1. Efrén Martín, gerente de FV y profesor de Deusto Business School
HHiilloo ddee OOrroo
Una bruja regaló a un joven príncipe un ovillo de oro y le dijo: “cada vez que algo no te guste, tira del hilo y saltarás al futuro según la longitud desenrollada. Pero nunca podrás recoger de nuevo el hilo”.
Así, el niño, saltó su aburrida educación tirando del hilo. Siguió tirando en la edad adulta para evitar conflictos (con su mujer, con sus hijos y con países vecinos cuando heredó el reino), disfrutando el escaso tiempo restante.
Rápidamente llegó al final del ovillo, a su vejez. Con sólo unos milímetros de hilo, la bruja reapareció y le concedió otro deseo. Eligió volver a ser niño de nuevo y rechazar el ovillo de oro. Nº 94 octubre 2014 http://confidenciasdeungerente.blogspot.com www.fvmartin.net
Las Parcas eran las tres hermanas hilanderas que escribían un destino que nadie podía borrar. También cortaban el hilo que medía la longitud de cada vida, compuesto de lana blanca (neutra) e hilos de lana negra (infortunio) y oro (fortuna). Nuestra vida está hecha de hilos de tiempo, con sus dilemas: ¿Qué hacemos con nuestros “después”?:
Podemos observar dos tipos de actitudes:
- Quienes, por falta o exceso de dinero, se orientan a vivir al día y encuentran dificultades en realizar hoy las acciones que mejorarían su mañana. No atienden a todas las campañas de concienciación sobre las consecuencias de su conducta: salud, drogas y prácticas imprudentes. Sean pobres o ricos son incapaces de ver los nubarrones que se acumulan en su horizonte.
- Quienes son ambiciosos y competitivos están orientados al futuro; lo que invierte las ventajas e inconvenientes anteriores. Con sus acciones consiguen los resultados buscados pero, al diferir la gratificación, gozan menos del momento presente. Asumen que la vida laboral ocupe el primer plano y la vida privada casi desaparezca. El lema es “primero la obligación y luego la devoción”, junto al premio especial: ¡ya llegará el júbilo de la jubilación! ¿Podemos robarle tiempo al tiempo?:
Pero al ir terminando la segunda edad, se atisban en la lejanía los topes de la estación final, de la que nadie va a pasar y que produce en muchos una repentina inversión de la perspectiva temporal. Recuperan el presente expandido de la niñez, relajándose de las escaramuzas del estrés a través de largos días de asueto. Dejan de tirar del hilo quienes pueden respirar su libertad a pleno pulmón. ¿Cuándo se acabó, se acabó?:
Aunque no crean en su continuidad personal, hay quienes ven más allá del muro. Piensan en un futuro que no es propio, olvidan las Parcas y redoblan su esfuerzo. Saben que habrá otros hilos, aún por cortar, a los que dejar un legado de excelencia. Henry Brooks Adams defendía el papel de los maestros, algo que todos podemos ser con nuestro ejemplo: "Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia“. ¿Habrá alguien, siempre, a nuestro lado?:
Más allá del placer, metas, disfrute o posteridad; compartir nuestros hilos de oro crea mayor fortaleza, compromiso y bienestar. Quienes son servidores de verdad y quienes construyen una amistad indestructible o un amor eterno, demuestran estar hechos de…
Un hilo especial