El documento discute cómo la agricultura puede volverse más productiva a través del uso de la ciencia para aumentar el rendimiento, mientras se mantiene de manera sostenible. Se están desarrollando programas de investigación agrícola en África subsahariana para abordar la escasez de alimentos. Sin embargo, técnicas como el uso excesivo de pesticidas han creado problemas ambientales. Además, la biotecnología agrícola, como los cultivos genéticamente modificados, podría ofrecer beneficios pero también
Aumentar la productividad agrícola a través de la ciencia y prácticas sostenibles
1. INTRODUCCION
Una de las principales maneras en las que
la agricultura puede hacerse más
productiva es aprovechando la ciencia
para aumentar su rendimiento.
Una gama de programas de investigación
agrícola se desarrollan actualmente en
África Subsahariana, la principal zona del
mundo en desarrollo donde aún se
presenta escasez de alimentos.
La agricultura también debe ser
sustentable. En el pasado, muchos
lugares del mundo en desarrollo han
sufrido de una sobreexplotación del pastoreo y la pérdida de la fertilidad del suelo debido a la producción
intensiva de alimentos. En la mayoría de los casos, esto ha llevado a la expansión de los desiertos y a un
creciente interés por desarrollar prácticas de cultivo para ser usadas en ambientes áridos.
Más recientemente, una aplicación con excesivo entusiasmo de técnicas científicas, como pesticidas y
herbicidas químicos, ha generado sus propios problemas, que van desde contaminación de fuentes
de agua hasta la destrucción de la vida silvestre. A medida que crecen estos problemas, también aumenta
la comprensión de que una comprensión básica de los mecanismos que crean y sostienen
la biodiversidad es esencial, si la biodiversidad y el apoyo que ella provee a la producción mundial de
alimentos ha de ser preservada.
Introducir nuevas técnicas agrícolas puede ser difícil. Las controversias rodean a la biotecnología
agrícola, un término amplio usado para cubrir todas aquellas técnicas que surgieron en la década de los
setenta, haciendo posible alterar las características de las plantas mediante la modificación de su material
genético.
Los partidarios de esta biotecnología destacan la cantidad de beneficios que podría ofrecer al mundo en
desarrollo la tecnología agrícola, y en particular el desarrollo de cultivos genéticamente modificados (GM).
Pero los esfuerzos para promover el uso de cultivos GM, tanto en los países desarrollados como en
desarrollo, permanecen atascados en la controversia.