Se estima que sacar a los mineros atrapados a 700 metros de profundidad en la inestable mina podría tomar meses. Mientras tanto, los rescatistas enviarán alimentos y agua a los mineros a través de tubos plásticos llamados "palomas". Los expertos están considerando dos planes para el rescate: reforzar el ducto de ventilación existente con una perforación más potente o cavar un nuevo túnel de entre 3,5 y 5 kilómetros, lo que podría tardar hasta un año.