2. Los chistes exagerados
• El truco aquí está en presentar una hipérbole total. La gracia surge
cuando los que reciben la exageración tratan de hacerse la imagen en
la mente.
• Ejemplo: “Era un hombre tan tonto, pero tan tonto, que no podía
escribir el número 11 porque sabía cuál 1 iba primero”.
3. Los chistes sarcásticos o irónicos
• Generalmente comienzan con una frase o palabra alentadora, positiva
o incluso un halago. Luego viene una expresión que cambia
radicalmente el panorama creando caos, confusión y risa.
• Por ejemplo: “Si ves sonreír a alguien cuando todo sale mal… es
porque ya sabe a quién echarle la culpa”.
4. Los chistes inteligentes
• Estos se basan en conocimientos o información real y generalmente
requieren de alguna interpretación o proceso de análisis. Suelen ser
geniales, aunque alguno de ellos son literalmente para genios.
• Ejemplo: “Un neutrón se toma un trago en un bar y cuando pide la
cuenta el cantinero le responde “Para usted nada amigo, sin carga”.
5. Los chistes de personajes tradicionales
• Estos se apoyan en un personaje idiosincrático que todos
reconocemos automáticamente. De alguna forma refuerzan la
identidad. Tenemos los casos de Jaimito en Sudamérica o Pepito en
algunas zonas del Caribe.
• Ejemplo: “¡Jaimito, no se puede dormir en clases! -Lo sé maestra,
usted no para de hablar.”
6. Los chistes de telón
• En este tipo de chiste se explica una imagen o concepto como la
escena de una obra de teatro. Al final el oyente debe adivinar el
nombre de la obra. Suelen ser muy graciosos porque los nombres de
los actos son juegos de palabras sin sentido.
• Ejemplo: “Sube el telón y se ve a un cerdo volando, baja el telón.
Vuelve a subir el telón y se ve a otro cerdo volando, Cierra el telón.
¿Cómo se llama la obra? …EL AEROPUERCO.