75 Aceptación No es posible imaginar un mundo mejor que éste, aunque a un necio e ignorante le resulte sencillo; el mundo nunca ha sido el problema, nosotros hemos sido siempre los problemáticos. Los hombres cerrados —sobre todo el hombre político— dicen siempre que todo está equivocado, que debemos transformar al mundo y a la sociedad; el Hombre consciente se reconoce a sí mismo como el objeto del problema y aprecia la perfección de los mecanismos naturales de la existencia —a pesar de su cualidad cambiante, transitoria e ilusoria—, reconoce también que si el humano desapareciera de la Tierra, el mundo mantendría su belleza y su perfección “casi absoluta” —lo único que la limita es el factor cambiante en el tiempo—. Un Hombre libre y consciente ya no intenta cambiar las condiciones externas de la vida para que se ajusten a él, ya no lucha contra la existencia porque reconoce que ni siquiera es capaz de hacerlo; es así como deja de soñar. Antes bien, reconoce que lo único que en realidad puede cambiar es su actitud, el equivocado proceso de su mente con sus respectivos condicionamientos. De ese modo descubre que “sólo por la aceptación” es posible permitir que el mundo se transforme espontáneamente ante él. Aunque tu trabajo sea humilde, realízalo sin sentir preferencia por otros más importantes. Morir cumpliendo nuestro deber es la vida, mientras que vivir envidiando el de otros es la muerte. Bhagavad Gita, III- 35