El documento describe las tres etapas del embarazo: el primer trimestre, en el que se forman los órganos y estructuras del embrión; el segundo trimestre, en el que la madre comienza a sentir los movimientos del bebé y su abdomen crece; y el tercer trimestre, en el que los cambios físicos se aceleran y la madre se prepara para el parto.
3. En el primer trimestre, lo importante es el
desarrollo del embrión. Los órganos se forman, la
cabeza, los brazos, las manos y los brazos se
desarrollan y las células nerviosas del cerebro se
forman y también se establecen sus conexiones.
El embarazo no es visible en las doce primeras
semanas, aunque durante este periodo la
embarazada sufre molestias del embarazo que
pueden ser muy diversas. Además, el primer
trimestre es la fase crítica de todo el embarazo:
las influencias como las que producen el alcohol,
las drogas y el tabaco pueden originar aquí los
mayores efectos, ya que pueden mermar el
desarrollo de órganos vitales.
5. El segundo trimestre del embarazo abarca
desde la semana 13 hasta la semana 28. En
ese período, la madre comienza a descubrir el
crecimiento de su abdomen, a percibir
movimientos del bebé, puede
tener contracciones que son normales,
fisiológicas y aisladas, especialmente cuando
hace actividad física, levanta cosas pesadas,
o padece de stress laboral o social.
En cuanto al peso, teóricamente, una mujer
promedio puede haber aumentado hasta este
momento 4 kilos, dependiendo del peso con
el que quedó embarazada. Se considera
normal aumentar entre 1 y 1,5 kilo por mes.
7. Durante los tres últimos meses del embarazo,
los cambios físicos se aceleran en la futura
mamá y le hacen ver la realidad del parto
mucho más próxima. En estos últimos meses
antes del parto, los cambios corporales son
intensos y, si hasta este momento había
pocas molestias físicas en el embarazo,
ahora sí los cambios corporales se hacen
sentir. Al aumento de peso se suma un
mayor cansancio,
posible hipertensión con hinchazón de
manos, tobillos y pies, dolor de espalda y
dificultades para dormir por el mayor
volumen de la panza.
8. A partir de las 30 semanas de embarazo
ya se habrá formado el calostro en los
pechos de la futura mamá –un líquido
dulce, menos nutritivo que la leche pero
de mejor digestión para el bebé y que
será su primer alimento, antes de la
bajada de la leche-. La presión del bebé
sobre la vejiga hace que la embarazada
orine con mayor frecuencia.