"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
Liturgia
1. Aportes - 1
y, como ella, él todo obediente al proyecto
divino, se pone en manos de Dios y lleva su
esposa a casa.
Estas actitudes son las que ambos tras-
miten a Jesús, quien las traduce en oración
al enseñarnos el Padre Nuestro: “Hágase tu
voluntad, así en la tierra como en el cielo”, y
que él mismo vivirá hasta la noche en que,
postrado entre los olivos, repita a su Padre:
“No se haga mi voluntad sino la tuya”.
Y así, viviendo nosotros con inteligente sa-
biduría y filial obediencia al Padre, meditando
su palabra, nuestra vida cristiana se desa-
rrollará con la alegría de quien encuentra un
magnífico tesoro, sin jamás pensar que pudie-
ra haber algo mejor que cumplir su amorosa
voluntad, como María, José y el mismo Jesús,
que declaraba muy decidido: “Mi alimento es
hacer la voluntad de mi Padre”. Y por eso
siempre fue tentado y sometido a prueba. De
él aprendemos a hacer la voluntad del Padre.
Dios proyecta su plan de salvación y,
desde Abraham hasta nosotros, nos llama a
aportar nuestro esfuerzo inteligente, genero-
so, decidido, contagioso… Su Hijo Jesucristo
cumplió la voluntad del Padre. Ahora, su Es-
píritu nos convoca y anima a poner todo de
nuestra parte. El Señor nos dio libre albedrío
para que, con toda inteligencia nos decida-
mos a seguir sus planes, dejando de lado los
nuestros.
De este modo, felices y entusiasmados
por haber descubierto la verdad del amor
de Dios, nos ponemos en misión acercando
tanta riqueza a quienes no se conforman con
las menudencias y triunfos pasajeros de este
mundo, y convirtámonos en testigos de la
Jesús nacerá
por obra del Espíritu,
de María virgen,
desposada con José
Is 7, 10-14; Sal 23; Rom 1, 1-7; Mt 1, 18-24
Desde siempre, Dios determinó crearnos
a su imagen y semejanza para que, con lo
mejor de nosotros mismos, concretemos su
gran proyecto: instaurar todo en Cristo, su
Hijo. Para eso llamó al patriarca Abraham
a formar un pueblo que, yendo a la cabeza
de todos los demás, encaminara a todos los
hombres hacia el verdadero y único Dios. Al
tiempo, llegado el momento, el ángel Gabriel
pide a María su aporte al plan de Dios, y ella
responde con santo orgullo: Soy su esclava,
que él cumpla en mí su palabra. También a
José Dios le pide dejar de lado sus planes
personales y consagrarse a cuidar a la Madre
y al Niño. Así, el Creador nos llama a la vida y
a la fe para que, también nosotros, a imagen
y semejanza de Jesús, aportemos nuestro
esfuerzo intelectual, sentimental y efectivo
para congregar a hombres y pueblos en un
único rebaño, bajo un solo Pastor.
Los planes de María habrán sido los de
toda mujer israelita: formar una familia. Pero
ella tuvo la misión de cuidar al enviado de
Dios, que reuniría a las ovejas dispersas de
su pueblo.Gabriel le manifiesta el plan de Dios
y la Virgen adhiere incondicionalmente. José
también tenía sus planes, pero al ver que Dios
tomaba a su prometida, no quiere estorbar y
decide hacerse a un lado, pero también él es
convocado y recibe una misión: Nada temas,
José, tú serás todo un papá para mi Hijo (Continúa en la p. 4).
Aportes para la homilía
Aportes
Celebración
4º domingo de Adviento 18 de diciembre de 2016
Ciclo A. Color: Morado Año XX - Nº 1173
Aportes
Celebración
para la
Homilía y guión para la Santa Misa
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2. Aportes - 2
1) Introducción
Estamos celebrando el último do-
mingo de Adviento. Vivamos esta
liturgia alegres y agradecidos al Se-
ñor que no nos abandona en nues-
tras pequeñeces, sino que se instala para
siempre como hombre entre los hombres.
El modelo de esta confianza es María.
Cantemos…
2) Saludo de bienvenida
Adviento nos prepara para que
recibamos al Salvador. Disponi-
bilidad y humildad son el terreno
apropiado para que Jesús ponga su
morada en medio nuestro.
Que la gracia y la paz del Señor que
nos atrae a su amor y salvación esté
ahora y siempre con todos ustedes.
3) Acto penitencial
El Señor viene a vivir en medio de
su pueblo y quiere una nación san-
ta, una Iglesia samaritana y una
humanidad renovada.Él, hecho carne en
el seno de María y hecho historia de los
pueblos, nos une a Dios y nos purifica de
nuestros errores y pecados.
* Tú eres el Santo, Santo, Santo y
nos quieres iguales a ti: santifica
nuestra humanidad desde dentro.
Señor, ten piedad.
* Tú eres el Cordero de Dios que qui-
tas el pecado del mundo: ayúdanos
a rechazar cuanto nos aleja de ti.
Cristo, ten piedad.
* Tú eres el buen Pastor y das la
vida por nosotros: cambia nuestro
corazón para que tengamos tus
sentimientos. Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga mise-
ricordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida
eterna. Amén.
4) Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Is 7, 10-14):
Isaías reprocha al pueblo por ser
infiel al Señor, y lo exhorta a conver-
tirse al que nunca lo abandona sino
que sigue procurando lo mejor para él.
Salmo responsorial (Sal 23): El Sal-
mo 23 presenta al Señor llegando a no-
sotros y animándonos a recibirlo limpios
de corazón.A cada estrofa respondamos:
R. Va a entrar el Señor, el rey de la gloria.
Segunda lectura (Rom 1, 1-7): Cons-
ciente de su misión, Pablo nos recuerda
que Cristo vino a conducir a todos los
hombres a la obediencia de la fe.
Lectura del Evangelio (Mt 1, 18-24):
Mateo relata cómo Cristo vino a cumplir
la promesa de Dios: la Virgen concebirá
y dará a luz al Emmanuel, ¡Dios con
nosotros!
5) Oraciones de los fieles
María nos recuerda su disponibili-
dad para hacer la voluntad de Dios
y nos enseña su humildad para ser
la servidora, para que se encarne en su
seno el Hijo de Dios.
Repitamos:
Señor, que nazca en nosotros
tu Hijo.
4 La doncella encinta nos habla de la
fecundidad de la Iglesia para engen-
drar nuevos hijos; que los bautizados
seamos agentes de la vida ante el
crimen organizado. Oremos…
4 Las promesas de vida que nos da el
Señor nos ayudan a esperar contra
toda esperanza; que tengamos ánimo
y perseverancia para implantar tu reino
en nuestra sociedad. Oremos...
Guión para la Santa Misa
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3. Aportes - 3
4 Pablo es el apóstol que encarnó en su
vida el evangelio y lo inculturó en Eu-
ropa; que nosotros, discípulos misio-
neros, anunciemos la buena noticia a
los pobres en nuestro país. Oremos…
4 José, humilde carpintero, entendió
la sabiduría de Dios y formó un hogar
para el Hijo de Dios; que nosotros
construyamos el país como casa de
fraternidad. Oremos…
4 María, humilde esclava del Señor, se
entregó al proyecto de Dios y engendró
en su seno al Señor; que trabajemos
para que Jesús dé sentido a nuestras
vidas. Oremos…
Señor Jesús, Verbo del Padre,
ábrenos la mente y enciende el
corazón, llénanos de tu Espíritu de
verdad y caridad, para ser discípulos y
misioneros de tu Reino. Amén.
6) Presentación de las ofrendas
Presentando el humilde pan y el vino
de la caridad, entreguemos nuestro
propósito de dar al Señor nuestros
esfuerzos para construir un mundo
de justicia, y podamos recibir la paz y sal-
vación anunciada por los ángeles.
Cantemos…
7) Comunión
Caminemos con humildad para re-
cibir el Cuerpo y Sangre del Señor.
De este modo, hacemos realidad
los sueños de nuestro Dios, que la
creación entera sea santificada y que los
hombres vivamos en fraternidad.
Cantemos…
8) Bendición final y despedida
Motivación: La misa no concluye
en el altar, se prolonga a lo largo
de la semana, en todo lugar y mo-
mento. Llevemos a todos el mensaje de
Navidad:¡Jesús quiere estar muy cerca de
nosotros, acerquémonos más y más a él!
Bendición: Que la bendición de Dios
Padre, Hijo y @ Espíritu Santo descienda
y permanezca con todos ustedes.
Despedida: Que María sea el ejemplo
para que Jesús viva en medio nuestro.
¡Vayamos en paz!
Corona de Adviento
Para celebrar en el hogar, la parroquia,
la oficina, la escuela…
CUARTA VELA:
La disponibilidad de María
Guía: La Madre del Señor cambió
rotundamente sus planes de vida
para seguir todo lo que Dios le pe-
día. Así aprendemos de ella a estar
disponibles para realizar en la propia
vida lo que el Señor nos pide. Este
es el modo de hacer que el evangelio
nazca en todos los ambientes de la
vida humana.
Oración: Señor, tu Madre es modelo
de fe y cumplimiento de la voluntad
del Padre. Como ella, nosotros esta-
mos dispuestos a hacer tu voluntad y
extender el Reino, para que nazcas
en todos los hogares de nuestra
patria. Tú, que vives y reinas por los
siglos de los siglos.
Padre nuestro, Avemaría, Gloria.
ARRIBA LOS CORAZONES
Adviento y Navidad
Grupo Pueblo de Dios
El CD responde a las
necesidades de los coros
y animadores musicales,
tanto en la instrumenta-
ción (predominio de te-
clados y guitarras) como en la interpretación
vocal (solistas y coros, a modo de asamblea)
en función de los días de Adviento y Navidad.
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4. Aportes - 4
(Viene de la p. 1).
vida nueva que Jesús vive con su Padre en la
unidad del Espíritu Santo, y la ofrece a todo
hombre y mujer de buena voluntad.
Señor Jesús, creemos que por nuestra
salvación y por obra y gracia del Espíritu San-
to te hiciste hombre en el seno de María, la
Virgen, y por nuestra causa fuiste crucificado,
muerto y sepultado, pero resucitaste, y reinas
junto al Padre intercediendo por nosotros,
y volverás con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y tu reino no tendrá fin.Tú eres la voz
sonora y el amor palpitante de Dios, que nos
llama a seguirte fielmente abandonando todo
pecado y regresando animosos al Paraíso del
que nos alejamos tentados por el diablo y que,
con tu pasión y resurrección, vences errores
y mentiras, maldades y muerte, y nos convo-
cas a ser instrumentos de verdad y justicia,
de caridad y paz, anunciando tu evangelio a
todos los que te buscan quizá sin conocerte
o que se alejaron de ti atraídos por fantasías
que no dan sentido a la vida.
Dentro de poco vamos a celebrar tu naci-
miento en Belén, ayúdanos a celebrarlo con
Aportes para la Celebración es un subsidio litúrgico preparado por el equipo de redacción de El Domingo, periódico religioso de
la editorial SAN PABLO, propiedad de SOCIEDAD DE SAN PABLO (PAULINOS). Riobamba 230, C1025ABF Buenos Aires,Argentina.
Teléfono: (011) 5555-2416/17/21/24. Fax: (011) 5555-2439. E-mail: director.eldomingo@sanpablo.com.ar - www.sanpablo.com.ar -
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el compromiso firme de ser tus discípulos
misioneros en bien de todos los que buscan
esperanzados a alguien que les muestre
el camino hacia el pleno cumplimiento del
proyecto del Padre: “Restaurar cielos y tierra,
todo en ti”, a la espera del día sin final en que
todos seremos uno en ti, en torno a tu Padre,
unidos por tu Espíritu, por los siglos de los
siglos. Amén.
MENSAJE DEL SANTO PADRE
María, modelo de preparación a la Navidad
Ante todo, su fe, su actitud de fe, que consiste en escuchar la Palabra de Dios para aban-
donarse a esta Palabra con plena disponibilidad de mente y de corazón. Al responder al
Ángel María dijo: “Yo soy la sierva del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho” (Lc
1, 38). En su “sí” lleno de fe, María no sabe por cuáles caminos deberá aventurarse, cuáles
dolores deberá padecer, cuáles riesgos afrontar. Pero es consciente que es el Señor quien
pide y ella se fía totalmente de él, se abandona a su amor. Ésta es la fe de María.
Otro aspecto es la capacidad de la Madre de Cristo de reconocer el tiempo de Dios. María
es aquella que ha hecho posible la encarnación del Hijo de Dios, “revelando un misterio
que fue guardado en secreto desde la eternidad” (Rom 16, 25). Ha hecho posible la en-
carnación del Verbo gracias precisamente a su “sí” humilde y valiente. María nos enseña a
comprender el momento favorable en que Jesús pasa por nuestra vida y pide una respuesta
rápida y generosa.
Papa Francisco (Ángelus, 21/12/2014).
Madre del Adviento, Virgen de la espe-
ranza, tú eres hija de tu Hijo, sierva de tu
Señor, madre del Salvador Altísimo. El que
habitaba en los cielos ha visto el esplendor
de tu belleza y se ha complacido en prepa-
rarse en la tierra una digna y purísima mo-
rada. Alcánzanos de él la sobreabundancia
de la gracia, para que permanezcamos en
esta vida fieles a su servicio, y después del
paso de esta vida lleguemos a estar junto
al que de ti ha nacido, Jesucristo, Señor
nuestro, que vive y reina por los siglos de
los siglos. Amén.
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