2. SECUENCIAS DE VOCALES
No son habituales en español las palabras con dos vocales iguales
contiguas. Son muy pocas las voces españolas derivadas
naturalmente del latín que contienen secuencias de dos vocales
iguales. La mayoría son, o bien extranjerismos o cultismos
grecolatinos en su grafía originaria, o bien voces compuestas o
derivadas en las que el elemento antepuesto termina con la misma
vocal por la que comienza la palabra o base a la que se une.
3. Cabe decir que la presencia de dos vocales iguales contiguas en la grafía
de una palabra suele corresponderse, en la lengua oral, especialmente
en la pronunciación aislada, con la articulación de una doble vocal. En
aquellos casos en que de forma generalizada y en todos los niveles del
habla, incluyendo la pronunciación cuidada, se articula una vocal simple,
es frecuente y admisible la reducción gráfica de las dos vocales a una
sola. Ejemplo: portaviones.
4. Entonces, para que haya reducción de la grafía con doble vocal, ES
NECESARIO QUE SE HAYA GENERALIZADO EN EL HABLA LA
SIMPLIFICACIÓN ARTICULATORIA. Además, la palabra resultante de la
reducción debe ser reconocible y su significado fácilmente deducible.
Por eso, son proclives a la reducción aquellos compuestos o derivados
cuyos componentes son largos: metanfetamina, antimperialismo,
microrganismo.
5. Pero…
La reducción queda normalmente bloqueada si, de
producirse, el término resultante viene a coincidir
con otro ya existente de distinto significado; así, es
normal que se mantenga la doble vocal en reemitir
(‘volver a emitir’), para evitar su confusión con
remitir (del latín remittere = ‘enviar’, ‘perder
intensidad’). Tampoco se reduce cuando la vocal
por la que comienza la palabra base es en sí misma
un prefijo: ultraamoral distinto de ultramoral;
semiilegal distinto de semilegal.
6. SECUENCIA –AA-
• Se conserva la doble A en topónimos o antropónimos procedentes de
otras lenguas, y sus derivados, que contienen esta secuencia vocálica
en su grafía original: El Aaiún (topónimo árabe), Isaac o Aarón
(antropónimos hebreos); los topónimos guaraníes Caaguazú
(departamento del Paraguay), Caacupé y Caazapá con sus respectivos
gentilicios caaguaceño, caacupeño y caazapeño.
7. • Pueden escribirse con –aa- y con –a-:
•Las voces formadas por prefijos o elementos
compositivos terminados en –a, como contra-,
extra-, infra-, intra-, meta-, para-, supra-, tetra-,
ultra- antepuestos a palabras que también
comienzan con a-:
• Contralmirante y contraalmirante;
• Contranálisis y contraanálisis;
• Contrargumentar y contraargumentar;
• Megatentado y megaatentado;
• Intrarticular e intraarticular;
• Supraórtico y supraaórtico.
8. • Los compuestos resultantes de palabras
terminadas en –a (generalmente formas verbales)
más otras palabras que comienzan con a-:
portaviones y portaaviones; tragavemarías y
tragaavemarías.
RECOMENDACIÓN: Si la reducción vocálica está generalizada en la lengua
oral, es recomendable escribir la grafía simplificada, que son las que
acaban triunfando históricamente en situaciones similares: aguardiente,
drogadicto, paraguas, decárea, por ejemplo
9. SECUENCIA –EE-
• Se escriben con –ee:
• El infinitivo y muchas formas de la conjugación de los
verbos CREER, LEER, POSEER, PROVEER y SOBRESEER, así
como todas las palabras de su misma familia: creencia,
proveedor, poseedor, etc.
• Todas las personas del presente de subjuntivo y la primera persona del
singular del pretérito perfecto simple de los verbos en –ear: deseemos,
abofeteé, paseen, peleé, hornee, etc.
10. • Los términos ACREEDOR, ACREENCIA, VEEDOR y
VEEDURÍA conservan la doble E pues derivan de los
antiguos verbos ACREER y VEER, respectivamente.
• Llevan doble E los resultantes de añadir –ero, -era a palabras
acabadas en –eo, -ea. Por ejemplo: fideero, obleera.
• Topónimos y antropónimos procedentes de otras lenguas que
contienen esta secuencia: Beethoven, Ñeembucú
(departamento del Paraguay).
• Extranjerismos como feérico (‘de las hadas’, del francés fée =
hada); neerlandés (‘de los Países Bajos’).
11. Pueden llevar –ee- o –e-:
• Voces formadas por prefijos terminados en -e (pre-, re-, requete-,
sobre-, tele-, vice-) y palabras que comienzan con e-: relegir y
reelegir; rembolsar y reembolsar, sobresdrújula y sobreesdrújula;
teleducación y teleducación; prestreno y preestreno; remplazar y
reemplazar.
• Los compuestos de palabras terminadas en –e y palabras que
comienzan con e-: maestreescuela y maestrescuela; sieteenrama y
sietenrama.
12. RECOMENDACIÓN
• Vale la misma recomendación que se hizo para las palabras
con doble A, a la luz de los resultados históricos de
simplificación: sobrescribir, resfriar, telespectador,
sobrestimar, rompesquinas, por ejemplo.
• No simplificar en estos casos: reestablecerse (‘volver a
establecerse’) y restablecerse (‘recuperarse’); reevaluar
(‘volver a evaluar’) y revaluar (‘aumentar el valor de algo’);
reemitir (‘volver a emitir’) y remitir (‘enviar’ y ‘perder
intensidad’).
• El plural de la letra E puede ser EES y ES, pero se recomienda
esta última forma.
13. SECUENCIA –II-
• Llevarán –ii-:
• Los derivados resultantes de añadir sufijos que comienzan con –i (-í, -ismo, -
ista, -ita/ito) a palabras cuya raíz acaba en ‘i’ tónica: chiismo , chiita, diita,
Rociito.
• Los superlativos en –ísimo/a, de adjetivos terminados en los hiatos –ío/-ía:
friísimo, impiísima. En cambio, si el adjetivo acaba en los diptongos –io/-ia, el
superlativo se escribe y pronuncia con una sola I: amplísimo, limpísimo.
14. •Pueden llevar –ii- o –i- las voces formadas por prefijos
acabados en –i (anti-, di-, mini-, multi-, pluri-, poli-, semi-, toxi-)
antepuestos a palabras que también empiezan con –i:
antinflamatorio y antiinflamatorio; miniinvestigación y
mininvestigación; diisocianato y disocianato (líquido incoloro,
con olor agudo); multiinstitucional y multinstitucional;
toxiinfeccioso y toxinfeccioso.
• Para la doble –ii- vale la misma recomendación que para la –
aa- y para la –ee-. Pero se recomienda que en el caso de SEMI- ,
se conserve doble –ii- si el término al que se añade comienza
con un prefijo privativo: semiilegal, semiirregular, semiiletrado,
distintos, respectivamente, de semilegal, semirregular y
semiletrado.