2. HISTORIA
En 1997 un grupo de jóvenes comenzó a trabajar por el sueño de
superar la situación de pobreza en la que vivían millones de
personas. El sentido de urgencia en los asentamientos los movilizó
masivamente a construir viviendas de emergencia en conjunto con
las familias que vivían en condiciones inaceptables y a volcar su
energía en busca de soluciones concretas a las problemáticas que
las comunidades afrontaban cada día.
Esta iniciativa se convirtió en un desafío institucional que hoy se
comparte en todo el continente. Desde sus inicios en Chile, seguido
por El Salvador y Perú, la organización emprendió su expansión bajo
el nombre “Un Techo para mi País”.
Luego de 15 años de trabajo, TECHO mantiene operación en 19
países de Latinoamérica y el Caribe: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití,
Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República
Dominicana, Uruguay y Venezuela. Además, cuenta con una oficina
en Estados Unidos.
3. * Es una ONG que se preocupa principalmente en superar la
situación precaria en la que viven miles de personas en
Latinoamérica y El Caribe. Por lo general son jóvenes que tienen un
promedio de edad entre 17 y 24 años.
* Techo para mi país, persigues tres objetivos:
Fomentar el desarrollo comunitario en asentamientos precarios. A
través de la solidez entre los pobladores de la misma comunidad.
La idea principal es fomentar la unión y solucionar entre todos los
problemas que padecen. El trabajo comunitario es el eje principal
de ‘Techo para mi país’.
*Promover la conciencia y acción social. Se busca masificar el
voluntariado en el porcentaje mayor de personas posibles, el
propósito es trabajar en conjunto con los pobladores de los
asentamientos.
*Incidir en espacios de toma de decisión y de definición de
políticas públicas. Se prioriza la exclusión de los pobladores
necesitados y así hacer valer sus derechos como personas de la
sociedad. Todo eso para que los problemas de las comunidades
sean solucionados.
4. TECHO en cifras
•- 89.500 familias de asentamientos han trabajado en
conjunto con los voluntarios en la construcción de su
vivienda.
• - 530.000 voluntarios se han movilizado en América Latina
por terminar con la pobreza y la exclusión.
- 880 mesas de trabajo implementadas en asentamientos
precarios.
- 8.600 pobladores graduados en oficios.
- 344 sedes comunitarias construidas en asentamientos.
- 15.000 niños que viven en asentamientos han participado
en los programas de educación.
- 3.310 viviendas definitivas entregadas.
5. ESTILO DE TRABAJO
‘Un techo para mi país’ prioriza el trabajo en las zonas precarias en
conjunto con los pobladores y los jóvenes voluntarios, quienes
trabajan para solucionar el problema de estas comunidades.
En una primera fase, consiste en evaluar las zonas a brindarle el
apoyo. Los voluntarios van e identifican las necesidades de los
hogares y asentamientos humanos, impulsando desde aquel
momento la organización, participación y corresponsabilidad en la
comunidad.
En una segunda fase, los voluntarios ya aportan soluciones concretas
y que son de corto plazo. La prioridad es solucionar la precariedad de
las viviendas que hay en la zona, es por eso que los voluntarios junto a
los habitantes de la zona instalan viviendas de emergencia. Aquellas
viviendas son una solución inmediata a la problemática que los
afecta. Ahí no termina el proceso, luego de eso se juntan en la mesa
de trabajo para definir el resto de la ayuda
Como última fase del proceso, se busca dejar todo en orden en las
viviendas. Como regularizar la propiedad, los servicios básicos (agua,
luz), vivienda, infraestructura comunitaria y desarrollo local. La ONG
ayuda a que los pobladores también sepan valer sus derechos antes
los gobiernos locales.