Este documento describe la vida en el pueblo de Pozo Alcón en los años 50, cuando la mayoría de los 10,000 residentes vivían en condiciones insalubres y dependían de una "agricultura de subsistencia" que no satisfacía sus necesidades básicas. La mayor parte de la tierra se dedicaba al cultivo de cereales, olivos y hortalizas a mano. Debido a la pobreza, muchos residentes emigraron para poder subsistir. En 2014, la población se había reducido a casi 5,200 personas. El autor argumenta
LO QUE NUNCA DEBARIA HABER PASADO PACTO CiU PSC (Roque).pptx
Reflexiones 15 febrero
1. REFLEXIONES JUNTO A LA FUENTE
TAZA
SUBSISTIR, ¿ nada más?
Pozo Alcón, en 1957. Casi 10.000 habitantes hacinados en viviendas insalubres; sin agua
corriente ni alcantarillado, mal alumbradas, apenas una bombilla de 60 bujias para toda la casa.
Recuerdo que la luz se “iba”, con mucha frecuencia y, cuando esto ocurría, mi madre siempre
decía lo mismo…” estamos “apañaos”, otra “borrega” ha caído en el canal”; la borrega,
no era otra cosa que una piedra, caída en el canal que proporcionaba agua a una pequeña
central hidroeléctrica que, evidentemente dejaba de funcionar y…! vuelta al candil¡.
Una paseo por
panorama:
el Término Municipal, de aquel Pozo Alcón, nos presentaría el siguiente
Pequeñas parcelas, de riego, divididas en “bancales”-bancos, para nosotros- separados unos
de otros por “malecones”, donde se plantaban olivos y algunos frutales. El bancal, se
dedicaba al cultivo de hortalizas, verduras, legumbres y, en algunas ocasiones cereales, trigo,
casi siempre.
Muchas “hazas” de tierra calma, de secano, dedicadas al cultivo de cereales: trigo, cebada y,
excepcionalmente, centeno . A veces, se sembraban garbanzos, cominos y matalauva.
Algunos olivares, la mayoría de secano
y muy pocos de regadío; se trataba de
olivos de escasa producción. Ni que
decir tiene que todas las faenas
agrícolas se realizaban a mano y,
quienes podían, con la ayuda de
animales. Se estableció un curioso
sistema de “aparcería” consistente en
el intercambio de bestias de labor,
para la labranza, la trilla y el acarreo;
se trataba de juntar dos mulos, de
diferentes dueños, para realizar faenas
agrícolas, tanto en fincas propias como
ajenas.
Este es el Pozo Alcón de los años cincuenta; una vida miserable sujeta a una “agricultura de
subsistencia” que además era insuficiente
para atender las necesidades de aquella
“superpoblación”. Es entonces, cuando muchos poceños, se plantean la necesidad de
emigrar,
no para encontrar
una forma de vida mejor, sino simplemente para
subsistir( “reflexiones” correspondientes al, 1 de Enero y al 1, de Febrero); se inicia así, un
imparable proceso de emigración que se prolonga hasta nuestros días.
Comienzos de 2.014, casi 5.200 habitantes. En 57 años, hemos perdido la mitad de nuestra
población. Considero que, la gravedad de la situación, precisa de una profunda reflexión de
todos, a fin de encontrar los motivos que nos han conducido hasta aquí y, lo más importante;
entre TODOS buscar soluciones que nos permitan mirar al futuro con cierta ilusión.
2. Si no hacemos nada, ¿ qué será de nuestro pueblo, dentro de otros 57 años, allá por
el 2071?,¿habrá desaparecido?, ¿habremos retrocedido al 1648, cuando apenas si
contaba con 900 almas?
Para mí, que no hemos avanzado nada; en el
57, SUBSISTÍAMOS con una agricultura
“obsoleta” y en el 2.014, continuamos
SUBSISTIENDO
con
una
agricultura
“moderna”, ¿ por qué?.
Esta, es la primera entrega sobre un asunto
que debiera
preocuparnos y ocuparnos, por
tiempo indefinido,
hasta
que lleguemos al
convencimiento de que CAMBIAR ES VITAL.
Sean moderadamente felices. Hasta el primero de Marzo
Pozo Alcón, mediados de Febrero de, 2014
Francisco Quiñones