SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 364
Falconeris.blogspot.com   : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                   EFESIOS - FILEMON




                            COMENTARIO
    EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE
                                LA BIBLIA
TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO
                                POR Roberto
                               Jamieson A. R.
                          Fausset David Brown
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                  EFESIOS - FILEMON



LA EPISTOLA DEL APOSTOL PABLO A LOS EFESIOS

INTRODUCCION




     Los encabezamientos (cap. 1:1 y cap. 3:1), nos indican que esta Epístola profesa ser de Pablo. Esta opinión es
confirmada por los testimonios de Ireneo, Hereses 5:2, 3, y 1:8, 5; Clemente de Alejandría, Strómata, 4, sec. 65, y Ped. 1,
sec. 8; Orígenes, adv. Celsum, 4:211. Es citada por Valentino (año 120) en el cap. 3:14–18, como sabemos por Hipólito,
Refutación de Herejes, p. 193. Policarpo, Ep. Phillipp., en el cap. 12, testifica su canonicidad. Así también Tertuliano, adv.
Marción 5:17. Ignacio, en Efesios 12, se refiere a la mención frecuente y cariñosa que hace Pablo en su Epístola, de los
cristianos de Efeso, sus personas y sus privilegios.

     Se han mantenido dos teorías, además de la teoría usual, con respecto a quiénes fué dirigida la Epístola. Grocio,
opinando como el hereje Marcion, sostiene que fué dirigida a la Iglesia de Laodicea, y que es la Epístola a la cual se
refiere Pablo en Colosenses 4:16. Pero la Epístola a los Colosenses probablemente fué escrita antes que ésta a los
Efesios, como parece por los pasajes paralelos que se hallan en Efesios y que tienen señales de haber sido ampliados
de los de la Epístola a los Colosenses. Parece que Marción opinó así tocante a nuestra Epístola, por una alusión que
hace Pablo (Colosenses 4:16) a una Epístola dirigida por él a los laodicenses. Orígenes y Clemente de Alejandría, y aun
Tertuliano, no están de acuerdo con la opinión de Marción. Ni un manuscrito contiene como encabezamiento, “a los
santos que están en Laodicea”. La misma semejanza de la Epístola a los Efesios a la de los Colosenses, está en contra
de la teoría; porque si aquélla fuese realmente la dirigida a Laodicea (Colosenses 4:16), Pablo no habría creído
necesario que las iglesias de Colosas y Laodicea intercambiasen [PAG. 466] Epístolas. Los saludos, además
(Colosenses 4:15), que él envía por medio de los colosenses a los laodicenses, son del todo incompatibles con la idea de que
Pablo escribiese una Epístola a los Laodicenses al mismo tiempo, y por el mismo portador, Tiquico (el portador de
nuestra Epístola a los Efesios, como también de la a los Colosenses); porque ¿quién, bajo tales circunstancias, no
enviaría los saludos directamente en la carta dirigida a las personas saludadas? La carta a los Laodicenses
evidentemente fué escrita algún tiempo antes de la Epístola a los Colosenses. El arzobispo Usher ha presentado una
segunda teoría: Que es una carta encíclica encabezada, como el manuscrito B, “a los santos que están < y a los fieles”,
siendo intercalado el nombre de cada iglesia en la copia a ella enviada; y que el hecho de que fué enviada primero a
Efeso, dió ocasión a que fuese intitulada, como ahora, la Epístola a los Efesios. Alford hace las siguientes objeciones a
esta teoría: (1) Está reñida con el espíritu de la Epístola, la cual claramente va dirigida a un solo conjunto de personas
que viven en un mismo lugar, como un cuerpo, y bajo las mismas circunstancias. (2) La improbabilidad de que el
apóstol, quien en dos de sus Epístolas (2 Corintios y Gálatas) tan claramente ha especificado su carácter encíclico,
hubiera omitido aquí tal especificación. (3) Y la improbabilidad aún más grande de que, como esta teoría supone,
hubiera escrito una Epístola circular a un distrito, del cual Efeso era la capital comercial, dirigida a varias iglesias
dentro de aquel distrito, pero por el mismo contenido (así como por la hipótesis de los que son de opinión contraria)
no permitiendo apicación alguna a la iglesia de aquella metrópoli, con la cual había pasado tan largo tiempo, y a la
cual estaba ligado con tantos vínculos de cariño. (4) La inconsecuencia de esta hipótesis con la manera como está
dirigida la Epístola, y el testimonio universal de la iglesia antigua. La ausencia de saludos personales no es un
argumento a favor de ninguna de las dos teorías: porque igualmente no los hay en Gálatas, Filipenses, 1 y 2
Tesalonicenses, 1 Timoteo. Cuanto mejor conoce él a las personas a las cuales se dirige, y cuanto más general y
solemne el tema, tanto menos parece enviar estos saludos individuales. Ya que escribe, como en el caso de nuestra
presente Epístola, sobre la constitución y las perspectivas de la iglesia universal de Cristo, el apóstol refiere a los
efesios a Tiquico para que él resuelva sus asuntos personales (cap. 6:21, 22). En cuanto a la omisión de la frase “que
están en Efeso” (cap. 1:1) en el manuscrito B, también la frase “los que estáis en Roma” (Romanos 1:7) se omite en
algunos manuscritos antiguos. Esta frase fué probablemente omitida por las iglesias entre las cuales era leída, con el fin
de generalizar la referencia de su contenido, y especialmente donde el tema de la Epístola era general. Las palabras se
hallan en la margen del manuscrito B, de una primera mano; y se hallan en todos los manuscritos y versiones más
antiguos.

    La primera visita de Pablo a Efeso (sobre la costa marítima de Lidia, cerca del río Caístro) se relata en Hechos
18:19–21. La obra empezada mediante sus controversias con los judíos en su corta visita, fué continuada por Apolo
(Hechos 18:24–26) y Aquila y Priscila (v. 26). En su segunda visita, después de su viaje a Jerusalén y de allí a las
regiones orientales de Asia Menor, se quedó en Efeso “tres años” (Hechos 19:10, los “dos años” en tal versículo no son
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                  EFESIOS - FILEMON



sino parte del tiempo, y Hechos 20:31); de modo que la fundación y desarrollo de la iglesia allí ocuparon una porción
excepcionalmente larga del tiempo del apóstol; por esto su lenguaje en esta Epístola revela un calor de sentimiento,
una libre expresión de pensamiento, y una unión en esperanza y privilegios espirituales (cap. 1:3, etc), como es natural
de parte de uno, cuando ha estado asociado tan larga e íntimamente con personas a quienes se dirige. En su último
viaje a Jerusalén, sin tocar en Efeso, llamó a los ancianos de la iglesia a encontrarse con él en Mileto, donde les dirigió
su notable discurso de despedida (Hechos 20:18–35).

    Nuestra Epístola fué dirigida a los efesios en la primera parte de su encarcelamiento en Roma, inmediatamente
después de haber escrito la Epístola a los Colosenses. Las dos Epístolas muestran una estrecha semejanza en muchos
pasajes, ya que el apóstol quería impartir en lo general las mismas grandes verdades al escribir a ambos. Es una
prueba natural de su genuinidad, el hecho de que las dos Epístolas, escritas en la misma fecha y bajo circunstancias
iguales, lleven una mutua semejanza, más íntima que aquellas escritas en fechas distantes y en ocasiones diferentes.
Compárense cap. 1:7 con Colosenses 1:14; cap. 1:10 con Colosenses 1:20; cap. 3:2 con Colosenses 1:25; cap. 5:19 con
Colosenses 3:16; cap. 6:22 con Colosenses 4:8; cap. 1:19; 2:5 con Colosenses 2:12, 13; cap. 4:2–4 con Colosenses 3:12–15;
cap. 4:16 con Colosenses 2:19; cap. 4:32 con Colosenses 3:13; cap. 4:22–24 con Colosenses 3:9, 10; cap. 5:6–8 con
Colosenses 3:6–8; cap. 5:15, 16 con Colosenses 4:5; cap. 6:19, 20 con Colosenses 4:3, 4; cap. 5:22–33; 6:1–9 con
Colosenses 3:18; cap. 4:24, 25 con Colosenses 3:9; cap. 5:20–22 con Colosenses 3:17, 18. Tiquico y Onésimo estaban
siendo enviados a Colosas, [PAG. 467] aquél llevando dos Epístolas a las dos iglesias respectivamente, y éste provisto
de una carta para Filemón, su amo anterior, que residía en Colosas. La fecha de la carta fué probablemente como
cuatro años después de su despedida de los ancianos efesios en Mileto (Hechos cap. 20), cerca del año 62, antes de que
su encarcelamiento hubiese llegado a ser de la clase más severa, como aparece en su Epístola a los Filipenses. Según el
cap. 6:19, 20, es claro que él tenía en aquel entonces, aunque preso, cierta libertad en predicar, lo que concuerda con
Hechos 28:23, 30, 31, donde él aparece como recibiendo en su alojamiento a todos los que querían conocer su doctrina.
Su encarcelamiento empezó en febrero del año 61, y duró “dos años enteros” (Hechos 28:30), por lo menos, y tal vez
más tiempo.

     La iglesia de Efeso se componía en parte de convertidos judíos y en parte de convertidos gentiles (Hechos 19:8–
10). Por consiguiente, la Epístola se dirige a una iglesia constituída (cap. 2:14–22). Efeso era célebre por el templo
idolátrico de Artemis o Diana, el cual, después de ser destruído por fuego por Herostrato, en la noche que nació
Alejandro el Grande (año 355 a. de C.), fué reedificado a un enorme costo, y fué una de las maravillas del mundo.
Posiblemente de este hermoso templo surgieron las figuras de lenguaje que se hallan en esta Epístola, siendo la iglesia
en su verdadera hermosura interior lo que el templo del idolo trató de realizar en la manifestación exterior (cap. 2:19–
22). La Epístola (cap. 4:17; 5:1–13) da a entender el desenfreno que practicaban los paganos efesios, y por el cual eran
notorios. Muchas de las mismas expresiones ocurren en la Epístola como en el discurso de Pablo a los ancianos
efesios. Compárense los caps. 1:6, 7 y 2:7, en cuanto a la “gracia”, con Hechos 20:24, 32. Esta bien puede llamarse “la
Epístola de la gracia de Dios”. [Alford]. Véase también, en cuanto a sus “prisiones”, cap. 3:1 y 4:1 con Hechos 20:22,
23. También el cap. 1:11, en cuanto al “consejo de Dios”, con Hechos 20:27. También el cap. 1:14 en cuanto a “la
redención de la posesión adquirida”, con Hechos 20:28. También los caps. 1:14, 18; 2:20 y 5:5, en cuanto a “edificar” la
“herencia”, con Hechos 20:32.

     El objeto de la Epístola es “presentar el fundamento, el curso, el propósito y el fin de la IGLESIA DE LOS FIELES
EN CRISTO. El habla a los efesios como si fuesen un tipo o muestra de la iglesia universal”. [Alford]. Es por esto que
en toda la Epístola se habla de “la iglesia” en el singular, no en el plural. El tema de la Epístola es el fundamento de la
iglesia, su curso y su fin, el cual es tratado igualmente en las divisiones mayores y menores de toda la Epístola. “En
toda la Epístola el fundamento de la iglesia es la voluntad del Padre; el curso de la iglesia es la satisfacción del Hijo; y el
fin de la iglesia es la vida del Espíritu Santo”. [Alford]. Véanse respectivamente los caps. 1:11; 2:5; y 3:16. Habiendo sido
presentado esto como asunto de doctrina (cerrándose esta parte con una doxología sublime, cap. 3:14–21), es hecho
luego la base de exhortaciones prácticas. En éstas también (desde el cap. 4:1 en adelante) prevalece la misma división
triple, porque la iglesia se presenta como fundada sobre el consejo de “Dios el Padre de todos, el cual es sobre todas
las cosas, y por todas las cosas y en todos vosotros”, edificada por “un Señor”, Jesucristo, y por medio de “un
Espíritu” (cap. 4:4–6, etc.), quienes dan sus gracias respectivas a los diferentes miembros. Por tanto éstos han de
ejercer todas estas gracias en las distintas relaciones de la vida, como maridos, esposas, siervos, niños, etc. La
conclusión es: que debemos ponernos “toda la armadura de Dios” (cap. 6:13).
Falconeris.blogspot.com      : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                   EFESIOS - FILEMON



    La sublimidad del ESTILO y LENGUAJE corresponde con la sublimidad de los temas, y excede casi a la de
cualquiera otra de sus Epístolas. Es muy justo que aquellos a quienes escribió, fuesen cristianos por largo tiempo
fundados en la fe.

    La misma sublimidad de la Epístola hace difícil su estilo y es por esto que contiene expresiones peculiares que no
se hallan en otra parte.

CAPITULO 1

     Vers. 1–23. ENCABEZAMIENTO: EL ORIGEN DE LA IGLESIA EN EL CONSEJO ETERNO DEL PADRE, Y EL
DERRAMAMIENTO DE LA SANGRE DEL HIJO: EL SELLO QUE HA PUESTO A LA IGLESIA EL ESPIRITU
SANTO. ACCION DE GRACIAS Y ORACION POR QUE ELLOS PUEDAN CONOCER PLENAMENTE EL PODER
DE LA GRACIA DE DIOS EN CRISTO PARA CON LOS SANTOS. 1. Pablo, apóstol … por la voluntad de Dios—
Más bien, “al través de la voluntad de Dios”; lamado al apostolado al través de la misma “voluntad” que dió origen a
la iglesia (vv. 5, 9, 11; véase Gálatas 1:4). a los santos y fieles—Se refiere a las mismas personas bajo los dos términos,
como lo prueba el griego: “A los que son santos y fieles en Cristo Jesús”. La santificación por Dios está puesta aquí antes
que la fe del hombre. Se presenta así el doble aspecto de la salvación: la gracia de Dios nos santifica en la primera
instancia (es decir, poniéndonos aparte en sus propósitos eternos como santos apartados para sí); y nuestra fe echa
mano de la salvación que es el don de Dios (2 Tesalonicenses 2:13; [PAG. 468] 1 Pedro 1:2): que están en Efeso—véase
Introducción. 2. (Romanos 1:7; 1 Corintios 1:3; 2 Corintios 1:2; Gálatas 1:3). 3. Las doxologías que se hallan en casi
todas las Epístolas, dan a entender el verdadero sentido de la gracia experimentada por los escritores y sus lectores (1
Pedro 1:3). Los versículos 3 a 14 presentan sumariamente el evangelio de la gracia de Dios: la obra de amor del Padre
v. 3 (eligiéndonos para la santidad, v. 4; la filiación, v. 5; la aceptación, v. 6); la obra del Hijo, v. 7 (redención, v. 7; el
conocímiento del misterio de su voluntad, v. 9; una herencia, v. 11); la del Espíritu Santo, v. 13 (selladura, v. 13; dándonos las
arras de la herencia, v. 14). Bendito el Dios y Padre del Señor … Jesucristo—quien es también el Dios y Padre de
nosotros que estamos en él (Juan 20:17). Dios es “el Dios” del hombre Jesús, y “el Padre” del Verbo Divino. El griego, así
como nuestra versión española, dice: “el cual nos bendijo”; no “el cual nos ha bendecido”, como traducen algunos;
refiriéndose al consejo original ya pasado de Dios. Así como en la creación (Génesis 1:22) también en la redención
(Génesis 12:3; Mateo 5:3–11; 25:34) Dios “bendice” a sus hijos; y eso no en meras palabras, sino en hechos. el cual nos
bendijo—a todos los cristianos. con toda bendición espiritual—Es decir, “toda bendición posible en el tiempo y para la
eternidad, que proviene del Espíritu (esto significa el término “espiritual”; no como se usa el término ahora, como
opuesto a corporal). en lugares celestiales—Frase hallada cinco veces en esta Epístola, y no en otra parte (v. 20; cap.
2:6; 3:10; 6:12); griego, “en los lugares celestiales”. La ascensión de Cristo es el medio de introducirnos a nosotros en los
lugares celestiales, los cuales a causa de nuestros pecados nos estaban cerrados. Nótese el cambio hecho por Cristo,
Colosenses 1:20; cap. 1:20. Mientras Cristo estaba en la carne en la forma de siervo, los hijos de Dios no podían darse
cuenta de sus privilegios celestiales como hijos. Ahora, “nuestra ciudadanía (griego) está en los cielos” (Filipenses 3:20),
donde nuestro Sumo Sacerdote “nos está bendiciendo” constantemente. Nuestros “tesoros” están allí (Mateo 6:20, 21);
nuestras miras y afectos (Colosenses 3:1, 2); nuestra esperanza (Colosenses 1:5; Tito 2:13); nuestra herencia (1 Pedro
1:4). El mismo don del Espíritu, la fuente de la “bendición espiritual”, se debe al hecho de que Jesús ha ascendido allá
(cap. 4:8). en Cristo—el centro y fuente de toda bendición para nosotros. 4. nos escogió—griego, “nos escogió para sí
de entre” (es decir, de entre el mundo, Gálatas 1:4); refiriéndose a su elección original, mencionada como ya pasada. en
él—La repetición de la idea, “en Cristo” (v. 3), da a entender la suma importancia de la verdad de que es en él—por
virtud de la unión con él, el Segundo Adam, el Restaurador ordenado para nosotros desde la eternidad, la Cabeza de
la humanidad redimida—que los creyentes gozamos de tantas bendiciones (cap. 3:11). antes de la fundación del
mundo—Esto presupone la eternidad del Hijo de Dios (Juan 17:5, 24), así como lo eterno de la elección de los
creyentes en él (2 Timoteo 1:9; 2 Tesalonicenses 2:13). para que fuésemos santos—Positivamente (Deuteronomio 14:2).
y sin mancha—Negativamente (cap. 5:27; 1 Tesalonicenses 3:13). delante de él—Es a él a quien mira el creyente,
caminando en su presencia, delante de quien busca ser aceptado en el juicio (Colosenses 1:22; véase Apocalipsis 7:15).
en amor—Bengel, y otros, unen esta expresión con el v. 5; “en amor habiéndonos predestinado”, etc. Pero nuestra
versión da una mejor interpretación. Las palabras “en amor” califican toda la cláusula, “para que fuésemos santos <
delante de él”. El amor, que perdió el hombre por la caída, pero que fué restaurado por la redención, es la raíz y el
fruto y la suma de toda santidad (cap. 5:2; 1 Tesalonicenses 3:12, 13). 5. Habiéndonos predestinado—Este término es
más exacto al referirse al fin y a los medios precisos; que los términos “escogió” o “eligió”. Somos “escogidos” de entre
el resto del mundo: “predestinados” a todas las cosas que nos aseguran la herencia (v. 11; Romanos 8:29). para ser
adoptados hijos por Jesucristo—Griego, “al través de Jesucristo”. a sí mismo—al Padre (Colosenses 1:20). Alford
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                 EFESIOS - FILEMON



explica que el ser “adoptados < a sí mismo”, significa el poder ser participantes de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4).
Lachmann lee: “a él”. Pero el contexto favorece la explicación de Calvino y otros: Que Dios tiene consideración de sí
mismo y la gloria de su gracia (vv. 6, 12, 14) la meta final de Dios. El tuvo un Hijo unigénito y para su propia gloria le
plació escoger de entre un mundo perdido muchos para que viniesen a ser sus hijos adoptivos. según el puro afecto
de su voluntad—Así el griego (Mateo 11:26; Lucas 10:21). No podemos pensar que sea algo más, sino “su buena
voluntad”, la causa de nuestra salvación o de alguna de sus obras (v. 9). (Job 33:13). ¿Por qué necesitas tú filosofar
acerca de un mundo imaginario de optimismo? Tu preocupación debe ser el no cometer el mal. No había nada en
nosotros que mereciera su amor (vv. 1, 9, 11). [Bengel]. 6. Para alabanza de la gloria de su gracia—(vv. 7, 17, 18). El fin
indicado (Salmo 50:23), es decir: que sea alabada la gloria de su gracia por todas sus criaturas, hombres y ángeles. con
la cual—Más bien, “en la cual”. Algunos de los manuscritos más antiguos leen, “que”. Entonces tendríamos que
traducir, “que nos concedió en el Amado”. Pero nuestra versión está apoyada por buenos manuscritos y las versiones
más antiguas. nos hizo aceptos—El verbo griego está emparentado con “gracia”. Tradúzcase, “graciosamente nos
aceptó”; o “nos hizo objeto de su gracia”; “nos abrazó en sus brazos de gracia” (Romanos 3:24; 5:15). en el Amado—
preeminentemente así llamado (Mateo 3:17; 17:5; Juan 3:35; Colosenses 1:13). Griego, “Hijo de su amor”. Es solamente
“en su Amado” que nos ama a nosotros. (v. 3; 1 Juan 4:9, 10). 7. En el cual—“el Amado” (v. 6; Romanos 3:24).
tenemos—como posesión presente. redención—lit., “la redención”, la nuestra; LA redención que es el gran tema de
toda la revelación, y especialmente del Nuevo Testamento (Romanos 3:24), es decir, redención del poder, la culpa y
las consecuencias penales del pecado (Mateo 1:21). Si algún hombre fuera incapaz de redimirse a sí mismo siendo
esclavo, su pariente podría redimirlo (Levítico 25:48). Es por esto que el Hijo de Dios vino a ser el Hijo del hombre,
para que nuestro pariente pudiera redimirnos a nosotros (Mateo 20:28). Otra “redención” se efectuará al final, es decir,
la “de la posesión adquirida” (v. 14). [PAG. 469] por su sangre—(cap. 2:13), como el instrumento; la propiciación, es
decir, la consideración (ideada por su propio amor) por la cual, Dios, que con justicia estaba enojado (Isaías 12:1), fué
propicio a nosotros: es decir, el precio pagado a la justicia divina por nuestro pecado (Hechos 20:28; Romanos 3:25; 1
Corintios 6:20; Colosenses 1:20; 1 Pedro 1:18, 19). la remisión de pecados—Griego, “la remisión de nuestras
transgresiones”; no meramente la “pretermisión” (u omisión), de ellas como el griego (Romanos 3:25) debe ser traducido.
Siendo esta “remisión” la explicación del término “redención”, incluye no sólo la liberación de la pena del pecado,
sino de su contaminación y su poder esclavizador, negativamente; y positivamente, la reconciliación con un Dios
ofendido, y la satisfacción a un Dios justo. por las riquezas de su gracia—Cap. 2:7: “para mostrar las abundantes
riquezas de su gracia”. Véanse v. 18 y cap. 3:16, “conforme a las riquezas de su gloria”; de modo que “la gracia” es su
“gloria”. 8. sobreabundó en nosotros—Más bien, “Que hizo él abundar hasta llegar a nosotros”. en toda sabiduría e
inteligencia—“Sabiduría” en idear el plan de redimir la humanidad; “inteligencia”, o prudencia, en poner los medios
para ejecutarlo y en hacer todos los arreglos necesarios en su providencia, para realizar aquel propósito. Pablo
atribuye al evangelio de la gracia de Dios “toda” la “sabiduría e inteligencia” posibles, en oposición a la jactancia de
los judíos incrédulos, los filósofos paganos y los apóstoles falsos, quienes atribuían sabiduría e inteligencia a sus
enseñanzas. Cristo crucificado, considerado “locura” por el mundo, es “la sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:18–30).
Véase cap. 3:10, “la multiforme sabiduría de Dios”. 9. Descubriéndonos—“El hizo que la gracia abundara para
nosotros” (v. 8), “descubriéndonos”, experimentalmente, en nuestro corazón. el misterio—Es decir, el propósito de Dios
de redención, hasta entonces escondido en sus consejos, pero que ahora era revelado (cap. 6:19; Romanos 16:25;
Colosenses 1:26, 27). Este “misterio” no es como los misterios paganos que son descubiertos sólo a los pocos iniciados.
Todos los cristianos son iniciados. Sólo los incrédulos no lo son. según su beneplácito—Esta es la causa por la cual “él
nos ha descubierto el misterio”, es decir, su propio “benepl{cito” para con nosotros. que se había propuesto—(v. 11).
en sí mismo—Dios el Padre. Bengel entiende que “en él” quiere decir en Cristo, como los vv. 3, 4. Pero el nombre
propio, “En Cristo”, v. 10, que sigue inmediatamente después, es inconsecuente con el hecho de que él sea el indicado
aquí por el pronombre. 10. De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación, etc.—Tradúzcase: “Hasta la
dispensación del cumplimiento de los tiempos”, es decir, que se había propuesto en sí mismo” (v. 9) teniendo en
cuenta la dispensación correspondiente (o la administración de gracia perteneciente) al cumplimiento de los tiempos
(griego, “tiempos debidos”, o “sazones”), siendo estos términos más claros que “el cumplimiento del tiempo” (Gálatas
4:4). Aquí se quiere decir todos los tiempos (plural) evangélicos, con los beneficios dispensados a la iglesia en esta
época, separada y sucesivamente. Véase “siglos venideros” (cap. 2:7). “Los fines de los siglos” (1 Cor. 10:11); “los
tiempos (la misma palabra griega como aquí, “las sazones”, o “tiempos debidamente señalados”) de los gentiles”
(Lucas 21:24); “las sazones que el Padre puso en su sola potestad” (Hechos 1:7); “los tiempos de la restauración de
todas las cosas, que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde el siglo” (Hechos 3:20, 21). La
venida de Jesús en el primer advenimiento, “en el cumplimiento del tiempo”, fué uno de estos “tiempos”. Cuando
Falconeris.blogspot.com   : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                              EFESIOS - FILEMON


descendió el Espíritu Santo, “como se cumplieron los días de Pentecostés” (Hechos 2:1), fué otro. El testimonio dado
por los apóstoles “en sus tiempos” (1 Timoteo 2:6), fué otro. La conversion de los judíos cuando “los tiempos de los
Falconeris.blogspot.com      : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                   EFESIOS - FILEMON



gentiles sean cumplidos”, la segunda venida de Criso, la “restauración de todas las cosas”, el reino milenial, los
nuevos cielos y nueva tierra, serán casos separados de “la dispensación del cumplimiento de los tiempos”, es decir,
“la dispensación de los acontecimientos y beneficios evangélicos pertenecientes a sus respectivos “tiempos”, cuando
sean cumplidos o consumados. Dios el Padre, según su beneplácito y propósito, es el Dispensador tanto de los
beneficios evangélicos como de sus diferentes tiempos adecuados (Hechos 1:7). De reunir todas las cosas en Cristo—
Griego, “sumar bajo una cabeza”; “recapitular”. El “beneplácito que se propuso”, fué “sumar todas las cosas en Cristo”
(griego, “el Cristo”, es decir, Su Cristo). [Alford]. El propósito de Dios es sumar toda la creación en Cristo, la Cabeza de
los ángeles, con quienes está unido por su naturaleza invisible, y de los hombres con quienes está vinculado por su
humanidad; de judíos y de gentiles; de los vivos y de los muertos (cap. 3:15); de la creación animada y de la
inanimada. El pecado ha deshecho la relación entre el hombre y Dios, como una criatura subordinada a él. Dios se
propone juntar todas las cosas en Cristo; o como dice Colosenses 1:20: “Por él (Cristo) reconciliar todas las cosas a sí,
tanto lo que está en la tierra como lo que está en los cielos”. Bien dice Alford: “La iglesia de la cual el apóstol aquí trata
principalmente, está subordinada a él en el grado más alto de unión consciente y gozosa; aquellos que no son de él
espiritualmente, mas subordinados en mera sujeción consciente; y las tribus inferiores de la creación están
subordinadas objetiva aunque inconscientemente; pero todos son sumados en él”. 11. en quien—Por virtud de la
unión con quien. asimismo tuvimos suerte—lit., “Se nos hizo heredar”. [Wahl]. Comp. el v. 18 donde se dice: “su
herencia en los santos”. Así como en el v. 18 se asienta que la herencia de él está en ellos, así en este versículo se dice
que la de ellos está en él (Hechos 26:18). Sin embargo, el v. 12 que dice: “Para que seamos (nosotros) para alabanza de su
gloria” (no “para que tengamos” la gloria, favorece la traducción de Bengel, Ellicott, etc., “Fuimos hechos una herencia”.
Así el Israel literal (Deuteronomio 4:20; 9:29; 32:9). La palabra “asimismo” no quiere decir “asimismo nosotros”, ni “en
quien “asimismo”;, sino que significa que además de habernos “descubierto el misterio de su voluntad”, también
“fuimos hechos su herencia”, o “también tuvimos suerte”. habiendo sido predestinados—(v. 5). La preordinación de
Israel como la nación electa, corresponde a la de los israelitas espirituales, [PAG. 470] los creyentes, a una herencia
eterna, que es lo que aquí se indica. El “nosotros” sobreentendido aquí y en el v. 12, quiere decir los creyentes judios
(de donde surge nacionalmente la elección de Israel), en contraste con “vosotros” (v. 13) los creyentes gentiles.
conforme al propósito—Repetición de “propuesto” (v. 9; cap. 3:11). La iglesia existió en la mente de Dios
eternalmente, antes de que existiera en la creación. del que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad—v.
5, “el puro afecto de su voluntad”. No un capricho arbitrario, sino una sabiduría infinita (“consejo”) unida con una
voluntad soberana. Véase el discurso de Pablo dirigido a estos mismos efesios (Hechos 20:27): “Todo el consejo de
Dios” (Isaías 28:29). Así en la creación natural como en la espiritual, Dios no es un agente constreñido por la
necesidad. “Dondequiera que haya consejo, allí hay elección, de otra manera el consejo es vano; donde hay una
voluntad, allí tiene que haber libertad, pues si no la hay, la voluntad es débil”. [Pearson]. 12. (vv. 6, 14). Para que
seamos para alabanza … nosotros que antes esperamos en Cristo—más bien, nosotros, los cristianos judíos, quienes
antes que viniera Cristo buscábamos su venida, esperando la consolación de Israel. Comp. Hechos 26:6, 7: “Por la
esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres, soy llamado en juicio; a la cual promesa nuestras doce tribus, sirviendo
constantemente de día y de noche, esperan que han de llegar”. Hechos 28:20, “la esperanza de Israel”. [Alford]. Comp. v.
18; cap. 2:12; 4:4. 13. En el cual esperasteis también vosotros—Vosotros gentiles. La prioridad de nosotros los judíos,
no os excluye a vosotros los gentiles de tener parte en Cristo (comp. Hechos 13:46). en oyendo la palabra de verdad—
el instrumento de la santificación, y del nuevo nacimiento (Juan 17:17; 2 Timoteo 2:15; Santiago 1:18). Comp.
Colosenses 1:5, donde también, como aquí, “la palabra de verdad” se une con “esperanza”. También cap. 4:21. fuisteis
sellados—por el Espíritu Santo como hijos de Dios (Hechos 19:1–6; Romanos 8:16, 23; Nota, 2 Corintios 1:22; 1 Juan
3:24). Así como un sello impreso en algún documento da una validez cierta al contrato asentado en él (Juan 3:33; 6:27;
véase 2 Corintios 3:3), así el “amor de Dios derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo” (Romanos 5:5) y la
adopción otorgada por el Espíritu en la regeneración (Romanos 8:15, 16), aseguran a los creyentes la buena voluntad
de Dios para con ellos. El Espíritu, como un sello, imprime en el alma, en el acto de la regeneración, la imagen de
nuestro Padre. El acto de haber sido sellados por el Espíritu Santo se menciona como un hecho que ya ha pasado. El
testimonio a nuestro corazón de que somos hijos de Dios y sus herederos (v. 11), es el testimonio presente del Espíritu,
“las arras de la herencia venidera” (v. 11), (Romanos 8:16–18). con el Espíritu Santo de la promesa—Más bien, como
el griego, “El Espíritu de la promesa, el Santo Espíritu”; el Espíritu prometido tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento (Joel 2:28; Zacarías 12:10; Juan 7:38, 39). “La palabra de verdad” prometió el Espíritu Santo. Aquellos que
“creyeron la palabra de verdad” fueron sellados por el Espíritu según la promesa. 14. Que es las arras de nuestra
herencia—La primera cuota pagada como garantía de que el resto será pagado (Romanos 8:23; 2 Corintios 1:22). para
la redención—La preposición griega también tiene la idea de “hasta”; y debe unirse así: “fuisteis sellados (v. 13) para”
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                EFESIOS - FILEMON


(es decir, para el propósito y hasta) la realización de “la redención”. No la redención en su primera etapa, hecha por la
sangre de Cristo, la cual nos asegura nuestro título o derecho, sino en su cumplimiento final, cuando la misma posesión
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                  EFESIOS - FILEMON



será nuestra, la “plena redención del cuerpo” (Romanos 8:23) así como también del alma, de toda flaqueza (cap. 4:30).
Entonces la criatura (el cuerpo, y toda la creación visible) será librada de la servidumbre de la corrupción, y del
príncipe usurpador de este mundo, y gozará de la libertad gloriosa de los hijos de Dios (Romanos 8:21–23; 2 Pedro
3:13). de la posesión adquirida—el pueblo de Dios comprado (griego, “adquirido”) como suyo propio por la sangre de
Cristo (Hechos 20:28). Consideramos de valor aquello por lo cual hemos pagado un alto precio; así Dios tiene en alta
estima a su iglesia (cap. 5:25, 26; 1 Pedro 1:18; 2:9; Malaquías 3:17, Margen, “mi tesoro especial”). 15. Por lo cual—
Porque estáis en Cristo y habéis sido sellados por su Espíritu (vv. 13, 14). también yo—por mi parte, y porque vosotros
habéis recibido tan grandes beneficios de Dios. habiendo oído—Es decir, desde que oí. No dando a entender que
acabara de oír de su conversión: argumento erróneo usado por algunos contra el hecho de que fuera dirigida esta
Epístola a los Efesios (Nota, v. 1); sino refiriéndose al informe que había oído después que estuvo con ellos, acerca de
sus gracias cristianas. Así en el caso de Filemón, su “amado coadjutor” (Filemón 1) él usa las mismas palabras (Filemón
4, 5). [Nos parece débil el argumento del autor sobre este caso. El participio aoristo “akousas” que se usa aquí, no
indica acción repetida o continua; y el participio presente en Filemón vv. 4, 5, indica continuidad”. Nota del Trad.] de
vuestra fe—Más bien, como el griego, “la fe que hay entre vosotros”, la que tienen muchos (no todos) de vosotros. y
amor para con todos los santos—No importando su nombre, sólo por el mismo hecho de que son santos. Una
característica distintiva del verdadero cristianismo (cap. 6:24). “La fe y el amor son unidos por Pablo frecuentemente.
¡Qué pareja tan maravillosa!” [Crisóstomo]. A éstos se agrega la esperanza, v. 18. 16. (Colosenses 1:9). No cesó de dar
gracias … haciendo memoria de vosotros—En los manuscritos más antiguos se omite “de vosotros”. Así que la
traducción podría ser, “haciendo memoria de ellos” (vuestra “fe y amor”). Así opina Alford. 17. Esta oración debiera
ser emitida por todos los cristianos. el Dios del Señor nuestro Jesucristo—Este título es muy adecuado, ya que en los
vv. 20–22, él trata del lugar tan elevado que Dios dió a Jesús al hacerlo Cabeza de todas las cosas que corresponden a
la iglesia. Jesús mismo llamó al Padre “Mi Dios” (Mateo 27:46). el Padre de gloria—(comp. Hechos 7:2). El Padre de
aquella gloria infinita que resplandece en el rostro de Cristo, quien es “la gloria” (la verdadera Shekinah); y por medio
de quien “la gloria de la herencia” (v. 18) será nuestra (Juan 17:24; 2 Corintios 3:7 a 4:6). os dé espíritu de sabiduría—
cuyo atributo es la sabiduría infinita, y que obra la sabiduría en [PAG. 471] los creyentes (Isaías 11:2). y de
revelación—cuya función es revelar a los creyentes misterios espirituales (Juan 16:14, 15; 1 Corintios 2:10). para su
conocimiento—Más bien, como el griego (véase Nota, 1 Corintios 13:12), “en pleno conocimiento de él”, es decir, de
Dios. 18. Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento—Los manuscritos más antiguos, versiones y “padres”
dicen “los ojos de vuestro corazón”. Véase el estado contrario de los incrédulos, quienes tienen el corazón
entenebrecido (cap. 4:18; Mateo 13:15). Tradúzcase: “Teniendo alumbrados los ojos de vuestro corazón” (cap. 5:14;
Mateo 4:16). El impartir luz es el primer efecto del Espíritu en la nueva creación, así como lo fué en la creación original
física (Génesis 1:3; 2 Corintios 4:6). Así Teófilo a Autólico, 1:3: “los oídos de vuestro corazón”. Donde hay luz
espiritual, allí hay vida (Juan 1:4). El corazón es “el centro vital de la vida” [Harless] y la fuente de los pensamientos;
de aquí que “el corazón”, en las Escrituras, incluya la mente, así como también las inclinaciones naturales. El “ojo”, o la
visión interior, recibe y a la vez contempla la luz (Mateo 6:22, 23). El ojo es el símbolo de la inteligencia (Ezequiel 1:18).
para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación—La esperanza que corresponde al hecho de haber sido
llamados. las riquezas de la gloria—(Colosenses 1:27.) de su herencia en los santos—La herencia que él tiene en
reserva para los santos. Yo prefiero explicar, “La herencia que él tiene en los santos.” (Véase Nota v. 11; Deuteronomio
32:9). 19. Y cuál aquella supereminente [sobrepujante] grandeza de su poder para con nosotros los que creemos—
Aquí se hace referencia a la obra de gracia que él está desarrollando, y desarrollará, en nosotros los que creemos. Por
el término “santos” (v. 18) se considera a los creyentes como absolutamente perfeccionados, y como si ya fueran la
herencia de Dios; pero en este versículo, como si estuvieran peleando la buena batalla de la fe. por—mejor, “de
acuerdo con” la operación—griego, “la energía” Tradúzcase, “la operación eficaz” (cap. 3:7). El mismo poder
sobrehumano que hacía falta y fué puesto en acción para hacernos creer, hacía falta y fué puesto en acción para
despertar a Cristo de entre los muertos (v. 20). Véase Filipenses 3:10, “el poder de su resurrección” (Colosenses 2:12; 1
Pedro 1:3–5). de la potencia de su fortaleza—Griego, “de la fuerza de su poder”. 20. La cual obró en Cristo—quien es
nuestra Cabeza y las “primicias” de nuestra resurrección. y en quien la poderosa operación de Dios en favor nuestro,
es hecha posible y real. [Alford]. resucitándole—“en que lo resucitó”. El levantamiento de Cristo no es sólo una
garantía de que nuestros cuerpos serán levantados después, sino que tiene en sí un poder espiritual que obra (por
virtud de nuestra unión viva con él, como miembros de la Cabeza) la resurrección espiritual del alma del creyente
ahora, y, por consiguiente, la resurrección de su cuerpo al final (Romanos 6:8–11; 8:11). El Hijo, como Dios (aunque no
como hombre), tomó parte en el levantamiento de su propio cuerpo humano (Juan 2:19; 10:17, 18). Y el Espíritu Santo
también participó en la resurrección de Cristo. (Romanos 1:4; 1 Pedro 3:18). y colocándole—Griego, “asentándole.” Los
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                EFESIOS - FILEMON


espíritus gloriosos están en pie alrededor del trono de Dios, mas no se sientan a la diestra de Dios (Hebreos 1:13). a su
diestra—(Salmo 110:1). Donde permanece hasta que todos sus enemigos hayan sido puestos debajo de sus pies (1
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                   EFESIOS - FILEMON



Corintios 15:24). Habiendo sido comisionado para “dominar en medio de sus enemigos” durante la rebelión de éstos
(Salmo 110:2), renunciará a su comisión después de subyugarlos [Pearson] (Marcos 16:19; Hebreos 1:3; 10:12). en los
cielos—(v. 3). “Lugares celestiales”. Así como Cristo tiene cuerpo literal, así el cielo no es meramente un estado, sino
un lugar; y donde él está, allí estará su pueblo (Juan 14:3). 21. Sobre todo principado, etc.—Griego, “Mucho más alto
que todo (cap. 4:10) principado (o gobierno, 1 Corintios 15:24), y autoridad y poder (Mateo 28:18) y señorío”. Comp.
Filipenses 2:9; Colosenses 1:16; Hebreos 7:26; 1 Pedro 3:22. Los espíritus malos (que igualmente están divididos en
varios rangos, cap. 6:12), así como también los ángeles de luz, y los potentados terrenales, están incluídos (véase
Romanos 8:38). Jesús es “Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16). Cuanto más alto el honor de él, tanto
mayor es el de su pueblo, quienes son sus miembros unidos a él, quien es la Cabeza. Algunos maestros filosóficos de
la escuela de Simón el Mago, en Asia Menor Occidental, habían enseñado a sus oyentes, según Ireneo y Epifanio, estos
nombres de los diferentes grados de ángeles. Pablo nos enseña que la sabiduría más verdadera es la de conocer a
Cristo como el que reina sobre todos ellos. y todo nombre que se nombra—todo ser cualquiera. “Toda otra criatura”
(Romanos 8:39). no sólo en este siglo—el orden de cosas actual. “Lo presente < lo por venir” (Romanos 8:38). mas
aun en el venidero—“Nombres que ahora no conocemos, mas conoceremos después en el cielo. Sabemos que el
emperador va delante de todos, aunque no podemos enumerar todos los sátrapas y ministros de su corte; así también
sabemos que Cristo está sentado encima de todos, aunque no podemos nombrarlos a todos.” [Bengel]. 22. sometió
todas las cosas debajo de sus pies—Griego, “sujetó bajo sus pies” (Salmo 8:6; 1 Corintios 15:27). y diólo por cabeza …
a la iglesia—para provecho especial. El orden griego es enfático: “A EL Dios lo dió por cabeza sobre todas las cosas a
la iglesia”. Si hubiera sido algún inferior a él, su Cabeza, no habría sido de tanto provecho para la iglesia. Pero como él
es la Cabeza sobre todas las cosas, y a la vez es la Cabeza de la iglesia (y ella es el cuerpo), todas las cosas son de ella
(1 Corintios 3:21–23). El está SOBRE (“muy alto sobre”) todas las cosas; en contraste con las palabras, “diólo por cabeza
a la iglesia”, es decir, para provecho de ella. Aquéllas, las cosas están sujetas; éstos, los creyentes, están unidos a él en su
dominio sobre ellas. El término “cabeza” da a entender no sólo su dominio sobre nosotros, sino nuestra unión con él;
por lo tanto, al verlo nosotros a la diestra de Dios, nos vemos a nosotros mismos en el cielo (Apocalipsis 3:21). Porque
la Cabeza y el cuerpo no son separados por nada que intervenga, de otra manera el cuerpo dejaría de ser cuerpo, y la
Cabeza dejaría de ser Cabeza. [Pearson de Crisóstomo]. 23. La cual es su cuerpo—Su [PAG. 472] cuerpo místico y
espiritual, no literal. Sin embargo, no meramente figurativo o metafórico. El es real, aunque espiritualmente, la Cabeza
de la iglesia. El es la vide de ella. El comparte con ella su crucifixión y su gloria subsiguiente. El lo posee todo:
compañerismo con el Padre, plenitud del Espíritu y humanidad glorificada, no meramente para sí mismo, sino para
ella, la iglesia, la cual participa “de su cuerpo, de su carne y de sus huesos” (cap. 5:30). la plenitud—La idea es de un
receptáculo completamente lleno [Eadie]. Cristo mora en la iglesia y ella es inundada de su presencia. Ella es el
receptáculo, no de sus dones y gracias inherentes, sino de la plenitud de sus dones y gracias que son comunicados por
él. Así como de él es la “plenitud” (Juan 1:16; Colosenses 1:19; 2:9) inherentemente, así ella es su “plenitud” por
habérsela él comunicado a ella en virtud de su unión a él (Cap. 5:18; Colosenses 2:10). “La iglesia es la plena
manifestación de su ser, por estar compenetrada de su vida.” [Conybeare y Howson]. Ella es la revelación continuada
de su vida divina en forma humana; la representación más completa de su plenitud. “La plenitud” no se refiere a la
jerarquía angelical, como enseñaban los maestros falsos (Colosenses 2:9, 10, 18), sino a Cristo mismo quien es la
“plenitud de la Divinidad”, y quien es representado por la iglesia. Koppe traduce con menos probabilidad, “la entera
multitud universal”. de Aquel que hinche todas las cosas en todos—Cristo el Creador, Preservador y Gobernador
del mundo, fué constituído por Dios (Colosenses 1:16, etc.) y llena todo el universo de cosas con todas las cosas. “Llena
toda la creación con todo lo que ella posee”. [Alford]. El griego “Llena para sí mismo.”

CAPITULO 2

     Vers. 1–22. EL AMOR Y LA GRACIA DE DIOS MANIFESTADOS AL DARNOS VIDA POR CRISTO. SU
PROPOSITO AL HACERLO: EXHORTACION BASADA EN NUESTROS PRIVILEGIOS COMO TEMPLO SANTO,
EN CRISTO, POR EL ESPIRITU. 1. Y … vosotros—También a vosotros, entre aquellos que han experimentado su
poder que los capacitó para creer (vv. 19–22). [Falta el verbo en el versículo primero. Los traductores de nuestra
versión española trataron de suplir la falta, poniendo en letra bastardilla, “Y de ella recibisteis”. El verbo aparece en
versículo 5, “nos dió vida”. Debemos leer pues el v. 1, “Y a vosotros, os dió vida”, etc. Nota del Trad.] que estabais
muertos—espiritualmente (Colosenses 2:13). Erais un cadáver vivo: sin la presencia amorosa del Espíritu de Dios en el
alma, y por esto incapaces de pensar, desear o hacer algo que sea santo. en vuestros delitos y pecados—Como si éste
fuese el elemento en que se halla el incrédulo y por el cual está muerto a la vida verdadera. El pecado es la muerte del
alma. Isaías 9:2; Juan 5:25, “muertos” (espiritualmente), 1 Timoteo 5:6. “Alejados de la vida de Dios” (cap. 4:18). El
griego por “delito” significa “transgresiones” y expresa más bien una caída, o desliz, como la transgresión de Adán,
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                 EFESIOS - FILEMON



por la cual cayó. “Pecado” da a entender corrupción innata y alejamiento de Dios (lit. enajenación de la mente de la regla
de la verdad), exhibidos en actos de pecado (griego, “Hamartémata”). Bengel refiere el término “transgresiones” a los
judíos que tenían la ley, mas se rebelaron contra ella: “pecados”, a los gentiles que no conocían a Dios. 2. en otro
tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo—el curso (lit., “la edad”, comp. Gálatas 1:4) o sístema
actual de este mundo (1 Corintios 2:6, 12; 3:18, 19, como opuesto al “mundo venidero”): alejado de Dios y “puesto en
maldad” (1 Juan 5:19). “La edad” (que a veces es más eterna y ética) regula “el mundo” (que es algo más que externo).
conforme al príncipe de la potestad del aire—El dios invisible que está abajo guiando “el curso de este mundo” (2
Corintios 4:4); recorre el aire y anda a nuestro derredor: comp. Marcos 4:4, “aves del aire” (griego, “cielo”) es decir, (v.
15), “Satanás” y sus demonios. Comp. cap. 6:12; Juan 12:31. Parece que la ascensión de Cristo echó a Satanás del cielo
(Apocalipsis 12:5, 9, 10, 12, 13), donde antes había sido el acusador de los hermanos (Job 1). No pudiendo más acusar
en el cielo a los justificados por Cristo, el Salvador ascendido (Romanos 8:33, 34), ahora los ataca en la tierra con todas
las pruebas y tentaciones; y por esto “vivimos en un ambiente venenoso y preñado de elementos mortíferos; pero una
purificación poderosa del aire será efectuada en la segunda venida de Cristo” [Auberlen], porque Satanás será atado
(Apocalipsis 12:12, 13, 15, 17; 20:2, 3). El término “potestad” se usa aquí colectivamente para significar los “poderes
del aire”. En aposición con dichos “poderes” están los “espíritus”, comprendidos en el singular, “el espíritu”, pero
tomado también colectivamente: el conjunto de “espíritus seductores” (1 Timoteo 4:1) que “obran ahora en los hijos de
desobediencia” (hebraísmo: hombres que no son desobedientes meramente por accidente, sino que son esencialmente
hijos de desobediencia. Comp. Mateo 3:7), y de los cuales se dice aquí que Satanás es “el príncipe”. El griego en este
pasaje no permite que “el espíritu” se refiera a Satanás, “el príncipe” mismo, sino a “los poderes del aire”, de los
cuales él es príncipe. Los poderes del aire son la personificación de aquel “espíritu” malvado que es el principio
gobernante de los incrédulos, especialmente de los paganos (Hechos 26:18), como contrario al espíritu de los hijos de
Dios (Lucas 4:33). La potencia de aquel “espíritu” se ve en la “desobediencia” de los incrédulos. Véase Deuteronomio
32:20, “hijos sin fe” (Isaías 30:9; 57:4). Desobedecen al evangelio tanto en la fe como en la práctica (2 Tesalonicenses
1:8; 1 Corintios 2:12). 3. todos nosotros también—Es decir, judíos y gentiles. Pablo aquí se une a la misma categoría de
ellos, pasando aquí de la segunda (vv. 1, 2) a la primera persona. vivimos … haciendo la voluntad de la carne—Más
correctamente, “nos condujimos” según la carne (2 Corintios 1:12; 1 Pedro 1:18). Esta expresión da a entender un curso
externo más decoroso, que el “caminar” abiertamente en pecados vergonzosos como lo hacía la mayoría de los efesios en
tiempos pasados, es decir, la parte gentil a la cual puede referirse especialmente el v. 2. Aunque Pablo y sus
compatriotas judíos eran exteriormente más decentes que los gentiles (Hechos 26:4, 5, 18), esencialmente habían sido
como ellos en vivir para la carne vieja, sin el Espíritu de Dios. y de los pensamientos—Sugestiones y [PAG. 473]
propósitos de la mente (independientes de Dios), como distinguidos de los impulsos ciegos de “la carne”. éramos por
naturaleza—Intencionalmente cambia Pablo la construcción, “éramos” por “y siendo”, para señalar enfáticamente el
estado anterior de el y de ellos por naturaleza, en contraste con su actual estado de gracia. Esto no quiere decir
meramente que por causa de nuestra manera de vivir, complaciendo los deseos de la carne, éramos “hijos de ira”; sino
que éramos por naturaleza originalmente “hijos de ira” y, por consiguiente, nuestra manera de vivir consistia en
complacer los deseos carnales. “Naturaleza”, en griego, da a entender lo que ha crecido en nosotros, como la
peculiaridad de nuestro ser, se crece con nuestro crecimiento, y se fortalece con nuestra fortaleza, como si fuese cosa
distinta de lo que ha sobrevenido a nosotros por influencias meramente externas: lo que es inherente, no adquirido
(Job 14:4; Salmo 51:5). Una prueba incidental de la doctrina del pecado original. hijos de ira—No meramente “hijos de
desobediencia” (v. 2), ni por adopción, como pueden serlo los “hijos”, sino “hijos” por generación. El orden en el griego
señala más enfáticamente esta corrupción innata: “Los que en nuestra (misma) naturaleza éramos hijos de ira”. En el
v. 5, la “gracia” se opone a la “naturaleza” mencionada aquí; y la salvación (entendida en los vv. 5, 8, “salvos”) se
opone a la “ira”. Véase el Artículo IX, del libro de Oraciones Comunes de la Iglesia de Inglaterra. “El pecado original,
o de nacimiento, no consiste en seguir a Adán, sino que es la naturaleza corrupta de todo hombre naturalmente
engendrado de Adán [Cristo, sin embargo, fué engendrado sobrenaturalmente por el Espíritu Santo en la Virgen], por
lo cual el hombre está lejos de la justicia original y se inclina al mal. Por lo tanto, toda persona nacida en este mundo
merece la ira y la condenación de Dios.” Pablo enseña que aun los judíos, quienes se jactaban de su descendencia de
Abrahán, eran por nacimiento natural igualmente hijos de ira como los gentiles a quienes los judíos despreciaban a
causa de su nacimiento de padres idólatras (Romanos 3:9; 5:12–14). “La ira de Dios está sobre” todos los que
desobedecen al evangelio en fe y en práctica (Juan 3:36). La frase “hijos de ira” es un hebraísmo que significa que
somos objeto de la ira de Dios desde la niñez, en nuestro estado natural, por haber nacido en el pecado, el cual Dios
aborrece. Así se entiende también “hijo de muerte” (Margen, 2 Samuel 12:5); “hijo de perdición” (Juan 17:12; 2
Tesalonicenses 2:3). como los demás—Griego, “como los restantes” de la humanidad lo son (1 Tesalonicenses 4:13). 4.
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                EFESIOS - FILEMON


Dios, que es rico en misericordia—Griego, “siendo rico en misericordia”. por su mucho amor—“a causa de su gran
amor”. Este fué el motivo especial de que Dios nos salvara; así como el ser “rico en misericordia” (comp. v. 7; cap. 1:7;
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                  EFESIOS - FILEMON



Romanos 2:4; 10:12) fué la base general. “La misericordia quita la aflicción ocasionada por el pecado, el amor confiere la
salvación”. [Bengel]. 5. estando nosotros muertos en pecados—La mejor lección en el griego, “muertos en nuestras (lit.,
las) transgresiones”. nos dió vida—Nos “vivificó” espiritualmente, para después vivificarnos corporalmente. Tiene que
haber una resurrección espiritual del alma, antes de que pueda haber una resurrección del cuerpo [Pearson] (Juan
11:25, 26; Romanos 8:11). juntamente con Cristo—Estando sentada la Cabeza, que es Cristo, a la diestra de Dios, se
sienta allí también con él el cuerpo, que somos nosotros [Crisóstomo]. Estamos sentados allí en él (“en Cristo Jesús”, v.
6), como nuestra cabeza, la base de nuestra esperanza; y más tarde nos sentaremos con el, porque es él quien nos ha
conferido tal honor, y ha hecho que la esperanza se transforme en realidad. [Pearson]. Lo que Dios obró en Cristo,
obró (por el mismo hecho) en todos los que están unidos con Cristo, y son uno en él. por gracia sois salvos—griego,
“Estáis en el estado de salvados”; no meramente “estáis siendo salvados”, sino que “habéis pasado de muerte a vida”
(Juan 5:24). La salvación del cristiano, no es una cosa que se espera más tarde, sino una cosa realizada ya (1 Juan 3:14).
La introducción de esta cláusula parentética aquí (v. 8) se debe a una explosion del sentir de Pablo a fin de lograr que
los efesios sientan que la gracia, desde el principio hasta el fin, es la única fuente de la salvación: por esto también dice,
“vosotros”, no “nosotros”. 6. juntamente nos resucitó—con Cristo. La “resurrección” presupone la previa vivificación
de Jesús en la tumba, y de nosotros en el sepulcro de nuestros pecados. y asimismo nos hizo sentar en los cielos—con
Cristo, en su a scensión. Los creyentes tienen derecho a estar en el cielo corporalmente. Virtualmente lo están en
espíritu, y cada uno tiene su lugar propio designado, del cual, en tiempo debido, tomará posesión (Filipenses 3:20, 21).
No dice “a la diestra de Dios”; prerrogativa reservada particularmente para Cristo; aunque ellos participarán con él en
su trono (Apocalipsis 3:21). con Cristo Jesús—Nuestra unión con él es la base de nuestra actual resurrección y
ascensión espirituales como también de la futura resurrección y ascensión corporales. “Cristo Jesús”, es el nombre
generalmente usado en esta Epístola, porque en ella el oficio de Cristo como profeta, sacerdote y rey ungido, es el
pensamiento prominente; cuando la Persona de Jesús es la idea prominente, se usa el nombre “Jesucristo”. 7. Para
mostrar en los siglos venideros … etc.—Griego, “Para que mostrase (la voz media reflexiva, indicando acción para su
propio interés, para su propia gloria, cap. 1:6, 12, 14) en las edades que están viniendo”, es decir, las edades benditas
del evangelio, las cuales reemplazarán “la edad de este mundo” (v. 2) y las “edades” pasadas de las cuales estaba
escondido el misterio (Colosenses 1:26, 27). Estas edades del evangelio, aunque empezaron con la primera predicación
del mismo, y desde entonces siguen una a otra continuamente, no son consumadas mientras no venga otra vez el Señor
(comp. cap. 1:21; Hebreos 6:5). La palabra “venideros” no excluye el tiempo presente en aquel entonces, sino simplemente
da a entender las edades que seguirían a aquel tiempo cuando Cristo “juntamente los resucitó” en espíritu. (v. 6), en
su bondad—“benignidad”. en Cristo—Esta misma expresión es repetida frecuentemente, para hacer notar que todas
nuestras bendiciones se concentran “en él”. 8. Porque por gracia sois salvos—Ilustrando “las abundantes riquezas de
su gracia en su bondad”. Tradúzcase como [PAG. 474] en el v. 5, “Estáis salvados”, tiempo perfecto, voz pasiva,
“Habéis sido salvados, y quedáis salvados.” por la fe—El efecto del poder de la resurrección de Cristo (cap. 1:19, 20;
Filipenses 3:10), por el cual somos “resucitados juntamente” con él (v. 6; Colosenses 2:12). Algunos de los manuscritos
más antiguos leen, “por vuestra (lit., “la”) fe”. La fe es el instrumento o el medio de parte de la persona salvada. Cristo
sólo es el agente meritorio. y esto no de vosotros—Es decir, el acto de creer, o “la fe”, no proviene de vosotros. “De
vosotros” está en oposición con “es don de Dios” (Filipenses 1:29). “El que yo haya dicho, “por fe”, no quiero que se
entienda como si yo exceptuara la fe misma de la gracia”. [Estio]. “Dios justifica al hombre creyente, no por el mérito
de su creencia, sino por el mérito de Aquel en quien cree”. [Hooker]. La iniciación, así como también el crecimiento de
la fe, es de parte del Espíritu de Dios, no por la propuesta externa de la palabra, sino por la iluminación interna en el
alma. [Pearson]. Sin embargo, “la fe” viene por los medios de los cuales el hombre tiene que valerse: “la fe es por el
oír; y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17) y la oración (Lucas 11:13), aunque la bendición es completamente
de parte de Dios (1 Corintios 3:6, 7). 9. No por obras—Esta cláusula está en contraste con la frase “por gracia”, como
se confirma por Romanos 4:4, 5; 11:6. para que nadie se gloríe—(Romanos 3:27; 4:2). 10. somos hechura suya—lit.,
“cosa de su hacer”. Aquí se refiere a la creación espiritual, no a la física (vv. 8, 9). criados—habiendo sido criados (cap.
4:24; Salmo 102:18; Isaías 43:21; 2 Corintios 5:5, 17). para buenas obras—“Las buenas obras” no pueden ser hechas,
mientras no seamos “criados de nuevo para” ellas. Pablo nunca llama “buenas obras” a las obras de la ley. No somos
salvos por, sino criados para, buenas obras. las cuales Dios preparó—Griego, “preparó de antemano” (comp. Juan 5:36).
Dios en sus propósitos señala de antemano las buenas obras especiales para cada uno, y el tiempo y las maneras que
él cree más convenientes. Por su providencia prepara las oportunidades para las obras, y nos prepara a nosotros para la
ejecución de las mismas (Juan 15:16; 2 Timoteo 2:21). para que anduviésemos en ellas—No para que fuésemos salvos
por ellas. Las obras no justifican, pero el justificado obra (Gálatas 5:22–25). 11. Acordaos que en otro tiempo
vosotros—Tal recuerdo profundiza la gratitud, y fortalece la fe (v. 19). [Bengel]. los gentiles en la carne—Gentiles
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                               EFESIOS - FILEMON


respecto a la circuncisión. que erais llamados incircuncisión—Los gentiles eran llamados, por desprecio,
incircuncisión, y lo eran; los judíos eran llamados circuncisión, pero no lo eran en verdad. [Ellicott]. hecha con mano
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                  EFESIOS - FILEMON



en la carne—y como contraria a la verdadera “circuncisión del corazón, en el espíritu, no en la letra” (Romanos 2:29).
“No hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne en la circuncisión de Cristo”
(Colosenses 2:11). 12. en aquel tiempo estabais sin Cristo—Griego, “separados de Cristo”; no teniendo parte alguna en
él; lejos de él. Se necesitaría una palabra distinta griega (aneu) para expresar, “Cristo no estaba presente con vosotros”.
[Tittm.] alejados de la república de Israel—Griego, “enajenados de”. No meramente “separados de”. Los judíos
fueron “cortados” o excluídos de la “república” de Dios, porque se consideraron justos en sí mismos, cuando eran
indolentes e indignos, y no como alejados y extranjeros. [Crisósmo]. La expresión “alejados de” da a entender que los
gentiles, antes de apostatar de la fe primitiva, habían sido participantes de la luz y de la vida (comp. cap. 4:18, 23). La
esperanza de la redención por el Mesías, así como su apostasía subsiguiente, estaba incorporada en una “república” o
bien común (griego “politía”), la “de Israel”, de la cual los gentiles estaban enajenados. Contrástese v. 13; cap. 3:6; 4:4,
5, con Salmo 147:20. extranjeros a los pactos de la promesa—“La promesa” definida, es decir, “a ti y a tu simiente
daré esta tierra” (Romanos 9:4; Gálatas 3:16). El plural “los pactos”, da a entender las varias repeticiones del pacto con
Abrahán, con Isaac, con Jacob, y con todo el pueblo en el Sinaí. [Alford]. El término “promesa” es singular, para
significar que el pacto, en realidad y substancialmente, es uno y el mismo siempre, y es sólo diferente en sus
accidentes y circunstancias externas (comp. Hebreos 1:1, “muchas veces y en muchas maneras”). sin esperanza—Más
allá de esta vida (1 Corintios 15:19). Las suposiciones de los filósofos paganos en cuanto al porvenir fueron vagas y del
todo inadecuadas. No tenían ninguna “promesa” divina, y por lo tanto, ningún fundamento de “esperanza”. Epicuro
y Aristóteles no creían en ninguna vida futura. Los platonistas creían que el alma pasaba por cambios perpetuos, unas
veces felices, otras miserables. Los estoicos creían que la vida existiría sólo hasta el tiempo de la consumación de todas
las cosas. y sin Dios—Griego, “ateos”; es decir, que ellos no tenían un “Dios” en el sentido en que usamos nosotros la
palabra, el Ser Eterno, quien hizo y gobierna todas las cosas (comp. Hechos 14:15, “Que de estas vanidades os
convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra. y la mar, y todo lo que hay en ellos”); mientras que los judíos tenían
ideas claras acerca de Dios y la inmortalidad. Comp. Gálatas 4:8: “No conociendo a Dios, servíais a los que por
naturaleza no son dioses” (1 Tesalonicenses 4:5). De modo que todos los panteístas son ateos, porque un dios
impersonal no es dios ninguno, y una inmortalidad ideal no es inmortalidad. [Tholuck]. en el mundo—En contraste
con el privilegio de pertenecer a “la república de Israel”. Antes tenían su porción y su todo en este mundo vano e
impío (Salmo 17:14), del cual Cristo liberta a su pueblo (Juan 15:19; 17:14; Gálatas 1:4). 13. Mas ahora—en contraste
con “en aquel tiempo” (v. 12). en Cristo Jesús—Aquí se agrega el nombre “Jesús”, mientras que en la expresión
anterior (v, 12) se usó solamente el nombre “Cristo”, para hacer notar que ellos conocían a Cristo como el Salvador
personal, “Jesús”. vosotros que en otro tiempo—griego, “tiempo anterior”. estabais lejos—Esta era la descripción judía
de los gentiles: Lejos de Dios y lejos del pueblo de Dios (v. 17; Isaías 57:19; Hechos 2:39). habéis sido hechos cercanos
por la sangre de Cristo—Griego, “en”. Así, “la sangre de Cristo” se hace el sello de un pacto en el cual consiste su
cercanía a Dios. En el cap. 1:7, se habla de la sangre más directamente como el instrumento de la redención; es “por
[PAG. 475] medio de su sangre”. [Alford]. 14. él [Cristo]—griego, “él mismo” solo, preeminentemente, y ninguno otro.
Enfático. es nuestra paz—No meramente el “pacificador”, sino “él mismo” el precio de nuestra paz con Dios (de
judíos y de gentiles igualmente) y así el vinculo de union entre “ambos” en Dios. El tomó a ambos a sí, y los
reconcilió, es decir, los unió a Dios, al tomar él nuestra naturaleza y asumir nuestras responsabilidades (v. 15; Isaias
9:5, 6; 53:5; Miqueas 5:5; Colosenses 1:20). Su título “Shiloh” quiere decir también “paz” (Génesis 49:10). de ambos
hizo uno, derribando la pared intermedia de separación—Griego, “partición” o “vallado”; es decir, la pared
intermedia que separaba a los judios de los gentiles. Habia una balaustrada de piedra que separaba el patio de los
gentiles del lugar santo (en el templo de Jerusalén), y si un gentil la cruzaba, sufría la pena de muerte. Pero esta pared,
a la cual se refiere el apóstol incidentalmente, no era sino un símbolo de la separacion misma, es decir, de “la
enemistad” entre “ambos” y Dios (v. 15), siendo ésta la verdadera causa de la separación de Dios, y la causa mediata de
la separacion entre judíos y gentiles. Por esto hupo doble pared de separacion; la pared interior, que separaba al
pueblo judío de la entrada al lugar santo del templo donde oficiaban los sacerdotes, y la otra la pared exterior que
evitaba que los prosélitos gentiles tuviesen acceso al patio de los judíos (comp. Ezequiel 44:7; Hechos 21:28). Así pues,
esta pared doble representaba la ley sinaitica, que separaba a todos los hombres, aun a los judios, de su acceso a Dios
(por el pecado, que es la violación de la ley), y también separaba a los gentiles de los judíos. Así como la palabra
“pared” da a entender la firmeza de la partición; así el término “vallado” da a entender algo que podia ser fácilmente
quitado por Dios cuando viniera el tiempo propicio. 15. Dirimiendo en su carne las enemistades—Más bien, hágase
del término “enemistades” una aposicion a la frase “pared intermedia de separación”; “derribando la pared
intermedia de separación” (entre todos los hombres y Dios), es decir, “las enemistades (Romanos 8:7) en su carne”
(comp. v. 16; Romanos 8:3). la ley de los mandamientos en orden a ritos—Griego, “la ley de los mandamientos
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                EFESIOS - FILEMON


consistente en ritos”. La ley fué la “partición” o “vallado” que daba cuerpo a la expresión de las “enemistades” (la
“ira” de Dios contra nuestro pecado, y nuestra enemistad para con él, v. 3) (Romanos 4:15; 5:20; 7:10, 11; 8:7). Cristo,
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                  EFESIOS - FILEMON



en, o por su cuerpo crucificado la ha abolido en cuanto concierne a su poder de condenar y crear enemistad
(Colosenses 2:14), sustituyendo por ella la ley del amor, que es el espíritu eterno de la ley y que fluye de la realización
en el alma del creyente, del amor de Cristo manifestado en su muerte por nosotros. Tradúzcase lo que sigue: “Para
crear a los dos (el judío y el gentil) en un hombre nuevo”. No para que pudiese reconciliar meramente a los dos, el
uno con el otro, sino para incorporarlos en un nuevo hombre, habiendo sido reconciliados con Dios en Cristo, y
habiendo muerto, juntamente con Cristo en la cruz el viejo hombre a quien pertenecían los dos, y que era enemigo de
Dios. Nótese, también, la expresión UN hombre nuevo. Ante Dios, todos somos uno en Cristo, así como somos uno en
Adán. [Alford]. haciendo la paz—Primeramente, entre todos los hombres y Dios, en segundo lugar, entre las judíos y
los gentiles; ya que es él “nuestra paz”. Esta “pacificación” acontece antes de la publicación de la misma (v. 17). 16. Y
reconciliar por la cruz … etc.—Tradúzcase: “Y reconciliar a ambos en un cuerpo (la iglesia, Colosenses 3:15) con Dios,
por la cruz”. La palabra griega por “reconciliar” (apocataláxe), hallada únicamente aquí y en Colosenses 1:20, expresa
no sólo volver uno al favor de otro (cataláge), sino hacer a un lado la enemistad de tal modo que sigue la completa
amistad; es decir, pasando enemistad a completa reconciliación. [Tittm.] matando en ella—“en” o “por la cruz”, es decir,
su crucifixión (Colosenses 2:15). las enemistades—La que había existido entre el hombre y Dios, y también aquella
que existia entre el judío y el gentil, la cual había resultado de la primera. Cristo con su muerte mató la enemistad
(comp. Hebreos 2:14). 17. Y vino, y anunció la paz—“Viniendo anunció buenas noticias de paz”. “Viniendo”, de su
propio amor espontáneo, “anunció paz” con su propia boca a los apóstoles (Lucas 24:36; Juan 20:19, 21, 26); y por
medio de éstos a otros, mediante su Espiritu presente en su iglesia (Juan 14:18). Hechos 26:23, es estrictamente
paralelo. Después de su resurrección, “anunció la paz al pueblo” (“a los que estaban cerca”) y a los gentiles” (“a
vosotros que estabais lejos”) por su Espíritu que habitaba en sus ministros (comp. 1 Pedro 3:19). y a los que … etc.—
Los manuscritos más antiguos insertan “paz” otra vez: “Y paz a los que”. La repetición da a entender el gozo que
experimentarían a cada momento al pensar que reinaba entre ellos la “paz”. Así Isaías 57:19. 18. Que por él …
tenemos entrada … al Padre—Tradúzcase: “Porque es por él (Juan 14:6; Hebreos 10:19) que tenemos (judíos y
gentiles) nuestra entrada (cap. 3:12; Romanos 5:2), en (es decir, unidos en, o por, 1 Corintios 12:13, griego) un Espíritu al
Padre”, es decir, como nuestro Padre común, reconciliado con ambos igualmente; por lo cual ha sido quitada toda
separación entre judío y gentil. A la unidad del “Espíritu”, por el cual tenemos ambos acceso al Padre, necesariamente
sigue la unidad del cuerpo, la iglesia (v. 16). La distinción de las personas que forman la divina Trinidad aparece en
este versículo. Este versículo está en contra de la teoría de que los sacerdotes profesionales en el evangelio son el único
medio por el cual el pueblo puede acercarse a Dios. Todos por igual, pueblo y ministros, pueden acercarse a Dios por
medio de Cristo, su Sacerdote que vive para siempre. 19. Así que ya no sois extranjeros—Más bien, “transeúntes”,
término contrario a “miembros de familia”; así como la palabra “extranjeros” está opuesta a “conciudadanos”. Véase
en Filipenses 3:19, 20, la palabra “vivienda”, griego, “ciudadanía”. sino—Los manuscritos más antiguos agregan,
“sois”. ciudadanos con los santos—En “la república de Israel” (espiritual) (v. 12). y domésticos de Dios—Aquí se
menciona al Padre; Jesucristo aparece en el v. 20, y el Espíritu en el v. 22. 20. Edificados sobre el fundamento—comp.
1 Corintios 3:11, 12. La misma figura de un edificio usó el apóstol en el cap. 3:18, en su discurso ante los ancianos de
Efeso (Hechos 20:32) y en su Epístola [PAG. 476] a Timoteo en Efeso (1 Timoteo 3:15; 2 Timoteo 2:19). Naturalmente
esta figura fué sugerida por la arquitectura espléndida del templo de Diana; la gloria del templo cristiano es eterna y
real, no mera ostentación idolátrica. La imagen de un templo espiritual es apropiada a los cristianos judíos; así como
el templo en Jerusalén fué la fortaleza del judaísmo; y el de Diana lo era del paganismo. de los apóstoles—Es decir,
“sois edificados sobre su ministerio y vivo ejemplo” (véase Mateo 16:18). Cristo mismo, el único fundamento
verdadero, fué el gran tema del ministerio de los apóstoles y la fuente de su vida. y profetas—Como si fuesen uno con
Pablo y sus colaboradores, a ellos también, en un sentido secundario, se les llama “fundamento” (Apocalipsis 21:14).
Los “profetas” están unidos a los apóstoles íntimamente; porque la expresión aquí no dice: “fundamentos de los
apóstoles y de los profetas”, sino: “fundamentos de los apóstoles y profetas”. Porque la doctrina de ambos fué
esencialmente una (1 Pedro 1:10, 11; Apocalipsis 19:10). Los apóstoles toman la precedencia (Lucas 10:24). Así que, con
propiedad, Pablo muestra consideración hacia las pretensiones de los judíos y los gentiles: representando “los
profetas” la vieja dispensación judía, y “los apóstoles” la nueva. Aquí se incluyen también los “profetas” de la nueva
dispensación. Bengel y Alford refieren el sentido sólo a estos últimos (cap. 3:5; 4:11). Estos pasajes dan a entender, me
parece, que los profetas del Nuevo Testamento no son excluídos; pero la clara referencia del apóstol al Salmo 118:22,
“la piedra, cabeza del ángulo”, evidencia que los profetas del Antiguo Testametno están aquí implicados en
especialidad. A David se le llama “profeta” en Hechos 2:30. Compárese también Isaías 28:16. Este es otro profeta que
viene a la mente de Pablo, y cuya profecía se apoya en una anterior de Jacob (Génesis 49:24). El sentido del contexto
también conviene a esto: Una vez erais extranjeros de la república de Israel (en el tiempo de los profetas del Antiguo
Falconeris.blogspot.com   : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                            EFESIOS - FILEMON


Testamento), pero ahora sois miembros del verdadero Israel, edificados sobre el fundamento de los apóstoles del
Nuevo Testamento y los profetas del Antiguo. Pablo continuamente identifica su enseñanza con la de los viejos
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                 EFESIOS - FILEMON



profetas de Israel (Hechos 26:22; 28:23). siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo—Las piedras
valiosas y fundamentales del templo (1 Reyes 5:17) tipificaban la misma verdad (véase Jeremías 51:26). La misma
piedra es a la vez la piedra del ángulo y la piedra fundamental sobre la cual descansa todo el edificio. Pablo supone
una piedra o roca tan grande y arreglada en tal forma que pudiera ser las dos cosas al mismo tiempo: que soportara
todo, como el fundamento, y en parte se levantara de las extremidades para permitir que las paredes del costado se
encontrasen con ella, y fuesen unidas a la piedra del ángulo. [Zanquio]. Así como la piedra del ángulo es conspicua,
así lo es Cristo (1 Pedro 2:6). Sobresaliente en el camino puede hacer tropezar a alguien, así como los judíos
tropezaban en Cristo (Mateo 21:42; 1 Pedro 2:7). 21. En el cual—como manteniendo unido el todo. compaginado todo
el edificio—ajustada cada parte en su lugar. va creciendo—continuamente. Aquí se agrega a la figura un
pensamiento adicional: la iglesia crece como un organismo vivo, y no como un mero edificio. Véase 1 Pedro 2:5:
“Vosotros también como piedras vivas, sed edificados una casa espiritual”. Véanse cap. 4:16; Zacarías 6:12: “El
Pimpollo < edificará el templo de Jehová”, donde las dos ideas del crecimiento de una rama y de la edificación de un
templo, están unidas. para ser un templo santo en el Señor—por ser la “habitación de Dios” (v. 22). Así “en el Señor”
(Cristo) corresponde a “en Espíritu” (v. 22; comp. cap. 3:16, 17). “Cristo es la Cabeza de todo el edificio, y el elemento
en el cual tiene su existencia y ahora su crecimiento” [Alford]. 22. En el cual sois juntamente edificados—Tradúzcase,
“Estáis siendo edificados”. para morada de Dios en Espíritu—Dios, por medio de su Espíritu habita en los creyentes,
(1 Corintios 3:16, 17; 6:19; 2 Corintios 6:16).

CAPITULO 3

     Vers. 1–21. LA FUNCION APOSTOLICA DE PABLO DE HACER CONOCER EL MISTERIO DE CRISTO QUE
HA SIDO REVELADO POR EL ESPIRITU: ORACION PARA QUE ELLOS, POR EL MISMO ESPIRITU, PUEDAN
COMPRENDER EL GRAN AMOR DE CRISTO: DOXOLOGIA CON QUE TERMINA ESTA DIVISION DE LA
EPISTOLA. Así como el primer capítulo trató del oficio del Padre; y el segundo, del Hijo; así éste trata del oficio del
Espíritu. 1. Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús—El oficio de Cristo es el pensamiento prominente en
este orden de palabras; la persona de Jesús lo fué en el anterior. Aquí señala Pablo la dignidad del Mesías, Cristo,
como la causa por la cual está “preso”, debido a los celos de los judíos de que él predicara al Mesías entre los gentiles.
Sus mismas prisiones son provechosas a (“por” o “a favor de vosotros”) los gentiles (v. 13; 2 Timoteo 2:10). Después
de decir “por esta causa”, el apóstol hace una digresión, y no termina la idea que pensaba exponer hasta llegar al v. 14.
donde reasume el pensamiento con las mismas palabras “por esta causa”, es decir: Porque conozco vuestro
llamamiento de parte de Dios, como gentiles (cap. 2:11–22), a ser “coherederos” con los judíos (v. 6), “doblo mis
rodillas a” el Padre de nuestro Salvador común (vv. 14, 15), para que él os confirme en la fe por su Espíritu. “Yo
Pablo” expresa el agente empleado por el Espíritu para iluminarlos, después de que él mismo había sido iluminado
por el mismo Espíritu (vv. 3–5, 9). 2. Si es que habéis oído—El griego no presupone duda: “Suponiendo (lo que yo sé
que es verdad) que habéis oído”; etc. El modo indicativo en el griego indica que no se supone duda: “Viendo que sin
duda”, etc. Por medio de esta frase, el apóstol delicadamente les recuerda que habían oído de él, y probablemente de
otros el hecho. Véase la Introducción, donde se muestra que estas palabras no contradicen el que sea dirigida esta
Epístola a los Efesios. Comp. Hechos 20:17–24. la dispensación de la gracia de Dios—“La obligación de disponer,
como mayordomo, la gracia de Dios que me fué (no “es”) dada para vosotros”, es decir, para dispensaros a vosotros.
3. por revelación me fué declarado el misterio—Es decir, el misterio de la admisión de los gentiles a los privilegios
del evangelio (v. 6; [PAG. 477] cap. 1:9; Gálatas 1:12). como antes he escrito—en esta misma Epístola (cap. 1:9, 10),
cuyas palabras repite en parte. 4. Leyendo lo cual podéis entender cual sea mi inteligencia—Podéis “ver mi
entendimiento” [Alford] en este “misterio” revelado por Cristo. El término “leyendo” da a entender que, por
profundos que sean los misterios de esta Epístola, pueden llegar a entenderlos al leer la misma (2 Timoteo 3:15, 16).
Cuando entiendan el conocimiento que tiene Pablo de estos misterios, ellos también estarán capacitados para
entenderlos. en el misterio de Cristo—El “misterio” es Cristo mismo, antes escondido, mas ahora revelado
(Colosenses 1:27). 5. en otros siglos—Griego, “otras generaciones”. El cual … no se dió a conocer—No dice: “No ha
sido revelado.” El hacer conocer a Pablo por revelación es la base de hacer conocer, por la predicación.. [Bengel]. Aquélla
era concedida sólo a los profetas, para que ellos pudiesen hacer conocer la verdad revelada a los hombres en general.
a los hijos de los hombres—Hombres en su estado natural, en contraste con los que son iluminados “por el Espíritu”
(griego, “en el Espíritu”, comp. Apocalipsis 1:10; Mateo 16:17). como ahora es revelado a sus santos apóstoles y
profetas—El misterio del llamamiento de los gentiles (del cual habla Pablo aquí) no era desconocido a los profetas del
Antiguo Testamento (Isaías 56:6, 7; 49:6); pero no lo conocían con la misma claridad explícita “como” se ha dado a
conocer ahora (Hechos 10:19, 20; 11:18–21). Ellos probablemente no sabían que los gentiles serían admitidos sin
circuncisión, o que estarían en un mismo nivel con los judíos en participar de la gracia de Dios. El don del “Espíritu”,
Falconeris.blogspot.com    : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                 EFESIOS - FILEMON



en su plenitud fué reservado para el Nuevo Testamento, para que fuera glorificado Cristo en ello. El epíteto “santos”
señala la consagración especial de los “profetas” o apóstoles del Nuevo Testamento (a quienes se hace referencia
especialmente) por el Espíritu, comparados con los cuales aun los profetas del Antiguo Testamento no eran sino “hijos
de los hombres” (Ezequiel 2:3, y en otras partes). 6. Que los gentiles sean … herederos … etc.—Tradúzcase: “Que los
gentiles son hechos herederos y miembros juntamente del mismo cuerpo, y participantes juntamente de la (así los
manuscritos más antiguos, y no de “su”) promesa, en Cristo Jesús (“Jesús” agregado en los manuscritos más antiguos)
por el evangelio”. Es “en Cristo Jesús” en quien ellos son hechos “coherederos” de la herencia de Dios; formando
parte “del mismo cuerpo” bajo la misma Cabeza, Cristo Jesús; y siendo “coparticipantes de la promesa” en la
comunión del Espíritu Santo (cap. 1:13; Hebreos 6:4). Así se hace alusión a la Trinidad, como a menudo en otras partes
de esta Epístola (cap. 2:19, 20, 22). 7. Del cual—“Del cual” evangelio. soy hecho ministro por el don de la gracia—
Más bien, “según el don”, en consecuencia de, y de acuerdo con, “el don de la gracia de Dios”. que me ha sido
dado—“El don de la gracia” que me fué dado según la operación (griego, “energía”, u “operación”) de su poder”. 8. A
mí, que soy—No sólo que yo lo fuera en tiempos pasados, sino que todavía soy el menos digno de tan alto puesto
(comp. 1 Timoteo 1:15, hasta el fin.). menos que el más pequeño de todos los santos—No meramente “de todos los
apóstoles” (1 Corintios 15:9, 10). es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el evangelio—“Entre” es omitido
en los manuscritos más antiguos. Traduzcase: “de anunciar a los gentiles las buenas noticias de las inescrutables (Job 5:9)
riquezas”, etc., es decir, de la gracia de Cristo (cap. 1:7; 2:7). Romanos 11:33, “inescrutables” como una mina
inagotable, cuyos tesoros nunca podrán ser del todo explorados (vv. 18, 19). 9. Y de aclarar a todos—Griego, “iluminar
a todos” (cap. 1:18; Salmo 18:28; Hebreos 6:4). “Todos” (comp. Colosenses 1:28). la dispensación—o “economía”
según los manuscritos más antiguos (comp. Colosenses 1:25, 26; y Nota, cap. 1:10, arriba). “Y de hacer ver a todos
cómo ha parecido bien a Dios en este tiempo dispensar (por medio de mí y otros de sus mayordomos) lo que hasta
ahora fué un misterio”. Ellicott traduce por “dispensación”, “el arreglo” o “la regulación” del misterio—Es decir, la
unión de judíos y gentiles en Cristo; misterio cuyo origen ha sido trazado y reconocido como existente en el consejo de
Dios, y ahora ha sido revelado a los poderes celestiales por medio de la iglesia. escondido desde los siglos—Griego,
“desde (el comienzo de) las edades” comp. cap. 1:4; Romanos 16:25; 1 Corintios 2:7. Las “edades” son largos espacios
de tiempo marcados por las sucesivas etapas de la creación y las diferentes categorías de seres. en Dios—“escondido
en” sus consejos (cap. 1:9). que crió todas las cosas—La creación del mundo, y de todas las cosas que hay en él,
efectuada por Dios, es el fundamento de lo que resta de la dispensación otorgada libremente por el poder universal de
Dios. [Bengel]. Como Dios crió todas las cosas que existen, tanto físicas como espirituales, él tiene derecho absoluto
para poner en orden todas las cosas según él quiera. Así entendemos que Dios tenía el derecho de guardar el misterio
de la salvación en Cristo “escondido en sí mismo”, hasta el tiempo que él creyese propicio para revelarlo. 10. Para que
la multiforme sabiduría de Dios—Aunque era esencialmente uno el designio de Dios en dar a Pablo la gracia de
proclamar a los gentiles el misterio de la salvación hasta ahora escondido, variaba con respecto a lugares, tiempos y
personas (Isaías 55:8, 9; Hebreos 1:1). Comp. 1 Pedro 4:10: “dispensadores de las diferentes gracias de Dios”. El
hombre no puede entender bien los actos aislados de la gracia, mientras no los vea como un todo vinculado (1
Corintios 13:12). El llamamiento de la iglesia no es un remedio accidental, o expediente tardío, sino parte del plan
eterno que, aunque manifestado de diferentes maneras es uno en su propósito. sea notificada ahora—Ahora por
primera vez, como contrario a “escondido desde los siglos” (v. 5). a los principados y (el griego añade el artículo “las”)
potestades en los cielos—A los distintos órdenes de ángeles buenos primeramente, los cuales moran “en los lugares
celestiales” más elevados; y notificada a ellos para su gozo reverente (1 Timoteo 3:16; 1 Pedro 1:12). En segundo lugar,
la sabiduría de Dios en la redención es notificada a los ángeles malos, quienes viven “en los lugares celestiales” más
bajos, por ejemplo, el aire (comp. cap. 2:2 con 6:12), “notificada”, decimos, para espanto de ellos (1 Corintios 15:24;
Colosenses 2:15). por la iglesia—Es decir, “por medio de”, o “al través [PAG. 478] de” la iglesia, que es el escenario
para la manifestación de la multiforme sabiduría de Dios (Lucas 15:10; 1 Corintios 4:9): somos hechos “espect{culo”
(griego, “teatro”) a los ángeles”. Por esto los ángeles no son sino nuestros “consiervos” (Apocalipsis 19:10). 11.
Conforme a la determinación eterna, que hizo en Cristo—que “operó en Cristo” 12. Tradúzcase: “En el cual tenemos
nuestra seguridad y nuestro acceso (cap. 2:18), en confianza, por nuestra fe en él”. Alford cita como un caso, Romanos
8:38, etc. “El acceso” (griego) da a entender la introducción formal a la presencia de un monarca. 13. “Os pido que no
os desmayéis”. a causa de mis tribulaciones por vosotros—a vuestro favor. las cuales son vuestra gloria—Porque
ellas demuestran que Dios os amó tanto, que dió a su Hijo por vosotros, permitió que sus apóstoles sufrieran
“tribulaciones” por vosotros [Crisóstomo] al predicar el evangelio a los gentiles. Nota, v. 1, “prisionero < por vosotros
los gentiles”. Mis tribulaciones son vuestra “gloria” espiritual, ya que vuestra fe es promovida por ellas (1 Corintios
4:10). 14. Por esta causa—Aquí el apóstol reanuda el tema que inició en el v. 1: “Por esta causa”. Porque vosotros
Falconeris.blogspot.com   : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                              EFESIOS - FILEMON


tenéis tal reputación en la iglesia de Dios. [Alford]. doblo mis rodillas—Esta actitud corresponde a la oración
humilde. La postura del cuerpo afecta la mente, y por esto tiene su importancia. Véase la actitud asumida por Pablo,
Falconeris.blogspot.com      : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                    EFESIOS - FILEMON



Hechos 20:36; y por el Señor mismo aquí en la tierra (Lucas 22:41). al Padre de nuestro Señor Jesucristo—Los
manuscritos más antiguos omiten “de nuestro Señor Jesucristo”; pero la Vulgata y algunas autoridades muy antiguas
lo retienen. La expresión “del cual”, en el v. 15, en todo caso se refiere a “el Padre” (Patera), así como “parentela”
(patria, semejante en sonido y etimología) claramente se refiere a él. Sin embargo, el fundamento de toda filiación está
en Jesucristo. 15. toda parentela—Alford, Middleton, etc., traducen “cada familia”, haciendo referencia a las varias
familias que se supone existan en los cielos y en la tierra (Teofilacto, Ecomenio, etc., en Suicer. 2. 633), y suponiendo
que el apóstol da a entender que Dios, en su relación con nosotros sus hijos adoptivos es el gran prototipo de las
relaciones paternales dondequiera que se encuentren. Pero la idea de que “los santos ángeles están unidos en familias o
confraternidades espirituales”, no se insinúa en otro lugar de las Escrituras. Y Hechos 2:36, donde se omite el artículo
definido como aquí, y sin embargo la traducción es. “Toda la casa de Israel”, enseña que en el griego del Nuevo
Testamento es justificable la traducción “toda la familia”, o “la familia entera”; lo que concuerda con las ideas
escriturarias de que los ángeles y los hombres, los santos militantes y los que están con Dios, son una famiila santa
unida bajo el Padre, en Cristo, el mediador entre el cielo y la tierra (cap. 1:10; Filipenses 2:10). Por esto los ángeles se
llaman nuestros “hermanos” (Apocalipsis 19:10), e “hijos de Dios” por creación, como lo somos nosotros por adopción
(Job 38:7). La iglesia es parte de la gran familia, o reino, que comprende, además de los hombres, el mundo espiritual
superior, donde el prototipo de las relaciones familiares ya ha sido realizado, y a la realización del cual los redimidos
ahora propenden. La idea universal del “reino” de Dios como una comunidad divina, se nos presenta en la oración
modelo. Por causa del pecado, los hombres fueron apartados no sólo de Dios, sino de aquel mundo espiritual superior
en el cual el reino de Dios ya es una realidad. Así como Cristo al reconciliar a los hombres con Dios los unía
mutuamente en una comunidad divina (unidos a él, la única Cabeza), derribando la pared de división entre judíos y
gentiles (cap. 2:14), así también los unía en comunión con todos aquellos que ya habían alcanzado aquella perfección
en el reino de Dios, al cual la iglesia en la tierra está aspirando (Colosenses 1:20). [Neander]. es nombrada—Deriva su
origen y su nombre como hijos de Dios. Ser nombrado y ser son una misma cosa con Dios. Llevar el nombre de Dios es
pertenecer a Dios como su propio pueblo peculiar (Números 6:27; Isaías 43:7; 44:5; Romanos 9:25, 26). 16. Que os dé,
conforme a las riquezas de su gloria, el ser corroborados—es decir, en abundancia consonante con las riquezas de su
gloria; no “conforme a” la estrechez de nuestro corazón. Véase Colosenses 1:11: “Corroborados de toda fortaleza,
conforme a la potencia de su gloria”. en—El griego da a entender “fundido en”, o “hasta dentro de”. el hombre interior—
(cap. 4:22, 24; 1 Pedro 3:4): “el hombre interior del corazón. No se afirma esto de los incrédulos cuyos hombre interior
y el exterior son carnales. Pero en los creyentes, el “hombre interior (nuevo)”, su verdadero ser, está en contraste con
su viejo hombre, que está adherido a ellos como un cuerpo de muerte, el cual es mortificado diariamente, pero no es
este su verdadero ser. por su Espíritu—griego, “al través de”, “por medio de su Espíritu”. 17. Que—De modo que.
habite Cristo—Haga su morada continuamente (Juan 14:23). Donde está el Espíritu, allí está Cristo (Juan 14:16, 18).
por la fe en vuestros corazones—griego, “por medio de”, o “al través de la fe”, la cual abre la puerta del corazón a
Jesús (Juan 3:20). No basta que él esté en la lengua, ni que esté en el cerebro; el corazón es su asiento propio [Calvino].
“Arraigados y fundados en amor” (véase v. 19), en el griego está unido con esta cláusula, y no con la siguiente: “para
que < “podáis bien comprender”. “Arraigados” es una figura tomada de un árbol; “fundados” (“teniendo vuestros
fundamentos apoyados sobre”), es tomada de un edificio (comp. Nota, cap. 2:20, 21; Colosenses 1:23; 2:7). Comp. Mateo
13:6, 21. El “amor”, que es el primer fruto del Espíritu el cual fluye del amor de Cristo realizado en el alma, había de
ser la base sobre la cual debería apoyarse su ulterior comprensión de toda la inmensidad del amor de Cristo. 18. para
que … podáis bien comprender—aun más adelante. Griego, “Podáis plenamente”. cuál sea la anchura … longura …
profundidad … altura—Es decir, las dimensiones completas del templo espiritual, que corresponde a la “plenitud de
Dios” (v. 19), y al cual la iglesia, según su capacidad, debería corresponder (comp. cap. 4:10, 13) como con “la plenitud
de Cristo”. La “anchura” da a entender el amor de Cristo, ancho como el mundo que abarca a todos los hombres; la
“longura”, que se extiende por todas las edades (v. 21); la “profundidad”, su sabiduría profunda, la cual no puede
sondear ninguna criatura (Romanos 11:33); la [PAG. 479] “altura”, que está fuera del alcance de algún enemigo que
quiera privarnos de él (cap. 4:8). [Bengel]. Yo prefiero entender la “anchura”, etc. como refiriéndose al todo del inmenso
misterio de la salvación libre en Cristo que incluye a todos, judios y gentiles igualmente, del cual él había estado hablando (vv.
3–9), y del cual él ahora está orando por que ellos tengan una comprensión más completa. Como subsidiario a esto, y
como la parte más esencial, añade: “y conocer el amor de Cristo” (v. 19). Grocio entiende que la profundidad y la altura
se refieren a la bondad de Dios que nos levanta de la profundidad más baja a la elevación más alta. 19. Y conocer el
amor de Cristo, que excede a todo conocimiento—Es decir, que supera, sobrepuja. La paradoja “conocer < lo que
excede al conocimiento”, da a entender que cuando él dice “conocer”, no quiere decir que podamos conocer
adecuadamente; todo lo que sabemos es, que su amor sobrepasa en gran manera a nuestro conocimiento de él, y no
Falconeris.blogspot.com   : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                             EFESIOS - FILEMON


obstante nuestro aumento de conocimiento después de esta vida, todavía el amor los excederá, así como el poder de
Dios excede a nuestros pensamientos de aquel poder (v. 20). para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios—Más
Falconeris.blogspot.com     : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS:

                                                  EFESIOS - FILEMON



bien, como el griego, “llenos hasta alcanzar toda la plenitud de Dios” (ésta es la gran meta); llenos cada uno según su
capacidad, de la sabiduría, conocimiento y amor divinos; llenos aun así como Dios está lleno, y así como Cristo, quien
mora en vuestro corazón, tiene “toda la plenitud de la divinidad corporalmente” (Colosenses 2:9). 20. a Aquel que es
poderoso para hacer todas las cosas—Contrastado con nosotros y nuestras necesidades. Tradúzcase: “Que es poderoso
sobre todas las cosas (porque es sobre todas las cosas) para hacer mucho más abundantemente sobre lo que pedimos o
(aun) pensamos”: el pensamiento abarca aún más que las oraciones. La palabra “sobre” ocurre tres veces más a menudo
en los escritos de Pablo que en todos los demás libros del Nuevo Testamento, lo cual manifiesta la cálida exuberancia
del espíritu de Pablo. por la potencia que obra en nosotros—Más bien, “según la potencia”. El Espíritu que mora en
nuestro espíritu (Romanos 8:26). El apela a la experiencia de ellos y de él. 21. A él sea gloria—Tradúzcase: “A él sea la
gloria (es decir, toda la gloria de la preciosa dispensación de la salvación de la cual se acaba de hablar) en la iglesia
(como el campo para la manifestación de la gloria, v. 10) en Cristo Jesús (como la persona en quien se concentra la
gloria, Zacarías 6:13), a todas las generaciones de edades eternas”, lit., “de la edad de las edades”. Se concibe que la
eternidad está compuesta de “edades” (las cuales a su vez se componen de “generaciones”) que se suceden unas a
otras sin tener fin.

CAPITULO 4

     Vers. 1–32. EXHORTACIONES A CUMPLIR CON LOS DEBERES CRISTIANOS RESULTANTES DE NUESTROS
PRIVILEGIOS CRISTIANOS. ESTAMOS UNIDOS EN UN CUERPO, AUNQUE SOMOS DIFERENTES SEGUN LAS
GRACIAS DADAS A LOS DISTINTOS MIEMBROS, PARA QUE LLEGUEMOS A SER UN HOMBRE PERFECTO EN
CRISTO. 1. Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis—Tradúzcase según el orden griego: “Os ruego, pues
(viendo que tal es vuestra vocación de gracia, caps. 1 y 2; 3:1, 14), yo el preso en el Señor” (es decir, encarcelado por la
causa del Señor). Lo que el mundo consideraba como un oprobio, él lo considera como el honor más alto, y se gloría
en sus prisiones por causa del Señor, más que un rey en su diadema. [Teodoreto]. Sus prisiones también son un
argumento que daría más valor a su exhortación. como es digno de la vocación—Tradúzcase, “llamamiento” para que
concuerde, como el griego, con “llamados” (v. 4; cap. 1:18; Romanos 8:28, 30). Colosenses 3:15 igualmente basa los
deberes cristianos en nuestro “llamamiento”. Las exhortaciones de esta parte de la Epístola se apoyan en el goce consciente de
los privilegios mencionados en la parte anterior. Comp. cap. 4:32 con cap. 1:7; 5:1 con 1:5; 4:30 con 1:13; 5:15 con 1:8. 2, 3.
Con toda humildad—En el griego clásico, el sentido de esta palabra es bajeza de espíritu; el evangelio la ha elevado para
expresar una gracia cristiana, es decir, la de estimarnos a nosotros mismos pequeños, puesto que lo somos; el pensar
con verdad, y por tanto humildemente, de nosotros mismos. [Trench]. y mansedumbre—Aquel espíritu en el cual
aceptamos las disposiciones de Dios con respecto a nosotros, sin disputar y sin resistirnos, y en el cual aceptamos
pacientemente los males que nos hacen los hombres, pensando que son permitidos por Dios para el castigo y la
purificación de su pueblo (2 Samuel 16:11; comp. Gálatas 6:1; 2 Timoteo 2:25; Tito 3:2). Sólo el corazón humilde y
sumiso puede ser también manso. (Colosenses 3:12). Así como la “humildad y la mansedumbre” corresponden a la
idea de “soportarnos los unos a los otros en amor” (comp. “amor”, vv. 15, 16), así la “paciencia” corresponde a (v. 4)
ser “solícitos (griego, “celosamente diligentes”) para guardar la unidad del Espíritu (la unidad entre los hombres de
temperamentos diferentes, la cual proviene de la presencia del Espíritu, quien es a su vez “uno”, v. 4) en (unidos en)
el “vínculo de la paz” (el “vínculo” por el cual la “paz” es mantenida, es decir, el “amor”, Colosenses 3:14, 15 [Bengel];
o, puede ser que la paz misma sea el “vínculo” indicado aquí, que une los miembros de la iglesia [Alford]). 4. un
cuerpo, y un Espíritu—En el credo apostólico (que es enseñado por algunas denominaciones. N. del T.) el artículo
acerca de la iglesia correctamente sigue al del Espíritu Santo. A la Trinidad naturalmente se une la iglesia, como la
casa a su habitante, a Dios su templo, el estado a su fundador. [Agustín, Enchir. ad Laurentium, cap. 15]. Habrá una
iglesia, no sólo potencial sino realmente católica o universal; entonces la iglesia y el mundo serán coextensivos. Roma
cae en un error inextricable al colocar a un mero hombre como cabeza visible, anticipando aquella consumación que
Cristo, la verdadera Cabeza visible, ha de realizar primero en su venida. Así como el “Espíritu” es mencionado aquí,
también se menciona al “Señor” (Jesús), v. 5, y al “Dios y Padre”, v. 6. Así se presenta nuevamente la Trinidad. como
sois también llamados a una misma esperanza—Aquí es asociada con “el Espíritu”, que es las “arras de nuestra
herencia” (cap. 1:13, 14). Así como se menciona [PAG. 480] “la fe”, v. 5, así también se mencionan aquí “la esperanza”
y “el amor”, v. 2. El Espíritu Santo, como el superior principio comun de la vida (cap. 2:18, 22), da a la iglesia su
verdadera unidad. La uniformidad exterior es ahora inasequible; pero, empezando por tener una mente,
terminaremos al fin por tener “un cuerpo”. El verdadero “cuerpo” de Cristo (todos los creyentes de todos los siglos)
es “uno”, y está unido a una misma Cabeza. Pero todavia su unidad no es visible así como la Cabeza no es visible;
pero la unidad será revelada cuando Cristo aparezca (Juan 17:21–23; Colosenses 3:4). Entre tanto, la regla es: “En cosas
esenciales, la unidad; en cuestiones dudosas, la libertad; en todas las cosas, la caridad”. La verdad es la cosa de
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón
Epístolas paulinas: Efesios y Filemón

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Comentario al nuevo testamento william hendriksen romanos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen    romanosComentario al nuevo testamento william hendriksen    romanos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen romanosGCU PUCP
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen galatas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   galatasComentario al nuevo testamento william hendriksen   galatas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen galatasGCU PUCP
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen colosenses filemon
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   colosenses  filemonComentario al nuevo testamento william hendriksen   colosenses  filemon
Comentario al nuevo testamento william hendriksen colosenses filemonGCU PUCP
 
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker apocalipsis
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   apocalipsisComentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   apocalipsis
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker apocalipsisGCU PUCP
 
Puntos teológicos comunes entre Pablo y Juan
Puntos teológicos comunes entre Pablo y JuanPuntos teológicos comunes entre Pablo y Juan
Puntos teológicos comunes entre Pablo y JuanAgencia Alianza Misionera
 
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker hebreos
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   hebreosComentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   hebreos
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker hebreosGCU PUCP
 
Apuntes y comentarios sobre el libro de Apocalipsis
Apuntes y comentarios sobre el libro de ApocalipsisApuntes y comentarios sobre el libro de Apocalipsis
Apuntes y comentarios sobre el libro de ApocalipsisEliel Sanchez
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen 1 y 2 tesalonicenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   1 y 2 tesalonicensesComentario al nuevo testamento william hendriksen   1 y 2 tesalonicenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen 1 y 2 tesalonicensesGCU PUCP
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen marcos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   marcosComentario al nuevo testamento william hendriksen   marcos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen marcosGCU PUCP
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen filipenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   filipensesComentario al nuevo testamento william hendriksen   filipenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen filipensesGCU PUCP
 
Comenatarios al Nuevo Testamento 1-corintios
Comenatarios al Nuevo Testamento 1-corintiosComenatarios al Nuevo Testamento 1-corintios
Comenatarios al Nuevo Testamento 1-corintiosDarwin Padilla
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen lucas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   lucasComentario al nuevo testamento william hendriksen   lucas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen lucasGCU PUCP
 
El evangelio de pedro
El evangelio de pedroEl evangelio de pedro
El evangelio de pedroNico Murillo
 
Fue Pedro el Primer Papa
Fue Pedro el Primer PapaFue Pedro el Primer Papa
Fue Pedro el Primer PapaJulio Tellez
 

La actualidad más candente (18)

Comentario a Efesios Hendriksen
Comentario a Efesios HendriksenComentario a Efesios Hendriksen
Comentario a Efesios Hendriksen
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen romanos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen    romanosComentario al nuevo testamento william hendriksen    romanos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen romanos
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen galatas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   galatasComentario al nuevo testamento william hendriksen   galatas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen galatas
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen colosenses filemon
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   colosenses  filemonComentario al nuevo testamento william hendriksen   colosenses  filemon
Comentario al nuevo testamento william hendriksen colosenses filemon
 
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker apocalipsis
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   apocalipsisComentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   apocalipsis
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker apocalipsis
 
Puntos teológicos comunes entre Pablo y Juan
Puntos teológicos comunes entre Pablo y JuanPuntos teológicos comunes entre Pablo y Juan
Puntos teológicos comunes entre Pablo y Juan
 
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker hebreos
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   hebreosComentario al nuevo testamento simon j. kistemaker   hebreos
Comentario al nuevo testamento simon j. kistemaker hebreos
 
Escuela Sabatica leccion 8
Escuela Sabatica leccion 8Escuela Sabatica leccion 8
Escuela Sabatica leccion 8
 
Apuntes y comentarios sobre el libro de Apocalipsis
Apuntes y comentarios sobre el libro de ApocalipsisApuntes y comentarios sobre el libro de Apocalipsis
Apuntes y comentarios sobre el libro de Apocalipsis
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen 1 y 2 tesalonicenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   1 y 2 tesalonicensesComentario al nuevo testamento william hendriksen   1 y 2 tesalonicenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen 1 y 2 tesalonicenses
 
Epistolas Paulinas Romanos Galatas
Epistolas Paulinas   Romanos   GalatasEpistolas Paulinas   Romanos   Galatas
Epistolas Paulinas Romanos Galatas
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen marcos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   marcosComentario al nuevo testamento william hendriksen   marcos
Comentario al nuevo testamento william hendriksen marcos
 
28856434 san-marcos
28856434 san-marcos28856434 san-marcos
28856434 san-marcos
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen filipenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   filipensesComentario al nuevo testamento william hendriksen   filipenses
Comentario al nuevo testamento william hendriksen filipenses
 
Comenatarios al Nuevo Testamento 1-corintios
Comenatarios al Nuevo Testamento 1-corintiosComenatarios al Nuevo Testamento 1-corintios
Comenatarios al Nuevo Testamento 1-corintios
 
Comentario al nuevo testamento william hendriksen lucas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen   lucasComentario al nuevo testamento william hendriksen   lucas
Comentario al nuevo testamento william hendriksen lucas
 
El evangelio de pedro
El evangelio de pedroEl evangelio de pedro
El evangelio de pedro
 
Fue Pedro el Primer Papa
Fue Pedro el Primer PapaFue Pedro el Primer Papa
Fue Pedro el Primer Papa
 

Similar a Epístolas paulinas: Efesios y Filemón

Epístolas de pablo en forma cronológica
Epístolas de pablo en forma cronológicaEpístolas de pablo en forma cronológica
Epístolas de pablo en forma cronológicaCarlos Figueroa Ramirez
 
PRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptx
PRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptxPRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptx
PRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptxJorgeFisher3
 
UTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTRE
UTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTREUTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTRE
UTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTREUTPL UTPL
 
EFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdf
EFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdfEFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdf
EFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdfJosQuito2
 
082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdf
082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdf082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdf
082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdfPalomaOrtegaCastillo
 
William barclay 09 comentario biblico 1a y 2a corintios
William barclay   09 comentario biblico 1a y 2a corintiosWilliam barclay   09 comentario biblico 1a y 2a corintios
William barclay 09 comentario biblico 1a y 2a corintiosjulio viquez
 
Análisis del libro de colosenses
Análisis del libro de colosensesAnálisis del libro de colosenses
Análisis del libro de colosensesmascosas33
 
Introducción general a las epístolas pastorales ibe callao ok
Introducción general a las epístolas pastorales ibe callao okIntroducción general a las epístolas pastorales ibe callao ok
Introducción general a las epístolas pastorales ibe callao okIBE Callao
 
1 tesalonicenses
1 tesalonicenses1 tesalonicenses
1 tesalonicensessanchez1967
 
Iglesia de laodiceapdf
Iglesia de laodiceapdfIglesia de laodiceapdf
Iglesia de laodiceapdfSankel Cabral
 
San policarpo carta a los filipenses
San policarpo  carta a los filipensesSan policarpo  carta a los filipenses
San policarpo carta a los filipensesMARIANA ROSAS
 
Presentacion upm san policarpo 2
Presentacion upm san policarpo 2Presentacion upm san policarpo 2
Presentacion upm san policarpo 2MARIANA ROSAS
 
Power Point Resumen 1 y 2 Tesalonisenses
Power  Point  Resumen 1 y 2 TesalonisensesPower  Point  Resumen 1 y 2 Tesalonisenses
Power Point Resumen 1 y 2 TesalonisensesBoricuaungido
 

Similar a Epístolas paulinas: Efesios y Filemón (20)

Epístolas de pablo en forma cronológica
Epístolas de pablo en forma cronológicaEpístolas de pablo en forma cronológica
Epístolas de pablo en forma cronológica
 
Estudio 1 pedro
Estudio 1 pedroEstudio 1 pedro
Estudio 1 pedro
 
PRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptx
PRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptxPRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptx
PRESENTACIÓN - CARTAS FILEMÓN Y EFESIOS.pptx
 
UTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTRE
UTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTREUTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTRE
UTPL CARTA A TIMOTEO-CIENCIAS HUMANAS Y RELIGIOSAS-NUEVO TESTAMENTO-I BIMESTRE
 
EFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdf
EFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdfEFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdf
EFESIOS-BIBLIA DE ESTUDIO DE LA REFORMA.pdf
 
082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdf
082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdf082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdf
082 Cothenet, Edouard. - Las cartas a los Colosenses y a los Efesios.pdf
 
Pablo 09
Pablo 09Pablo 09
Pablo 09
 
William barclay 09 comentario biblico 1a y 2a corintios
William barclay   09 comentario biblico 1a y 2a corintiosWilliam barclay   09 comentario biblico 1a y 2a corintios
William barclay 09 comentario biblico 1a y 2a corintios
 
Análisis del libro de colosenses
Análisis del libro de colosensesAnálisis del libro de colosenses
Análisis del libro de colosenses
 
Introducción general a las epístolas pastorales ibe callao ok
Introducción general a las epístolas pastorales ibe callao okIntroducción general a las epístolas pastorales ibe callao ok
Introducción general a las epístolas pastorales ibe callao ok
 
1 tesalonicenses
1 tesalonicenses1 tesalonicenses
1 tesalonicenses
 
CORPUS PAULINO 2.pdf
CORPUS PAULINO 2.pdfCORPUS PAULINO 2.pdf
CORPUS PAULINO 2.pdf
 
Iglesia de laodiceapdf
Iglesia de laodiceapdfIglesia de laodiceapdf
Iglesia de laodiceapdf
 
San policarpo carta a los filipenses
San policarpo  carta a los filipensesSan policarpo  carta a los filipenses
San policarpo carta a los filipenses
 
Presentacion upm san policarpo 2
Presentacion upm san policarpo 2Presentacion upm san policarpo 2
Presentacion upm san policarpo 2
 
Power Point Resumen 1 y 2 Tesalonisenses
Power  Point  Resumen 1 y 2 TesalonisensesPower  Point  Resumen 1 y 2 Tesalonisenses
Power Point Resumen 1 y 2 Tesalonisenses
 
Epistolas universales
Epistolas universalesEpistolas universales
Epistolas universales
 
22 Sagrada Escritura
22 Sagrada Escritura22 Sagrada Escritura
22 Sagrada Escritura
 
16 efesios
16 efesios16 efesios
16 efesios
 
Introducción a Gálatas y Análisis del entorno religioso.pptx
Introducción a Gálatas y Análisis del entorno religioso.pptxIntroducción a Gálatas y Análisis del entorno religioso.pptx
Introducción a Gálatas y Análisis del entorno religioso.pptx
 

Más de LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO falconeris.blogspot.com

Más de LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO falconeris.blogspot.com (20)

John paul jackson desenmascarando al espíritu de jezabel (1)
John paul jackson   desenmascarando al espíritu de jezabel (1)John paul jackson   desenmascarando al espíritu de jezabel (1)
John paul jackson desenmascarando al espíritu de jezabel (1)
 
Quién creó a dios ravi zacharias, norman geisler
Quién creó a dios   ravi zacharias, norman geislerQuién creó a dios   ravi zacharias, norman geisler
Quién creó a dios ravi zacharias, norman geisler
 
Samuel vila explicación dificultades bíblicas
Samuel vila   explicación dificultades bíblicasSamuel vila   explicación dificultades bíblicas
Samuel vila explicación dificultades bíblicas
 
Frank bartleman azusa street
Frank bartleman   azusa streetFrank bartleman   azusa street
Frank bartleman azusa street
 
Johnston, robert los numeros en la biblia
Johnston, robert   los numeros en la bibliaJohnston, robert   los numeros en la biblia
Johnston, robert los numeros en la biblia
 
John paul jackson desenmascarando al espíritu de jezabel (1)
John paul jackson   desenmascarando al espíritu de jezabel (1)John paul jackson   desenmascarando al espíritu de jezabel (1)
John paul jackson desenmascarando al espíritu de jezabel (1)
 
Frank bartleman azusa street
Frank bartleman   azusa streetFrank bartleman   azusa street
Frank bartleman azusa street
 
teologa sistemtica tomo 3
 teologa sistemtica tomo 3 teologa sistemtica tomo 3
teologa sistemtica tomo 3
 
teologa sistemtica tomo 2
 teologa sistemtica tomo 2 teologa sistemtica tomo 2
teologa sistemtica tomo 2
 
teologa sistemtica tomo 3
teologa sistemtica tomo 3teologa sistemtica tomo 3
teologa sistemtica tomo 3
 
teologa sistemtica tomo 4
 teologa sistemtica tomo 4 teologa sistemtica tomo 4
teologa sistemtica tomo 4
 
Conozcamos El Catolicismo Romano - http://falconeris.blogspot.com/
Conozcamos El  Catolicismo Romano - http://falconeris.blogspot.com/Conozcamos El  Catolicismo Romano - http://falconeris.blogspot.com/
Conozcamos El Catolicismo Romano - http://falconeris.blogspot.com/
 
Respuestas A Mis Amigos Catolicos - http://falconeris.blogspot.com/
Respuestas  A Mis Amigos Catolicos - http://falconeris.blogspot.com/Respuestas  A Mis Amigos Catolicos - http://falconeris.blogspot.com/
Respuestas A Mis Amigos Catolicos - http://falconeris.blogspot.com/
 
Respuestas A Nuestros Amigos Testigos De Jehova - http://falconeris.blogspot....
Respuestas A Nuestros Amigos Testigos De Jehova - http://falconeris.blogspot....Respuestas A Nuestros Amigos Testigos De Jehova - http://falconeris.blogspot....
Respuestas A Nuestros Amigos Testigos De Jehova - http://falconeris.blogspot....
 
Cortinas De Humo
Cortinas De HumoCortinas De Humo
Cortinas De Humo
 
Mi CompañEro El EspíRitu Santo David Yonggi Cho
Mi CompañEro El EspíRitu Santo   David Yonggi ChoMi CompañEro El EspíRitu Santo   David Yonggi Cho
Mi CompañEro El EspíRitu Santo David Yonggi Cho
 
Lucha Contra Principados X Cuervo2006 08
Lucha Contra Principados X Cuervo2006 08Lucha Contra Principados X Cuervo2006 08
Lucha Contra Principados X Cuervo2006 08
 
Dr. James Dobson Cuando Lo Que Dios Hace No Tiene Sentido - http://falconeris...
Dr. James Dobson Cuando Lo Que Dios Hace No Tiene Sentido - http://falconeris...Dr. James Dobson Cuando Lo Que Dios Hace No Tiene Sentido - http://falconeris...
Dr. James Dobson Cuando Lo Que Dios Hace No Tiene Sentido - http://falconeris...
 
500 Ilustraciones By Jorge Peru
500 Ilustraciones By Jorge Peru500 Ilustraciones By Jorge Peru
500 Ilustraciones By Jorge Peru
 
Maldicion Sin Quebrantar
Maldicion Sin QuebrantarMaldicion Sin Quebrantar
Maldicion Sin Quebrantar
 

Epístolas paulinas: Efesios y Filemón

  • 1. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO POR Roberto Jamieson A. R. Fausset David Brown
  • 2. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON LA EPISTOLA DEL APOSTOL PABLO A LOS EFESIOS INTRODUCCION Los encabezamientos (cap. 1:1 y cap. 3:1), nos indican que esta Epístola profesa ser de Pablo. Esta opinión es confirmada por los testimonios de Ireneo, Hereses 5:2, 3, y 1:8, 5; Clemente de Alejandría, Strómata, 4, sec. 65, y Ped. 1, sec. 8; Orígenes, adv. Celsum, 4:211. Es citada por Valentino (año 120) en el cap. 3:14–18, como sabemos por Hipólito, Refutación de Herejes, p. 193. Policarpo, Ep. Phillipp., en el cap. 12, testifica su canonicidad. Así también Tertuliano, adv. Marción 5:17. Ignacio, en Efesios 12, se refiere a la mención frecuente y cariñosa que hace Pablo en su Epístola, de los cristianos de Efeso, sus personas y sus privilegios. Se han mantenido dos teorías, además de la teoría usual, con respecto a quiénes fué dirigida la Epístola. Grocio, opinando como el hereje Marcion, sostiene que fué dirigida a la Iglesia de Laodicea, y que es la Epístola a la cual se refiere Pablo en Colosenses 4:16. Pero la Epístola a los Colosenses probablemente fué escrita antes que ésta a los Efesios, como parece por los pasajes paralelos que se hallan en Efesios y que tienen señales de haber sido ampliados de los de la Epístola a los Colosenses. Parece que Marción opinó así tocante a nuestra Epístola, por una alusión que hace Pablo (Colosenses 4:16) a una Epístola dirigida por él a los laodicenses. Orígenes y Clemente de Alejandría, y aun Tertuliano, no están de acuerdo con la opinión de Marción. Ni un manuscrito contiene como encabezamiento, “a los santos que están en Laodicea”. La misma semejanza de la Epístola a los Efesios a la de los Colosenses, está en contra de la teoría; porque si aquélla fuese realmente la dirigida a Laodicea (Colosenses 4:16), Pablo no habría creído necesario que las iglesias de Colosas y Laodicea intercambiasen [PAG. 466] Epístolas. Los saludos, además (Colosenses 4:15), que él envía por medio de los colosenses a los laodicenses, son del todo incompatibles con la idea de que Pablo escribiese una Epístola a los Laodicenses al mismo tiempo, y por el mismo portador, Tiquico (el portador de nuestra Epístola a los Efesios, como también de la a los Colosenses); porque ¿quién, bajo tales circunstancias, no enviaría los saludos directamente en la carta dirigida a las personas saludadas? La carta a los Laodicenses evidentemente fué escrita algún tiempo antes de la Epístola a los Colosenses. El arzobispo Usher ha presentado una segunda teoría: Que es una carta encíclica encabezada, como el manuscrito B, “a los santos que están < y a los fieles”, siendo intercalado el nombre de cada iglesia en la copia a ella enviada; y que el hecho de que fué enviada primero a Efeso, dió ocasión a que fuese intitulada, como ahora, la Epístola a los Efesios. Alford hace las siguientes objeciones a esta teoría: (1) Está reñida con el espíritu de la Epístola, la cual claramente va dirigida a un solo conjunto de personas que viven en un mismo lugar, como un cuerpo, y bajo las mismas circunstancias. (2) La improbabilidad de que el apóstol, quien en dos de sus Epístolas (2 Corintios y Gálatas) tan claramente ha especificado su carácter encíclico, hubiera omitido aquí tal especificación. (3) Y la improbabilidad aún más grande de que, como esta teoría supone, hubiera escrito una Epístola circular a un distrito, del cual Efeso era la capital comercial, dirigida a varias iglesias dentro de aquel distrito, pero por el mismo contenido (así como por la hipótesis de los que son de opinión contraria) no permitiendo apicación alguna a la iglesia de aquella metrópoli, con la cual había pasado tan largo tiempo, y a la cual estaba ligado con tantos vínculos de cariño. (4) La inconsecuencia de esta hipótesis con la manera como está dirigida la Epístola, y el testimonio universal de la iglesia antigua. La ausencia de saludos personales no es un argumento a favor de ninguna de las dos teorías: porque igualmente no los hay en Gálatas, Filipenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo. Cuanto mejor conoce él a las personas a las cuales se dirige, y cuanto más general y solemne el tema, tanto menos parece enviar estos saludos individuales. Ya que escribe, como en el caso de nuestra presente Epístola, sobre la constitución y las perspectivas de la iglesia universal de Cristo, el apóstol refiere a los efesios a Tiquico para que él resuelva sus asuntos personales (cap. 6:21, 22). En cuanto a la omisión de la frase “que están en Efeso” (cap. 1:1) en el manuscrito B, también la frase “los que estáis en Roma” (Romanos 1:7) se omite en algunos manuscritos antiguos. Esta frase fué probablemente omitida por las iglesias entre las cuales era leída, con el fin de generalizar la referencia de su contenido, y especialmente donde el tema de la Epístola era general. Las palabras se hallan en la margen del manuscrito B, de una primera mano; y se hallan en todos los manuscritos y versiones más antiguos. La primera visita de Pablo a Efeso (sobre la costa marítima de Lidia, cerca del río Caístro) se relata en Hechos 18:19–21. La obra empezada mediante sus controversias con los judíos en su corta visita, fué continuada por Apolo (Hechos 18:24–26) y Aquila y Priscila (v. 26). En su segunda visita, después de su viaje a Jerusalén y de allí a las regiones orientales de Asia Menor, se quedó en Efeso “tres años” (Hechos 19:10, los “dos años” en tal versículo no son
  • 3. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON sino parte del tiempo, y Hechos 20:31); de modo que la fundación y desarrollo de la iglesia allí ocuparon una porción excepcionalmente larga del tiempo del apóstol; por esto su lenguaje en esta Epístola revela un calor de sentimiento, una libre expresión de pensamiento, y una unión en esperanza y privilegios espirituales (cap. 1:3, etc), como es natural de parte de uno, cuando ha estado asociado tan larga e íntimamente con personas a quienes se dirige. En su último viaje a Jerusalén, sin tocar en Efeso, llamó a los ancianos de la iglesia a encontrarse con él en Mileto, donde les dirigió su notable discurso de despedida (Hechos 20:18–35). Nuestra Epístola fué dirigida a los efesios en la primera parte de su encarcelamiento en Roma, inmediatamente después de haber escrito la Epístola a los Colosenses. Las dos Epístolas muestran una estrecha semejanza en muchos pasajes, ya que el apóstol quería impartir en lo general las mismas grandes verdades al escribir a ambos. Es una prueba natural de su genuinidad, el hecho de que las dos Epístolas, escritas en la misma fecha y bajo circunstancias iguales, lleven una mutua semejanza, más íntima que aquellas escritas en fechas distantes y en ocasiones diferentes. Compárense cap. 1:7 con Colosenses 1:14; cap. 1:10 con Colosenses 1:20; cap. 3:2 con Colosenses 1:25; cap. 5:19 con Colosenses 3:16; cap. 6:22 con Colosenses 4:8; cap. 1:19; 2:5 con Colosenses 2:12, 13; cap. 4:2–4 con Colosenses 3:12–15; cap. 4:16 con Colosenses 2:19; cap. 4:32 con Colosenses 3:13; cap. 4:22–24 con Colosenses 3:9, 10; cap. 5:6–8 con Colosenses 3:6–8; cap. 5:15, 16 con Colosenses 4:5; cap. 6:19, 20 con Colosenses 4:3, 4; cap. 5:22–33; 6:1–9 con Colosenses 3:18; cap. 4:24, 25 con Colosenses 3:9; cap. 5:20–22 con Colosenses 3:17, 18. Tiquico y Onésimo estaban siendo enviados a Colosas, [PAG. 467] aquél llevando dos Epístolas a las dos iglesias respectivamente, y éste provisto de una carta para Filemón, su amo anterior, que residía en Colosas. La fecha de la carta fué probablemente como cuatro años después de su despedida de los ancianos efesios en Mileto (Hechos cap. 20), cerca del año 62, antes de que su encarcelamiento hubiese llegado a ser de la clase más severa, como aparece en su Epístola a los Filipenses. Según el cap. 6:19, 20, es claro que él tenía en aquel entonces, aunque preso, cierta libertad en predicar, lo que concuerda con Hechos 28:23, 30, 31, donde él aparece como recibiendo en su alojamiento a todos los que querían conocer su doctrina. Su encarcelamiento empezó en febrero del año 61, y duró “dos años enteros” (Hechos 28:30), por lo menos, y tal vez más tiempo. La iglesia de Efeso se componía en parte de convertidos judíos y en parte de convertidos gentiles (Hechos 19:8– 10). Por consiguiente, la Epístola se dirige a una iglesia constituída (cap. 2:14–22). Efeso era célebre por el templo idolátrico de Artemis o Diana, el cual, después de ser destruído por fuego por Herostrato, en la noche que nació Alejandro el Grande (año 355 a. de C.), fué reedificado a un enorme costo, y fué una de las maravillas del mundo. Posiblemente de este hermoso templo surgieron las figuras de lenguaje que se hallan en esta Epístola, siendo la iglesia en su verdadera hermosura interior lo que el templo del idolo trató de realizar en la manifestación exterior (cap. 2:19– 22). La Epístola (cap. 4:17; 5:1–13) da a entender el desenfreno que practicaban los paganos efesios, y por el cual eran notorios. Muchas de las mismas expresiones ocurren en la Epístola como en el discurso de Pablo a los ancianos efesios. Compárense los caps. 1:6, 7 y 2:7, en cuanto a la “gracia”, con Hechos 20:24, 32. Esta bien puede llamarse “la Epístola de la gracia de Dios”. [Alford]. Véase también, en cuanto a sus “prisiones”, cap. 3:1 y 4:1 con Hechos 20:22, 23. También el cap. 1:11, en cuanto al “consejo de Dios”, con Hechos 20:27. También el cap. 1:14 en cuanto a “la redención de la posesión adquirida”, con Hechos 20:28. También los caps. 1:14, 18; 2:20 y 5:5, en cuanto a “edificar” la “herencia”, con Hechos 20:32. El objeto de la Epístola es “presentar el fundamento, el curso, el propósito y el fin de la IGLESIA DE LOS FIELES EN CRISTO. El habla a los efesios como si fuesen un tipo o muestra de la iglesia universal”. [Alford]. Es por esto que en toda la Epístola se habla de “la iglesia” en el singular, no en el plural. El tema de la Epístola es el fundamento de la iglesia, su curso y su fin, el cual es tratado igualmente en las divisiones mayores y menores de toda la Epístola. “En toda la Epístola el fundamento de la iglesia es la voluntad del Padre; el curso de la iglesia es la satisfacción del Hijo; y el fin de la iglesia es la vida del Espíritu Santo”. [Alford]. Véanse respectivamente los caps. 1:11; 2:5; y 3:16. Habiendo sido presentado esto como asunto de doctrina (cerrándose esta parte con una doxología sublime, cap. 3:14–21), es hecho luego la base de exhortaciones prácticas. En éstas también (desde el cap. 4:1 en adelante) prevalece la misma división triple, porque la iglesia se presenta como fundada sobre el consejo de “Dios el Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas y en todos vosotros”, edificada por “un Señor”, Jesucristo, y por medio de “un Espíritu” (cap. 4:4–6, etc.), quienes dan sus gracias respectivas a los diferentes miembros. Por tanto éstos han de ejercer todas estas gracias en las distintas relaciones de la vida, como maridos, esposas, siervos, niños, etc. La conclusión es: que debemos ponernos “toda la armadura de Dios” (cap. 6:13).
  • 4. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON La sublimidad del ESTILO y LENGUAJE corresponde con la sublimidad de los temas, y excede casi a la de cualquiera otra de sus Epístolas. Es muy justo que aquellos a quienes escribió, fuesen cristianos por largo tiempo fundados en la fe. La misma sublimidad de la Epístola hace difícil su estilo y es por esto que contiene expresiones peculiares que no se hallan en otra parte. CAPITULO 1 Vers. 1–23. ENCABEZAMIENTO: EL ORIGEN DE LA IGLESIA EN EL CONSEJO ETERNO DEL PADRE, Y EL DERRAMAMIENTO DE LA SANGRE DEL HIJO: EL SELLO QUE HA PUESTO A LA IGLESIA EL ESPIRITU SANTO. ACCION DE GRACIAS Y ORACION POR QUE ELLOS PUEDAN CONOCER PLENAMENTE EL PODER DE LA GRACIA DE DIOS EN CRISTO PARA CON LOS SANTOS. 1. Pablo, apóstol … por la voluntad de Dios— Más bien, “al través de la voluntad de Dios”; lamado al apostolado al través de la misma “voluntad” que dió origen a la iglesia (vv. 5, 9, 11; véase Gálatas 1:4). a los santos y fieles—Se refiere a las mismas personas bajo los dos términos, como lo prueba el griego: “A los que son santos y fieles en Cristo Jesús”. La santificación por Dios está puesta aquí antes que la fe del hombre. Se presenta así el doble aspecto de la salvación: la gracia de Dios nos santifica en la primera instancia (es decir, poniéndonos aparte en sus propósitos eternos como santos apartados para sí); y nuestra fe echa mano de la salvación que es el don de Dios (2 Tesalonicenses 2:13; [PAG. 468] 1 Pedro 1:2): que están en Efeso—véase Introducción. 2. (Romanos 1:7; 1 Corintios 1:3; 2 Corintios 1:2; Gálatas 1:3). 3. Las doxologías que se hallan en casi todas las Epístolas, dan a entender el verdadero sentido de la gracia experimentada por los escritores y sus lectores (1 Pedro 1:3). Los versículos 3 a 14 presentan sumariamente el evangelio de la gracia de Dios: la obra de amor del Padre v. 3 (eligiéndonos para la santidad, v. 4; la filiación, v. 5; la aceptación, v. 6); la obra del Hijo, v. 7 (redención, v. 7; el conocímiento del misterio de su voluntad, v. 9; una herencia, v. 11); la del Espíritu Santo, v. 13 (selladura, v. 13; dándonos las arras de la herencia, v. 14). Bendito el Dios y Padre del Señor … Jesucristo—quien es también el Dios y Padre de nosotros que estamos en él (Juan 20:17). Dios es “el Dios” del hombre Jesús, y “el Padre” del Verbo Divino. El griego, así como nuestra versión española, dice: “el cual nos bendijo”; no “el cual nos ha bendecido”, como traducen algunos; refiriéndose al consejo original ya pasado de Dios. Así como en la creación (Génesis 1:22) también en la redención (Génesis 12:3; Mateo 5:3–11; 25:34) Dios “bendice” a sus hijos; y eso no en meras palabras, sino en hechos. el cual nos bendijo—a todos los cristianos. con toda bendición espiritual—Es decir, “toda bendición posible en el tiempo y para la eternidad, que proviene del Espíritu (esto significa el término “espiritual”; no como se usa el término ahora, como opuesto a corporal). en lugares celestiales—Frase hallada cinco veces en esta Epístola, y no en otra parte (v. 20; cap. 2:6; 3:10; 6:12); griego, “en los lugares celestiales”. La ascensión de Cristo es el medio de introducirnos a nosotros en los lugares celestiales, los cuales a causa de nuestros pecados nos estaban cerrados. Nótese el cambio hecho por Cristo, Colosenses 1:20; cap. 1:20. Mientras Cristo estaba en la carne en la forma de siervo, los hijos de Dios no podían darse cuenta de sus privilegios celestiales como hijos. Ahora, “nuestra ciudadanía (griego) está en los cielos” (Filipenses 3:20), donde nuestro Sumo Sacerdote “nos está bendiciendo” constantemente. Nuestros “tesoros” están allí (Mateo 6:20, 21); nuestras miras y afectos (Colosenses 3:1, 2); nuestra esperanza (Colosenses 1:5; Tito 2:13); nuestra herencia (1 Pedro 1:4). El mismo don del Espíritu, la fuente de la “bendición espiritual”, se debe al hecho de que Jesús ha ascendido allá (cap. 4:8). en Cristo—el centro y fuente de toda bendición para nosotros. 4. nos escogió—griego, “nos escogió para sí de entre” (es decir, de entre el mundo, Gálatas 1:4); refiriéndose a su elección original, mencionada como ya pasada. en él—La repetición de la idea, “en Cristo” (v. 3), da a entender la suma importancia de la verdad de que es en él—por virtud de la unión con él, el Segundo Adam, el Restaurador ordenado para nosotros desde la eternidad, la Cabeza de la humanidad redimida—que los creyentes gozamos de tantas bendiciones (cap. 3:11). antes de la fundación del mundo—Esto presupone la eternidad del Hijo de Dios (Juan 17:5, 24), así como lo eterno de la elección de los creyentes en él (2 Timoteo 1:9; 2 Tesalonicenses 2:13). para que fuésemos santos—Positivamente (Deuteronomio 14:2). y sin mancha—Negativamente (cap. 5:27; 1 Tesalonicenses 3:13). delante de él—Es a él a quien mira el creyente, caminando en su presencia, delante de quien busca ser aceptado en el juicio (Colosenses 1:22; véase Apocalipsis 7:15). en amor—Bengel, y otros, unen esta expresión con el v. 5; “en amor habiéndonos predestinado”, etc. Pero nuestra versión da una mejor interpretación. Las palabras “en amor” califican toda la cláusula, “para que fuésemos santos < delante de él”. El amor, que perdió el hombre por la caída, pero que fué restaurado por la redención, es la raíz y el fruto y la suma de toda santidad (cap. 5:2; 1 Tesalonicenses 3:12, 13). 5. Habiéndonos predestinado—Este término es más exacto al referirse al fin y a los medios precisos; que los términos “escogió” o “eligió”. Somos “escogidos” de entre el resto del mundo: “predestinados” a todas las cosas que nos aseguran la herencia (v. 11; Romanos 8:29). para ser adoptados hijos por Jesucristo—Griego, “al través de Jesucristo”. a sí mismo—al Padre (Colosenses 1:20). Alford
  • 5. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON explica que el ser “adoptados < a sí mismo”, significa el poder ser participantes de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4). Lachmann lee: “a él”. Pero el contexto favorece la explicación de Calvino y otros: Que Dios tiene consideración de sí mismo y la gloria de su gracia (vv. 6, 12, 14) la meta final de Dios. El tuvo un Hijo unigénito y para su propia gloria le plació escoger de entre un mundo perdido muchos para que viniesen a ser sus hijos adoptivos. según el puro afecto de su voluntad—Así el griego (Mateo 11:26; Lucas 10:21). No podemos pensar que sea algo más, sino “su buena voluntad”, la causa de nuestra salvación o de alguna de sus obras (v. 9). (Job 33:13). ¿Por qué necesitas tú filosofar acerca de un mundo imaginario de optimismo? Tu preocupación debe ser el no cometer el mal. No había nada en nosotros que mereciera su amor (vv. 1, 9, 11). [Bengel]. 6. Para alabanza de la gloria de su gracia—(vv. 7, 17, 18). El fin indicado (Salmo 50:23), es decir: que sea alabada la gloria de su gracia por todas sus criaturas, hombres y ángeles. con la cual—Más bien, “en la cual”. Algunos de los manuscritos más antiguos leen, “que”. Entonces tendríamos que traducir, “que nos concedió en el Amado”. Pero nuestra versión está apoyada por buenos manuscritos y las versiones más antiguas. nos hizo aceptos—El verbo griego está emparentado con “gracia”. Tradúzcase, “graciosamente nos aceptó”; o “nos hizo objeto de su gracia”; “nos abrazó en sus brazos de gracia” (Romanos 3:24; 5:15). en el Amado— preeminentemente así llamado (Mateo 3:17; 17:5; Juan 3:35; Colosenses 1:13). Griego, “Hijo de su amor”. Es solamente “en su Amado” que nos ama a nosotros. (v. 3; 1 Juan 4:9, 10). 7. En el cual—“el Amado” (v. 6; Romanos 3:24). tenemos—como posesión presente. redención—lit., “la redención”, la nuestra; LA redención que es el gran tema de toda la revelación, y especialmente del Nuevo Testamento (Romanos 3:24), es decir, redención del poder, la culpa y las consecuencias penales del pecado (Mateo 1:21). Si algún hombre fuera incapaz de redimirse a sí mismo siendo esclavo, su pariente podría redimirlo (Levítico 25:48). Es por esto que el Hijo de Dios vino a ser el Hijo del hombre, para que nuestro pariente pudiera redimirnos a nosotros (Mateo 20:28). Otra “redención” se efectuará al final, es decir, la “de la posesión adquirida” (v. 14). [PAG. 469] por su sangre—(cap. 2:13), como el instrumento; la propiciación, es decir, la consideración (ideada por su propio amor) por la cual, Dios, que con justicia estaba enojado (Isaías 12:1), fué propicio a nosotros: es decir, el precio pagado a la justicia divina por nuestro pecado (Hechos 20:28; Romanos 3:25; 1 Corintios 6:20; Colosenses 1:20; 1 Pedro 1:18, 19). la remisión de pecados—Griego, “la remisión de nuestras transgresiones”; no meramente la “pretermisión” (u omisión), de ellas como el griego (Romanos 3:25) debe ser traducido. Siendo esta “remisión” la explicación del término “redención”, incluye no sólo la liberación de la pena del pecado, sino de su contaminación y su poder esclavizador, negativamente; y positivamente, la reconciliación con un Dios ofendido, y la satisfacción a un Dios justo. por las riquezas de su gracia—Cap. 2:7: “para mostrar las abundantes riquezas de su gracia”. Véanse v. 18 y cap. 3:16, “conforme a las riquezas de su gloria”; de modo que “la gracia” es su “gloria”. 8. sobreabundó en nosotros—Más bien, “Que hizo él abundar hasta llegar a nosotros”. en toda sabiduría e inteligencia—“Sabiduría” en idear el plan de redimir la humanidad; “inteligencia”, o prudencia, en poner los medios para ejecutarlo y en hacer todos los arreglos necesarios en su providencia, para realizar aquel propósito. Pablo atribuye al evangelio de la gracia de Dios “toda” la “sabiduría e inteligencia” posibles, en oposición a la jactancia de los judíos incrédulos, los filósofos paganos y los apóstoles falsos, quienes atribuían sabiduría e inteligencia a sus enseñanzas. Cristo crucificado, considerado “locura” por el mundo, es “la sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:18–30). Véase cap. 3:10, “la multiforme sabiduría de Dios”. 9. Descubriéndonos—“El hizo que la gracia abundara para nosotros” (v. 8), “descubriéndonos”, experimentalmente, en nuestro corazón. el misterio—Es decir, el propósito de Dios de redención, hasta entonces escondido en sus consejos, pero que ahora era revelado (cap. 6:19; Romanos 16:25; Colosenses 1:26, 27). Este “misterio” no es como los misterios paganos que son descubiertos sólo a los pocos iniciados. Todos los cristianos son iniciados. Sólo los incrédulos no lo son. según su beneplácito—Esta es la causa por la cual “él nos ha descubierto el misterio”, es decir, su propio “benepl{cito” para con nosotros. que se había propuesto—(v. 11). en sí mismo—Dios el Padre. Bengel entiende que “en él” quiere decir en Cristo, como los vv. 3, 4. Pero el nombre propio, “En Cristo”, v. 10, que sigue inmediatamente después, es inconsecuente con el hecho de que él sea el indicado aquí por el pronombre. 10. De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación, etc.—Tradúzcase: “Hasta la dispensación del cumplimiento de los tiempos”, es decir, que se había propuesto en sí mismo” (v. 9) teniendo en cuenta la dispensación correspondiente (o la administración de gracia perteneciente) al cumplimiento de los tiempos (griego, “tiempos debidos”, o “sazones”), siendo estos términos más claros que “el cumplimiento del tiempo” (Gálatas 4:4). Aquí se quiere decir todos los tiempos (plural) evangélicos, con los beneficios dispensados a la iglesia en esta época, separada y sucesivamente. Véase “siglos venideros” (cap. 2:7). “Los fines de los siglos” (1 Cor. 10:11); “los tiempos (la misma palabra griega como aquí, “las sazones”, o “tiempos debidamente señalados”) de los gentiles” (Lucas 21:24); “las sazones que el Padre puso en su sola potestad” (Hechos 1:7); “los tiempos de la restauración de todas las cosas, que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde el siglo” (Hechos 3:20, 21). La venida de Jesús en el primer advenimiento, “en el cumplimiento del tiempo”, fué uno de estos “tiempos”. Cuando
  • 6. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON descendió el Espíritu Santo, “como se cumplieron los días de Pentecostés” (Hechos 2:1), fué otro. El testimonio dado por los apóstoles “en sus tiempos” (1 Timoteo 2:6), fué otro. La conversion de los judíos cuando “los tiempos de los
  • 7. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON gentiles sean cumplidos”, la segunda venida de Criso, la “restauración de todas las cosas”, el reino milenial, los nuevos cielos y nueva tierra, serán casos separados de “la dispensación del cumplimiento de los tiempos”, es decir, “la dispensación de los acontecimientos y beneficios evangélicos pertenecientes a sus respectivos “tiempos”, cuando sean cumplidos o consumados. Dios el Padre, según su beneplácito y propósito, es el Dispensador tanto de los beneficios evangélicos como de sus diferentes tiempos adecuados (Hechos 1:7). De reunir todas las cosas en Cristo— Griego, “sumar bajo una cabeza”; “recapitular”. El “beneplácito que se propuso”, fué “sumar todas las cosas en Cristo” (griego, “el Cristo”, es decir, Su Cristo). [Alford]. El propósito de Dios es sumar toda la creación en Cristo, la Cabeza de los ángeles, con quienes está unido por su naturaleza invisible, y de los hombres con quienes está vinculado por su humanidad; de judíos y de gentiles; de los vivos y de los muertos (cap. 3:15); de la creación animada y de la inanimada. El pecado ha deshecho la relación entre el hombre y Dios, como una criatura subordinada a él. Dios se propone juntar todas las cosas en Cristo; o como dice Colosenses 1:20: “Por él (Cristo) reconciliar todas las cosas a sí, tanto lo que está en la tierra como lo que está en los cielos”. Bien dice Alford: “La iglesia de la cual el apóstol aquí trata principalmente, está subordinada a él en el grado más alto de unión consciente y gozosa; aquellos que no son de él espiritualmente, mas subordinados en mera sujeción consciente; y las tribus inferiores de la creación están subordinadas objetiva aunque inconscientemente; pero todos son sumados en él”. 11. en quien—Por virtud de la unión con quien. asimismo tuvimos suerte—lit., “Se nos hizo heredar”. [Wahl]. Comp. el v. 18 donde se dice: “su herencia en los santos”. Así como en el v. 18 se asienta que la herencia de él está en ellos, así en este versículo se dice que la de ellos está en él (Hechos 26:18). Sin embargo, el v. 12 que dice: “Para que seamos (nosotros) para alabanza de su gloria” (no “para que tengamos” la gloria, favorece la traducción de Bengel, Ellicott, etc., “Fuimos hechos una herencia”. Así el Israel literal (Deuteronomio 4:20; 9:29; 32:9). La palabra “asimismo” no quiere decir “asimismo nosotros”, ni “en quien “asimismo”;, sino que significa que además de habernos “descubierto el misterio de su voluntad”, también “fuimos hechos su herencia”, o “también tuvimos suerte”. habiendo sido predestinados—(v. 5). La preordinación de Israel como la nación electa, corresponde a la de los israelitas espirituales, [PAG. 470] los creyentes, a una herencia eterna, que es lo que aquí se indica. El “nosotros” sobreentendido aquí y en el v. 12, quiere decir los creyentes judios (de donde surge nacionalmente la elección de Israel), en contraste con “vosotros” (v. 13) los creyentes gentiles. conforme al propósito—Repetición de “propuesto” (v. 9; cap. 3:11). La iglesia existió en la mente de Dios eternalmente, antes de que existiera en la creación. del que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad—v. 5, “el puro afecto de su voluntad”. No un capricho arbitrario, sino una sabiduría infinita (“consejo”) unida con una voluntad soberana. Véase el discurso de Pablo dirigido a estos mismos efesios (Hechos 20:27): “Todo el consejo de Dios” (Isaías 28:29). Así en la creación natural como en la espiritual, Dios no es un agente constreñido por la necesidad. “Dondequiera que haya consejo, allí hay elección, de otra manera el consejo es vano; donde hay una voluntad, allí tiene que haber libertad, pues si no la hay, la voluntad es débil”. [Pearson]. 12. (vv. 6, 14). Para que seamos para alabanza … nosotros que antes esperamos en Cristo—más bien, nosotros, los cristianos judíos, quienes antes que viniera Cristo buscábamos su venida, esperando la consolación de Israel. Comp. Hechos 26:6, 7: “Por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres, soy llamado en juicio; a la cual promesa nuestras doce tribus, sirviendo constantemente de día y de noche, esperan que han de llegar”. Hechos 28:20, “la esperanza de Israel”. [Alford]. Comp. v. 18; cap. 2:12; 4:4. 13. En el cual esperasteis también vosotros—Vosotros gentiles. La prioridad de nosotros los judíos, no os excluye a vosotros los gentiles de tener parte en Cristo (comp. Hechos 13:46). en oyendo la palabra de verdad— el instrumento de la santificación, y del nuevo nacimiento (Juan 17:17; 2 Timoteo 2:15; Santiago 1:18). Comp. Colosenses 1:5, donde también, como aquí, “la palabra de verdad” se une con “esperanza”. También cap. 4:21. fuisteis sellados—por el Espíritu Santo como hijos de Dios (Hechos 19:1–6; Romanos 8:16, 23; Nota, 2 Corintios 1:22; 1 Juan 3:24). Así como un sello impreso en algún documento da una validez cierta al contrato asentado en él (Juan 3:33; 6:27; véase 2 Corintios 3:3), así el “amor de Dios derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo” (Romanos 5:5) y la adopción otorgada por el Espíritu en la regeneración (Romanos 8:15, 16), aseguran a los creyentes la buena voluntad de Dios para con ellos. El Espíritu, como un sello, imprime en el alma, en el acto de la regeneración, la imagen de nuestro Padre. El acto de haber sido sellados por el Espíritu Santo se menciona como un hecho que ya ha pasado. El testimonio a nuestro corazón de que somos hijos de Dios y sus herederos (v. 11), es el testimonio presente del Espíritu, “las arras de la herencia venidera” (v. 11), (Romanos 8:16–18). con el Espíritu Santo de la promesa—Más bien, como el griego, “El Espíritu de la promesa, el Santo Espíritu”; el Espíritu prometido tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (Joel 2:28; Zacarías 12:10; Juan 7:38, 39). “La palabra de verdad” prometió el Espíritu Santo. Aquellos que “creyeron la palabra de verdad” fueron sellados por el Espíritu según la promesa. 14. Que es las arras de nuestra herencia—La primera cuota pagada como garantía de que el resto será pagado (Romanos 8:23; 2 Corintios 1:22). para la redención—La preposición griega también tiene la idea de “hasta”; y debe unirse así: “fuisteis sellados (v. 13) para”
  • 8. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON (es decir, para el propósito y hasta) la realización de “la redención”. No la redención en su primera etapa, hecha por la sangre de Cristo, la cual nos asegura nuestro título o derecho, sino en su cumplimiento final, cuando la misma posesión
  • 9. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON será nuestra, la “plena redención del cuerpo” (Romanos 8:23) así como también del alma, de toda flaqueza (cap. 4:30). Entonces la criatura (el cuerpo, y toda la creación visible) será librada de la servidumbre de la corrupción, y del príncipe usurpador de este mundo, y gozará de la libertad gloriosa de los hijos de Dios (Romanos 8:21–23; 2 Pedro 3:13). de la posesión adquirida—el pueblo de Dios comprado (griego, “adquirido”) como suyo propio por la sangre de Cristo (Hechos 20:28). Consideramos de valor aquello por lo cual hemos pagado un alto precio; así Dios tiene en alta estima a su iglesia (cap. 5:25, 26; 1 Pedro 1:18; 2:9; Malaquías 3:17, Margen, “mi tesoro especial”). 15. Por lo cual— Porque estáis en Cristo y habéis sido sellados por su Espíritu (vv. 13, 14). también yo—por mi parte, y porque vosotros habéis recibido tan grandes beneficios de Dios. habiendo oído—Es decir, desde que oí. No dando a entender que acabara de oír de su conversión: argumento erróneo usado por algunos contra el hecho de que fuera dirigida esta Epístola a los Efesios (Nota, v. 1); sino refiriéndose al informe que había oído después que estuvo con ellos, acerca de sus gracias cristianas. Así en el caso de Filemón, su “amado coadjutor” (Filemón 1) él usa las mismas palabras (Filemón 4, 5). [Nos parece débil el argumento del autor sobre este caso. El participio aoristo “akousas” que se usa aquí, no indica acción repetida o continua; y el participio presente en Filemón vv. 4, 5, indica continuidad”. Nota del Trad.] de vuestra fe—Más bien, como el griego, “la fe que hay entre vosotros”, la que tienen muchos (no todos) de vosotros. y amor para con todos los santos—No importando su nombre, sólo por el mismo hecho de que son santos. Una característica distintiva del verdadero cristianismo (cap. 6:24). “La fe y el amor son unidos por Pablo frecuentemente. ¡Qué pareja tan maravillosa!” [Crisóstomo]. A éstos se agrega la esperanza, v. 18. 16. (Colosenses 1:9). No cesó de dar gracias … haciendo memoria de vosotros—En los manuscritos más antiguos se omite “de vosotros”. Así que la traducción podría ser, “haciendo memoria de ellos” (vuestra “fe y amor”). Así opina Alford. 17. Esta oración debiera ser emitida por todos los cristianos. el Dios del Señor nuestro Jesucristo—Este título es muy adecuado, ya que en los vv. 20–22, él trata del lugar tan elevado que Dios dió a Jesús al hacerlo Cabeza de todas las cosas que corresponden a la iglesia. Jesús mismo llamó al Padre “Mi Dios” (Mateo 27:46). el Padre de gloria—(comp. Hechos 7:2). El Padre de aquella gloria infinita que resplandece en el rostro de Cristo, quien es “la gloria” (la verdadera Shekinah); y por medio de quien “la gloria de la herencia” (v. 18) será nuestra (Juan 17:24; 2 Corintios 3:7 a 4:6). os dé espíritu de sabiduría— cuyo atributo es la sabiduría infinita, y que obra la sabiduría en [PAG. 471] los creyentes (Isaías 11:2). y de revelación—cuya función es revelar a los creyentes misterios espirituales (Juan 16:14, 15; 1 Corintios 2:10). para su conocimiento—Más bien, como el griego (véase Nota, 1 Corintios 13:12), “en pleno conocimiento de él”, es decir, de Dios. 18. Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento—Los manuscritos más antiguos, versiones y “padres” dicen “los ojos de vuestro corazón”. Véase el estado contrario de los incrédulos, quienes tienen el corazón entenebrecido (cap. 4:18; Mateo 13:15). Tradúzcase: “Teniendo alumbrados los ojos de vuestro corazón” (cap. 5:14; Mateo 4:16). El impartir luz es el primer efecto del Espíritu en la nueva creación, así como lo fué en la creación original física (Génesis 1:3; 2 Corintios 4:6). Así Teófilo a Autólico, 1:3: “los oídos de vuestro corazón”. Donde hay luz espiritual, allí hay vida (Juan 1:4). El corazón es “el centro vital de la vida” [Harless] y la fuente de los pensamientos; de aquí que “el corazón”, en las Escrituras, incluya la mente, así como también las inclinaciones naturales. El “ojo”, o la visión interior, recibe y a la vez contempla la luz (Mateo 6:22, 23). El ojo es el símbolo de la inteligencia (Ezequiel 1:18). para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación—La esperanza que corresponde al hecho de haber sido llamados. las riquezas de la gloria—(Colosenses 1:27.) de su herencia en los santos—La herencia que él tiene en reserva para los santos. Yo prefiero explicar, “La herencia que él tiene en los santos.” (Véase Nota v. 11; Deuteronomio 32:9). 19. Y cuál aquella supereminente [sobrepujante] grandeza de su poder para con nosotros los que creemos— Aquí se hace referencia a la obra de gracia que él está desarrollando, y desarrollará, en nosotros los que creemos. Por el término “santos” (v. 18) se considera a los creyentes como absolutamente perfeccionados, y como si ya fueran la herencia de Dios; pero en este versículo, como si estuvieran peleando la buena batalla de la fe. por—mejor, “de acuerdo con” la operación—griego, “la energía” Tradúzcase, “la operación eficaz” (cap. 3:7). El mismo poder sobrehumano que hacía falta y fué puesto en acción para hacernos creer, hacía falta y fué puesto en acción para despertar a Cristo de entre los muertos (v. 20). Véase Filipenses 3:10, “el poder de su resurrección” (Colosenses 2:12; 1 Pedro 1:3–5). de la potencia de su fortaleza—Griego, “de la fuerza de su poder”. 20. La cual obró en Cristo—quien es nuestra Cabeza y las “primicias” de nuestra resurrección. y en quien la poderosa operación de Dios en favor nuestro, es hecha posible y real. [Alford]. resucitándole—“en que lo resucitó”. El levantamiento de Cristo no es sólo una garantía de que nuestros cuerpos serán levantados después, sino que tiene en sí un poder espiritual que obra (por virtud de nuestra unión viva con él, como miembros de la Cabeza) la resurrección espiritual del alma del creyente ahora, y, por consiguiente, la resurrección de su cuerpo al final (Romanos 6:8–11; 8:11). El Hijo, como Dios (aunque no como hombre), tomó parte en el levantamiento de su propio cuerpo humano (Juan 2:19; 10:17, 18). Y el Espíritu Santo también participó en la resurrección de Cristo. (Romanos 1:4; 1 Pedro 3:18). y colocándole—Griego, “asentándole.” Los
  • 10. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON espíritus gloriosos están en pie alrededor del trono de Dios, mas no se sientan a la diestra de Dios (Hebreos 1:13). a su diestra—(Salmo 110:1). Donde permanece hasta que todos sus enemigos hayan sido puestos debajo de sus pies (1
  • 11. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON Corintios 15:24). Habiendo sido comisionado para “dominar en medio de sus enemigos” durante la rebelión de éstos (Salmo 110:2), renunciará a su comisión después de subyugarlos [Pearson] (Marcos 16:19; Hebreos 1:3; 10:12). en los cielos—(v. 3). “Lugares celestiales”. Así como Cristo tiene cuerpo literal, así el cielo no es meramente un estado, sino un lugar; y donde él está, allí estará su pueblo (Juan 14:3). 21. Sobre todo principado, etc.—Griego, “Mucho más alto que todo (cap. 4:10) principado (o gobierno, 1 Corintios 15:24), y autoridad y poder (Mateo 28:18) y señorío”. Comp. Filipenses 2:9; Colosenses 1:16; Hebreos 7:26; 1 Pedro 3:22. Los espíritus malos (que igualmente están divididos en varios rangos, cap. 6:12), así como también los ángeles de luz, y los potentados terrenales, están incluídos (véase Romanos 8:38). Jesús es “Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16). Cuanto más alto el honor de él, tanto mayor es el de su pueblo, quienes son sus miembros unidos a él, quien es la Cabeza. Algunos maestros filosóficos de la escuela de Simón el Mago, en Asia Menor Occidental, habían enseñado a sus oyentes, según Ireneo y Epifanio, estos nombres de los diferentes grados de ángeles. Pablo nos enseña que la sabiduría más verdadera es la de conocer a Cristo como el que reina sobre todos ellos. y todo nombre que se nombra—todo ser cualquiera. “Toda otra criatura” (Romanos 8:39). no sólo en este siglo—el orden de cosas actual. “Lo presente < lo por venir” (Romanos 8:38). mas aun en el venidero—“Nombres que ahora no conocemos, mas conoceremos después en el cielo. Sabemos que el emperador va delante de todos, aunque no podemos enumerar todos los sátrapas y ministros de su corte; así también sabemos que Cristo está sentado encima de todos, aunque no podemos nombrarlos a todos.” [Bengel]. 22. sometió todas las cosas debajo de sus pies—Griego, “sujetó bajo sus pies” (Salmo 8:6; 1 Corintios 15:27). y diólo por cabeza … a la iglesia—para provecho especial. El orden griego es enfático: “A EL Dios lo dió por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”. Si hubiera sido algún inferior a él, su Cabeza, no habría sido de tanto provecho para la iglesia. Pero como él es la Cabeza sobre todas las cosas, y a la vez es la Cabeza de la iglesia (y ella es el cuerpo), todas las cosas son de ella (1 Corintios 3:21–23). El está SOBRE (“muy alto sobre”) todas las cosas; en contraste con las palabras, “diólo por cabeza a la iglesia”, es decir, para provecho de ella. Aquéllas, las cosas están sujetas; éstos, los creyentes, están unidos a él en su dominio sobre ellas. El término “cabeza” da a entender no sólo su dominio sobre nosotros, sino nuestra unión con él; por lo tanto, al verlo nosotros a la diestra de Dios, nos vemos a nosotros mismos en el cielo (Apocalipsis 3:21). Porque la Cabeza y el cuerpo no son separados por nada que intervenga, de otra manera el cuerpo dejaría de ser cuerpo, y la Cabeza dejaría de ser Cabeza. [Pearson de Crisóstomo]. 23. La cual es su cuerpo—Su [PAG. 472] cuerpo místico y espiritual, no literal. Sin embargo, no meramente figurativo o metafórico. El es real, aunque espiritualmente, la Cabeza de la iglesia. El es la vide de ella. El comparte con ella su crucifixión y su gloria subsiguiente. El lo posee todo: compañerismo con el Padre, plenitud del Espíritu y humanidad glorificada, no meramente para sí mismo, sino para ella, la iglesia, la cual participa “de su cuerpo, de su carne y de sus huesos” (cap. 5:30). la plenitud—La idea es de un receptáculo completamente lleno [Eadie]. Cristo mora en la iglesia y ella es inundada de su presencia. Ella es el receptáculo, no de sus dones y gracias inherentes, sino de la plenitud de sus dones y gracias que son comunicados por él. Así como de él es la “plenitud” (Juan 1:16; Colosenses 1:19; 2:9) inherentemente, así ella es su “plenitud” por habérsela él comunicado a ella en virtud de su unión a él (Cap. 5:18; Colosenses 2:10). “La iglesia es la plena manifestación de su ser, por estar compenetrada de su vida.” [Conybeare y Howson]. Ella es la revelación continuada de su vida divina en forma humana; la representación más completa de su plenitud. “La plenitud” no se refiere a la jerarquía angelical, como enseñaban los maestros falsos (Colosenses 2:9, 10, 18), sino a Cristo mismo quien es la “plenitud de la Divinidad”, y quien es representado por la iglesia. Koppe traduce con menos probabilidad, “la entera multitud universal”. de Aquel que hinche todas las cosas en todos—Cristo el Creador, Preservador y Gobernador del mundo, fué constituído por Dios (Colosenses 1:16, etc.) y llena todo el universo de cosas con todas las cosas. “Llena toda la creación con todo lo que ella posee”. [Alford]. El griego “Llena para sí mismo.” CAPITULO 2 Vers. 1–22. EL AMOR Y LA GRACIA DE DIOS MANIFESTADOS AL DARNOS VIDA POR CRISTO. SU PROPOSITO AL HACERLO: EXHORTACION BASADA EN NUESTROS PRIVILEGIOS COMO TEMPLO SANTO, EN CRISTO, POR EL ESPIRITU. 1. Y … vosotros—También a vosotros, entre aquellos que han experimentado su poder que los capacitó para creer (vv. 19–22). [Falta el verbo en el versículo primero. Los traductores de nuestra versión española trataron de suplir la falta, poniendo en letra bastardilla, “Y de ella recibisteis”. El verbo aparece en versículo 5, “nos dió vida”. Debemos leer pues el v. 1, “Y a vosotros, os dió vida”, etc. Nota del Trad.] que estabais muertos—espiritualmente (Colosenses 2:13). Erais un cadáver vivo: sin la presencia amorosa del Espíritu de Dios en el alma, y por esto incapaces de pensar, desear o hacer algo que sea santo. en vuestros delitos y pecados—Como si éste fuese el elemento en que se halla el incrédulo y por el cual está muerto a la vida verdadera. El pecado es la muerte del alma. Isaías 9:2; Juan 5:25, “muertos” (espiritualmente), 1 Timoteo 5:6. “Alejados de la vida de Dios” (cap. 4:18). El griego por “delito” significa “transgresiones” y expresa más bien una caída, o desliz, como la transgresión de Adán,
  • 12. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON por la cual cayó. “Pecado” da a entender corrupción innata y alejamiento de Dios (lit. enajenación de la mente de la regla de la verdad), exhibidos en actos de pecado (griego, “Hamartémata”). Bengel refiere el término “transgresiones” a los judíos que tenían la ley, mas se rebelaron contra ella: “pecados”, a los gentiles que no conocían a Dios. 2. en otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo—el curso (lit., “la edad”, comp. Gálatas 1:4) o sístema actual de este mundo (1 Corintios 2:6, 12; 3:18, 19, como opuesto al “mundo venidero”): alejado de Dios y “puesto en maldad” (1 Juan 5:19). “La edad” (que a veces es más eterna y ética) regula “el mundo” (que es algo más que externo). conforme al príncipe de la potestad del aire—El dios invisible que está abajo guiando “el curso de este mundo” (2 Corintios 4:4); recorre el aire y anda a nuestro derredor: comp. Marcos 4:4, “aves del aire” (griego, “cielo”) es decir, (v. 15), “Satanás” y sus demonios. Comp. cap. 6:12; Juan 12:31. Parece que la ascensión de Cristo echó a Satanás del cielo (Apocalipsis 12:5, 9, 10, 12, 13), donde antes había sido el acusador de los hermanos (Job 1). No pudiendo más acusar en el cielo a los justificados por Cristo, el Salvador ascendido (Romanos 8:33, 34), ahora los ataca en la tierra con todas las pruebas y tentaciones; y por esto “vivimos en un ambiente venenoso y preñado de elementos mortíferos; pero una purificación poderosa del aire será efectuada en la segunda venida de Cristo” [Auberlen], porque Satanás será atado (Apocalipsis 12:12, 13, 15, 17; 20:2, 3). El término “potestad” se usa aquí colectivamente para significar los “poderes del aire”. En aposición con dichos “poderes” están los “espíritus”, comprendidos en el singular, “el espíritu”, pero tomado también colectivamente: el conjunto de “espíritus seductores” (1 Timoteo 4:1) que “obran ahora en los hijos de desobediencia” (hebraísmo: hombres que no son desobedientes meramente por accidente, sino que son esencialmente hijos de desobediencia. Comp. Mateo 3:7), y de los cuales se dice aquí que Satanás es “el príncipe”. El griego en este pasaje no permite que “el espíritu” se refiera a Satanás, “el príncipe” mismo, sino a “los poderes del aire”, de los cuales él es príncipe. Los poderes del aire son la personificación de aquel “espíritu” malvado que es el principio gobernante de los incrédulos, especialmente de los paganos (Hechos 26:18), como contrario al espíritu de los hijos de Dios (Lucas 4:33). La potencia de aquel “espíritu” se ve en la “desobediencia” de los incrédulos. Véase Deuteronomio 32:20, “hijos sin fe” (Isaías 30:9; 57:4). Desobedecen al evangelio tanto en la fe como en la práctica (2 Tesalonicenses 1:8; 1 Corintios 2:12). 3. todos nosotros también—Es decir, judíos y gentiles. Pablo aquí se une a la misma categoría de ellos, pasando aquí de la segunda (vv. 1, 2) a la primera persona. vivimos … haciendo la voluntad de la carne—Más correctamente, “nos condujimos” según la carne (2 Corintios 1:12; 1 Pedro 1:18). Esta expresión da a entender un curso externo más decoroso, que el “caminar” abiertamente en pecados vergonzosos como lo hacía la mayoría de los efesios en tiempos pasados, es decir, la parte gentil a la cual puede referirse especialmente el v. 2. Aunque Pablo y sus compatriotas judíos eran exteriormente más decentes que los gentiles (Hechos 26:4, 5, 18), esencialmente habían sido como ellos en vivir para la carne vieja, sin el Espíritu de Dios. y de los pensamientos—Sugestiones y [PAG. 473] propósitos de la mente (independientes de Dios), como distinguidos de los impulsos ciegos de “la carne”. éramos por naturaleza—Intencionalmente cambia Pablo la construcción, “éramos” por “y siendo”, para señalar enfáticamente el estado anterior de el y de ellos por naturaleza, en contraste con su actual estado de gracia. Esto no quiere decir meramente que por causa de nuestra manera de vivir, complaciendo los deseos de la carne, éramos “hijos de ira”; sino que éramos por naturaleza originalmente “hijos de ira” y, por consiguiente, nuestra manera de vivir consistia en complacer los deseos carnales. “Naturaleza”, en griego, da a entender lo que ha crecido en nosotros, como la peculiaridad de nuestro ser, se crece con nuestro crecimiento, y se fortalece con nuestra fortaleza, como si fuese cosa distinta de lo que ha sobrevenido a nosotros por influencias meramente externas: lo que es inherente, no adquirido (Job 14:4; Salmo 51:5). Una prueba incidental de la doctrina del pecado original. hijos de ira—No meramente “hijos de desobediencia” (v. 2), ni por adopción, como pueden serlo los “hijos”, sino “hijos” por generación. El orden en el griego señala más enfáticamente esta corrupción innata: “Los que en nuestra (misma) naturaleza éramos hijos de ira”. En el v. 5, la “gracia” se opone a la “naturaleza” mencionada aquí; y la salvación (entendida en los vv. 5, 8, “salvos”) se opone a la “ira”. Véase el Artículo IX, del libro de Oraciones Comunes de la Iglesia de Inglaterra. “El pecado original, o de nacimiento, no consiste en seguir a Adán, sino que es la naturaleza corrupta de todo hombre naturalmente engendrado de Adán [Cristo, sin embargo, fué engendrado sobrenaturalmente por el Espíritu Santo en la Virgen], por lo cual el hombre está lejos de la justicia original y se inclina al mal. Por lo tanto, toda persona nacida en este mundo merece la ira y la condenación de Dios.” Pablo enseña que aun los judíos, quienes se jactaban de su descendencia de Abrahán, eran por nacimiento natural igualmente hijos de ira como los gentiles a quienes los judíos despreciaban a causa de su nacimiento de padres idólatras (Romanos 3:9; 5:12–14). “La ira de Dios está sobre” todos los que desobedecen al evangelio en fe y en práctica (Juan 3:36). La frase “hijos de ira” es un hebraísmo que significa que somos objeto de la ira de Dios desde la niñez, en nuestro estado natural, por haber nacido en el pecado, el cual Dios aborrece. Así se entiende también “hijo de muerte” (Margen, 2 Samuel 12:5); “hijo de perdición” (Juan 17:12; 2 Tesalonicenses 2:3). como los demás—Griego, “como los restantes” de la humanidad lo son (1 Tesalonicenses 4:13). 4.
  • 13. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON Dios, que es rico en misericordia—Griego, “siendo rico en misericordia”. por su mucho amor—“a causa de su gran amor”. Este fué el motivo especial de que Dios nos salvara; así como el ser “rico en misericordia” (comp. v. 7; cap. 1:7;
  • 14. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON Romanos 2:4; 10:12) fué la base general. “La misericordia quita la aflicción ocasionada por el pecado, el amor confiere la salvación”. [Bengel]. 5. estando nosotros muertos en pecados—La mejor lección en el griego, “muertos en nuestras (lit., las) transgresiones”. nos dió vida—Nos “vivificó” espiritualmente, para después vivificarnos corporalmente. Tiene que haber una resurrección espiritual del alma, antes de que pueda haber una resurrección del cuerpo [Pearson] (Juan 11:25, 26; Romanos 8:11). juntamente con Cristo—Estando sentada la Cabeza, que es Cristo, a la diestra de Dios, se sienta allí también con él el cuerpo, que somos nosotros [Crisóstomo]. Estamos sentados allí en él (“en Cristo Jesús”, v. 6), como nuestra cabeza, la base de nuestra esperanza; y más tarde nos sentaremos con el, porque es él quien nos ha conferido tal honor, y ha hecho que la esperanza se transforme en realidad. [Pearson]. Lo que Dios obró en Cristo, obró (por el mismo hecho) en todos los que están unidos con Cristo, y son uno en él. por gracia sois salvos—griego, “Estáis en el estado de salvados”; no meramente “estáis siendo salvados”, sino que “habéis pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). La salvación del cristiano, no es una cosa que se espera más tarde, sino una cosa realizada ya (1 Juan 3:14). La introducción de esta cláusula parentética aquí (v. 8) se debe a una explosion del sentir de Pablo a fin de lograr que los efesios sientan que la gracia, desde el principio hasta el fin, es la única fuente de la salvación: por esto también dice, “vosotros”, no “nosotros”. 6. juntamente nos resucitó—con Cristo. La “resurrección” presupone la previa vivificación de Jesús en la tumba, y de nosotros en el sepulcro de nuestros pecados. y asimismo nos hizo sentar en los cielos—con Cristo, en su a scensión. Los creyentes tienen derecho a estar en el cielo corporalmente. Virtualmente lo están en espíritu, y cada uno tiene su lugar propio designado, del cual, en tiempo debido, tomará posesión (Filipenses 3:20, 21). No dice “a la diestra de Dios”; prerrogativa reservada particularmente para Cristo; aunque ellos participarán con él en su trono (Apocalipsis 3:21). con Cristo Jesús—Nuestra unión con él es la base de nuestra actual resurrección y ascensión espirituales como también de la futura resurrección y ascensión corporales. “Cristo Jesús”, es el nombre generalmente usado en esta Epístola, porque en ella el oficio de Cristo como profeta, sacerdote y rey ungido, es el pensamiento prominente; cuando la Persona de Jesús es la idea prominente, se usa el nombre “Jesucristo”. 7. Para mostrar en los siglos venideros … etc.—Griego, “Para que mostrase (la voz media reflexiva, indicando acción para su propio interés, para su propia gloria, cap. 1:6, 12, 14) en las edades que están viniendo”, es decir, las edades benditas del evangelio, las cuales reemplazarán “la edad de este mundo” (v. 2) y las “edades” pasadas de las cuales estaba escondido el misterio (Colosenses 1:26, 27). Estas edades del evangelio, aunque empezaron con la primera predicación del mismo, y desde entonces siguen una a otra continuamente, no son consumadas mientras no venga otra vez el Señor (comp. cap. 1:21; Hebreos 6:5). La palabra “venideros” no excluye el tiempo presente en aquel entonces, sino simplemente da a entender las edades que seguirían a aquel tiempo cuando Cristo “juntamente los resucitó” en espíritu. (v. 6), en su bondad—“benignidad”. en Cristo—Esta misma expresión es repetida frecuentemente, para hacer notar que todas nuestras bendiciones se concentran “en él”. 8. Porque por gracia sois salvos—Ilustrando “las abundantes riquezas de su gracia en su bondad”. Tradúzcase como [PAG. 474] en el v. 5, “Estáis salvados”, tiempo perfecto, voz pasiva, “Habéis sido salvados, y quedáis salvados.” por la fe—El efecto del poder de la resurrección de Cristo (cap. 1:19, 20; Filipenses 3:10), por el cual somos “resucitados juntamente” con él (v. 6; Colosenses 2:12). Algunos de los manuscritos más antiguos leen, “por vuestra (lit., “la”) fe”. La fe es el instrumento o el medio de parte de la persona salvada. Cristo sólo es el agente meritorio. y esto no de vosotros—Es decir, el acto de creer, o “la fe”, no proviene de vosotros. “De vosotros” está en oposición con “es don de Dios” (Filipenses 1:29). “El que yo haya dicho, “por fe”, no quiero que se entienda como si yo exceptuara la fe misma de la gracia”. [Estio]. “Dios justifica al hombre creyente, no por el mérito de su creencia, sino por el mérito de Aquel en quien cree”. [Hooker]. La iniciación, así como también el crecimiento de la fe, es de parte del Espíritu de Dios, no por la propuesta externa de la palabra, sino por la iluminación interna en el alma. [Pearson]. Sin embargo, “la fe” viene por los medios de los cuales el hombre tiene que valerse: “la fe es por el oír; y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17) y la oración (Lucas 11:13), aunque la bendición es completamente de parte de Dios (1 Corintios 3:6, 7). 9. No por obras—Esta cláusula está en contraste con la frase “por gracia”, como se confirma por Romanos 4:4, 5; 11:6. para que nadie se gloríe—(Romanos 3:27; 4:2). 10. somos hechura suya—lit., “cosa de su hacer”. Aquí se refiere a la creación espiritual, no a la física (vv. 8, 9). criados—habiendo sido criados (cap. 4:24; Salmo 102:18; Isaías 43:21; 2 Corintios 5:5, 17). para buenas obras—“Las buenas obras” no pueden ser hechas, mientras no seamos “criados de nuevo para” ellas. Pablo nunca llama “buenas obras” a las obras de la ley. No somos salvos por, sino criados para, buenas obras. las cuales Dios preparó—Griego, “preparó de antemano” (comp. Juan 5:36). Dios en sus propósitos señala de antemano las buenas obras especiales para cada uno, y el tiempo y las maneras que él cree más convenientes. Por su providencia prepara las oportunidades para las obras, y nos prepara a nosotros para la ejecución de las mismas (Juan 15:16; 2 Timoteo 2:21). para que anduviésemos en ellas—No para que fuésemos salvos por ellas. Las obras no justifican, pero el justificado obra (Gálatas 5:22–25). 11. Acordaos que en otro tiempo vosotros—Tal recuerdo profundiza la gratitud, y fortalece la fe (v. 19). [Bengel]. los gentiles en la carne—Gentiles
  • 15. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON respecto a la circuncisión. que erais llamados incircuncisión—Los gentiles eran llamados, por desprecio, incircuncisión, y lo eran; los judíos eran llamados circuncisión, pero no lo eran en verdad. [Ellicott]. hecha con mano
  • 16. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON en la carne—y como contraria a la verdadera “circuncisión del corazón, en el espíritu, no en la letra” (Romanos 2:29). “No hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne en la circuncisión de Cristo” (Colosenses 2:11). 12. en aquel tiempo estabais sin Cristo—Griego, “separados de Cristo”; no teniendo parte alguna en él; lejos de él. Se necesitaría una palabra distinta griega (aneu) para expresar, “Cristo no estaba presente con vosotros”. [Tittm.] alejados de la república de Israel—Griego, “enajenados de”. No meramente “separados de”. Los judíos fueron “cortados” o excluídos de la “república” de Dios, porque se consideraron justos en sí mismos, cuando eran indolentes e indignos, y no como alejados y extranjeros. [Crisósmo]. La expresión “alejados de” da a entender que los gentiles, antes de apostatar de la fe primitiva, habían sido participantes de la luz y de la vida (comp. cap. 4:18, 23). La esperanza de la redención por el Mesías, así como su apostasía subsiguiente, estaba incorporada en una “república” o bien común (griego “politía”), la “de Israel”, de la cual los gentiles estaban enajenados. Contrástese v. 13; cap. 3:6; 4:4, 5, con Salmo 147:20. extranjeros a los pactos de la promesa—“La promesa” definida, es decir, “a ti y a tu simiente daré esta tierra” (Romanos 9:4; Gálatas 3:16). El plural “los pactos”, da a entender las varias repeticiones del pacto con Abrahán, con Isaac, con Jacob, y con todo el pueblo en el Sinaí. [Alford]. El término “promesa” es singular, para significar que el pacto, en realidad y substancialmente, es uno y el mismo siempre, y es sólo diferente en sus accidentes y circunstancias externas (comp. Hebreos 1:1, “muchas veces y en muchas maneras”). sin esperanza—Más allá de esta vida (1 Corintios 15:19). Las suposiciones de los filósofos paganos en cuanto al porvenir fueron vagas y del todo inadecuadas. No tenían ninguna “promesa” divina, y por lo tanto, ningún fundamento de “esperanza”. Epicuro y Aristóteles no creían en ninguna vida futura. Los platonistas creían que el alma pasaba por cambios perpetuos, unas veces felices, otras miserables. Los estoicos creían que la vida existiría sólo hasta el tiempo de la consumación de todas las cosas. y sin Dios—Griego, “ateos”; es decir, que ellos no tenían un “Dios” en el sentido en que usamos nosotros la palabra, el Ser Eterno, quien hizo y gobierna todas las cosas (comp. Hechos 14:15, “Que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra. y la mar, y todo lo que hay en ellos”); mientras que los judíos tenían ideas claras acerca de Dios y la inmortalidad. Comp. Gálatas 4:8: “No conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses” (1 Tesalonicenses 4:5). De modo que todos los panteístas son ateos, porque un dios impersonal no es dios ninguno, y una inmortalidad ideal no es inmortalidad. [Tholuck]. en el mundo—En contraste con el privilegio de pertenecer a “la república de Israel”. Antes tenían su porción y su todo en este mundo vano e impío (Salmo 17:14), del cual Cristo liberta a su pueblo (Juan 15:19; 17:14; Gálatas 1:4). 13. Mas ahora—en contraste con “en aquel tiempo” (v. 12). en Cristo Jesús—Aquí se agrega el nombre “Jesús”, mientras que en la expresión anterior (v, 12) se usó solamente el nombre “Cristo”, para hacer notar que ellos conocían a Cristo como el Salvador personal, “Jesús”. vosotros que en otro tiempo—griego, “tiempo anterior”. estabais lejos—Esta era la descripción judía de los gentiles: Lejos de Dios y lejos del pueblo de Dios (v. 17; Isaías 57:19; Hechos 2:39). habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo—Griego, “en”. Así, “la sangre de Cristo” se hace el sello de un pacto en el cual consiste su cercanía a Dios. En el cap. 1:7, se habla de la sangre más directamente como el instrumento de la redención; es “por [PAG. 475] medio de su sangre”. [Alford]. 14. él [Cristo]—griego, “él mismo” solo, preeminentemente, y ninguno otro. Enfático. es nuestra paz—No meramente el “pacificador”, sino “él mismo” el precio de nuestra paz con Dios (de judíos y de gentiles igualmente) y así el vinculo de union entre “ambos” en Dios. El tomó a ambos a sí, y los reconcilió, es decir, los unió a Dios, al tomar él nuestra naturaleza y asumir nuestras responsabilidades (v. 15; Isaias 9:5, 6; 53:5; Miqueas 5:5; Colosenses 1:20). Su título “Shiloh” quiere decir también “paz” (Génesis 49:10). de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación—Griego, “partición” o “vallado”; es decir, la pared intermedia que separaba a los judios de los gentiles. Habia una balaustrada de piedra que separaba el patio de los gentiles del lugar santo (en el templo de Jerusalén), y si un gentil la cruzaba, sufría la pena de muerte. Pero esta pared, a la cual se refiere el apóstol incidentalmente, no era sino un símbolo de la separacion misma, es decir, de “la enemistad” entre “ambos” y Dios (v. 15), siendo ésta la verdadera causa de la separación de Dios, y la causa mediata de la separacion entre judíos y gentiles. Por esto hupo doble pared de separacion; la pared interior, que separaba al pueblo judío de la entrada al lugar santo del templo donde oficiaban los sacerdotes, y la otra la pared exterior que evitaba que los prosélitos gentiles tuviesen acceso al patio de los judíos (comp. Ezequiel 44:7; Hechos 21:28). Así pues, esta pared doble representaba la ley sinaitica, que separaba a todos los hombres, aun a los judios, de su acceso a Dios (por el pecado, que es la violación de la ley), y también separaba a los gentiles de los judíos. Así como la palabra “pared” da a entender la firmeza de la partición; así el término “vallado” da a entender algo que podia ser fácilmente quitado por Dios cuando viniera el tiempo propicio. 15. Dirimiendo en su carne las enemistades—Más bien, hágase del término “enemistades” una aposicion a la frase “pared intermedia de separación”; “derribando la pared intermedia de separación” (entre todos los hombres y Dios), es decir, “las enemistades (Romanos 8:7) en su carne” (comp. v. 16; Romanos 8:3). la ley de los mandamientos en orden a ritos—Griego, “la ley de los mandamientos
  • 17. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON consistente en ritos”. La ley fué la “partición” o “vallado” que daba cuerpo a la expresión de las “enemistades” (la “ira” de Dios contra nuestro pecado, y nuestra enemistad para con él, v. 3) (Romanos 4:15; 5:20; 7:10, 11; 8:7). Cristo,
  • 18. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON en, o por su cuerpo crucificado la ha abolido en cuanto concierne a su poder de condenar y crear enemistad (Colosenses 2:14), sustituyendo por ella la ley del amor, que es el espíritu eterno de la ley y que fluye de la realización en el alma del creyente, del amor de Cristo manifestado en su muerte por nosotros. Tradúzcase lo que sigue: “Para crear a los dos (el judío y el gentil) en un hombre nuevo”. No para que pudiese reconciliar meramente a los dos, el uno con el otro, sino para incorporarlos en un nuevo hombre, habiendo sido reconciliados con Dios en Cristo, y habiendo muerto, juntamente con Cristo en la cruz el viejo hombre a quien pertenecían los dos, y que era enemigo de Dios. Nótese, también, la expresión UN hombre nuevo. Ante Dios, todos somos uno en Cristo, así como somos uno en Adán. [Alford]. haciendo la paz—Primeramente, entre todos los hombres y Dios, en segundo lugar, entre las judíos y los gentiles; ya que es él “nuestra paz”. Esta “pacificación” acontece antes de la publicación de la misma (v. 17). 16. Y reconciliar por la cruz … etc.—Tradúzcase: “Y reconciliar a ambos en un cuerpo (la iglesia, Colosenses 3:15) con Dios, por la cruz”. La palabra griega por “reconciliar” (apocataláxe), hallada únicamente aquí y en Colosenses 1:20, expresa no sólo volver uno al favor de otro (cataláge), sino hacer a un lado la enemistad de tal modo que sigue la completa amistad; es decir, pasando enemistad a completa reconciliación. [Tittm.] matando en ella—“en” o “por la cruz”, es decir, su crucifixión (Colosenses 2:15). las enemistades—La que había existido entre el hombre y Dios, y también aquella que existia entre el judío y el gentil, la cual había resultado de la primera. Cristo con su muerte mató la enemistad (comp. Hebreos 2:14). 17. Y vino, y anunció la paz—“Viniendo anunció buenas noticias de paz”. “Viniendo”, de su propio amor espontáneo, “anunció paz” con su propia boca a los apóstoles (Lucas 24:36; Juan 20:19, 21, 26); y por medio de éstos a otros, mediante su Espiritu presente en su iglesia (Juan 14:18). Hechos 26:23, es estrictamente paralelo. Después de su resurrección, “anunció la paz al pueblo” (“a los que estaban cerca”) y a los gentiles” (“a vosotros que estabais lejos”) por su Espíritu que habitaba en sus ministros (comp. 1 Pedro 3:19). y a los que … etc.— Los manuscritos más antiguos insertan “paz” otra vez: “Y paz a los que”. La repetición da a entender el gozo que experimentarían a cada momento al pensar que reinaba entre ellos la “paz”. Así Isaías 57:19. 18. Que por él … tenemos entrada … al Padre—Tradúzcase: “Porque es por él (Juan 14:6; Hebreos 10:19) que tenemos (judíos y gentiles) nuestra entrada (cap. 3:12; Romanos 5:2), en (es decir, unidos en, o por, 1 Corintios 12:13, griego) un Espíritu al Padre”, es decir, como nuestro Padre común, reconciliado con ambos igualmente; por lo cual ha sido quitada toda separación entre judío y gentil. A la unidad del “Espíritu”, por el cual tenemos ambos acceso al Padre, necesariamente sigue la unidad del cuerpo, la iglesia (v. 16). La distinción de las personas que forman la divina Trinidad aparece en este versículo. Este versículo está en contra de la teoría de que los sacerdotes profesionales en el evangelio son el único medio por el cual el pueblo puede acercarse a Dios. Todos por igual, pueblo y ministros, pueden acercarse a Dios por medio de Cristo, su Sacerdote que vive para siempre. 19. Así que ya no sois extranjeros—Más bien, “transeúntes”, término contrario a “miembros de familia”; así como la palabra “extranjeros” está opuesta a “conciudadanos”. Véase en Filipenses 3:19, 20, la palabra “vivienda”, griego, “ciudadanía”. sino—Los manuscritos más antiguos agregan, “sois”. ciudadanos con los santos—En “la república de Israel” (espiritual) (v. 12). y domésticos de Dios—Aquí se menciona al Padre; Jesucristo aparece en el v. 20, y el Espíritu en el v. 22. 20. Edificados sobre el fundamento—comp. 1 Corintios 3:11, 12. La misma figura de un edificio usó el apóstol en el cap. 3:18, en su discurso ante los ancianos de Efeso (Hechos 20:32) y en su Epístola [PAG. 476] a Timoteo en Efeso (1 Timoteo 3:15; 2 Timoteo 2:19). Naturalmente esta figura fué sugerida por la arquitectura espléndida del templo de Diana; la gloria del templo cristiano es eterna y real, no mera ostentación idolátrica. La imagen de un templo espiritual es apropiada a los cristianos judíos; así como el templo en Jerusalén fué la fortaleza del judaísmo; y el de Diana lo era del paganismo. de los apóstoles—Es decir, “sois edificados sobre su ministerio y vivo ejemplo” (véase Mateo 16:18). Cristo mismo, el único fundamento verdadero, fué el gran tema del ministerio de los apóstoles y la fuente de su vida. y profetas—Como si fuesen uno con Pablo y sus colaboradores, a ellos también, en un sentido secundario, se les llama “fundamento” (Apocalipsis 21:14). Los “profetas” están unidos a los apóstoles íntimamente; porque la expresión aquí no dice: “fundamentos de los apóstoles y de los profetas”, sino: “fundamentos de los apóstoles y profetas”. Porque la doctrina de ambos fué esencialmente una (1 Pedro 1:10, 11; Apocalipsis 19:10). Los apóstoles toman la precedencia (Lucas 10:24). Así que, con propiedad, Pablo muestra consideración hacia las pretensiones de los judíos y los gentiles: representando “los profetas” la vieja dispensación judía, y “los apóstoles” la nueva. Aquí se incluyen también los “profetas” de la nueva dispensación. Bengel y Alford refieren el sentido sólo a estos últimos (cap. 3:5; 4:11). Estos pasajes dan a entender, me parece, que los profetas del Nuevo Testamento no son excluídos; pero la clara referencia del apóstol al Salmo 118:22, “la piedra, cabeza del ángulo”, evidencia que los profetas del Antiguo Testametno están aquí implicados en especialidad. A David se le llama “profeta” en Hechos 2:30. Compárese también Isaías 28:16. Este es otro profeta que viene a la mente de Pablo, y cuya profecía se apoya en una anterior de Jacob (Génesis 49:24). El sentido del contexto también conviene a esto: Una vez erais extranjeros de la república de Israel (en el tiempo de los profetas del Antiguo
  • 19. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON Testamento), pero ahora sois miembros del verdadero Israel, edificados sobre el fundamento de los apóstoles del Nuevo Testamento y los profetas del Antiguo. Pablo continuamente identifica su enseñanza con la de los viejos
  • 20. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON profetas de Israel (Hechos 26:22; 28:23). siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo—Las piedras valiosas y fundamentales del templo (1 Reyes 5:17) tipificaban la misma verdad (véase Jeremías 51:26). La misma piedra es a la vez la piedra del ángulo y la piedra fundamental sobre la cual descansa todo el edificio. Pablo supone una piedra o roca tan grande y arreglada en tal forma que pudiera ser las dos cosas al mismo tiempo: que soportara todo, como el fundamento, y en parte se levantara de las extremidades para permitir que las paredes del costado se encontrasen con ella, y fuesen unidas a la piedra del ángulo. [Zanquio]. Así como la piedra del ángulo es conspicua, así lo es Cristo (1 Pedro 2:6). Sobresaliente en el camino puede hacer tropezar a alguien, así como los judíos tropezaban en Cristo (Mateo 21:42; 1 Pedro 2:7). 21. En el cual—como manteniendo unido el todo. compaginado todo el edificio—ajustada cada parte en su lugar. va creciendo—continuamente. Aquí se agrega a la figura un pensamiento adicional: la iglesia crece como un organismo vivo, y no como un mero edificio. Véase 1 Pedro 2:5: “Vosotros también como piedras vivas, sed edificados una casa espiritual”. Véanse cap. 4:16; Zacarías 6:12: “El Pimpollo < edificará el templo de Jehová”, donde las dos ideas del crecimiento de una rama y de la edificación de un templo, están unidas. para ser un templo santo en el Señor—por ser la “habitación de Dios” (v. 22). Así “en el Señor” (Cristo) corresponde a “en Espíritu” (v. 22; comp. cap. 3:16, 17). “Cristo es la Cabeza de todo el edificio, y el elemento en el cual tiene su existencia y ahora su crecimiento” [Alford]. 22. En el cual sois juntamente edificados—Tradúzcase, “Estáis siendo edificados”. para morada de Dios en Espíritu—Dios, por medio de su Espíritu habita en los creyentes, (1 Corintios 3:16, 17; 6:19; 2 Corintios 6:16). CAPITULO 3 Vers. 1–21. LA FUNCION APOSTOLICA DE PABLO DE HACER CONOCER EL MISTERIO DE CRISTO QUE HA SIDO REVELADO POR EL ESPIRITU: ORACION PARA QUE ELLOS, POR EL MISMO ESPIRITU, PUEDAN COMPRENDER EL GRAN AMOR DE CRISTO: DOXOLOGIA CON QUE TERMINA ESTA DIVISION DE LA EPISTOLA. Así como el primer capítulo trató del oficio del Padre; y el segundo, del Hijo; así éste trata del oficio del Espíritu. 1. Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús—El oficio de Cristo es el pensamiento prominente en este orden de palabras; la persona de Jesús lo fué en el anterior. Aquí señala Pablo la dignidad del Mesías, Cristo, como la causa por la cual está “preso”, debido a los celos de los judíos de que él predicara al Mesías entre los gentiles. Sus mismas prisiones son provechosas a (“por” o “a favor de vosotros”) los gentiles (v. 13; 2 Timoteo 2:10). Después de decir “por esta causa”, el apóstol hace una digresión, y no termina la idea que pensaba exponer hasta llegar al v. 14. donde reasume el pensamiento con las mismas palabras “por esta causa”, es decir: Porque conozco vuestro llamamiento de parte de Dios, como gentiles (cap. 2:11–22), a ser “coherederos” con los judíos (v. 6), “doblo mis rodillas a” el Padre de nuestro Salvador común (vv. 14, 15), para que él os confirme en la fe por su Espíritu. “Yo Pablo” expresa el agente empleado por el Espíritu para iluminarlos, después de que él mismo había sido iluminado por el mismo Espíritu (vv. 3–5, 9). 2. Si es que habéis oído—El griego no presupone duda: “Suponiendo (lo que yo sé que es verdad) que habéis oído”; etc. El modo indicativo en el griego indica que no se supone duda: “Viendo que sin duda”, etc. Por medio de esta frase, el apóstol delicadamente les recuerda que habían oído de él, y probablemente de otros el hecho. Véase la Introducción, donde se muestra que estas palabras no contradicen el que sea dirigida esta Epístola a los Efesios. Comp. Hechos 20:17–24. la dispensación de la gracia de Dios—“La obligación de disponer, como mayordomo, la gracia de Dios que me fué (no “es”) dada para vosotros”, es decir, para dispensaros a vosotros. 3. por revelación me fué declarado el misterio—Es decir, el misterio de la admisión de los gentiles a los privilegios del evangelio (v. 6; [PAG. 477] cap. 1:9; Gálatas 1:12). como antes he escrito—en esta misma Epístola (cap. 1:9, 10), cuyas palabras repite en parte. 4. Leyendo lo cual podéis entender cual sea mi inteligencia—Podéis “ver mi entendimiento” [Alford] en este “misterio” revelado por Cristo. El término “leyendo” da a entender que, por profundos que sean los misterios de esta Epístola, pueden llegar a entenderlos al leer la misma (2 Timoteo 3:15, 16). Cuando entiendan el conocimiento que tiene Pablo de estos misterios, ellos también estarán capacitados para entenderlos. en el misterio de Cristo—El “misterio” es Cristo mismo, antes escondido, mas ahora revelado (Colosenses 1:27). 5. en otros siglos—Griego, “otras generaciones”. El cual … no se dió a conocer—No dice: “No ha sido revelado.” El hacer conocer a Pablo por revelación es la base de hacer conocer, por la predicación.. [Bengel]. Aquélla era concedida sólo a los profetas, para que ellos pudiesen hacer conocer la verdad revelada a los hombres en general. a los hijos de los hombres—Hombres en su estado natural, en contraste con los que son iluminados “por el Espíritu” (griego, “en el Espíritu”, comp. Apocalipsis 1:10; Mateo 16:17). como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas—El misterio del llamamiento de los gentiles (del cual habla Pablo aquí) no era desconocido a los profetas del Antiguo Testamento (Isaías 56:6, 7; 49:6); pero no lo conocían con la misma claridad explícita “como” se ha dado a conocer ahora (Hechos 10:19, 20; 11:18–21). Ellos probablemente no sabían que los gentiles serían admitidos sin circuncisión, o que estarían en un mismo nivel con los judíos en participar de la gracia de Dios. El don del “Espíritu”,
  • 21. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON en su plenitud fué reservado para el Nuevo Testamento, para que fuera glorificado Cristo en ello. El epíteto “santos” señala la consagración especial de los “profetas” o apóstoles del Nuevo Testamento (a quienes se hace referencia especialmente) por el Espíritu, comparados con los cuales aun los profetas del Antiguo Testamento no eran sino “hijos de los hombres” (Ezequiel 2:3, y en otras partes). 6. Que los gentiles sean … herederos … etc.—Tradúzcase: “Que los gentiles son hechos herederos y miembros juntamente del mismo cuerpo, y participantes juntamente de la (así los manuscritos más antiguos, y no de “su”) promesa, en Cristo Jesús (“Jesús” agregado en los manuscritos más antiguos) por el evangelio”. Es “en Cristo Jesús” en quien ellos son hechos “coherederos” de la herencia de Dios; formando parte “del mismo cuerpo” bajo la misma Cabeza, Cristo Jesús; y siendo “coparticipantes de la promesa” en la comunión del Espíritu Santo (cap. 1:13; Hebreos 6:4). Así se hace alusión a la Trinidad, como a menudo en otras partes de esta Epístola (cap. 2:19, 20, 22). 7. Del cual—“Del cual” evangelio. soy hecho ministro por el don de la gracia— Más bien, “según el don”, en consecuencia de, y de acuerdo con, “el don de la gracia de Dios”. que me ha sido dado—“El don de la gracia” que me fué dado según la operación (griego, “energía”, u “operación”) de su poder”. 8. A mí, que soy—No sólo que yo lo fuera en tiempos pasados, sino que todavía soy el menos digno de tan alto puesto (comp. 1 Timoteo 1:15, hasta el fin.). menos que el más pequeño de todos los santos—No meramente “de todos los apóstoles” (1 Corintios 15:9, 10). es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el evangelio—“Entre” es omitido en los manuscritos más antiguos. Traduzcase: “de anunciar a los gentiles las buenas noticias de las inescrutables (Job 5:9) riquezas”, etc., es decir, de la gracia de Cristo (cap. 1:7; 2:7). Romanos 11:33, “inescrutables” como una mina inagotable, cuyos tesoros nunca podrán ser del todo explorados (vv. 18, 19). 9. Y de aclarar a todos—Griego, “iluminar a todos” (cap. 1:18; Salmo 18:28; Hebreos 6:4). “Todos” (comp. Colosenses 1:28). la dispensación—o “economía” según los manuscritos más antiguos (comp. Colosenses 1:25, 26; y Nota, cap. 1:10, arriba). “Y de hacer ver a todos cómo ha parecido bien a Dios en este tiempo dispensar (por medio de mí y otros de sus mayordomos) lo que hasta ahora fué un misterio”. Ellicott traduce por “dispensación”, “el arreglo” o “la regulación” del misterio—Es decir, la unión de judíos y gentiles en Cristo; misterio cuyo origen ha sido trazado y reconocido como existente en el consejo de Dios, y ahora ha sido revelado a los poderes celestiales por medio de la iglesia. escondido desde los siglos—Griego, “desde (el comienzo de) las edades” comp. cap. 1:4; Romanos 16:25; 1 Corintios 2:7. Las “edades” son largos espacios de tiempo marcados por las sucesivas etapas de la creación y las diferentes categorías de seres. en Dios—“escondido en” sus consejos (cap. 1:9). que crió todas las cosas—La creación del mundo, y de todas las cosas que hay en él, efectuada por Dios, es el fundamento de lo que resta de la dispensación otorgada libremente por el poder universal de Dios. [Bengel]. Como Dios crió todas las cosas que existen, tanto físicas como espirituales, él tiene derecho absoluto para poner en orden todas las cosas según él quiera. Así entendemos que Dios tenía el derecho de guardar el misterio de la salvación en Cristo “escondido en sí mismo”, hasta el tiempo que él creyese propicio para revelarlo. 10. Para que la multiforme sabiduría de Dios—Aunque era esencialmente uno el designio de Dios en dar a Pablo la gracia de proclamar a los gentiles el misterio de la salvación hasta ahora escondido, variaba con respecto a lugares, tiempos y personas (Isaías 55:8, 9; Hebreos 1:1). Comp. 1 Pedro 4:10: “dispensadores de las diferentes gracias de Dios”. El hombre no puede entender bien los actos aislados de la gracia, mientras no los vea como un todo vinculado (1 Corintios 13:12). El llamamiento de la iglesia no es un remedio accidental, o expediente tardío, sino parte del plan eterno que, aunque manifestado de diferentes maneras es uno en su propósito. sea notificada ahora—Ahora por primera vez, como contrario a “escondido desde los siglos” (v. 5). a los principados y (el griego añade el artículo “las”) potestades en los cielos—A los distintos órdenes de ángeles buenos primeramente, los cuales moran “en los lugares celestiales” más elevados; y notificada a ellos para su gozo reverente (1 Timoteo 3:16; 1 Pedro 1:12). En segundo lugar, la sabiduría de Dios en la redención es notificada a los ángeles malos, quienes viven “en los lugares celestiales” más bajos, por ejemplo, el aire (comp. cap. 2:2 con 6:12), “notificada”, decimos, para espanto de ellos (1 Corintios 15:24; Colosenses 2:15). por la iglesia—Es decir, “por medio de”, o “al través [PAG. 478] de” la iglesia, que es el escenario para la manifestación de la multiforme sabiduría de Dios (Lucas 15:10; 1 Corintios 4:9): somos hechos “espect{culo” (griego, “teatro”) a los ángeles”. Por esto los ángeles no son sino nuestros “consiervos” (Apocalipsis 19:10). 11. Conforme a la determinación eterna, que hizo en Cristo—que “operó en Cristo” 12. Tradúzcase: “En el cual tenemos nuestra seguridad y nuestro acceso (cap. 2:18), en confianza, por nuestra fe en él”. Alford cita como un caso, Romanos 8:38, etc. “El acceso” (griego) da a entender la introducción formal a la presencia de un monarca. 13. “Os pido que no os desmayéis”. a causa de mis tribulaciones por vosotros—a vuestro favor. las cuales son vuestra gloria—Porque ellas demuestran que Dios os amó tanto, que dió a su Hijo por vosotros, permitió que sus apóstoles sufrieran “tribulaciones” por vosotros [Crisóstomo] al predicar el evangelio a los gentiles. Nota, v. 1, “prisionero < por vosotros los gentiles”. Mis tribulaciones son vuestra “gloria” espiritual, ya que vuestra fe es promovida por ellas (1 Corintios 4:10). 14. Por esta causa—Aquí el apóstol reanuda el tema que inició en el v. 1: “Por esta causa”. Porque vosotros
  • 22. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON tenéis tal reputación en la iglesia de Dios. [Alford]. doblo mis rodillas—Esta actitud corresponde a la oración humilde. La postura del cuerpo afecta la mente, y por esto tiene su importancia. Véase la actitud asumida por Pablo,
  • 23. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON Hechos 20:36; y por el Señor mismo aquí en la tierra (Lucas 22:41). al Padre de nuestro Señor Jesucristo—Los manuscritos más antiguos omiten “de nuestro Señor Jesucristo”; pero la Vulgata y algunas autoridades muy antiguas lo retienen. La expresión “del cual”, en el v. 15, en todo caso se refiere a “el Padre” (Patera), así como “parentela” (patria, semejante en sonido y etimología) claramente se refiere a él. Sin embargo, el fundamento de toda filiación está en Jesucristo. 15. toda parentela—Alford, Middleton, etc., traducen “cada familia”, haciendo referencia a las varias familias que se supone existan en los cielos y en la tierra (Teofilacto, Ecomenio, etc., en Suicer. 2. 633), y suponiendo que el apóstol da a entender que Dios, en su relación con nosotros sus hijos adoptivos es el gran prototipo de las relaciones paternales dondequiera que se encuentren. Pero la idea de que “los santos ángeles están unidos en familias o confraternidades espirituales”, no se insinúa en otro lugar de las Escrituras. Y Hechos 2:36, donde se omite el artículo definido como aquí, y sin embargo la traducción es. “Toda la casa de Israel”, enseña que en el griego del Nuevo Testamento es justificable la traducción “toda la familia”, o “la familia entera”; lo que concuerda con las ideas escriturarias de que los ángeles y los hombres, los santos militantes y los que están con Dios, son una famiila santa unida bajo el Padre, en Cristo, el mediador entre el cielo y la tierra (cap. 1:10; Filipenses 2:10). Por esto los ángeles se llaman nuestros “hermanos” (Apocalipsis 19:10), e “hijos de Dios” por creación, como lo somos nosotros por adopción (Job 38:7). La iglesia es parte de la gran familia, o reino, que comprende, además de los hombres, el mundo espiritual superior, donde el prototipo de las relaciones familiares ya ha sido realizado, y a la realización del cual los redimidos ahora propenden. La idea universal del “reino” de Dios como una comunidad divina, se nos presenta en la oración modelo. Por causa del pecado, los hombres fueron apartados no sólo de Dios, sino de aquel mundo espiritual superior en el cual el reino de Dios ya es una realidad. Así como Cristo al reconciliar a los hombres con Dios los unía mutuamente en una comunidad divina (unidos a él, la única Cabeza), derribando la pared de división entre judíos y gentiles (cap. 2:14), así también los unía en comunión con todos aquellos que ya habían alcanzado aquella perfección en el reino de Dios, al cual la iglesia en la tierra está aspirando (Colosenses 1:20). [Neander]. es nombrada—Deriva su origen y su nombre como hijos de Dios. Ser nombrado y ser son una misma cosa con Dios. Llevar el nombre de Dios es pertenecer a Dios como su propio pueblo peculiar (Números 6:27; Isaías 43:7; 44:5; Romanos 9:25, 26). 16. Que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser corroborados—es decir, en abundancia consonante con las riquezas de su gloria; no “conforme a” la estrechez de nuestro corazón. Véase Colosenses 1:11: “Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria”. en—El griego da a entender “fundido en”, o “hasta dentro de”. el hombre interior— (cap. 4:22, 24; 1 Pedro 3:4): “el hombre interior del corazón. No se afirma esto de los incrédulos cuyos hombre interior y el exterior son carnales. Pero en los creyentes, el “hombre interior (nuevo)”, su verdadero ser, está en contraste con su viejo hombre, que está adherido a ellos como un cuerpo de muerte, el cual es mortificado diariamente, pero no es este su verdadero ser. por su Espíritu—griego, “al través de”, “por medio de su Espíritu”. 17. Que—De modo que. habite Cristo—Haga su morada continuamente (Juan 14:23). Donde está el Espíritu, allí está Cristo (Juan 14:16, 18). por la fe en vuestros corazones—griego, “por medio de”, o “al través de la fe”, la cual abre la puerta del corazón a Jesús (Juan 3:20). No basta que él esté en la lengua, ni que esté en el cerebro; el corazón es su asiento propio [Calvino]. “Arraigados y fundados en amor” (véase v. 19), en el griego está unido con esta cláusula, y no con la siguiente: “para que < “podáis bien comprender”. “Arraigados” es una figura tomada de un árbol; “fundados” (“teniendo vuestros fundamentos apoyados sobre”), es tomada de un edificio (comp. Nota, cap. 2:20, 21; Colosenses 1:23; 2:7). Comp. Mateo 13:6, 21. El “amor”, que es el primer fruto del Espíritu el cual fluye del amor de Cristo realizado en el alma, había de ser la base sobre la cual debería apoyarse su ulterior comprensión de toda la inmensidad del amor de Cristo. 18. para que … podáis bien comprender—aun más adelante. Griego, “Podáis plenamente”. cuál sea la anchura … longura … profundidad … altura—Es decir, las dimensiones completas del templo espiritual, que corresponde a la “plenitud de Dios” (v. 19), y al cual la iglesia, según su capacidad, debería corresponder (comp. cap. 4:10, 13) como con “la plenitud de Cristo”. La “anchura” da a entender el amor de Cristo, ancho como el mundo que abarca a todos los hombres; la “longura”, que se extiende por todas las edades (v. 21); la “profundidad”, su sabiduría profunda, la cual no puede sondear ninguna criatura (Romanos 11:33); la [PAG. 479] “altura”, que está fuera del alcance de algún enemigo que quiera privarnos de él (cap. 4:8). [Bengel]. Yo prefiero entender la “anchura”, etc. como refiriéndose al todo del inmenso misterio de la salvación libre en Cristo que incluye a todos, judios y gentiles igualmente, del cual él había estado hablando (vv. 3–9), y del cual él ahora está orando por que ellos tengan una comprensión más completa. Como subsidiario a esto, y como la parte más esencial, añade: “y conocer el amor de Cristo” (v. 19). Grocio entiende que la profundidad y la altura se refieren a la bondad de Dios que nos levanta de la profundidad más baja a la elevación más alta. 19. Y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento—Es decir, que supera, sobrepuja. La paradoja “conocer < lo que excede al conocimiento”, da a entender que cuando él dice “conocer”, no quiere decir que podamos conocer adecuadamente; todo lo que sabemos es, que su amor sobrepasa en gran manera a nuestro conocimiento de él, y no
  • 24. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON obstante nuestro aumento de conocimiento después de esta vida, todavía el amor los excederá, así como el poder de Dios excede a nuestros pensamientos de aquel poder (v. 20). para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios—Más
  • 25. Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS PAULINAS: EFESIOS - FILEMON bien, como el griego, “llenos hasta alcanzar toda la plenitud de Dios” (ésta es la gran meta); llenos cada uno según su capacidad, de la sabiduría, conocimiento y amor divinos; llenos aun así como Dios está lleno, y así como Cristo, quien mora en vuestro corazón, tiene “toda la plenitud de la divinidad corporalmente” (Colosenses 2:9). 20. a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas—Contrastado con nosotros y nuestras necesidades. Tradúzcase: “Que es poderoso sobre todas las cosas (porque es sobre todas las cosas) para hacer mucho más abundantemente sobre lo que pedimos o (aun) pensamos”: el pensamiento abarca aún más que las oraciones. La palabra “sobre” ocurre tres veces más a menudo en los escritos de Pablo que en todos los demás libros del Nuevo Testamento, lo cual manifiesta la cálida exuberancia del espíritu de Pablo. por la potencia que obra en nosotros—Más bien, “según la potencia”. El Espíritu que mora en nuestro espíritu (Romanos 8:26). El apela a la experiencia de ellos y de él. 21. A él sea gloria—Tradúzcase: “A él sea la gloria (es decir, toda la gloria de la preciosa dispensación de la salvación de la cual se acaba de hablar) en la iglesia (como el campo para la manifestación de la gloria, v. 10) en Cristo Jesús (como la persona en quien se concentra la gloria, Zacarías 6:13), a todas las generaciones de edades eternas”, lit., “de la edad de las edades”. Se concibe que la eternidad está compuesta de “edades” (las cuales a su vez se componen de “generaciones”) que se suceden unas a otras sin tener fin. CAPITULO 4 Vers. 1–32. EXHORTACIONES A CUMPLIR CON LOS DEBERES CRISTIANOS RESULTANTES DE NUESTROS PRIVILEGIOS CRISTIANOS. ESTAMOS UNIDOS EN UN CUERPO, AUNQUE SOMOS DIFERENTES SEGUN LAS GRACIAS DADAS A LOS DISTINTOS MIEMBROS, PARA QUE LLEGUEMOS A SER UN HOMBRE PERFECTO EN CRISTO. 1. Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis—Tradúzcase según el orden griego: “Os ruego, pues (viendo que tal es vuestra vocación de gracia, caps. 1 y 2; 3:1, 14), yo el preso en el Señor” (es decir, encarcelado por la causa del Señor). Lo que el mundo consideraba como un oprobio, él lo considera como el honor más alto, y se gloría en sus prisiones por causa del Señor, más que un rey en su diadema. [Teodoreto]. Sus prisiones también son un argumento que daría más valor a su exhortación. como es digno de la vocación—Tradúzcase, “llamamiento” para que concuerde, como el griego, con “llamados” (v. 4; cap. 1:18; Romanos 8:28, 30). Colosenses 3:15 igualmente basa los deberes cristianos en nuestro “llamamiento”. Las exhortaciones de esta parte de la Epístola se apoyan en el goce consciente de los privilegios mencionados en la parte anterior. Comp. cap. 4:32 con cap. 1:7; 5:1 con 1:5; 4:30 con 1:13; 5:15 con 1:8. 2, 3. Con toda humildad—En el griego clásico, el sentido de esta palabra es bajeza de espíritu; el evangelio la ha elevado para expresar una gracia cristiana, es decir, la de estimarnos a nosotros mismos pequeños, puesto que lo somos; el pensar con verdad, y por tanto humildemente, de nosotros mismos. [Trench]. y mansedumbre—Aquel espíritu en el cual aceptamos las disposiciones de Dios con respecto a nosotros, sin disputar y sin resistirnos, y en el cual aceptamos pacientemente los males que nos hacen los hombres, pensando que son permitidos por Dios para el castigo y la purificación de su pueblo (2 Samuel 16:11; comp. Gálatas 6:1; 2 Timoteo 2:25; Tito 3:2). Sólo el corazón humilde y sumiso puede ser también manso. (Colosenses 3:12). Así como la “humildad y la mansedumbre” corresponden a la idea de “soportarnos los unos a los otros en amor” (comp. “amor”, vv. 15, 16), así la “paciencia” corresponde a (v. 4) ser “solícitos (griego, “celosamente diligentes”) para guardar la unidad del Espíritu (la unidad entre los hombres de temperamentos diferentes, la cual proviene de la presencia del Espíritu, quien es a su vez “uno”, v. 4) en (unidos en) el “vínculo de la paz” (el “vínculo” por el cual la “paz” es mantenida, es decir, el “amor”, Colosenses 3:14, 15 [Bengel]; o, puede ser que la paz misma sea el “vínculo” indicado aquí, que une los miembros de la iglesia [Alford]). 4. un cuerpo, y un Espíritu—En el credo apostólico (que es enseñado por algunas denominaciones. N. del T.) el artículo acerca de la iglesia correctamente sigue al del Espíritu Santo. A la Trinidad naturalmente se une la iglesia, como la casa a su habitante, a Dios su templo, el estado a su fundador. [Agustín, Enchir. ad Laurentium, cap. 15]. Habrá una iglesia, no sólo potencial sino realmente católica o universal; entonces la iglesia y el mundo serán coextensivos. Roma cae en un error inextricable al colocar a un mero hombre como cabeza visible, anticipando aquella consumación que Cristo, la verdadera Cabeza visible, ha de realizar primero en su venida. Así como el “Espíritu” es mencionado aquí, también se menciona al “Señor” (Jesús), v. 5, y al “Dios y Padre”, v. 6. Así se presenta nuevamente la Trinidad. como sois también llamados a una misma esperanza—Aquí es asociada con “el Espíritu”, que es las “arras de nuestra herencia” (cap. 1:13, 14). Así como se menciona [PAG. 480] “la fe”, v. 5, así también se mencionan aquí “la esperanza” y “el amor”, v. 2. El Espíritu Santo, como el superior principio comun de la vida (cap. 2:18, 22), da a la iglesia su verdadera unidad. La uniformidad exterior es ahora inasequible; pero, empezando por tener una mente, terminaremos al fin por tener “un cuerpo”. El verdadero “cuerpo” de Cristo (todos los creyentes de todos los siglos) es “uno”, y está unido a una misma Cabeza. Pero todavia su unidad no es visible así como la Cabeza no es visible; pero la unidad será revelada cuando Cristo aparezca (Juan 17:21–23; Colosenses 3:4). Entre tanto, la regla es: “En cosas esenciales, la unidad; en cuestiones dudosas, la libertad; en todas las cosas, la caridad”. La verdad es la cosa de