Este documento resume la historia de la desigualdad y violencia de género en México y América Latina. Detalla cómo las mujeres han ganado más derechos y oportunidades en las últimas décadas, aunque todavía enfrentan desafíos como estereotipos, discriminación y violencia. Explica que la equidad de género es importante para sociedades más justas y que requiere esfuerzos continuos en áreas políticas, legales, culturales y educativas.
1. Ensayo sobre equidad y violencia de género
En la época de Sor Juana Inés de la Cruz la mujer tenía nula participación en
cualquier actividad que no fuera el hogar, en esos tiempos se decía: “ La mujer que sabe
latín, ni tiene marido ni tiene buen fin”
Desde los años cincuentas cuando a la mujer se le permite votar por primera vez
se abre una brecha importante en el machismo mexicano y termina valiéndose por si
misma la mujer. Cada uno de los escenarios empezaron a verse cada vez más poblados
de mujeres de todas las índoles y clase social se dio paso crecientemente a la equidad de
género. Aunque hoy en día todavía haya cierto rechazo por los hombres hacia las mujeres
en algunas actividades, las mujeres cada vez compiten más y logran agenciarse grandes
puestos directivos y de otras características que hace muchos años eran exclusivos de los
hombres.
Cabe mencionar que todo este proceso sufrido en la sociedad mexicana se debio
en gran forma al cambio de pensamiento postrevolucionario donde la mujer jugo un papel
preponderante, y donde se dieron cuenta que podían luchar a la par y hacer actividades al
igual que los hombres. Hoy en día las mujeres tienen sus propias plataformas de
actividades y hasta se pueden dar el lujo de vivir completamente solas sin la ayuda de
ningún miembro del sexo opuesto.
Hoy en día hablar de género resulta de fundamental importancia por su impacto en
el desarrollo de hombres y mujeres, en la construcción de sociedades más justas y
respetuosas de la dignidad humana.
La historia nos ha dado múltiples muestras de discriminación, especialmente sobre
las mujeres, cuyo origen se encuentra en estereotipos sexuales y culturales. Estos han
repercutido de manera determinante en la falta de oportunidades para el desarrollo de las
mujeres, así como para mantenerlas expuestas y sujetas a la violencia emocional,
económica, sexual y física. Superar estos problemas es una labor que exige atención
desde distintos frentes: político, jurídico y, desde luego, cultural y educativo.
Algunos problemas que hay dentro de la práctica de equidad de género en algunos
países de américa latina son ocasionados por los rasgos y/o patrones culturales que se
presentan en las sociedades tradicionales lo constituye el:
- Machismo.
- Sexismo.
- Aspectos religiosos.
- Tradiciones y costumbres.
Para la mujer, no es nada sencillo vivir dos mundos, los cuales tiene que compaginar para
no quedar mal en ninguno de ellos. Por una parte, están sus aspiraciones y logros
personales, profesionales. Por otra, está su papel de madre y esposa en casa, ámbito
original, identitario, heredado culturalmente, lugar al que no renuncia desde el momento
2. que decide casarse, pero que, cuando lo combina con actividades externas puede
provocar conflicto, no sólo por el esfuerzo físico y mental que conlleva, sino por los
efectos que tiene en sí misma al colocarla en una situación disyuntiva o valorativa
respecto a su ser y hacer femenino, y el efecto que provoca en su pareja, sobre todo
cuando ella supera el lugar de varón en la casa o en el trabajo.
Algunos autores señalan que al tomar como punto de referencia el sexo de las
personas y sus funciones reproductivas, “cada cultura establece un conjunto de prácticas,
ideas, discursos y representaciones sociales que atribuyen características específicas a
mujeres y hombres”. La mayoría de las veces los significados que se han construido en
torno a cada sexo son en detrimento de los derechos de las mujeres.
En nuestra Constitución el principio de igualdad ante la ley ha inspirado la
formulación de artículos que reconocen derechos en favor de las personas que se
encuentran en situaciones especiales o presentan características que los ponen en
desventaja frente a la mayoría. Es de vital importancia lograr la equidad de género, ya que
si a la mujer se le restringe el acceso al campo productivo, al campo laboral o al campo
comercial, se genera pobreza. En el caso de mujeres estudiantes y trabajadoras, las
madres solteras que son el pilar de la familia, ¿Qué pasa si no tienen una fuente
generadora de ingresos? Se restringe la educación, el esparcimiento, la recreación, la
salud y sobretodo la alimentación.
El caso de los varones resulta complejo; durante años han ocupado un lugar
superior al de la mujer; sus compañeros de escuela y de trabajo siempre habían sido
hombres. Su papel en la familia estaba claramente delimitado y así era respetado
independientemente si lo cumplía o no. También las empresas las rechazan debido a que
cuando una mujer se encuentra en estado de gestación éstas pierden dinero, y eso es lo
que menos desean.
La violencia sobre la base de género es una articulación de, o una coacción de,
jerarquías de poder y desigualdades estructurales nutridas por sistemas de creencias,
normas culturales y procesos de socialización.
La equidad de género representa el respeto a nuestros derechos como seres
humanos y la tolerancia de nuestras diferencias como mujeres y hombres, representa la
igualdad de oportunidades en todos los sectores importantes y en cualquier ámbito, sea
este social, cultural o político. En la equidad de género se lucha principalmente por que
las mujeres puedan ejercer un trabajo de alto rango dado a que los hombres piensan que
las mujeres no tienen las mismas cualidades que ellos.
Todo hombre o mujer necesitan apoyo uno del otro para poder trascender, para fortalecer
y fomentar su trabajo, para fortalecer una familia y para vivir como seres humanos
sociables por naturaleza.
¡Tanto mujeres como hombres tienen los mismos derechos sin importar raza, color
creencias y sexo!.