1. Por: José Nolberto Neciosup Chafloque
EN ETEN
El fenómeno “El Niño” en la Historia de Ciudad Eten, se ha connotado como una
catástrofe para los habitantes de este ancestral pueblo.
2. Por: José Nolberto Neciosup Chafloque
Ciudad Eten, ha sido Bendecida por el Niño Dios, del Milagro Eucarístico (1649), pero
en esta ocasión vamos a referirnos a “El Niño” aquel fenómeno climatológico que ha causado a
través de la Historia muchas penas y desgracias entre los pobladores de Eten, en sus inicios el
pueblo de indios de la bendita Magdalena, también sufrirían los embates y los caprichos de la
naturaleza, ya sea por nuestro río, por los vientos o por nuestro mar, teniendo que trasladarse
hasta el día al lugar que actualmente ocupamos.
En el año de 1925, la legendaria Villa
de Eten, la tierra de héroes,
artesanos y artistas, fue la que más
sufrió cuando la furia de la
naturaleza arremetió, ocasionando
pérdidas irreparables en la Villa, el
Puente de la empresa del Ferrocarril
de del Muelle de Eten sufrió daños
considerables, siendo la
preocupación de toda la población,
las casas por la lluvias torrenciales
se desplomaron, quedando muchos
damnificados, posteriormente se dieron muchas epidemias ocasionadas por “El Niño” como el
paludismo, fiebres, peste bubónica, entre otras que consecuentemente dio pie a muchas
muertes.
Ya en 1983, en este año las consecuencias del Fenómeno El Niño nos asoló nuevamente de
Diciembre a Junio, ocasionándose una serie de inundaciones constantes, siendo las más
recordadas la del 15 de abril de 1983 a las 4:30 a.m. el río de Eten se desbordó, causando
dramáticas y conmovedoras escenas entre
los pobladores quienes se movilizaban de un
lugar a otro en pos de salvación, pues sus
viviendas se desplomaban por efectos de las
torrenciales lluvias y el desborde del río;
como la del 23 de abril a las 11:00 p.m.
Situación que no permitió rendir Homenaje a
Pedro Ruiz Gallo. Plaza, calles inundadas, sin
alimentos, sin casas, era el paisaje.
Nos quedamos sin agua potable ni luz eléctrica, el combustible escaseó y mucho más los
alimentos, realizándose las muy conocidas Ollas comunes, siendo vital el trabajo realizado por
el R.P. Emigdio Sandoval Guevara Párroco de la Ciudad, la ciudad quedó prácticamente
derruida, en un completo estado ruinoso, muchos pobladores “se encargaron” en Reque,
Monsefú, Chiclayo y otros se alojaron en los ambientes de la Parroquia, donde muchos
pernoctaron y se alimentaron en las ollas comunes promovidas por el párroco, cuyos víveres
llegaban en camiones de la Sétima División de Infantería.
En esta ocasión las calles Junín, Olaya, Gonzales Prada y las Primeras cuadras de Bolognesi y
Grau quedaron prácticamente en escombros, fue en este año donde nuestro vetusto y
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añorado puente colapsó. Enfermedades como las fiebres altas, sobre todo en los niños, los
mosquitos, el dengue, entre otras causaron la muerte de algunos habitantes.
Finalmente la experiencia vivida a finales del año 1997 e inicios 1998. Esa vez “el Niño”
caprichosamente en noviembre comenzaron las lluvias, en las colegios se suspendían las clases
y los pobladores se comenzaban a preocupar por las viviendas que en su mayoría estaban en
mal estado, algunas que venían de sufrir los embates del ´83
El 14 de febrero, el niño se” nos enamoró” y llovió torrencialmente al iniciar la noche, baldes
de agua se sacaban de las casas, se hacían muros de contención en la puertas de las casas, los
techos que parecían coladores, las voces en los oídos “el río se sale”, las calles convertidas
literalmente en ríos, cargando petates y formando las ollas comunes, nuevamente la parroquia
sería el lugar de albergue para los que
nos quedamos sin casa, sin alimentos y
sin ropa. El Padre Emigdio Sandoval con
su megáfono en las calles comunicando
y apoyando a los pobladores que lo
perdían todo. Más de 300 familias
damnificadas. Dando a partir de este
año el éxodo de más de 200 pobladores
que dieron origen al que denomino “El
Milagro del Niño”, se formó el pueblo de
Villa el Milagro, quienes en su totalidad
perdieron sus viviendas. Posteriormente se sufrirían enfermedades siendo los más afectados
los niños etenanos.
4. Por: José Nolberto Neciosup Chafloque
Hoy se nos anuncia el fenómeno del Niño teniendo la imperiosa necesidad como población
tomar las medidas de precaución necesarias, productos de primera necesidad y de protección,
un llamado para organizarnos mejor, que nuestras autoridades volteen la mirada a nuestro
distrito y puedan preocuparse por los graves riesgos de inundación (no tenemos sistema de
drenaje) siendo vulnerables las zonas del cruce Puerto Eten – Ciudad Eten, el bordo en la zona
denominada “los Pollos”, en peligro de colapso nuestro monumentos históricos y
arqueológicos como la Capilla del Milagro del Mar(1773-1778), el Templo de la doctrina de la
Magdalena de Eten (1550) y la parte que queda de Huaca “El Taco” que sufrió
catastróficamente el Niño del ´98, que está en serio peligro de desaparición. Tener precaución
con las viviendas en mal estado y sobre todo prever las enfermedades que pueda traer consigo
el fenómeno que se anuncia. Eten es tierra de valientes hombres y mujeres que a lo largo de su
historia han sabido luchar y convivir con la naturaleza.