendecid al Señor sus ejércitos todos,
abunda su amor para con sus fieles; servidores suyos que hacéis su voluntad.
22 Bendecid al Señor todas sus obras,
Y ¿qué es la meditación? Quiere decir: «hacer en todos los lugares que él domina.
memoria» de lo que Dios hizo, no olvidar sus ¡Bendice, alma mía, al Señor!
numerosos beneficios (cf. Sal 103, 2b).
5. Un resumen de esos beneficios, en Catecismo canon 412… s. Tomás de Aquino: "Nada se opone a que la naturaleza
humana haya sido destinada a un fin más alto después de pecado. Dios, en efecto, permite que los males se hagan para
sacar de ellos un mayor bien. De ahí las palabras de S. Pablo: `Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia' (Rm 5,20).
Y el canto del Exultet: `¡Oh feliz culpa que mereció tal y tan grande Redentor!'" (s.th. 3,1,3, ad 3).
Pregón Pascual
"Exultet“ también es llamada "praeconium paschale", proclama,
pregón
1. Alégrese en el cielo el coro de los ángeles. Alégrense los ministros de 7. Esta es la noche en que antiguamente sacaste de Egipto a nuestros
Dios, y por la victoria de un Rey tan grande, resuene la trompeta de la padres, los hijos de Israel, y los hiciste pasar milagrosamente por el
salvación mar Rojo.
8. Esta es la noche que disipó las tinieblas de los pecados con el
2. Alégrese también la tierra inundada de tanta luz, y brillando con el resplandor de una columna de fuego.
resplandor del Rey eterno, se vea libre de la oscuridad que envolvía a
todo el mundo. 9. Esta es la noche que devuelve la gracia y santifica a todos los que
creen en Cristo, una vez que se han apartado de los vicios del mundo
3. Alégrese también nuestra madre la Iglesia, adornada con los fulgores y de la oscuridad del pecado.
de una luz tan brillante, y resuenen en este recintos las voces
clamorosas del pueblo. 10. Esta es la noche en la que Cristo rompió los lazos de la muerte y
subió victorioso de los abismos.
V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el 11. ¡Qué admirable es tu bondad con nosotros! ¡Qué inestimable es la
corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al predilección de tu amor: para redimir al esclavo, entregaste a tu
Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. propio Hijo!
4. Realmente es justo y necesario que aclamemos con nuestras voces y 12. ¡Pecado de Adán ciertamente necesario, que fue borrado con la
con todo el fervor de nuestra inteligencia y de nuestro corazón al Dios muerte de Cristo! ¡Culpa feliz, que nos mereció tan noble y tan grande
invisible, Padre todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor Redentor!
Jesucristo
13. Por eso, el misterio de esta noche aleja toda maldad, lava las
culpas, devuelve la inocencia a los pecadores y la alegría a los afligidos
5. Porque Él pagó por nosotros al eterno Padre la deuda de Adán, y
borró con su sangre la sentencia del primer pecado.
14. ¡Noche verdaderamente feliz en la que el cielo se une con la tierra
y lo divino con lo humano!
6. Estas son las fiestas pascuales, en las que se inmola el verdadero
15. En esta noche de gracia, recibe, Padre santo, la alabanza de este
Cordero, con cuya sangres son consagradas las puertas de los fieles.
sacrificio.
6. A menudo vemos sólo las cosas negativas; debemos retener en nuestra memoria también las
cosas positivas, los dones que Dios nos ha hecho; estar atentos a los signos positivos que vienen
de Dios y hacer memoria de ellos.
La Iglesia es "comunión de los
santos“, designa:
¿Cuáles esos esos numerosos
beneficios que nos da Dios?
en esa comunión está a nuestra
disposición el amor 1º las "cosas santas“, y ante todo Una relación algo detallada sobrepasa
misericordioso de Dios y de sus la Eucaristía, realiza la unidad de las dimensiones de esa presentación.
santos, que siempre ofrecen los creyentes, que forman un
oídos atentos a nuestras solo cuerpo en Cristo“, Solo haré una breve referencia citando
oraciones" (SPF 30). algunos artículos del Catecismo:
1) 897 …los cristianos que están
incorporados a Cristo por el bautismo,
que forman el Pueblo de Dios y que
participan de las funciones de Cristo.
Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan,
2º la comunión entre las según su condición…
"personas santas" en Cristo que
, y que todos se unen en una sola ha "muerto por todos", de modo 2) 946-948 beneficios comunión de los
Iglesia; y que lo que cada uno hace o sufre santos.
en y por Cristo da fruto para
todos. 3) 949-953 Comunión de bienes
3º "Creemos en la comunión de
espirituales.
todos los fieles cristianos, es 4) 954-959 Comunión Iglesias del Cielo
decir, de los que peregrinan en la
tierra, de los que se purifican y Tierra.
después de muertos y de los que Resumen de su contenido en tres
gozan de la bienaventuranza
celeste, gráficos SmartArt
Fondo: Jesús lava los pies
7. LA COMUNIÓN
“TODO LO DE LA CARIDAD :
TENÍAN EN En la "comunión
COMÚN” (Hch 4, de los santos"
LA COMUNIÓN
32): "Todo lo que "ninguno de
DE LOS LA COMUNIÓN
posee el nosotros vive para
LA COMUNION SACRAMENTOS. DE LOS
verdadero sí mismo; como
DE LOS BIENES “El fruto de todos CARISMAS : En
cristiano debe tampoco muere
ESPIRITUALES los Sacramentos la comunión de la
LA COMUNIÓN considerarlo como nadie para sí
En la comunidad pertenece a Iglesia, el Espíritu
EN LA FE. La fe un bien en común mismo" (Rm 14,
primitiva de todos. Porque los Santo "reparte
de los fieles es la con los demás y 7). El menor de
Jerusalén, los Sacramentos, y gracias
fe de la Iglesia debe estar nuestros actos
discípulos sobre todo el especiales entre
recibida de los dispuesto y ser hecho con caridad
"acudían Bautismo, son los fieles" para la
Apóstoles, tesoro diligente para repercute en
asiduamente a la vínculos sagrados edificación de la
de vida que se socorrer al beneficio de
enseñanza de los que unen a todos Iglesia (LG 12); "a
enriquece cuando necesitado y la todos, en esta
apóstoles, a la y los ligan a cada cual se le
se comparte. miseria del solidaridad entre
comunión, a la Jesucristo. La otorga la
prójimo" (Catech. todos los
fracción del pan y comunión de los manifestación del
R. 1, 10, 27). El hombres, vivos o
a las oraciones“. santos es la Espíritu para
cristiano es un muertos, que se
comunión de los provecho común“
administrador de funda en la
sacramentos ...
los bienes del comunión de los
Señor (Lc 16, 1- santos. Todo
3). pecado daña a
esta comunión.
8. Catecismo, 541 … Cristo… para hacer la voluntad
del Padre, inauguró en la tierra el Reino de los
cielos. Pues bien, la voluntad del Padre es "elevar
a los hombres a la participación de la vida divina“
Fondo: Elías subió al cielo: 2Reyes 2, 11. Cuadro derecha: las tres
Iglesias: triunfante, militante y purgante.
LA COMUNION ENTRE LA IGLESIA DEL CIELO Y LA DE LA TIERRA
LOS TRES ESTADOS DE LA IGLESIA. "Hasta que el Señor venga en su esplendor, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra; otros, ya
difuntos, se purifican; mientras otros están glorificados, contemplando `claramente a Dios mismo, uno y trino, tal cual es'“ :
Todos, aunque en grado y modo diversos, participamos en el mismo amor a Dios y al prójimo… "La unión de los miembros de la Iglesia
peregrina con los hermanos que durmieron en la paz de Cristo no se interrumpe, se refuerza con la comunicación de los bienes espirituales”.
LA INTERCESIÓN DE LOS SANTOS. "Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, ...no dejan de interceder por
nosotros ante el Padre. Su solicitud fraterna ayuda, mucho a nuestra debilidad“. Pasaré mi cielo haciendo el bien sobre la tierra (Santa
Teresa del Niño Jesús).
LA COMUNIÓN CON LOS SANTOS. "No veneramos el recuerdo de los del cielo tan sólo como modelos nuestros, sino, sobre todo, para que la
unión de toda la Iglesia en el Espíritu se vea reforzada por la práctica del amor fraterno. Así como la unión entre los cristianos todavía en
camino nos lleva más cerca de Cristo, así la comunión con los santos nos une a Cristo, del que mana, como de Fuente y Cabeza, toda la
gracia y la vida del Pueblo de Dios“.
LA COMUNIÓN CON LOS DIFUNTOS. "La Iglesia peregrina, consciente de esta comunión de todo el Cuerpo místico de Jesucristo, honró con
gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció por ellos oraciones `pues es una idea santa y provechosa orar por los difuntos
para que se vean libres de sus pecados' (2 M 12, 45)”. Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles sino también hacer eficaz su
intercesión en nuestro favor.
EN LA ÚNICA FAMILIA DE DIOS. "Todos los hijos de Dios y miembros de una misma familia en Cristo, al unirnos en el amor mutuo y en la
misma alabanza a la Santísima Trinidad, estamos respondiendo a la íntima vocación de la Iglesia"
9. Así pues, hablamos de un tipo de oración que en la tradición cristiana se llama «oración mental».
Nosotros conocemos de ordinario la oración con palabras; naturalmente también la mente y el
corazón deben estar presentes en esta oración.
Santa Teresa de Jesús expone como establecer ese contacto de nuestra mente con el corazón de Dios, que es
Jesús. Una descripción la hace en Camino de Perfección, elegimos unos párrafos de los Capítulos 37 y 42 (o 22 y
26 según el Códice que se lea), en castellano actual para hacer más fácil su lectura; en tres gráficos de SmartArt.
3.. ¿Quién puede decir que es malo, cuando comienza a rezar las horas o el rosario, comenzar pensando con quién
habla y quién es el que le habla, para ver cómo debe tratarlo? Pues yo os digo, hermanas, que para hacer bien lo
mucho que hay que hacer en estos dos puntos, antes de comenzar la oración vocal −las horas o el rosario− ocupéis
hartas horas en la mental. Sí, porque no podemos llegar a hablar con un príncipe como con un labradorcito o con
una pobre como nosotras, que no importa si nos tratan de tú o de vos.
4. Os aseguro que, por la humildad de este Rey, aunque por mi grosería no sé hablar con Él, no por eso me tiene en
menos, ni deja de acercarme a sí. Tampoco me echan fuera sus guardias, porque los ángeles que están allí saben
que su Rey gusta más de estas groserías de un pastorcito humilde (pues sabe bien que si más supiera, más le
dijera), que de las teologías muy ordenadas, si no van con tanta humildad.
Pero no porque él sea bueno hemos nosotros de ser descomedidos. Aunque sea para agradecerle el mal olor que
soporta al soportarnos, es bueno que veamos quién es.
10. Pero hoy hablamos de una meditación que no se hace
con palabras,
A) sino que es una toma de contacto de nuestra mente con
el corazón de Dios
No os pido que penséis en él [Jesús], ni obtengáis muchos
conceptos, ni que hagáis grandes y sutiles consideraciones
en vuestro entendimiento. No quiero más que le miréis.
Pues ¿quién os impide volver los ojos del alma, aunque sea
rápidamente, si no podéis deteneros más, a este gran Señor?
Podéis mirar cosas muy feas y asquerosas, ¿y no vais a poder
mirar la cosa más hermosa que se puede imaginar?
Nunca aparta vuestro Esposo sus ojos de vos hija y os ha
sufrido mil cosas feas y abominaciones contra él y no ha sido
suficiente para que os deje de mirar, y
¿es mucho pediros que apartando los ojos de las cosas
exteriores, le miréis algunas veces a él?
Mirad que no está esperando otra cosa, como dice a la
esposa en los Cantares, más que le miréis. Si quisierais le
encontraréis.
Desea tanto que le miremos que no quedará por
él>> (Camino de Perfección. 26,3)
11. B) sino que es una toma de contacto de nuestra mente con el corazón de Dios.
Si estáis alegre, miradle resucitado; que sólo imaginar cómo salió del sepulcro os alegrará.
Con qué claridad y con qué hermosura salió!; ¡con qué majestad, qué victorioso, qué alegre!
Como el que venció en la batalla en la que ganó un Reino tan grande que todo lo quiere para
vos, junto con él.
Pues ¿es mucho pediros que volváis una vez los ojos para mirar quien tanto os da?
Si estáis con trabajos o triste:
Miradle camino del huerto: ¡qué aflicción tan grande llevaba en su alma, pues con ser el
mismo sufrimiento la dice y se queja de ella!
O miradle atado a la columna, lleno de dolores, todas sus carnes hechas pedazos por lo
mucho que os ama; tanto padecer, perseguido de unos, escupido de otros, negado de sus
amigos, desamparado de ellos, sin nadie que vuelva por El, helado de frío, puesto en tanta
soledad, que el uno con el otro os podéis consolar.
O miradle cargado con la cruz, que aun no le dejaban ni respirar.
Miradle con unos ojos tan hermosos y piadosos, llenos de lágrimas, y olvidará sus dolores por
consolar los vuestros, sólo porque os vayáis con El a consolar y volváis la cabeza a
mirarle>> (Camino de Perfección. 26,4-5)
12. Y María aquí es un
modelo muy real.
El evangelista san Lucas
repite varias veces que
María, «por su parte,
conservaba todas estas
cosas, meditándolas en su
corazón» (2, 19; cf. 2, 51b).
Las custodia y no las
olvida. Está atenta a todo
lo que el Señor le ha dicho
y hecho, y medita, es decir,
toma contacto con
diversas cosas, las
profundiza en su corazón.
La divina maternidad de nada
habría servido a María
si no hubiera llevado a Cristo
más felizmente en su Corazón
que en su carne. San Agustín
13. Así pues, la que «creyó» en el anuncio del ángel y se convirtió en instrumento para que la
Palabra eterna del Altísimo pudiera encarnarse, también acogió en su corazón el admirable
prodigio de aquel nacimiento humano-divino, lo meditó, se detuvo a reflexionar sobre lo que Dios
estaba realizando en ella, para acoger la voluntad divina en su vida y corresponder a ella.
14. El misterio de la encarnación del
Hijo de Dios y de la maternidad de
María es tan grande que requiere un
proceso de interiorización.
No es sólo algo físico que Dios obra
en ella, sino algo que exige una
interiorización por parte de María,
que trata de profundizar su
comprensión, interpretar su sentido,
entender sus consecuencias e
implicaciones.
Siete dolores Virgen María
15. Así, día tras día, en el silencio de la vida ordinaria, María siguió conservando en
su corazón los sucesivos acontecimientos admirables de los que había sido
testigo, hasta la prueba extrema de la cruz y la gloria de la Resurrección.
16. María vivió plenamente su existencia,
sus deberes diarios, su misión de
madre, pero supo mantener en sí
misma un espacio interior para
reflexionar sobre la palabra y sobre
la voluntad de Dios, sobre lo que
acontecía en ella, sobre los misterios
de la vida de su Hijo.
17. En nuestro tiempo estamos absorbidos por
numerosas actividades y compromisos,
preocupaciones y problemas.
A menudo se tiende a llenar todos los espacios del
día, sin tener un momento para detenerse a
reflexionar y alimentar la vida espiritual, el contacto
con Dios.
María nos enseña que es necesario encontrar en
nuestras jornadas, con todas las actividades,
momentos para recogernos en silencio y meditar
sobre lo que el Señor nos quiere enseñar, sobre
cómo está presente y actúa en nuestra vida: ser
capaces de detenernos un momento y de meditar.
San Agustín compara la meditación sobre los
misterios de Dios a la asimilación del alimento y usa
un verbo recurrente en toda la tradición cristiana:
«rumiar».
18. Los misterios de
Dios deben
resonar
continuamente
en nosotros
mismos para
que nos resulten
familiares, guíen
nuestra vida,
nos nutran como
sucede con el
alimento
necesario para
sostenernos
Y san Buenaventura, refiriéndose a las palabras de la Sagrada Escritura dice que
«es necesario rumiarlas para que podamos fijarlas con ardiente aplicación del alma»
19. Así pues, meditar quiere decir crear en nosotros una actitud de recogimiento, de silencio interior,
para reflexionar, asimilar los misterios de nuestra fe y lo que Dios obra en nosotros; y no solo las
cosas que van y vienen.
esquema de tres ojos, experiencias y dimensiones de la realidad, a partir de Ken Wilber y san Buenaventura.
20. Podemos hacer esta «rumia» de
varias maneras, por ejemplo
tomando:
Por lo tanto, como veis, hay
1. Un breve pasaje de la Sagrada
muchos modos de meditar y así
Escritura, sobre todo los
tomar contacto con Dios y de
Evangelios, los Hechos de los
acercarnos a Dios y, de esta
Apóstoles, las Cartas de los
manera, estar en camino hacia el
apóstoles, o
Paraíso.
5. Pero podemos detenernos
2. una página de un autor de
también en alguna experiencia
espiritualidad que nos acerca y
espiritual intensa, en palabras
hace más presentes las
que nos han quedado grabadas
realidades de Dios en nuestra
al participar en la Eucaristía
actualidad; o tal vez,
dominical.
3. siguiendo el consejo del
confesor o del director
4. También el santo Rosario es espiritual, leer y reflexionar
una oración de meditación: sobre lo que se ha leído,
repitiendo el Avemaría se nos deteniéndose en ello, tratando
invita a volver a pensar y de comprenderlo, de entender
reflexionar sobre el Misterio que qué me dice a mí, qué me dice
hemos proclamado. hoy, de abrir nuestra alma a lo
que el Señor quiere decirnos y
enseñarnos.
21. Queridos amigos, la constancia
en dar tiempo a Dios es un
elemento fundamental para el
crecimiento espiritual.
Será el Señor quien nos dará
el gusto de sus misterios, de
sus palabras, de su presencia y
su acción.
Sentir cuán hermoso es
cuando Dios habla con
nosotros nos hará comprender
de modo más profundo lo que
quiere de nosotros.
En definitiva, este es
precisamente el objetivo de la
meditación:
abandonarnos cada vez más
en las manos de Dios, con
confianza y amor, seguros de
que sólo haciendo su voluntad
al final somos verdaderamente
felices.
22. Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, venidos de España, México y
otros países Latinoamericanos.
Que vuestra oración me sostenga y acompañe en el viaje apostólico que mañana
emprendo a España. Muchas gracias y que Dios os bendiga.
Mañana, como sabéis, me dirigiré a Madrid, donde tendré la alegría de encontrarme con
numerosos jóvenes que han acudido allí para la XXVI Jornada mundial de la juventud.
Os pido que os unáis espiritualmente con la oración a este importante acontecimiento
eclesial