La quebrada que divide las zonas norte y sur de Ruezga está extremadamente contaminada debido a los desechos industriales y residuos sólidos que son vertidos allí, así como las aguas residuales de una cloaca rota. Esto ha creado malos olores y proliferación de enfermedades entre los residentes de viviendas precarias en la zona. Se proponen soluciones como construir muros de contención, recoger la basura de forma regular y reubicar a los habitantes en viviendas dignas.