El documento describe la vida de los indígenas ranqueles que habitaban la provincia de La Pampa. Los ranqueles dejaban rastrilladas o caminos profundos y anchos en el campo para transitar. Construían sus casas con cueros de animales y ramas. Las mujeres se dedicaban a la cerámica y cuidar de los hijos, mientras los hombres cazaban guanacos y avestruces para alimentarse.