1. Deporte de ciencia ficción
por David Moreno | noviembre 18, 2013 9:17 AM
4
La ciencia ficción es un subgénero del cine fantástico que permite visualizar la concepción
que una cultura tiene de su propio futuro. Su desarrollo se ha dado particularmente en el
cine norteamericano, aunque también existen extraordinarios ejemplos de películas de
ciencia ficción en otras cinematografías. Es un género simbólico, es decir posee elementos
que nos terminan por conectar de manera simbólica con el mundo en el que vivimos, con el
que soñamos vivir o con aquel en el que la humanidad vivirá un futuro de pesadilla. Por
ende cuando la Ciencia Ficción reproduce un aspecto de nuestra cultura, lo hace tomando
elementos conocidos y los potencializa para generar – en algunos casos – una aproximación
a lo que podrían convertirse. Así, la ciencia ficción ha visualizado a las consecuencias que
podría tener el desarrollo tecnológico, el calentamiento global, el futuro de los procesos
políticos, los medios de comunicación y – por supuesto – en lo que se terminarán
convirtiendo las actividades recreativas de los seres humanos, lo que incluye al deporte.
El deporte en las películas de Ciencia Ficción tiene características muy particulares. Los
realizadores han imaginado a la práctica deportiva del futuro completamente alejada de los
principios de orden moral que de alguna manera le rigen en nuestros días. En la mayoría de
los filmes del subgénero en los que se presenta algún tipo de manifestación deportiva, ésta
se ha convertido en un espectáculo de carácter decadente y completamente enajenante. Es
un elemento muy importante para mantener el poder político y económico por parte de
algún grupo o persona. Suele ser presentado como un espectáculo mediático en el que las
super estrellas son simples empleados del sistema, hasta que uno de ellos adquiere algún
tipo de conciencia social y pasa a ser el personaje revolucionario que utilice su fama para
generar un cambio importante en el estatus quo planteado en el filme.
En los años setenta, la Ciencia Ficción vivía uno de sus momentos de gloria. La guerra fría
y el desarrollo tecnológico generaron películas en las que se visualizaba a una sociedad en
la que la democracia ha fracasado y las grandes corporaciones ejercen un poder absoluto y
totalitario sobre la población. Aparece entonces el deporte un elemento necesario para
mantener ese control. Rollerball de 1975, resulta en el mejor ejemplo de lo anterior. El
director Norman Jewison situó su película en el año 2018. Las guerras y el crimen han
desaparecido y los países ahora son en realidad gigantescos corporativos. En ese contexto
aparecía el Rollerball: un deporte ultraviolento que combinaba la lucha en patines, el
motociclismo y el fútbol americano. Los equipos participaban en una liga mundial
representando a diversas áreas del planeta. En la película el equipo campeón es Houston y
ahí participa uno de las grandes ídolos del Rollerball: Jonathan E. El líder de una de las
corporaciones, Bartolomé, pretende que Jonathan se retire del deporte después de 10 años
de estrellato. El jugador va a rebelarse ante tal decisión y luchará por su libertad personal lo
que lo convierte en una amenaza al sistema, la cual debe ser eliminada.
El filme protagonizado por James Caan generaba, tal vez sin proponérselo, al arquetipo del
deportista del futuro retratado en los filmes de ciencia ficción: hábil, físicamente apto para
2. las actividades violentas, carismático y sobre todo con una personalidad que le permite
convertirse en redentor del contexto social en el que se encuentra. La violencia deportiva se
mezcla con el espectáculo mediático e invariablemente todos los atletas del futuro van a
competir en disciplinas en las que terminarán arriesgando su vida, y ese riesgo será
contemplado y compartido por una masa embrutecida por los medios de comunicación. En
ese sentido Jonathan E. se encuentra fuertemente emparentado con Ben Richards de The
Running Man o con Katniss Everdeen de The Hunger Games, filmes en los que el mayor
logro deportivo está representado, literalmente, por la supervivencia del mejor deportista.
No deja de ser sintomática la representación que de las competencias atléticas se hace del
futuro. Como he dicho anteriormente los valores deportivos – como lo son la sana
competencia, el mejoramiento físico, el triunfo como resultado de una ardua preparación o
sus características recreativas, etc. – desaparecen. Pero no es de extrañar que sea esta la
representación del futuro deportivo cuando competiciones extremadamente mediáticas
como la WWE o la UFC e incluso – aunque en menor medida – la misma NFL, ganan
popularidad por esa combinación existente entre violencia y espectáculo que poseen.
Tampoco puede hacerse a un lado el hecho de que las grandes competiciones deportivas a
nivel mundial responden en muchas ocasiones a intereses políticos y económicos
particulares, y que cada día su manejo depende de los millones de dólares que aportan los
grandes capitales financieros.
Entonces si lo planteado por la Ciencia Ficción puede acercarse a lo que sucederá en el
futuro, deportes como el fútbol o el baloncesto, y competiciones como los Juegos
Olímpicos terminarán por desaparecer. En la mayoría de los casos, el cine que se plantea
como será el futuro posee una visión pesimista de la práctica deportiva, aunque no deja de
ser paradójico que al mismo tiempo la única esperanza que bosqueja para la humanidad
recae sobre los hombros de un deportista. Existen algunas cosas que el cine imaginó y que
hoy son parte de nuestra realidad. Veremos si en las próximas décadas acierta en su visión
sobre los deportes o ésta solamente era solamente un símbolo de una sociedad que en un
determinado momento de su historia, proyectaba para si misma un futuro desesperanzador
y desolador.