Este documento describe a Miguel Hernández como un gran poeta de la vida cuyos poemas brotaban de su alma y aún atraen a lectores de todo tipo cien años después, manteniendo su voz viva a través de los que encuentran y comparten su obra.
1. Los poetas pasan por el mundo y dejan escritos sus poemas para que un día
alguien como tú los encuentre, los lea, los comparta y los ponga junto a su
corazón.
Hay poetas del amor, poetas del mar y hasta poetas del pueblo, pero pocos de
ellos han sabido cantar con toda la pasión y con toda la inteligencia a la alegría
y a la tristeza de los hombres. Uno de ellos era Miguel Hernández.
Miguel fue, por encima de todo, el gran poeta de la vida. Las palabras que
escribía en un papel, los versos que ponía en su cuaderno, salían de su
cabeza, es cierto, pero sobre todo brotaban de su alma.
Su poesía era tan verdadera que, cien años después de que el poeta viniera al
mundo, aún atrae a los lectores de cualquier edad, de cualquier color, de
cualquier familia y de cualquier país.
Miguel Hernández se marchó hace muchos años, pero gracias a ti, a lectores
como tú, su voz se escucha, nueva y limpia, cada día.