3. Cualquiera que come de Él nunca más sentirá
hambre y sed espiritual.
En Jesús se satisface nuestra hambre espiritual y
nuestra sed espiritual es aplacada.
Una vez que tenemos el Espíritu Santo, nuestra
búsqueda por la plenitud espiritual termina y nunca
más necesitaremos de algún otro sostenimiento.
6. Todo el que se une a Jesús como uno de Sus
discípulos, no será ignorante de los asuntos
espirituales.
Tendrán el poder para entender de forma
específica, la verdad espiritual que lleva a la vida
eterna.
Comprendemos que cualquiera que sea la
pregunta espiritual, Jesús es la respuesta.
9. La salvación se encuentra por medio de Jesús. Él es la
puerta al Reino.
Habiendo entrado a través de El, estaremos morando en
un estado de paz en medio de las tormentas de la vida.
Experimentaremos lo que dice: Salmos 23:6
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los
días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos
días.
12. Jesús está haciendo referencia a Su bondad.
Como Pastor protege, guía y nutre a su
rebaño.
No simplemente es “un buen pastor, como
otros pueden ser, sino que es único en su
carácter.
15. Aunque un creyente muera físicamente, aun tendrá
espiritualmente vida eterna .
La única forma de obtener la vida eterna, es creer
que Su muerte pagó por todo el precio de nuestros
pecados. Es decir murió fue sepultado y resucito por
nosotros.
Él es el Creador de la vida. Aquel que es la vida sin
duda puede restaurar la vida.
18. No existe ninguna otra manera de llegar, Él es el
único camino para la vida eterna.
Esta es la verdad de la Palabra de Dios.
Como dice Hechos 4:12
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos”
21. Estos frutos son producidos después de que hemos sido
salvos, los creyentes automáticamente no producen
Si le entregamos nuestra vida a Él y respondemos al
llamado del Espíritu Santo que Él envió para guiarnos sí
podemos producir muchos frutos.
Nuestros motivos para obtener frutos no deben ser: la
satisfacción, o para obtener el reconocimiento de los
demás, o para sumar puntos con Dios, Nuestra principal
motivación debe ser glorificarle.